miércoles, 22 de febrero de 2012

GEMMA GALGANI - Asimilando La Gracia....


18 febrero 2012

Soy GEMMA GALGANI. Hermanos y Hermanas quienes me escuchan, quienes me leerán, vengo a ustedes como entidad que lleva la Vibración de la Estrella UNIDAD, y también, como ya se sabe, una de los componentes del Abrigo Azul de la Gracia, en su polaridad llamada femenina. Les hablé, en numerosas ocasiones, sobre la UNIDAD. Vengo, hoy, darles algunos elementos, que, si los siguen, incluso en su personalidad, les permitirán beneficiarse, cuanto antes, y asimilar el Abrigo Azul de la Gracia y convertirse en la Gracia.

Entonces, voy a presentarles lo que ha sido llamado por el Arcángel ANAËL y por el Maestro OMRAAM (ndr: Omraam Mikaël AÏVANHOV) acerca de lo que es el Absoluto, lo que es la Intasis, y el acceso a esta fase, hasta cierto punto, última. No voy a elaborarles (como eso se dijo, porque eso es imposible) una serie de elementos correspondientes a este estado. Pero voy más bien a darles los elementos que, en la personalidad, de su vida ordinaria, pueden aún suponer un obstáculo al Abrigo Azul de la Gracia. Estos elementos son muy lógicos y si acogen esto y ustedes mismos hacen la experiencia, constatarán muy rápidamente que el Abrigo Azul de la Gracia no puede ya tenerse a la divergencia de su propia Presencia. Ustedes mismos se convertirán en esta Gracia. Todo eso se deriva incluso de las descripciones que pude darles de la UNIDAD y también, en cierta medida, de lo que pudo decirles mi Hermana HILDEGARDE de BINGEN, sobre la Tensión hacia la Luz (Ndr: canalización del 25 de octubre de 2010 en la rúbrica “mensajes que deben leerse”) que juntan y que recortan también elementos otorgados por el Arcángel ANAËL sobre el Abandono a la Luz (Ndr: canalizaciones del 11 de mayo de 2009,13 de mayo de 2009, 17 de mayo de 2009,5 de octubre de 2009, 5 de agosto de 2010). Porque hay, en la personalidad, una serie de elementos que se juegan, hasta cierto punto, independientemente de su conciencia, y que a ustedes alejan del Abrigo Azul de la Gracia. Entonces vamos ver, a enumerar y, lo espero, comprender, estos elementos, que son obstáculos, en resumen, muy simples, al establecimiento de la Gracia en ustedes. Y por otra parte, incluso algunos de estos elementos les fueron dados a vivir, por experiencia, pero conviene reformularlos.

El Abrigo Azul de la Gracia sólo se encuentra en el presente. Lo que quiere decir que a partir del momento en que, por una razón u otra, no están ya en el aquí y ahora, el Hic y Nunc (si su pensamiento se orienta hacia el pasado o hacia el futuro, incluso por hasta cinco minutos), la Vibración les deja. Así pues, favorecer la aparición del Abrigo Azul de la Gracia, es centrarse en el Presente, es ser lúcido y consciente que todo lo que a ustedes aleja de su presente, les aleja de la Gracia. Es la primera etapa.

La segunda etapa se refiere a los pensamientos y al mental. Por supuesto, su presencia en los mundos de la dualidad se traduce en mecanismos, que todos conocimos, que es la aparición de los pensamientos. Y a menudo, estos pensamientos aparecen y desaparecen. Y a menudo, se nos ha identificado todos a nuestros propios pensamientos, persuadidos de que emitimos un pensamiento mientras que no se emite un pensamiento: un pensamiento les cruza, se construye en función de las circunstancias observadas, de manera consciente o inconsciente. Entonces, conviene aceptar que no son sus pensamientos y que incluso el pensamiento que les parece el más lógico es un pensamiento que se pone entre lo que son y la Gracia. Porque la Gracia no será nunca un pensamiento. Entonces, es extremadamente difícil (y eso es incluso imposible) decidir los pensamientos. Incluso los que meditan de manera intensa pueden bañarse en la Luz y observar, al mismo tiempo, la aparición de pensamientos. No pueden obligar y oponerse a sus propios pensamientos, los que se emiten y los que les cruzan. Entonces, es a ustedes que corresponde decidir esto que piensan: por el ejercicio conjunto de la ATENCIÓN y la INTENCIÓN, va a ser necesario orientar o reorientar sus pensamientos, procurando que la Luz vaya a convertirse en su única preocupación, que cualquiera que sea la actividad que pueden realizar o que llevan, o que se obligan a llevar, la Luz debe ser al frente. Es decir, incluso la actividad más compleja de su vida debe acompañarse del pensamiento de la Luz. Es una forma de vigilancia. Esta forma de vigilancia, orientada hacia el pensamiento de Luz y hacia la Luz, va a permitirles entender y ver sus propios pensamientos que a ustedes alejan de la Luz y el pensamiento de la Luz. Esta segunda etapa va pues a permitirles, hasta cierto punto, dirigir su INTENCIÓN y su ATENCIÓN sobre la Luz.

La tercera etapa se refiere lo que se llama el mundo de las emociones. Porque en la vida, en este mundo de la dualidad, toda acción implica una reacción, y toda reacción es la consecuencia de una acción, aunque no lo vean. Eso va a requerir, allí también, una forma de toma de distancia porque, para que la Gracia se manifieste y actúe en su vida, es necesario que acepten que no son los amos de su vida, sino que la vida es su amo. Entonces, en ese momento, se acercarán de la UNIDAD indispensable para el establecimiento de la Gracia.

La cuarta etapa consiste en interiorizar que todo lo que es distracción (y entiendo por distracción todo lo que les divierte) es, en realidad, un alejamiento de la Gracia. Por supuesto, eso no quiere decir que no es necesario ya hacer nada, ya no concederse placer. Sino estar bien conscientes del papel que desempeña el conjunto de las distracciones (a que se someten, a que se adhieren) como elemento interferente con la Gracia. Una vez más, no hay que suprimir, por la voluntad, sino ser Lúcido de lo que representan estos elementos de distracción.

La quinta etapa, es intentar favorecer, en ustedes, la experiencia. Ahora bien, la experiencia no puede manifestarse mientras utilicen palabras, mientras utilicen conceptos. Porque los conceptos y las palabras incluso las más luminosas, les alejan sistemáticamente de la última experiencia. Y la última experiencia no está sino al Presente. Eso requiere de hacer, en ustedes, el silencio, no decidiendo callarse u oponerse a sus propios pensamientos (los que se emiten y los que nacen independientemente de ustedes) sino, más bien, de favorecer los momentos que calificaría de contemplativos (que sea de la llama de un fuego, que sea de un elemento de la naturaleza). Porque la contemplación, les aleja de las palabras, y les acerca del momento Presente, de AQUÍ y AHORA, por lo tanto de la UNIDAD, y les vuelve, hasta cierto punto, propicio a la Gracia.

Otra etapa: ya no alimentar lo que pertenece a la Ilusión. Entonces, por supuesto, eso no quiere decir, que no es necesario ya ni alimentarse, ni extraerse del mundo, sino, ser cada vez más lúcido y consciente del efecto de este mundo, de la Dualidad, sobre la UNIDAD. La Dualidad es lo contrario estrictamente y la antítesis de la UNIDAD. Es transitoria, solamente la UNIDAD es Eterna. Entonces, cuando juegan el juego de la Dualidad (que eso esté con relación a usted, con relación a otros seres, en sus empleos…), su conciencia, por supuesto, se limita y, es incluso necesario, para actuar en estos aspectos de la vida. Cualquiera que sea su actividad, más allá de la conciencia misma de su tensión hacia la Luz (por la ATENCIÓN y la INTENCIÓN), vuelvan a entrar en contemplación. Si cultivan un huerto, cambien su mirada: considere las maravillas de la Creación. Si son terapeutas, consideren que no son ustedes quienes ejercen la terapia. Mientras la voluntad personal (la del ego, por lo tanto) quiere colocarse entre la Luz y ustedes (aunque la reciben), hay alejamiento de la Gracia. Deben, incluso en la acción, intentar sustituir hacer por Ser. Esta etapa es la que viene exactamente más tarde.

Si respetan estas algunas etapas (y, si es posible, a medida del tiempo, de manera simultánea y más allá de sus períodos de Alineación, meditación, radiación), van a darse cuenta que la Gracia puede manifestarse hagan lo que hagan.

¿Y cuáles son las primicias de esta Gracia, fuera de las Alineaciones, fuera de los momentos privilegiados de Interioridad e Interiorización? Y bien, es precisamente la manifestación de esto de lo que habló mi Hermana MA ANANDA MOYI: es la presencia, en ustedes, de su propia Presencia, y sobre todo de esta Intasis, de esta forma de disfrute que no puede ser alterada, incluso por una actividad más sumaria o más precisa de este mundo. Eso permitirá mantener, incluso en la conciencia limitada, la Presencia de la Gracia, o instalarla.

Entonces, estas algunas etapas, extremadamente simples, si las asocian, van, hasta cierto punto, a dejar todo el lugar para la instalación de la Gracia. Comprenderán (porque lo vivirán), en ese momento, que lo que actúa, que lo que vive, no es ustedes. No es (una vez más, como se dijo eso) un rechazo de la vida, sino una transcendencia incluso de su vida. Y eso es posible, hagan lo que hagan. Porque, en un momento dado, cualquiera que sea la acción, estarán en el Ser. Porque en un momento dado, incluso en los actos más sumarios o los más precisos de la vida, serán en UNIDAD. Por supuesto, habrá momentos en que la llamada de la Luz pasará a ser tal como que deberán volver a entrar, entonces, de manera más íntima y más profunda, en esta UNIDAD y esta Intasis. Pero globalmente, tendrán la oportunidad de poder hacer cohabitar, hasta cierto punto, lo que lo se nombró (reanudo estas expresiones porque son significantes) la Luz y la Sombra. En un momento dado, incluso estas dos partes de usted no existirán ya. Allí, la Gracia se instalará de manera definitiva. En ese momento, estarán más allá de la Alegría, en este Intasis permanente. Serán una Conciencia en un cuerpo, pero no serán ya este cuerpo. Serán una Conciencia en el pensamiento, pero no serán ya sus pensamientos.

Intento ponerles en palabras lo que corresponde, muy exactamente, a la instalación definitiva en la UNIDAD, a la instalación definitiva de su Conciencia, que nuestras Hermanos orientales llaman Turyia. Entonces, los mecanismos de Comunión, Fusión, Disolución, no serán más experiencias sino que se volverán su vivencia permanente, haga lo que haga y diga lo que diga la personalidad, incluso en estos momentos que pueden parecer, vistos del exterior, como contrarios, porque no vivirán ya en el nivel más denso sino que vivirán en el nivel más central, es decir, el Corazón. El vivido del Amor, el vivido de la Gracia, el vivido del Fuego se volverá entonces completamente independiente de sus momentos de Alineación, de sus momentos de meditación, de sus noches. El Abrigo de la Gracia va a establecerles, hasta cierto punto, más allá de toda apariencia, en la UNIDAD definitiva, aún en esta Dualidad.

Al respetar estos algunos elementos, muy simples, constatarán muy, muy rápidamente que se establecerán cada vez más fácil y cada vez más duraderamente en este Estado de Gracia. Hay, por supuesto, un período de aclimatación y este período de aclimatación es más o menos largo, según su estado previo. En algunos momentos, tendrán la impresión de ser agobiados por el sueño, cansancio, pesadez, dolores, fuego. En otros momentos, estarán en una vigilia extrema donde la conciencia no puede encontrar ni sueño, ni descanso.

 Todo esto son las primicias de la instalación en la Gracia. Hasta cierto punto, al tener la clara conciencia de lo que no es la UNIDAD, se acercarán a la Gracia, se distanciarán de todo lo que es transitorio, sin rechazarlo (porque es importante) pero, realmente, superándolo. Se les volverá entonces fácil, y cada vez más, realizar una acción, en la Dualidad, manteniendo la Gracia. Y entonces, cualquiera que sea su actividad, tendrá algo que estará en ustedes, completamente independiente de la actividad dada, el humor, los pensamientos, de las emociones. Vivirán, incluso haciendo la cocina, este Disfrute Supremo del Amor. En ese momento, no habrá ya nada de otro que hacer: habrá, exactamente, que acoger la experiencia que se volverá permanencia y permanente.

A lo sumo crecerán en la Gracia, a lo sumo crecerán en el estado de UNIDAD. La UNIDAD no será más un concepto, ni incluso una percepción, sino un estado, más allá de la Vibración de su conciencia propia. Y este estado es Felicidad absoluta, Disfrute absoluto. Por supuesto, no digo que toda su vida pasará en este Disfrute porque, por supuesto, en torno a ustedes, las circunstancias de la Dualidad (que no son las suyas) pueden convertirse en elementos que enfrentan y son opositores. Es a ustedes, en ese momento, que corresponde no dar peso, no dar importancia, a lo que viene a intentar que salgan de este Disfrute y esta Felicidad. Recuerden también que, si eso se vuelve demasiado doloroso, según su medio ambiente de vida, plantéese la posibilidad de apartarse por un momento, o algunos días, para estar únicamente en comunión con usted, y dejar la Gracia instalarse de manera más intensa. Porque lo que se instala como Gracia no desaparecerá ya. Contrariamente a algunas de sus experiencias de Luz, de sus experiencias de Alineación, o incluso, de Radiación, vinculadas a los Arcángeles, que les permiten experimentar momentos de UNIDAD, momentos de Alegría, y también, a otros momentos de su vida que pueden ser muy dolorosos porque son vinculados a la dualidad (en el emocional, en sus pensamientos, en sus relaciones, en su cuerpo). La particularidad de la Gracia es que, cuando se instala en la Felicidad, ésta no les dejará más. La experiencia es pues, hasta cierto punto, si puedo decir, acumulativa: no puede desaparecer. Es a ustedes que conviene entonces, ajustar las características de su vida, para darse la oportunidad de vivir eso.

Entonces ahora, para los de entre ustedes, mis Hermanos y mis Hermanas, que aún no vivieron la Gracia, no se desesperen. Pero no esperen nada, no pidan nada. Dejen las cosas hacerse. Menos intervendrán, según las etapas que les di, más la Gracia tendrá oportunidad de manifestarse, de instalarse, de desarrollarse. Y no son ustedes quienes dirigen, no son ustedes quienes deciden. Así pues, constatarán por ustedes (por su experiencia y su vivencia), que este estado de Felicidad o Samadhi Interior, no pide nada de otro que Ser en, ser en su Conciencia. A ustedes pertenece también, en todas las etapas que nombré, no dar más peso a su propia dualidad, en ustedes, como fuera de ustedes. Así pues, la instalación del Abrigo Azul de la Gracia les resultará cada vez más accesible y también cada vez más evidente. La Felicidad será su Residencia cada vez más ordinaria, que eso esté en su sueño, o en los actos ordinarios o extraordinarios de su vida. He aquí algunas frases que tenía que darles. Si hay un espacio de preguntas, lo abro antes de que intervengamos, MA ANANDA MOYI, MARÍA y Yo misma, en la efusión del Abrigo Azul de la Gracia.

Pregunta: ¿cómo reconciliar la tensión hacia la Luz y no pedir nada, no desear nada?

La tensión hacia el Abandono es precisamente lo que aparece a partir del momento en que no existe más demanda, en la personalidad. La tensión hacia el Abandono es un acto último, tal como se lo había explicado mi hermana HILDEGARDE (ndr: HILDEGARDE DE BINGEN). Porque, cuando toman para práctica, si se puede decir, de pensar Luz, cualesquiera que sean sus otros pensamientos, piden la superioridad de la Luz sobre su pensamiento, y eso crea (de sí mismo) esta tensión hacia el Abandono, que no es más una demanda. ¿Porque, qué pide la Luz, si no es la personalidad? Ahora bien, la personalidad no puede pedir nada porque toda solicitud de la personalidad se aleja de la Gracia. Por el contrario, si respetan las etapas, si llevan a la práctica las etapas, y si ocupan su vida con la Luz, viene un momento en que la Luz está allí. Pero no pidieron la Luz: pensaron en la Luz, lo que no es la misma cosa. Porque la demanda, incluso de la Luz, es una acción. El pensamiento de Luz, la contemplación, no es una demanda y no es una acción.

Pregunta: ¿este pensamiento de Luz, que acaban de mencionar, se refiere al mental?

Sí. El mental es su amo. No pueden suprimir el mental, ustedes. Pero pueden orientar los mecanismos de este mental. El mental es un obstáculo al Presente porque se establece siempre en una referencia al pasado o en una proyección al futuro. Si, en su presente, el pensamiento de la Luz es, hasta cierto punto, su objetivo (y no una demanda), poco a poco o brutalmente, el mental pasará a ser como un lago tranquilo y constatarán que más ningún pensamiento les cruza. Lo mismo ocurre con la afirmación mental “soy” (que es una etapa de reconstrucción de “yo soy”) que consigue el Absoluto. El Abrigo Azul de la Gracia, como se lo dijo mi Hermana MA ANANDA MOYI, es el agente.

Pregunta: ¿cómo reconciliar Interioridad y actividad exterior?

¿Bien amada, dónde está situado tu pasar a ser? ¿Está en la perpetuación de esta Dimensión? ¿Es eso que cree? ¿Está en eso que se adhiere como eso que va a pasar? Hay posiciones a veces (emocionales, profesionales, interpersonales, geográficos) que son indispensables. Pero hay también un momento y un tiempo en que comprenderá y realizará que no hay diferencias entre tu Interior y tu exterior porque es la misma Verdad. Es decir, el exterior que creas no es más que el reflejo de tu propio Interior. Querer mejorar un exterior corresponde a lo que debe observarse en sí, ante todo. Puesto que el exterior no será siempre más que la traducción de algo que es Interior. Hasta realizar que, al final y en definitiva, no hay ni Interior, ni exterior, que esto es una mirada de la dualidad. Toda voluntad de mejora, de cualquier cosa, exteriormente, participa de lo que se ha llamado y detenidamente se ha desarrollado, la voluntad de bien. ¿Entonces, conviene plantearse la cuestión del por qué de la voluntad de bien (por más encomiable que sea) no es el establecimiento en la UNIDAD? No hay UNIDAD en la Dualidad, es tan simple como eso. La voluntad de bien no podrá nunca hacer vivir la UNIDAD. A partir de allí, ha de ver si lo acepta o lo rechaza. Ha de ver si eso hace eco o si se rechaza. Pero nadie otro que tu puede decirte cómo actuar, cómo ser. Lo mismo ocurre, no solamente en este ámbito, sino en todo acto, toda relación, todo afecto.

¿Una vez que esta forma de antagonismo, oposición, o contradicción (llámelo como quiere), se solucionará, que pasará? Y bien, pasará exactamente lo que dije: no percibirá ni diferencia, ni distinción entre el Interior y el exterior. En ese momento, te bastará que tenga esta divisa: “ame y haz lo que te agrada”. Pero las cosas serán profundamente diferentes porque tu conciencia no será ya la misma. Visto del exterior, eso será la misma acción, pero visto en ti, en tu intimidad, eso será profundamente diferente. Eso llama a plantearles la cuestión de sus prioridades.

No tenemos más preguntas. Le agradecemos.

Hermanos y Hermanas, les propongo pues, si ya no se hace, instalarse tranquilamente allí donde estan. Vamos a vivir, juntos, debido a su Presencia, mi Presencia, así como la vuelta de MA ANANDA y la llegada de MARÍA, un espacio común abriéndoles a la Gracia. Vivamos eso, ahora.

... Efusión Vibratoria/Comunión…

Queridos Hermanos y Hermanas, vuelvo Gracia para su recepción y su Presencia. Las Estrellas del Abrigo Azul de la Gracia les saludan y les aman. Hasta pronto, aquí o en otra parte.

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