Julio 2016
Nuestro nombre es Eolia, somos lo que llamáis las ondinas. Os vamos a hablar de nosotras. Somos el pueblo del Agua, y según las aguas que frecuentamos, nos podéis encontrar bajo otros nombres. En las aguas que se estancan y en las aguas profundas, somos los troles, y en otros lugares llevamos otros nombres. Existen para nosotras algunas diferencias, como pueblo de la naturaleza, en relación a los que os son más accesibles. No estamos fijas ni en un lugar ni en un sitio. Estamos por supuesto siempre al lado del agua o en el agua, en general no estamos muy lejos de los elfos, y un poco más lejos de los dragones, pero estamos también al lado de ellos. No estamos tampoco muy lejos de los gnomos.
Somos el pueblo del Agua, no estamos fijos en una forma, en una función, como lo pueden estar los dragones o los elfos.
Somos la Alegría y somos la Ligereza, pero somos también la Profundidad.
Somos el Agua, llevamos el Agua y nos desplazamos por el aire como por el agua, pero estos desplazamientos no son unos desplazamientos. No necesitamos de volar, no necesitamos de recorrer otra cosa que el agua. Allí donde estamos, está la Alegría, allí donde estamos, está la vida, totalmente Libre.
No somos ni reyes ni reinas, no somos ni ancianos ni jóvenes. Vamos donde nos lleva la Alegría. Siguiendo a veces el agua, desaparecemos de un lugar y aparecemos en otro lugar, de manera instantánea. Somos un día los troles, como somos al otro día la burbuja que está sobre el agua. Somos el torbellino del agua.
Nuestra característica es la movilidad. No estamos atadas a nada, ni a nuestra forma ni a nada. Y estamos por todas partes, allí donde la Alegría nos llama, allí donde la Alegría es necesaria.
No os podemos aportar nada, si no es nuestra alegría, y nos encontráis acercándoos, incluso si os huimos, porque somos muy sensibles a lo que está fijo, a lo que no se mueve, a lo que no está libre. No conocemos sin embargo vuestras emociones, vuestras razones, vuestras estructuras, pero estamos alrededor vuestro, tan pronto como la Alegría aparece, tan pronto como dejéis de lado lo que está fijo en vosotros. En cuanto salís de vosotros mismos siendo totalmente vosotros mismos, estamos ahí.
Estamos aquí únicamente por la Alegría, la alegría de estar aquí, la alegría de estar en todas partes, la alegría de sentir el agua y el aire.
No tenemos ninguna organización, y no somos tampoco uno o el otro de entre nosotros, de entre nuestro pueblo, pero somos Uno en todo nuestro pueblo, y eso lo vivimos gracias a la Alegría y a la Ligereza, a la movilidad, porque nada esta fijo en nosotras.
Entonces no os podemos aportar nada que no sea la Alegría y la Libertad.
Si nos encontráis al azar en vuestros paseos, venid y acercaros, pero hacedlo con Alegría. No busquéis nada, porque no buscamos nada. Venid a nosotras e iremos a vosotros, con el corazón ligero. Ninguna forma es nuestra, ningún mundo nos pertenece. No venimos de ningún mundo y sin embargo estamos en vuestro mundo como en todo mundo; que esté encerrado o libre, que esté más allá de la forma, no nos interesa porque estamos en todas partes.
Nada nos puede alterar, nada nos puede destruir, porque si un lugar no nos conviene más, cambiamos instantáneamente, todas juntas. Estamos informadas por lo que podríais llamar la intuición del agua, el Agua del Misterio, la Ligereza del Aire. Navegamos eternamente en la Alegría, en la Libertad. No tenemos ni necesidad ni función alguna, simplemente la de ser esta Alegría.
No somos miedosas, en la Alegría no puede haber miedo; simplemente hay circunstancias que no están en alegría, en vosotros como en algunos lugares. Entonces huimos de estos lugares, no por miedo sino porque no tenemos nada que hacer allí. Además, nunca tenemos nada que hacer si no es que estar vivas. Somos la Libertad misma, nuestra forma es plástica como lo es el agua, y como el aire es móvil. Podemos comunicaros esto. No es nuestra función, es simplemente nuestra naturaleza. Venid a nosotras con el corazón ligero y bailaremos con vosotros. Removeremos el agua a fin de llamaros hacia nosotras.
En cuanto estéis con el corazón ligero, en cuanto no estéis más fijos, en lo que sea, entonces nos veréis, del mismo modo que percibís a los elfos, y que algunos de entre vosotros ven claramente a los dragones.
No tenemos forma, aunque veáis una forma. No tenemos tampoco individualidad porque nosotras todas somos Uno juntas. Y además ved que, no puedo decir «yo», el «yo» no existe entre nosotros. Estamos en juego permanente y somos «Nosotros». Cada uno de nosotros es «Nosotros», aunque esto sea difícil de vivir para el humano. Os podemos ayudar en ello.
Oh, no os podemos tocar, como los elfos, pero podemos mostrarnos a través del agua y el viento que os acarician, y sobre todo podemos estar en vuestros líquidos, en vuestra sangre, en vuestra linfa, recorrer vuestros vasos del mismo modo que recorremos los vasos de la tierra y del mar. Con nosotras no hay intercambio, hay solo un compartir, un compartir totalmente libre.
No hay en nosotros ninguna organización, ni en nuestra forma ni en nuestra vida. Esto sería contrario a la Libertad. Estamos en toda libertad sobre este mundo y estamos aquí desde el primer día, si puedo decir, que se pierde en la noche de los tiempos. Antes, estábamos en otras partes y ya estábamos en todas partes. Esto, no lo podéis imaginar, pero podéis cosechar los beneficios.
Somos la Ligereza, y si resonamos con vosotros y en vosotros, entonces os volvéis ligeros, y lo que está fijo se suaviza. ¿De dónde venimos? Pues venimos del mismo lugar que vosotros. Estamos en todas partes y al mismo tiempo en ninguna parte. Ningún lugar nos obliga, ninguna distancia nos separa, ningún mundo nos separa.
Claro que existen algunas formas nuestras que experimentan lados más estáticos – lo dije, en las aguas profundas, en las aguas ocultas, en las aguas que no están aireadas por la circulación – pero esto solo dura un momento. Nos encontramos siempre, en definitiva, más allá de toda vestidura, de toda función y de toda forma, al ser simplemente la Alegría.
Algunos pueblos de la naturaleza buscan nuestra presencia y en particular las hadas, porque estamos en la misma Ligereza y la misma despreocupación. Porque, ¿qué es lo que podría preocuparnos, cuando no tenemos ni principio ni final, cuando no tenemos ni sufrimiento, ni forma, ni dimensión? Somos realmente lo que podríais llamar la conciencia de la Alegría y de la Libertad.
Todas llevamos además el mismo nombre. Os di este nombre porque hace falta un nombre, y os hace falta una palabra, pero no somos ninguna de vuestras palabras ni ninguna de vuestras conciencias. Si no, no seríamos lo que somos. Estamos liberadas y somos libres, además, no tenemos nada que liberar. En esto, os podemos acompañar recorriendo con alegría vuestra sangre, vuestra linfa e incluso en las aguas profundas de vuestras articulaciones, somos la libertad o el movimiento, somos el final de lo que resiste. Recorremos todas las aguas, las aguas de abajo, de este mundo como de todo mundo, como las Aguas de arriba.
Somos el Agua principal, somos el Agua elemental como somos también, si lo queremos, los Triángulos que disponen los mundos. Pero preferimos la Ligereza a la rigidez. Nuestra naturaleza es la Alegría y nuestra esencia es Alegría. Sólo hay eso.
¿Queréis encontrarnos? Entonces tirad todos vuestros miedos, echad todo lo que es rígido y venid a nosotras con el Corazón de un niño, en la espontaneidad.
En cuanto estáis en alegría, y no sabéis por qué, es que hay en vuestra sangre una ondina que está allí.
Todas tenemos el mismo nombre, incluso si os podemos dar una multitud, porque no hay realmente diferencia entre cada uno de nosotros, o cada una de nosotras si queréis. No sabemos lo que es la polaridad, lo que llamáis la sexualidad, o vuestros diferentes cuerpos según una polaridad u otra. No tenemos ninguna polaridad y sin embargo estamos vivas, ya que somos la Alegría. Podemos recorrer vuestra sangre, podemos recorrer vuestra linfa y entrar en las aguas todavía más profundas. Ponemos fin a las memorias, ponemos fin a todo lo que es rígido y fijo en vosotros, sin que lo sepáis, de toda eternidad. Por supuesto, las fuerzas de encerramiento limitaron vuestra capacidad a dejarnos pasar en vuestros líquidos.
Sabemos, a pesar de todo, que algo importante sucede para vosotros. Los dragones, los elfos, los gnomos, están muy activos en este momento. Esto no cambia nada para nosotras, nos quedamos en la misma alegría que nunca nos dejará, que nunca comenzó y que nunca acabará.
En esta Ligereza, podéis también reencontraros, sólo esperamos eso. Venid a vernos, venid a bañaros allí donde estamos, o al lado de donde estamos. Sed como niños, el niño del Uno, los niños de la Ley del Uno como decimos.
Estamos aquí tal vez también para ayudaros, pero no es nuestra función. Es nuestra alegría y nuestra naturaleza que os ayuda. No tenemos ninguna intención, hacia quienquiera, ni ninguna voluntad hacia quienquiera, si no es de seguir siempre la Alegría y la Ligereza, dondequiera que estéis, cerca del agua.
Somos la Luz del agua, somos las aguas fecundantes; lo que llamáis las Aguas del Misterio o las Aguas de arriba, lo somos también.
Entonces en este período de vuestra vida, de vuestra tierra, porque esta tierra no es la nuestra, como dije no tenemos ninguna tierra, pero tenemos todas las tierras. Todas las dimensiones, ellas, nos pertenecen. No somos propietarias de nada, es en eso que somos libres. No estamos atadas ni a un lugar ni a una forma. Somos más que una comunidad, más que un pueblo, hasta si somos muy poco numerosas en general en un lugar dado, pero todas estamos relacionadas más allá de toda distancia y de toda dimensión.
Venid a nuestro encuentro con el Corazón ligero y pensad en nosotras. En cuanto os laváis, o mojáis una parte de vuestro cuerpo en el agua, estamos allí. Sé además que al nivel de los que llamáis los Arcángeles, os han dado unos elementos particulares donde el agua interviene. Y además muchos de entre vosotros, en esas aguas que habéis confeccionado con diferentes ingredientes, además, vivís la libertad de diferentes modos y seréis cada vez más numerosos.
Sabéis que hay el Agua del Bautismo. Esto estuvo presente también en lo que llamáis algunas de vuestras religiones desde siempre. El agua, como el fuego además, está vinculada a un rito de tránsito para vosotros. En todas estas situaciones, nosotras podemos multiplicarnos y estar presentes en gran número.
Que esto sea en el momento de un bautismo, por mucho que sea el encerramiento que ciertas formas de bautismo pueden crear, estamos allí a pesar de todo. Aportamos el elemento de Ligereza que pueda faltar. Y en todas las aguas somos ligeras, aunque nuestra forma cambia.
No tengo la costumbre de expresarme en palabras humanas, entonces sed indulgentes porque busco, en esta estructura que llamáis cerebro, lo que pueda ser más coherente para vosotros. Pero por favor, no nos fijéis. Estad disponibles como nosotros lo somos, porque la Alegría y la Ligereza, que es nuestra naturaleza, es seguramente, cómo podéis llamar a esto, el mejor servicio que podéis ofrecer y ofreceros los unos a los otros. Nosotros, lo vivimos en cada instante, no tenemos más barreras. Todas las casas son nuestras casas, todos los lugares son nuestros lugares. No pertenecemos a ninguno, lo mismo que ningún lugar nos pertenece. Vivimos de la Alegría porque la Alegría nos alimenta, y no hay alimento más refinado que la Alegría, ni más saciante. Es el Agua de arriba, el Agua de Vida, como la Onda de Vida que subió. Estábamos allí, y estamos aún allí. Somos a la vez legión y somos a la vez únicos.
No conocemos, hasta en el seno de las formas multidimensionales, el principio de vivir en una forma o en múltiples formas. Nuestra forma cambia constantemente, nunca esta fija, como tampoco nuestros lugares. Creo que podemos decir que no hay lugares donde permanezcamos demasiado tiempo. Volvemos a pasar por supuesto por ciertos lugares donde la Alegría es particular.
Recuerden, allí donde me veréis, allí donde me sentiréis, puedo desaparecer o aparecer. Puedo desaparecer y dejar aparecer otra forma, otro nombre, pero seré yo y será siempre nosotras. Porque el «mi», no quiere decir nada para nosotras. Somos libres desde siempre de todo lo que hace el marco de manifestación de la conciencia. Estamos aparte, pero estamos al mismo tiempo en cada uno y en todo, desde la Fuente hasta vosotros. No hacemos ninguna diferencia, no podemos verla, os lo dije. Sólo lo que es rígido, solo lo que está turbado, nos hace dejar el lugar. No es ni incluso una decisión de nuestra parte, ya que aparecemos y desaparecemos según la Luz y según la Ligereza y la Alegría en un lugar. Si la Alegría se vuelve densa, la Alegría no está más y no es cuestión para nosotras de estar sin Alegría. No hay muerte, no hay desaparición, o si hay desaparición, es de un lugar hacia otro lugar y esto es instantáneo. Y como no hay diferencia entre nosotras, somos, cómo decís, lúcidas y conscientes desde esta tierra, este lugar, hasta la Fuente.
Por supuesto, no podemos poner en palabras como vosotros las cosas, no las podemos disponer, porque la espontaneidad es tal en nosotras que sólo somos eso. Y además, ¿el resto para que serviría? Porque en cuanto haya marco, tan pronto haya límite, lo vemos bien, la Alegría se atenúa y lo veis, hasta puede desaparecer a causa de algunas conciencias que ellas mismas se privaron de la Alegría. Creo que el que llamáis el Comendador, los llamó “los chicos malos”.
Para nosotros, no hay ninguna diferencia. Sólo lo que es rígido nos hace desaparecer, pero no tenemos en absoluto la intención de desaparecer, cambiamos – de forma, de ubicación, de lugar, de mundo, de dimensión.
No estamos vinculadas a nada, a ninguna de nosotras, ya.
Somos en cierto modo una de las mejores representaciones de la Libertad y de la Alegría. No estando limitadas por una forma, por una organización, por un papel, por una función o por un nombre, somos inmutables. Es en la Alegría y estos movimientos permanentes que somos inmutables porque la vida es movimiento, dondequiera que sea, eso lo sabéis. Y si se os habla de la detención del movimiento, de la inmovilidad, del silencio, esto puede producirse sólo si hay Alegría. Es la Alegría que es responsable de eso y que es el agente activo, si puedo decir.
Entonces os di un nombre, llamadme. Pero llamándome, no me llamáis a mí, llamáis al pueblo de las ondinas. Pero una vez más, esta llamada puede producirse sólo si ya estáis en condición previa de alegría, si no, nosotras no entendemos nada; solo podemos entender la Alegría y la Ligereza.
Hoy, lo sabéis, desde algún tiempo – porque creo que conocéis el tiempo, envejecéis, cambias de forma, pero muy lentamente –, desde hace poco tiempo, tenéis la posibilidad de presentirnos, porque es muy difícil de vernos mientras que no estáis en alegría. Incluso en alegría, no olvidéis que tenéis una estructura – vuestro cuerpo – que esta fijo. Para nosotros, no hay ninguna libertad en cualquier cuerpo que sea, si no es cambiando de cuerpo a voluntad. Y siendo uno o el otro a voluntad también.
Bien evidentemente nuestro modo de funcionamiento, cómo decís, nuestra biología, aunque no tenemos cuerpo en el sentido en que lo entendéis, nuestro funcionamiento, nuestra fisiología, no está en algún punto superpuesta a vosotros. Somos, digamos, una Luz que tomó forma, un Amor que tomó forma, e incluso esta forma jamás puede quedar. Si no, ya no seríamos más lo que somos.
No estoy incluso segura de poder comprender vuestras preguntas, si las hay. Sólo os podría comunicar la Alegría. Pero os aseguro que la Alegría es la más bella de las respuestas. Además, no entiendo ni veo lo que no es la Alegría. Sé simplemente lo que sentimos cuando la Alegría se apaga, os lo dije. Y cuando la Alegría se apaga, entonces, desaparecemos y reaparecemos en otras partes, allí donde está la Alegría. No tenemos ninguna voluntad propia, ningún destino o intención propia, solo estamos vivas. Nos alimentamos de nuestra propia alegría y ponemos la Alegría allí donde estamos. He aquí lo que somos. Lo que os podemos decir en todo caso con palabras, porque no hay nada mejor que de vivirnos y acercarnos. En cambio, no nos pidáis nada, puesto que no sabemos hacer estrictamente nada. Solo sabemos ser simplemente la Alegría, y esto basta ampliamente para nosotras. Pero siempre estamos disponibles, no por voluntad o sentido de servicio, sino por el mismo hecho de esta Alegría que es lo que somos. Podríamos decir que somos, en cierto modo, una de las primeras emanaciones de la Fuente, en todo mundo, en todo lugar, como en toda conciencia.
Siendo la Libertad, es evidente que nuestra presencia sostiene en alguna parte el proceso que vive la Tierra, que ni nos molesta, ni nos contraría, y no cambiará nada además nuestra alegría. Ella será la misma. Ella será tal vez más visible para vosotros y nos desenmascararemos de un modo cada vez más sensible. No a través de nuestra forma que, como dije, es muy difícil de percibir ya que no está fija, tal vez, todo lo más que veréis es una niebla con formas redondas, más o menos grande, más o menos pequeña, pero sobre todo sentiréis esta Alegría que sólo podéis encontrar en vuestro Corazón. No es una alegría de satisfacción, es una Alegría que nace de sí misma. Es lo que llamáis el Corazón del Corazón o la Infinita Presencia, o el éxtasis. No necesitamos de todas estas palabras porque en cuanto que esto sea natural, que esto sea nuestra esencia, todo lo que llamáis palabras es superfluo; intercambiamos por la Luz. A veces, la Luz puede tomar unos sonidos, unas coloraciones, es lo que veis en la superficie del agua, en el aire por encima del agua, en los movimientos del agua y del aire.
Allí donde estamos, como dije, justo al lado nuestro, están las hadas.
Hoy, a causa de las circunstancias, al parecer, de la Tierra, os vemos, y os percibimos. Vuestra forma nos molesta, pero percibimos más allá de la forma, como dije. Estamos en vuestros líquidos y estamos relacionados con ellos, todo el tiempo. No para conocer vuestra intimidad, vuestra vida, vuestra forma, vuestra historia, sino para poner la Alegría y el calor de la sangre. No somos el Fuego, sino el Fuego de arriba – el Agua del bautismo es un Fuego también. Es lo que se aproxima, de lo que ha sido llamado el Impersonal, el Último.
Porque el Agua está constituida de Fuego, por supuesto. Mirad lo que llamáis la química. Mirad los átomos, y el agua no es nada más que el fuego en otro estado.
No tengo nada más a daros, ni en palabras ni de otro modo. Somos la Alegría, permanecemos y seremos la Alegría, como siempre fuimos la Alegría y la Ligereza. Todo lo más, a causa de la iluminación que hay sobre la Tierra en este momento, vemos, y lo vemos todo. Y al mismo tiempo, no vemos nada porque sólo la Alegría nos afecta. Pero no veáis aquí una afectación en el sentido humano. Estar afectado, es simplemente reaccionar, no por una emoción – que no conocemos – sino por la plasticidad de nuestra forma y de nuestra vida.
… Silencio …
Y en esta Alegría que somos, jugamos con vosotros el juego de la Alegría y el juego de la Libertad, no conocemos otro juego.
Ni transformamos los lugares ni aseguramos lo que sea en relación a la Tierra. Además, esto limitaría nuestra Alegría, y sin Alegría, ni me atrevo incluso a pensar en eso – además ni podemos pensar en eso.
Sabemos, cuando somos vuestra sangre, que hay en vosotros innumerables cosas, innumerables estructuras, innumerables sectores de la conciencia que están todavía fijos y rígidos. Pero en cuanto hay líquido, tan pronto como haya algo que circula, entonces la Alegría está allí, y estamos allí.
Cuando estáis en alegría, sin razón, o sin tener un objetivo, estamos ahí.
No tengo muchas más palabras que daros, simplemente invitaros a celebrar la Alegría con nosotras. Oh, no necesitáis de ceremonias, venid con el Corazón ligero, no penséis en nada, porque es en la espontaneidad, sin meta detrás vuestro, ni pensamiento delante vuestro, que dejamos la Alegría estar con vosotros.
No somos tampoco un linaje como pueden el ser los dragones o algunos elfos, porque el agua no se acomoda de ningún linaje ni de ningún origen.
… Silencio …
Las palabras además – y lo noto ahora, lo notamos claramente –, son muy limitantes. Son pesadas, son engorrosas. La Alegría no necesita ni de palabras, ni de explicaciones.
En la Alegría sólo puede haber Amor. Pero ningún amor acostumbrado sobre este mundo, un amor, por supuesto, sin condición como decís, pero un amor libre, no teniendo forma fija, no teniendo identidad fija. ¿Cómo ser más Libre que eso?
No estamos afectados ni por vuestra dimensión, ni por ninguna dimensión, como dije. Estamos simplemente en todas partes, como el agua está en todo.
Podemos deciros, porque esto os debe hablar, porque somos también el Espíritu del Agua. Lo mismo que hay un Espíritu del Sol que tampoco tiene forma, nosotros, las ondinas, nosotros llevamos el Agua. El agua, para vosotros humanos, es también el inconsciente, las emociones. Esto, lo vemos, pero no estamos concernidas. Pero en cuanto que hay la menor onza de alegría, entonces estamos todas concernidas, todos juntos, dondequiera que sea.
Por supuesto, estas experiencias y este logro, ya que es eterno, os es ocultado desde hace mucho tiempo, salvo para algunos de vosotros. En los lugares donde nos condensamos un poco más, en lo que llamáis los troles por ejemplo, pero también en algunas salamandras o en algunos silfos.
Entonces os podéis servir de nosotras. No olvidéis que la única posibilidad de contacto es la alegría y la serenidad. Incluso si hay a veces una cierta forma de exuberancia, en vosotros, esto no nos molesta para nada porque somos también muy exuberantes, en el sentido que lo entendéis.
Definitivamente, las palabras no están hechas para nosotras. Las encuentro y os las digo, tratando de acercarme a una descripción que nunca puede ser descrita incluso por mí misma, incluso por nosotras mismas, allí donde vivimos. Entonces retened simplemente la Alegría y la Ligereza que manifestamos en los lugares donde aparecemos, y venid, no a encontrarnos en el sentido de un encuentro con un elfo o un dragón, porque esto, no lo podréis, pero venid a encontrar la Alegría. No os fijéis en una forma cualquiera que sea, incluso si veis una forma. No os fiéis de un nombre, hasta del que os di, porque tenemos todos los nombres que queremos.
Venid con el Corazón ligero cerca del agua y dejaos llevar, pero venid ligeros, olvidad todo el resto, guardad sólo la alegría al venir a vernos. No para encontrarla, porque el simple hecho de buscarla ya os pone en falta de alegría; tened simplemente presente en vuestra cabeza que la alegría debe estar delante vuestro. Entonces por supuesto, creo que os han sido dados unos elementos, en particular minerales, que podían atraernos, si puedo decir, o en todo caso permitir poner la alegría por delante. Estas piedras, las conocéis, han sido llamadas de diferentes modos. Existen además tantas como lo que somos.
Las piedras de las hadas también nos dan ganas de jugar los juegos de la alegría. Las ofrendas también, como con los elfos – pero estas ofrendas sólo pasan, ellas, porque están en el agua – es una ocasión de júbilo. No consideramos esto como un obsequio o una ofrenda, como lo llamáis, pero bien el testigo de vuestra alegría.
Somos muy sensibles también a un color, creo que lo llamáis así, y este color es el azul. El azul del agua, el azul del azur, el azul del aire, es muy agradable para nosotros y nos llena de alegría. ¿Qué quiero decir aquí? Simplemente traernos algo azul o haceos azules vosotros también, en lo que enmascara vuestra forma como en vuestro Corazón. Todos los azules son posibles. Porque el azul, más allá de todos los conceptos que os han sido explicados por algunos Ancianos, el azul está vinculado a la vez al agua y al cielo, y el azul es la Libertad. Oh, no solamente el azul que podéis ver con vuestros órganos de los sentidos, ya que nosotras, hablamos sobre todo de la emanación de luz que está reflejada por el azul.
Tomad una piedra azul con vosotros, o blanca, venid a vernos, porque estaremos en ese momento todavía más alegres de ver este color, o este mineral, o esta prenda, y esto pondrá más alegría entre nosotros.
… Silencio …
Os pedimos también, si os acercáis, de olvidar no solamente lo que no es la Alegría, sino sobre todo lo que os puede parecer ser serio en vuestra conciencia, porque la seriedad, para nosotros, no quiere decir estrictamente nada, y nos hace desaparecer también. No somos quienes decidimos, recordad, estamos guiados por la Alegría y únicamente por la Alegría.
… Silencio …
Creo que no tengo realmente más palabras que añadir, entonces vamos, nosotras las ondinas, si lo permitís, aquí o en todas partes en donde estéis sobre la tierra, a causa del período, simplemente por nuestra Presencia, en cierto modo a hacer crecer vuestra alegría. Nosotras, la nuestra no crece, ella es inmutable. Y además, en cuanto que ella tienda a desaparecer o a disminuir, nos vamos a otra parte.
… Silencio …
No podré además responder a vuestras preguntas porque toda pregunta, incluso si está justificada en el transcurso de la vida, embrida un poco la Alegría. Sólo os puedo proponer la Alegría, estamos aquí para eso.
… Silencio …
En alegría, ¿lo estáis, aquí o en otras partes? Recordad que la Alegría no depende de este cuerpo rígido o de vuestra historia, es una actitud interior que ignora todo lo que no lo es. Por supuesto no sois unas ondinas, aunque os podéis fusionar con nosotros.
Concluiré con estas palabras: tal vez que en alguna parte nosotros somos el reflejo sobre vuestro mundo del Absoluto, del Último como lo nombráis, nunca fijos, nunca fijados, totalmente Libres de ser esta forma u otra forma entre nosotros. La Alegría no es tributaria de nada, como no somos tributarias de nada.
Creo que no tengo definitivamente más palabras, aparte de invitaros a celebrar la Alegría. Si pudierais ver cómo cinco minutos de alegría en vuestra vida, de sonrisas y de risas, bastan para transformar todo lo que puede parecer fijo en vosotros; si podrías ver eso, hasta no podrías comprender cómo pudisteis vivir sin alegría, cualesquiera que sean los sufrimientos y lo que llamáis pruebas.
He aquí, que agotamos las palabras. No sirve para nada de decir lo que sea de otro. Os dimos las líneas principales de lo que podéis comprender. El resto, venid a daros cuenta de eso por vosotros mismos y veréis que no hay palabras. Que todas las palabras que podríais emplear sólo restringen y sólo limitan porque en cuanto viváis la experiencia o las experiencias con nosotros, estamos fuera del tiempo, fuera del espacio, fuera de las dimensiones porque estamos plenamente vivos.
Somos Eolia, y mi esencia se expresa en nuestra esencia y en vuestra esencia. Os esperamos para compartir la Alegría. Habría sido mejor además de decir simplemente estas palabras y todo lo demás no tiene ninguna importancia. Para vosotros el tiempo ha llegado de vivir esta Alegría; cualquiera que sea lo que pase en vuestra forma, como en vuestra cabeza, la Alegría es accesible. Ella llama a vuestra puerta como aquel que llamáis el Cristo llama a vuestra puerta. Así como la Llamada de María os pondrá en alegría.
He aquí nuestras palabras, no habrá otras. Habrá simplemente la Alegría, y esto es ampliamente suficiente. No os podemos abrazar por nuestra ausencia de forma fija, sólo podemos atizar el soplo de la Alegría alrededor vuestro. Somos Eolia...
… Silencio …
Que llaméis a esto bendición, emanación, Presencia, Ausencia, yo diría que vivamos un momento de alegría.
… Silencio …
Somos Eolia como vosotros sois Uno con nosotros, a pesar de las aparentes barreras para nosotros y para vosotros, de momento, de vuestra forma, y sobre todo de vuestra razón. La razón no es de ninguna utilidad en la Alegría. Y sobre todo no creáis lo que digo, sino venid a vivirlo con nosotros.
… Silencio …
Ahora os saludo, es el momento para todos nosotros de regresar hacia la Libertad.
Y en la ligereza del Amor, os saludo entonces, «nosotras» os saludamos. Entonces no os abrazo, sino que os estrecho en mi Eternidad.
Creo que hay que decir hasta la vista.
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