Toda la organización y las recomendaciones de Autres Dimensions han sido creadas desde cero, no por mí, ni por la otra persona que dirigía Autres Dimensions, Véronique Loriot, sino directamente en las primeras ocasiones que vino Alguien, del que yo sabía que el nombre (no he leído nada de él, porque no me interesa) es Omraam Mikaël AÏVANHOV, durante el período 2004-2005. Por otra parte, Él llegó a imponer cosas que parecían un poco extrañas al principio, como cerrar mi empresa médica (bueno, yo tenía una de las mayores empresas médicas de París), como dejar el tabaco, el café, el pan. Así que era una preparación mucho más intensa que antes. Antes, no me preocupaba de eso, excepto de los mensajes del libro “Los contactos con el mundo de la Luz”, ni de utilizarlo para cualquier tipo de enseñanza. Al contrario, ya tenía una asociación llamada Amor y Sanación. Es un grupo de sanación espiritual. Se reúnen todos los lunes por la noche en el Abbaye Sainte Marie de París, Rue de la Source (calle de La Fuente), en el nº 16. Al término de cada reunión de entre 50 a 100 personas, había una Entidad que se acercaba y entregaba un mensaje sin enseñanzas. Desde la especificidad, aún, de Autres Dimensions, que es sobre las transformaciones en curso de la humanidad y de la conciencia, emitió un mensaje como éste: “Todo el mundo es hermoso, todo el mundo es agradable, ¡hein!”. Tomó una dirección nueva, después de la llegada de AÏVANHOV, que escogió el nombre de la sociedad, la trayectoria de difusión de los mensajes recibidos y la organización de todo lo que se recibe. Nunca había leído nada de AÏVANHOV. La primera vez que vino AÏVANHOV fue durante una canalización, en la cual se dirigió a la gente que estaba allí. Una de las personas (ni siquiera sé quién) la había conocido durante su vida. AÏVANHOV le dijo a esta persona: “Gracias por el ramo de lirios blancos que me trajiste”. Efectivamente, esta mujer le llevó un ramo de lirios blancos, ¡30 años antes! Me acordé después porque, en aquel momento, no recordaba lo que dijo AÏVANHOV durante la canalización. ¡Las pruebas son innumerables!
Las pruebas son innumerables en todos los ámbitos de la vida. Voy a dar otro ejemplo, mucho más reciente. Cuando cambiamos de región para venir al País Vasco, AÏVANHOV nos encontró la casa, mediante la localización de 50-100 mts., en un plano. Segundo hogar. Nos dijo que ahora necesitamos de este lugar. Bueno, teniendo en cuenta el proyecto de vivienda. El proyecto era para el 1 de Enero y, el 31 de Diciembre, ¡todavía no había nuevo hogar! Miré en los anuncios. Encontré una casa, pero dijimos: “No vamos a llamar. El 31 de Diciembre no hay nadie.” AÏVANHOV nos dijo (Él vino espontáneamente, no en canalización, no estaba preparado): “Esta es vuestra casa y hay un aspirador en la pared.” Llamamos a la persona y fuimos a ver la casa. Era efectivamente la casa y había efectivamente un aspirador integrado en la pared. ¡Ahí está! Toda mi vida es así desde entonces.
Cuando tenéis entidades, humanas o no humanas, que os dan tanta precisión en el curso de vuestra vida (he tomado el ejemplo de la casa), se sigue lo que te dicen. ¡Hein! Al final, la confianza es absoluta. Pero, cuando me pidió que dejara mi trabajo, que dejara el alcohol, el tabaco y el café, puedo asegurarte que yo no estaba muy de acuerdo. Por lo tanto, cuando Om me pidió que dejara mi gabinete, cuando Om me pidió que dejara el alcohol (el alcohol, no, yo ya no podía beber más), que dejara el tabaco, que dejara el café, os garantizo que yo no estaba verdaderamente de acuerdo, ¡hein! Pero, pude constatar muy rápidamente que, sino aplicaba lo que se me pedía (no era impuesto), las cosas iban mal para mí, no por las canalizaciones, sino por este vehículo físico.
¿Cómo empezó todo?
Por lo que recuerdo, a los 20 años, yo ya tenía algunas experiencias, por supuesto, pero especialmente, una sed de conocimiento simbólico, espiritual; en el sentido de la vida, en el sentido de la muerte... muchas interrogantes. Una característica, que fue el primer elemento unificador, debía centrarse en el simbolismo y el tarot.
Me encontré en unas circunstancias un poco particulares, en casa de una amiga que era médium-tarotista y que respondía a preguntas gratuitas; ella respondía a preguntas de desconocidos después de haber pasado una prueba en una revista astrológica. Encontré eso apasionante, mientras yo estaba en la medicina. Un día, ella me dijo: “Tu vas a responder al teléfono”. “Voy a estudiar medicina.” Le dije: “¿Que quieres que responda?” Ella dijo: “Ya lo verás. ¡La respuesta vendrá por si sola!”
Lo recordaré toda mi vida. Una mujer, que yo no conocía de nada, comenzó a hablarme por teléfono. A medida que ella me hablaba, yo veía su casa, las flores en su jardín, el automóvil dentro del garaje, la placa de matrícula del auto. Entonces se lo dije como a la medida, ¡y me di cuenta de que todo era exacto! Se reforzó dentro de mí, la atracción por lo invisible. Puedo decir que tengo una doble función; a la vez científica (necesidad de pruebas) y mística. Entonces, cuando ya fui médico, un cierto número de procesos se desencadenaron. Un ejemplo muy querido para mi corazón: Tenía casi 30 años (fui médico muy joven, diplomado a los 23 años). Esta es la historia de una pareja a la que traté durante mucho tiempo en mi consulta de París. El hombre desarrolló un cáncer de timo que le hizo perder la vitalidad rápidamente y falleció. Su esposa vino a verme, llorando. La hice entrar en una cabina (soy médico-acupuntor), luego fui a la cocina para tomar un café. Volviendo a la sala, vi una forma azul. “¿Qué es esto, esta cosa?” Esa forma azul me atravesó y, entonces, escuché la voz de mi paciente, fallecido hacía dos días, que me decía: “Dile que se acuerde de los ‘trois sous’.” Me quedé perplejo. Entré en la cabina para ponerle las agujas. La presencia me dijo: “Díselo”, e insistía. Le dije, algo sorprendido: “¿Ésto te dice algo, ’trois sous’?” Ella me respondió: ”No, en absoluto”, llorando.
Él volvió: “¡Dile que es de cuando era joven!” No muy aficionado a este tipo de cosas que no entendía, le dije a la paciente: “¿Cuando eras joven, no te dice nada ‘trois sous’?” Entonces, las lágrimas se detuvieron, los ojos se abrieron, y ella me dijo: “Pero, sí, mi marido siempre me decía: “¡Te amo como a ‘trois sous’!” Habían estado casados 50 años. Esta fue una de mis primeras experiencias, hace de esto, 30 años. Después, cada uno de mis pacientes fallecidos, venían a verme y me contaban cosas. Así, que todo esto se trata de una especie de interfaz del más allá, porque siguen siendo todavía mecanismos concernientes a los humanos fallecidos.
Poco a poco, hubo fenómenos más místicos, relacionados con dimensiones no humanas, invisibles. Escribí un libro en 1989, “Contacto con los mundos de la Luz”, donde explico estos fenómenos de trans-comunicación. En ese momento, tenía la necesidad de comprender, de explicar. Tuve la oportunidad de frecuentar al Padre Brune, muy conocido en la actualidad, que hace trans-comunicación instrumental; él utiliza radios, televisores, viejos magnetófonos a casete, para registrar las voces de los desencarnados. Entonces me interesé por los estados próximos a la muerte.
Formé parte de la “Asociación Internacional para los Estudios Cercanos a la Muerte”, fundado por el Dr. Moody de los Estados Unidos. Tomé parte activa en la búsqueda de estados cercanos a la muerte, con una orientación más y más, basada en la experiencia personal, tanto de mecanismos místicos muy fuertes, incluso previos a la canalización. Tuve la oportunidad de confrontar mi experiencia con aquellas descritas dentro de diferentes corrientes tradicionales, ya sea en la India o con personajes taumaturgos en Francia, incluso con santos de la Iglesia Católica.
Así que puedo correlacionar, comparar, lo que he vivido personalmente, con otras experiencias. ¡Eso es todo! Después de la publicación de los primeros mensajes de este libro publicado en 1989, “Contactos con los mundos de la Luz”. En esa época, nadie sabía lo que era “canalizar”, ¡la palabra ni siquiera existía!
A propósito del arte de la canalización
En un primer momento, de 2005 a 2007, no recuerdo lo que se dijo en una canalización. Yo no estaba allí, pero no estaba en ningún otro lugar. A veces, con ciertos intervinientes, hay un estado de Samadhi tal, de Paz, de Alegría, que me deleito en su Presencia, sabiendo lo que dicen. Es fácil y fluido porque éstas Entidades aportan mucha Luz, Felicidad, Presencia. ¡Estamos en otro mundo! A veces, estoy enteramente presente; escucho lo que se dice, mientras estoy en mi cuerpo. A veces, estoy en algún otro lugar, esto puede ser en otro cuerpo, otra dimensión u otro estado.
Una vez espectacular, AÏVANHOV tomó posesión de mi cuerpo. Pasé 24 horas dentro de estructuras etéricas de Luz, dentro del Sol, mientras que AÏVANHOV había tomado mi lugar en la casa. Se me dijo que mi propio perro no me reconocía. AÏVANHOV habló con las personas que estaban allí. No filmaron, pero mis ojos no eran los mismos. ¡Jean-Luc Ayoun ya no existía! Por lo tanto, puedo estar ahí, estar en algún otro lugar o en ninguna parte. Para mí, el término "canalización" no es totalmente exacto, tanto si el proceso real de una canalización obedece a etapas, a símbolos y a signos. Entonces en las canalizaciones, estoy aquí o no estoy aquí del todo. Con ciertas Entidades, no humanas, es posible transferir mi conciencia al cuerpo de esa Entidad en otra dimensión, y esta Entidad toma posesión de mi cuerpo. Esto no es una posesión diabólica, porque hay realmente una transferencia total de Conciencia. Puedo entonces encontrarme dentro de otro cuerpo, experimentando la vida de ese cuerpo, mientras que la Entidad está dentro de mi cuerpo.
La canalización ha tomado mucha relevancia, en todas partes. En cuanto a mí, muy joven, viví procesos particulares de contacto. En el más allá, tenemos que saber que todo no es agradable. Como siempre le digo al padre Brune, parafraseando al Cristo: "Reconocemos al árbol por sus frutos." Las personas que hacían comunicación instrumental con él, venían a verme, como médico, porque estaban agotados. Ahora yo, cuando entro en contacto con una entidad de Luz, salgo siempre con una renovación fenomenal de energía. Por otra parte, para aquellos que hemos asistido a cursos o a canalizaciones, está claro que no podemos ser engañados. O vemos lo que sucede, algunos pueden ver estas fuerzas invisibles, o sentimos lo que sucede. Aquí, para llamar por teléfono a alguien, hay que pagar. Pero, cuando se llama a la Luz, no hay que pagar. Somos alimentados todos. Ésta es la gran diferencia relativa a las posesiones llamadas diabólicas o a los contactos con bajos estratos donde hay egrégores del pensamiento o de la vida que no tienen autonomía propia y son obligados a alimentarse para existir.
Tuve la suerte de asistir, llegado a Brasil, en Salvador de Bahía, a unas ceremonias de candomblé. Vi a una mujer de 90 años, paralizada por el dolor e impotente, ser investida por una Entidad y a continuación recuperarse y actuar como si nada. ¡Así que hay que estar atentos al abrir las puertas a quien se presenta! No es la belleza del discurso, la que hace que quien se manifiesta sea sincero. ¡Cuando vosotros llamáis por teléfono a alguien, es preferible saber quién está en línea! Existen marcadores muy específicos como neurocientíficos, energéticos o de conciencia que, para mí, son una evidencia. Cuando vemos hoy los nombres de las personas que canalizan, uno se pregunta qué canaliza. Por lo tanto, el proceso de canalización necesita una apertura de puertas, de aspectos de la conciencia, que deben traducirse en un beneficio, tanto para el canal, como para quien le escucha y lo recibe. Esto es fundamental. Al final, no es la validez del mensaje en sí, sino el hecho de ganar conciencia, de energía y de apertura. ¡Eso es lo que importa!
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