domingo, 26 de marzo de 2017

BIDI - Parte 1


Marzo 2017

Eh bien, Bidi está con vosotros y os saluda.

 Antes de dejar al Verbo expresarse, instalemos primero el Silencio.

…Silencio...

Bidi está de vuelta con vosotros desde la no-forma hasta vuestra forma. Vamos a intercambiar más allá de vuestra persona, porque a partir de ahora voy a dirigirme a lo que sois antes de cualquier nacimiento, que es eterno, que es inmóvil. Voy a hablar e intercambiar con lo que no ha nacido y que sois en verdad, sean cuales sean vuestras preguntas, sean cuales sean vuestras dudas. Mi respuesta atravesará vuestra persona. Evitaremos los conceptos, evitaremos todo lo referente a la persona que es perecedera. Me dirigiré a lo que nombráis el Espíritu, comunicaré con vuestra parte no nacida más allá de cualquier forma, de cualquier tiempo y de cualquier espacio.

Como lo podéis ver, por todas partes en este mundo se vive el final de un ciclo, el final de las creencias, el final de algunas ilusiones, y os permite volver a encontrar lo que no habéis dejado nunca, lo que nunca pasó y nunca pasará, porque ahí está nuestra morada última, nuestra Paz última y la única Verdad que no es objeto de ninguna explicación, de ninguna justificación, de ninguna palabra.

Mis palabras, atravesando la carne de este cuerpo en el cual estoy, no son unas palabras sacadas de unas creencias, de unos conceptos o incluso de unas sensaciones. El Verbo, como lo nombráis, fluirá espontáneamente y os tocará más allá de vuestra forma, directamente en lo Ilimitado, en lo Infinito, y del cual sin embargo, lo sabéis, nada puede decirse, nada puede ser conceptualizado, y donde nada puede aparecer. Así son los tiempos de la Tierra, así son los tiempos de la ilusión porque la ilusión del teatro desaparece, trastocando las costumbres, las creencias, las certezas y la limitación.

Os daré también algunos elementos. Lo sabéis, he tenido la oportunidad de explicarme y expresarme durante mucho tiempo acerca de ello: en cuanto la conciencia aparece, se manifiesta inmediatamente, con la edad de tres años, con una conciencia de vigilia, una conciencia en reposo o a-conciencia, y la conciencia del sueño. Sois anteriores a cualquier conciencia. Lo podéis nombrar y llamar como queráis, sólo serán unas palabras y ninguna palabra puede traducir vuestra verdad que es Una. Todo lo demás sólo son unos juegos de la expresión de la conciencia.

Ya puesto el preámbulo, volvamos a hacer silencio antes de dar rienda suelta a lo que se expresa de vosotros, en este instante, en este lugar. Daréis con mi voz o con lo que se habrá transcrito, situándome más allá de cualquier tiempo, lo que voy a decir, lo que saldrá de la no-forma a través de esta forma, resonará. Vuestra persona, pudiendo ser la más afinada, no puede aprehenderlo. Podéis escuchar, leer, es igual. Nos alejaremos de cualquier conocimiento relacionado con algún aprendizaje, nos alejaremos de los rumores, nos alejaremos de los conceptos, ahí donde no hay espacio para ninguna manifestación de la conciencia en la forma que sea, ahí donde no conocéis ni las formas, ni los límites, ni las dimensiones, ni la creación, lo que está más allá de la conciencia. El juego de la conciencia es libre, pero no sois la conciencia, sois lo que permite a la conciencia y a los cuerpos más sutiles de entrar en manifestación, en experiencia y en juego.

Esto es el marco del juego de esta tarde, con el fin de que descubráis que no existe ningún marco, ni ningún límite a lo que sois, con el fin de permitiros, si tal es vuestra libertad, de ir más allá de cualquier interrogación, de cualquier explicación, de cualquier reivindicación y de cualquier ilusión.

Entonces Bidi escucha.

Pregunta: ¿la refutación sigue siendo útil?

La refutación puede ser todavía de alguna utilidad mientras sigáis jugando. Os queda por entender - pero ante todo por vivir - que no sois este cuerpo, ni ninguna forma, ni ningún juego de la conciencia. Vivirlo, es ser la nada porque ser la nada os lleva a encontraros, y a serlo todo. No podéis conceptualizar serlo todo, no podéis conceptualizar ser la nada, sin embargo podéis conceptualizar que no sois este cuerpo. La refutación, en este particular período de tiempo de la Tierra, ya que la oportunidad es ofrecida, por las circunstancias, de ultimar lo que sois, de revelarlo integralmente, con el fin de no estar sometidos de ninguna manera a los juegos de este mundo, como de cualquier manifestación de la conciencia.

Tal y como se os explicó de diferentes maneras desde hace muchos años, no hay que buscar nada. Lo que sois, lo sois, que lo viváis o no; el principio esencial es de no estar identificados ni al cuerpo, ni a la conciencia. Os permitirá encarar las circunstancias del final del ciclo de la manera más lúcida y más fácil. Para ello, cualquier forma de reivindicación de la persona debe cesar y apartarse ante la verdad de lo que sois. Vuestra forma en este mundo está menos fija, debido a las inevitables transformaciones en cada final de ciclo, que estos ciclos sean libres o encerrados.

Debéis ocuparos de vuestro cuerpo; si es vuestro cuerpo, no es vosotros. Sois concientes cuando decís “mi mujer” o “mi marido” que no son vosotros. Así que de la misma manera, cuando decís “mi cuerpo”, se trata de una propiedad temporal, pero no es vosotros, entendedlo bien. La mejor manera de estar seguro de ello, no es por supuesto de creer en ello, sino plantearlo como un concepto, por la noche antes de dormir, o por la mañana al despertar cuando regresáis del sueño. No sois este cuerpo, pero hay que amarlo y mantenerlo por lo que es, un vehículo de la conciencia - que tampoco sois.

Muchos maestros, incluso los que os hablan desde su esfera, no han completado, durante su paso en esta tierra, el proceso de liberación. No fue ningún error, sino que obedecía a unas estrategias, a la inteligencia de la luz y de la Verdad. En cuanto cesa cualquier identificación al cuerpo, la libertad se desvela a vosotros, es inexorable. El único obstáculo es vuestra ansia en buscar unas causas. El Absoluto es sin causa, la única causa posible está al nivel de la conciencia. La pregunta es saber si vuestra profunda aspiración es la Paz eterna o los juegos de la conciencia con sus fluctuaciones. Vuestra libertad es total, nada puede limitaros, nada puede obligaros a tal regla o tal otra. Afirmad primero esta idea y comprobadlo por vosotros mismos, sin pedir nada más que la afirmación de este principio, por la noche o por la mañana.

Lo que vivís ahora (y cuando digo ahora, me refiero a decenas de años), sólo es la expresión del encuentro entre lo que está limitado, entre vuestra forma, y lo que es ilimitado y que es sin forma, más allá de cualquier tiempo y más allá de todos los espacios posibles de la creación. Reconocerse ahí quita inmediatamente cualquier velo. Para ello hace falta renunciar en espíritu a la seriedad de cualquier papel, de cualquier función o de cualquier actividad, dejar la vida ser, no interferir en nada, estar más allá del testigo, deshacerse de cualquier visión, de cualquier pensamiento. No por alguna voluntad, no por alguna ascesis, sino por la aceptación primera: “No soy este cuerpo, no soy esta vida, no soy mis vidas pasadas, no soy mis vidas futuras, soy la Vida. Siendo la Vida, no puedo estar limitado ni por una forma, ni por un concepto, ni por ninguna experiencia.” En ese momento vuestro cuerpo vuelve a ser inteligente, no os necesita. Vosotros lo necesitáis para expresar el juego de la conciencia, y para que este juego de la conciencia se exprese con facilidad y de manera natural, todas las creencias, todas las experiencias deben disolverse en lo infinito de la conciencia última.

Acordaos que cualquier conocimiento adquirido, cualquier conocimiento oído, sólo es vanidad e ignorancia. Reconoced vuestra ignorancia y seréis libres. No reivindiquéis nada, contentaos con hacer lo que la vida os propone hacer, pero no sois nada de todo esto. Lo que llamáis la Inteligencia de la Luz, y que yo llamaría más bien la Inteligencia de la conciencia, no os necesita, no necesita ni vuestra persona, ni ningún pasado, ni ningún fin del mundo, porque todo lo que es falso nace y desaparece un día, aquí como en cualquier parte.

Cuando la experiencia del tiempo, cuando la experiencia del espacio haya acabado para vosotros, entonces el momento de volver a lo que sois aparece claramente. El interfaz entre lo limitado y lo Ilimitado ha sido ampliamente explicado, y muchos de vosotros lo habéis experimentado.

Si todavía existe en vosotros algún sentimiento de búsqueda, sea cual sea, entonces olvidad mis palabras. Sin embargo, independientemente de las experiencias vividas, las más magnificas como las más oscuras, si estáis cansados de oscilar, si estáis cansados de jugar, entonces las palabras de hoy os tocarán más allá de cualquier apariencia y de cualquier creencia. Ahora podemos empezar a intercambiar.

El intercambio incluso continúa con el silencio, entre cada interrogación. No olvidéis que el Verbo nace del no-Verbo, es decir del silencio como de los sonidos, como de la manifestación de cualquier conciencia. Este silencio es el gran Silencio de la vacuidad que se descubre en vosotros y para vosotros cuando soltáis cualquier idea o sentimiento de ser una forma, un tiempo, un espacio o un nombre.

El único verdadero conocimiento es pues anterior a vuestro nacimiento, como de cualquier nacimiento. Es esto lo que necesitáis volver a encontrar, y no lo encontraréis buscando sino por el Silencio, donde ninguna necesidad de ningún tipo necesita expresarse. Este Silencio se llama Evidencia. Esta Evidencia es el único conocimiento válido porque no está ligado a nada aprendido y que desaparecerá con la muerte de esta forma, a nada escuchado, sino sólo a lo que fue vivido en la verdad más allá de cualquier forma, de cualquier historia, de cualquier guion, de cualquier expectativa.

El verdadero Amor, llamado "incondicionado", es lo que sois. Mientras este amor esté proyectado, arrastra con él la conciencia en la manifestación. Es a menudo para vosotros una etapa importante, pero no os detengáis ahí, salvo por supuesto si queréis jugar al Juego de la conciencia, aquí o en otras partes; es vuestra libertad, no hay ningún error, ni ninguna equivocación. Pero para aquellos que estén dejando su persona, su historia, mis palabras no pueden fallar, como cuando estaba en mi forma.

Mientras creéis que todo es imperfecto o que algo es imperfecto en la manifestación de vuestra conciencia, en este mundo aquí en este final de ciclo, estáis resistiendo. La resistencia es sufrimiento, la resistencia arrastra la conciencia hacia la forma, hacia el cuerpo, hacia la historia. Así que pido a lo que no ha nacido en vosotros de ver más allá de cualquier concepto, de todo lo aprendido.

Descansad en la Nada; Esta Nada no es una negación de la Vida sino que es la aceptación de la Vida. En otras palabras, en Occidente, esto fue nombrado por los que fueron Maestros, por las que son Estrellas: la Humildad. Pero la humildad de la que hablo no es una humildad conceptual, o alguien que estuviese en el control, esta humildad es espontánea. Si la creáis desde cero, es que seguís jugando un juego. La verdadera humildad, es realmente vivirse en este mundo como en una ilusión total, dándoos la plenitud de la Vida, la plenitud del Amor, la plenitud de la Luz y sobre todo el abandono de cualquier sufrimiento, como de cualquier pretexto para la evolución de algo. Sois perfectos tal y como sois. No sois ni hombre, ni mujer, ni vuestra función, no sois ni vuestro hijo, ni vuestros padres, sois el mundo en totalidad, y sobre todo sois la ausencia de cualquier mundo y de cualquier experiencia.

No os propongo un conocimiento, no os propongo una estrategia, os propongo simplemente ser verdaderos, y ser verdadero no puede apoyarse en ningún concepto de este mundo. La verdad de este mundo en el seno de la persona cambia según las épocas, según los descubrimientos, según la organización social, pero esto no es la verdad. Atreveos a atravesar todo esto. Y acuérdate de que no hay nada que hacer, no hay nada que cambiar, no hay nada que mejorar, sólo hay que estar en silencio. Este silencio no es una meditación. Llega un momento también, cuando la búsqueda se para, la meditación no sirve de nada salvo para jugar un papel, el de meditar, el de ser un sabio. No tenéis nada que adquirir, ni sabiduría, ni nada perteneciente a este mundo, sois enteros más allá de cualquier nacimiento, de cualquier muerte y de cualquier mundo.

Si estas palabras os hacen sufrir, es que estáis apegados a lo que sólo pasa, a lo que no dura, estáis en la avidez. Es vuestra libertad, pero no me dirijo a esto. Una vez más, el marco está definido, si sois sinceros vamos a hacer volar en pedazos todos los marcos, todas las formas, todos los conceptos, todas las creencias. No necesitáis ni creer, ni pensar, ni conocer. Reconoced vuestra ignorancia, ahí está el único verdadero conocimiento.

...Silencio...

Podemos intercambiar.

Pregunta: ¿puede ampliar sobre el Absoluto con forma y sin forma?

El Absoluto con forma o el Jnani viviente, corresponde simplemente a la presencia de un cuerpo y de una conciencia cuando la Eternidad ha sido encontrada, validada y emergida. En cuanto al Absoluto sin forma, es el Parabrahman, es el Último, es la fuente misma de la conciencia, anterior a la mismísima Fuente. No es un lugar, no está inscrito en ningún tiempo, en ningún espacio, es lo que sois. No os dejéis engañar por las palabras. En la India, los gurús adoran el Brahman, el Atman; deshaceos de cualquier concepto, de cualquier explicación, sed verdaderos. Observad, si queréis, lo que todavía puede afectaros hoy, que sea en el cuerpo, en los pensamientos, en las emociones, en vuestra vida. Si aceptáis que no sois vuestra vida, la vida os vivirá y no necesitaréis vivir vuestra vida, ganar vuestra vida o tener alguna preocupación. En cuanto dejéis de estar identificados al cuerpo, no como un concepto o una creencia sino en verdad, no podéis oscilar, no podéis cambiar, sois inmutables, sois la Vida que ha ido más allá de cualquier forma, de cualquier conciencia. Acordaos que es aquí, en este cuerpo, entre lo que llamáis nacimiento y muerte, que estáis completamente muertos.

Entre los buscadores que han tenido la oportunidad, por una ascesis, de manera inopinada, de vivir más allá de la forma, la experiencia más allá de esta forma corporal, saben quiénes son, y cuando os conocéis más allá de las apariencias y de las historias, nada puede alteraros. El Absoluto no es un concepto; podríamos escribir un poema, podríamos escribir más que la Bhagavad Gita y los Upanishads y esto no cambiaría nada. Como decís en Occidente, todo a lo que estéis atados os encadena como una cadena real fijada a una pared.

Pedís la Paz, pedís la felicidad, pedís la luz, pero todo esto ya está ahí, es lo que sois. ¿Sabéis primero lo que queréis? Y en lo que queréis, la reivindicación, ¿de dónde viene? El Absoluto no tiene ninguna reivindicación, constata la presencia de un cuerpo, constata la presencia de un mundo, constata su funcionamiento, constata la existencia de unos mundos invisibles, constata la existencia de unos maestros y de unas entidades más elevadas, pero le da igual.

Vuestra implicación debe ser total, no podéis mentiros a vosotros mismos, vuestro saco de comida es el testigo. La conciencia manifestada en este mundo en el seno de esta forma, entre el nacimiento y la muerte, sólo es el resultado de la digestión de unos alimentos, nada más. Cuando nacéis, no tenéis ninguna identidad, ningún recuerdo, sólo tenéis unas necesidades instintivas, y luego rápidamente, en cuanto aparece el sentido del “yo”, os llaman, os reconocéis a través de un nombre, a través de una vibración de este nombre, os reconocéis a través de los que os educan, que os crían, que os alimentan, y allí es demasiado tarde, estáis atrapados.

Os propongo volver a encontrar, como ya he dicho muchas veces, a mirar lo que erais antes del nacimiento. No hablo de vidas pasadas - que conciernen a la persona – os pido situaros antes de la persona y antes de la forma, antes de cualquier historia. Si volvéis a encontrarlo, estáis libres, antes no. Sin embargo, estáis informados que en todas partes en esta tierra llegará el momento en que volveréis a encontrar lo que sois. Será más fácil o menos fácil según vuestras creencias residuales, según si todavía creéis ser una persona.

No sois ni vuestro sexo, ni vuestra profesión, ni vuestro cuerpo; no sois ni vuestra historia, ni siquiera lo que nombráis vuestra espiritualidad, ni siquiera vuestras vibraciones. Las vibraciones son un intermedio y un testigo del paso de la conciencia a otra octava de conciencia, eso es todo. Id más allá de ello y observad, no vuestro personaje, no por la refutación, sino observad la fatuidad de todo lo que sólo pasa: vuestras emociones, vuestro dolor, vuestras alegrías. Dependéis del entorno, dependéis los unos de los otros, ¿está ahí la Libertad? Dependéis de las historias, ¿está ahí la Libertad?

Entonces el Absoluto, el Parabrahman, podríamos dialogar durante unos tiempos muy largos; lo importante no está ahí. Sigues buscando unos conceptos, buscas agarrarte a una comprensión. Entiende de una vez por todas que ninguna comprensión y ningún concepto te liberarán. Mientras exista una idea, no sois libres. El Jnani también tiene ideas, pero no vienen de él. Ya no hace pantalla, ya no se opone, deja fluir lo que fluye. El cuerpo trabaja muy bien solo, las ideas y los pensamientos llegan y creéis que pensáis, pero no pensáis, los pensamientos nacen y se apagan. Agarráis algunos que son válidos para vosotros y los convertís en conceptos, los convertís en historias, los convertís en relaciones, dejando de lado lo esencial: lo que sois.

Por supuesto, os había hablado de la conciencia Turiya, lo que era el sueño, pero todo esto atañe al Sí. Incluso el Sí debe ser sacrificado en el altar de la Libertad. Entended bien que incluso en el seno de este mundo, e incluso en el seno de vuestro personaje, la libertad es una ilusión. ¿Estáis libres cuando vuestro cuerpo os pide comer? ¿Estáis libres cuando vuestro cuerpo os pide ir al baño? No, obedecéis. Por lo tanto, la libertad es relativa porque está sujeta a esta forma, a una historia, a un pasado y a un devenir. El Jnani no tiene ningún devenir ni ningún deseo de experiencias; aunque se produzcan, simplemente las vive. No está apegado, ni siquiera sometido. Sólo el cuerpo tiene unas necesidades reales, este saco de comida necesita unos alimentos, pero eso es todo.

El verdadero conocimiento sólo puede venir de vuestra experiencia, todo lo demás sólo es fatuidad y unas historias que uno se cuenta para tranquilizarse. Entonces se habla de karma, se habla de enfermedades, se habla de simbolismo, se habla sin parar del Atman, de la Luz, del Amor, pero no podéis hablar de esto y serlo al mismo tiempo. El mejor testimonio del Amor y del Liberado es el Silencio, cuando la densidad del Silencio es tal que, sean cuales sean los gritos que pueda lanzar, la vacuidad está ahí. Si os sentís dolidos, de una forma u otra, os reenvío a vuestra persona, a vuestra incongruencia, a vuestras andanzas. Pero una vez más, no acuso a nada ni a nadie, sois libres de jugar a lo que queráis, pero llamo vuestra atención sobre el juego, el que sea, en el mundo que sea, no es la Verdad; permite la expresión de la Verdad, lo que no es la misma cosa.

Mientras haya en vosotros la necesidad de entender, la necesidad de comprender la necesidad de explicar, no estáis disponibles para la Verdad. Estáis en el juego, jugáis, es una obra de teatro, lo he dicho y repetido muchas veces, en mi forma como hoy. Sin embargo, es evidente que existen unas circunstancias de este cuerpo y de vuestra vida que son más propicias al estallido de la Verdad que otros. No podéis suicidaros, no podéis poner fin a la persona de otra manera que siendo nada. Todo lo que vuestra persona ha experimentado en esta vida, como en otras vidas es fatuidad, es una diversión, ¿estáis lúcidos de ello? En cuanto estéis lúcidos de ello, no como una creencia o un concepto, sino como una verdad vivida, todo esto para vosotros no tiene más sentido, si no es el sentido del juego y de la experiencia.

Sois perfectos antes de cualquier nacimiento y después de cualquier muerte. Sois perfectos cuando dormís, sea cual sea vuestra enfermedad, sea cual sea vuestro hándicap. Cuando dormís, el mundo no existe. Salvo durante los sueños, ¿qué conciencia tenéis cuando dormís? Y sin embargo, desaparecer cada día os permite estar en forma al día siguiente, eso es todo. Cuando desaparecéis, el cuerpo no os necesita, lo que os demuestra que no sois el cuerpo. Las funciones del cuerpo son automáticas, este saco de comida tiene su propia lógica. Esta lógica sólo puede ser quebrada por vuestros pensamientos, vuestras emociones, vuestras historias, vuestro pasado o vuestras proyecciones en el futuro. Es esto lo que os pesa, es esto lo que agota el soplo vital, y es esto lo que hace que os muráis a esta forma, pero también a vuestra eternidad. No obstante, esta Eternidad no puede morir, es imposible.

...Silencio...

 ¿Hay más preguntas?

Pregunta: ¿puede hablarnos acerca del verdadero perdón?

El perdón para la persona, es una manera de liberarse de cualquier atadura y desemboca, como sabéis, en la Gracia en sus diversos aspectos. Perdonar, para la Eternidad, no quiere decir nada. Una vez más, me dirijo a lo que está más allá de la persona, aunque sea la persona que haga la pregunta. ¿Eres responsable? Tu cuerpo apareció un día porque dos conciencias separadas han expulsado unos líquidos naturales y han permitido a un cuerpo nacer. Pero, antes de este cuerpo, ¿quién eras? El perdón os libera de los apegos a la persona, a las situaciones, y prepara de alguna manera a la Libertad, pero el Jnani no tiene nada que perdonar, ni nada que ser perdonado. Está más allá del bien y del mal, está más allá incluso de la Unidad, de cualquier noción de concepto de dualidad o de no-dualidad, y el perdón no representa nada más que un juego del efímero, pero que alivia el efímero.

El verdadero perdón es un acto de amor, no es una decisión conceptual ligada a cualquier sentimiento. El verdadero perdón es la expresión de un profundo deseo de poner fin a cualquier historia. No tenéis ninguna responsabilidad en lo que sois en la eternidad, en vuestros renacimientos o vuestros nacimientos, ha sido explicado. Los supuestos Lipikas Kármicos sólo son unos estafadores, os manipulan, os hacen creer que tenéis algo que arreglar, que habéis cometido unos errores que tenéis que arreglar. Es una total estafa. Mientras os adherís a esto, nunca encontraréis la Libertad, es la Libertad que os encontrará llegado el momento. Pero, ¿lo aceptaréis si estáis estorbados por unas supersticiones, unos conceptos religiosos, unos conceptos respecto a vuestras experiencias, vuestras certezas? El Jnani sólo tiene una certeza, sabe y vive lo que es, el resto sucede sin su intervención. Esto crea la Ligereza, esto crea lo que sois, lo hace aparecer más allá de cualquier voluntad.

El perdón permite acercarse a lo que nombráis la Gracia, es decir, el Atman, la Luz, pero os recuerdo que aunque seáis Luz, lo que sois en verdad es anterior a cualquier Luz y a cualquier creación.

El perdón está ligado a la historia, por supuesto; el Jnani, al no conocer ninguna historia, al no estar identificado a ninguna de ellas, a ningún juego, ¿qué podría tener que perdonar? Sólo puede permanecer donde él está y todo sucede por sí sólo. No puede existir ni voluntad de perdón, ni voluntad de amor, ni voluntad de Luz, porque él sabe y ha reconocido por experiencia, que todos estos elementos sólo son unas proyecciones de lo que él ya es. Id a la fuente de lo que sois, id a la fuente de la vida, id a la fuente de cualquier forma. Quiere decir, no desplazarse, no moverse, porque todo ya está ahí. Ahí está el verdadero perdón que vuestra persona, vuestros personajes, deben, no a alguien que es tan ilusorio como vosotros, sino a vuestra Verdad y sólo a ella. Así que diría que el único y verdadero perdón, es este. Perdonar el desconocimiento de la Verdad, perdonar por haber sido absorbidos por los juegos en lugar de la Verdad que está más allá de cualquier juego.

La única pregunta que vale la pena es: “¿Queréis ser libres, libres de cualquier contingencia, de cualquier forma, de cualquier conciencia, de cualquier proyección de amor, de cualquier historia, o no?” En cuanto hayáis contestado a esta pregunta con honestidad, pues no habrá nada que hacer o empezar. Si queréis jugar al juego de las historias, entonces adelante con vuestras historias, aquí o en otras partes, es vuestra libertad más absoluta. Incluso tenéis la libertad, si puedo decirlo así, de privaros vosotros mismos de libertad, es muy fácil. Basta con adheriros a la historia que sea, basta con que la atención de la conciencia esté desolidarizada del instante presente y de la Eternidad, para que la conciencia se vea arrastrada hacia unos juegos. Acordaos que la conciencia - más allá de cualquier forma, puesto que la conciencia es más amplia que todos los mundos, los universos, los multiversos – la conciencia no puede ser contenida ni por una forma, ni por un espacio, ni por el tiempo, y sin embargo sois anteriores a todo esto. Es lo que sois, realizadlo, no os mováis más. Cualquier movimiento es inducido por el cuerpo y lo efímero.
…Silencio...

 Preguntad.

¿Qué pasa cuando uno está libre?

Eso refleja tu necesidad de pasar el tiempo y de hacer pasar las cosas. Plantear este tipo de preguntas no lleva a ninguna respuesta: compruébalo tú mismo. No puedes agarrarte a esto, solo puedes vivirlo. Comprende la diferencia entre “saber” y “vivir”. La vida la vives. No necesitas entender cómo funcionan ciertos músculos para caminar, no necesitas saber cómo te permiten digerir tus enzimas digestivas. Todo eso es automático y se convierte en un problema cuando estás apegado al cuerpo o a cualquier historia. Cuando eres libre, ¿por qué quieres que pase algo?

Tú necesitas la forma, necesitas jugar; no estás listo para dejar todo dentro de tu libertad. No hay ninguna culpabilidad por ello, esa es la libertad de conciencia. Pero la libertad de conciencia, no es la “Libertad”. La Libertad está libre de toda forma, de todo cuerpo, de toda historia y de todo mundo; pero si quieres vivirlo, sacrifícate no adhiriéndote más a nada.

Te gustaría conocer lo “Desconocido” desde lo conocido y sabes bien que es imposible; sin embargo, continúas porque necesitas pasar y volver a pasar. Cuando eres libre, no pasa nada. No hay nada que hacer, nada que pasar, nada que atravesar, ningún movimiento que hacer, ningún tiempo, ningún espacio, ninguna forma. Es tu Morada.

No te pido que me creas, pero atrévete a vivirlo. ¿De qué tienes miedo?, ¿crees que el amor humano basta para poner fin al miedo? Sabes muy bien que el amor pasa y desaparece en las afinidades, en las parejas, con los hijos. El verdadero Amor no pasa. No hay nada que hacer; es la persona la que cree que pasa algo.

Te invito a vivir por ti mismo, la ausencia de movimiento donde todo permanece eternamente. No puedes ni representártelo ni comprenderlo porque, aunque solo lo entiendas intelectualmente, eso se convertirá para ti en un “conocimiento” y el conocimiento es solo ignorancia. Para ser libre debes abandonar toda pretensión de ser esto o aquello, de creer esto o aquello. Creer que tu persona hoy está en filiación con otra persona que fuiste, es una lógica dual. Ninguna dualidad conduce a la Unidad; ninguna Unidad, ningún Sí vivido, conduce al Absoluto. El Absoluto es, desde el momento en que dejas de creer en esas tonterías.

No olvides nunca que la espiritualidad es una estafa total que agrega velos a los velos. Ha habido incontables maestros en este planeta que han instruido a sus discípulos, que han sido seguidos y, ¿qué han conseguido? Nada. Fijaos en esos maestros con traje naranja y un turbante en la cabeza que te hacen creer que estás en la Verdad. Nadie puede comunicarte la Verdad, ni el más grande satguru, ni yo, ni Cristo, ni el Sol. Eso no depende más que de ti. Si quieres encontrar el Todo, debes perderlo todo: todo sentido de identidad, todo sentido de persona, todo sentido de ser una historia, todo el sentido que llamaría “lógica”. La lógica pertenece al mundo de la manifestación, la razón también. El Absoluto no tiene nada que ver con la lógica de la razón, nada que ver con las causas de la manifestación de la conciencia.

La ignorancia de vuestro estado deriva directamente de todo lo que habéis adquirido como “conocimiento” en este mundo, en esta vida como en otras vidas. Creo que algunas Estrellas os han hablado de la Vía de la Infancia, de la Inocencia. El que es rico en conceptos, en historias, en ideas, en recuerdos, no puede ser libre. Lo que vive, sean cuales sean sus experiencias, están sujetas a las contingencias de la historia. Recuerda que no eres ninguna historia, que no perteneces a la persona y que la persona no te pertenece.

Cuantos más conocimientos tengáis antes de ser libres, más cargas tendréis. El Liberado viviente tiene acceso a todo conocimiento y sabe perfectamente que no sirve para nada si no es para daros referencias que satisfacen a vuestra persona, pero que nunca dejan lugar para lo que sois. Es una carrera sin fin, es una sucesión ininterrumpida de alegrías y sufrimientos. ¿Quién puede ser feliz aparte del que está Liberado? ¿Quién puede estar en la felicidad si no es aquel que lo ha dejado todo? No puedes tener tu historia, tu vida, lo que es conocido, y vivir lo desconocido; es imposible. Debes aceptar, perderlo todo. Como decía Cristo, “renacer de nuevo”, porque él decía (me parece): “nadie podrá penetrar el Reino de los Cielos si no renace de nuevo”. Este renacimiento no concierne al renacimiento del cuerpo sino al descubrimiento de lo que sois poniendo fin a la vida antigua. No poniendo fin al cuerpo, sino a toda creencia, a toda experiencia y a toda historia. Ese era el principio de la refutación.

No hay satisfacción duradera, incluso en vuestro mundo, en una explicación de cualquier tipo. No hay satisfacción duradera cuando te adhieres a cualquier principio de evolución. No tenéis que evolucionar, no tenéis que transformaros, solo tenéis que reconoceros. Ahí está el verdadero conocimiento, no en los libros, no en las creencias y, sobre todo, no en una historia. Vosotros sois anteriores a toda historia. Nunca habéis nacido ni habéis muerto. No tenéis que buscar la Luz ni el Amor; vosotros ya sois eso.

…Silencio…

Te recuerdo que el Jnani no tiene deseo ni necesidad, pero si la Vida le da placer, él lo acepta, pero no lo busca; está en la espontaneidad. Tanto si su cuerpo es saludable como si está muriendo, no cambia nada.

Uno de los maestros que forma parte de los Ancianos y al que escuché mucho durante mi encarnación, a menudo decía que no servía de nada hablaros de la otra orilla mientras no la hubierais experimentado. Te incumbe a ti ir a verla. Y cuando digo “ir a verla”, no quiere decir “desplazarse”; quiere decir que todo eso está dentro de la bolsa de comida y en ningún otro sitio.

…Silencio…

Cuando mi cuerpo apareció en la Tierra, siendo muy joven me liberé de todas las ilusiones. Mi satguru me dijo simplemente: «tú no eres nada de lo que ves, no eres nada de lo que existe, tú eres lo que “es”. Tú no eres ningún juego. Todo lo que puedas percibir, sentir, idealizar, no es Verdad». Tuve la oportunidad, digamos, de creerlo y poner en práctica sus consejos. Tardé menos de tres años terrestres en ser libre. Hoy, ya muchos sois libres, en todas las culturas, en todos los continentes, utilizando palabras diferentes, pero que reflejan lo mismo.

En definitiva, mientras haya percepción, mientras haya sentimiento, no hay fin de la historia. El Jnani ha sido recorrido, como vosotros, como yo, por la Onda de Vida, permanentemente. El néctar del Señor fluía por mi garganta, Sharam Amrita. Vosotros también. No necesitáis decoro, religiones, palabras, aunque los conceptos puedan ser importantes en un primer momento para salir de todo concepto o para alejaros de vuestra adhesión a los conceptos, a las creencias y a las ideas.

…Silencio…

Cuando el Jnani está en silencio, no pasa nada. Allí donde estaba, solo había lo que podría calificar de una atmósfera, una presencia que no está vinculada a este cuerpo, ni incluso al cuerpo en el que vivía. Sabed que lo que llamáis “radiación” o “energía” estaba por todas partes, pero solo provenía de mí. No siendo nada, no necesitaba dejarme atravesar por cualquier tipo de concepto, por cualquier energía o por cualquier historia; yo estaba vacío. No siendo nada, algunos que vinieron a sentarse conmigo descubrieron el Todo y la Verdad. Pero para eso hace falta dejar los conceptos y las historias. No puede ser de otra manera.

…Silencio…

Si tomo el ejemplo sobre lo que os ha sido comunicado sobre el Masculino Sagrado y el Femenino Sagrado, en Oriente se llamaba “Purusha” y “Prakriti”, el lado masculino y el femenino. Debéis resolver eso, es decir, reunirlos en lo que habéis denominado “Andrógino”, es decir, el momento en que el atman se une a Brahman y descubre Parabrahman. Pero no os dejéis engañar por las palabras porque desde el momento en que sois libres, os daréis cuenta que no puede existir ningún cuestionamiento ni nigún tipo de problema. Si vuestra conciencia está impulsada por el entorno, por el dolor, por las relaciones, entonces no sois libres. No os mintáis, hace falta vaciarse, aligerarse y no es un ascetismo, no es un proceso que dura en el tiempo, es algo que se hace instantáneamente si sois sinceros.

La única verdadera sinceridad es parar toda investigación. Si hay la más mínima búsqueda, no sois sinceros, no sois verdaderos. Pero es vuestra libertad, yo la respeto y es muy respetable. No podéis buscar el Absoluto no podéis adquirirlo, porque es lo que sois. Todo lo demás: la conciencia, el Amor, la Luz, lo que está más allá de la Luz, el Espíritu del Sol, el Coro de los Ángeles, los Arcángeles, los Ancianos, las Estrellas, vosotros, el más miserable y el más sabio de la Tierra, es lo mismo. Todo lo demás, son adornos, decoraciones y os dejáis engañar por el paisaje, por los juegos, por las ilusiones, por lo que reluce. Reconoceos a vosotros mismos y no tendréis necesidad de nada más.

Lo más duro para vosotros, los Occidentales, son los conceptos. Tenéis tan manipulados los conceptos, estáis tan apegados a las ideas y conceptos en vuestra vida que si pensáis eliminar un concepto es para reemplazarlo por otro concepto, por otra religión, por otra creencia, por otro marido, por otra mujer. No estáis estabilizados y buscáis la estabilidad a través de lo que nunca os dará estabilidad.

¿Tenéis sed de experiencias o sed de la Verdad primera? Es vuestra libertd, pero no puede ser lo uno y lo otro; es lo uno o lo otro. No sois nada de lo que puede ser nombrado, como decía en mi encarnación: “neti, neti, ni esto ni eso”. Después descubriréis que sois “esto y eso”, pero solamente “esto y eso”.

No olvidéis que la conciencia se expresa a través de una forma y que esta forma, aunque es plástica en otros lugares, no es la Verdad sino una de las expresiones, una de las facetas de la Verdad, y sois libres de vivirla. Pero ninguna forma, incluso las más etéreas, sabe lo que es.

…Silencio…

Como quizá lo hayáis experimentado con lo que os ha sido trasmitido por todos los que integran la Confederación Intergaláctica, se os han contado historias -pero no en el sentido peyorativo-, historias que estaban muy próximas a lo que sois. Pero incluso esas historias, si queréis ser libres, deben ser refutadas. Porque de allí de donde soy, no hay ni Arcontes, ni Cristo, sólo está la Verdad que no necesita ninguna historia ni ningún escenario. Allí está la dicha eterna y este es el único lugar que no es un lugar, que no está sujeto a una dimensión y a una forma, más que lo que sois.

Yo no os pido que lo concibáis o lo aceptéis porque es imposible pero sí que lo viváis simplemente. Pero debéis perder todas vuestras referencias, todos vuestros apoyos, todas las seduciones de cualquier historia. En ese momento, estaréis inmóviles en el silencio y no habrá nada que haga pantalla en lo que sois. Vosotros no tenéis que adquirir nada, sino al contrario, despojaros. Y no hablo de vuestros vestidos ni de vuestro dinero, hablo de lo que os sobrecarga. No tenéis necesidad, para ser lo que sois, de cambiar de lugar, de cambiar de vida ahora como una huída. No olvidéis que incluso en vuestra lengua, cuando decís que “existís”, eso significa que estáis fuera del ser. Son las palabras las que lo dicen en vuestra lengua; nosotros tenemos lo mismo en India; es exactamente lo mismo lo que se trasmite.

Si os vaciáis de todo lo que os sobrecarga y es una actitud de vuestra Presencia y de vuestra conciencia, entonces la Libertad se revelará en vosotros, pero mientras creáis tener algo, es eso mismo lo que os tiene y lo que obstaculiza el camino hacia la Verdad. Yo diría que no tenéis que escuchar a nadie. No escuchéis nada de lo que os digo, ni escuchéis nada de lo que os dicen unos y otros, ni escuchéis lo que os dice vuestro propio personaje. No necesitáis escuchar, solo tenéis que oiros a vosotros; pero, ¿cómo queréis oíros si pasáis vuestro tiempo sufriendo o alegrándoos, que es lo mismo? Así como la alegría es más agradable que el sufrimiento, se trata del mismo obstáculo, de la misma obstrucción.

El Comendador de los Ancianos os dijo: “Ama y haz lo que te plazca, pero ama primero”. No un amor humano, no un amor proyectado, sino el Amor a la Vida. No tu vida, no este mundo. Ama la expresión de la conciencia; te hará ver que no eres la conciencia. No necesitas de nadie para vivirlo; no hay técnicas. Hay algunas técnicas de acercamiento de las que os he hablado: la encuesta, la refutación; pero en un momento dado debéis dejar también eso. Debéis estar desnudos. Aceptad que sois falibles, porque vuestra forma no hace más que pasar del nacimiento a la muerte.

…Silencio…

Preguntad

Pregunta: En nuestra vida tenemos que tomar decisiones a menudo. ¿Puede hablarnos de las elecciones?

Pero la decisión concierne a la persona; el Absoluto no tiene ninguna elección. Mientras tú creas que debes elegir, demuestras por lo mismo, que no eres libre, porque cuando eres libre, no necesitas decidir. Es la Vida la que ha elegido y es la Vida la que decide. Mientras creas que tú eliges, te engañas a ti mismo, te entretienes en las historias de los demás. Mientras tengas la impresión de tener que elegir algo, lo llamas el libre albedrío, tú desconoces la Libertad. Frente a toda persona, a toda situación, incluso creada por ti, mientras creas estar en la libre elección, no eres libre. La libertad de elección no es Libertad. Precisamente la verdadera Libertad es no tener que elegir nada. Es la Vida la que hace la elección, no eres tú, independientemente de las actividades, de las obligaciones.

No olvidéis que todos, cuando pasamos por la Tierra, tenemos que ganarnos la vida, pagar nuestra casa, alimentar a nuestros hijos, pagar los impuestos. Es evidente que no habrá nunca libertad allí; sin embargo, debéis respetar todo eso porque el Jnani no puede oponerse a nada. Puede constatar el error, pero nunca tratará de influir en nada porque sabe perfectmente que cada cosa, cada evento, cada situación, incluso la más detestable, está exactamente en el lugar correcto. Por eso el Jnani, nunca elige.

La elección corresponde a la persona, la elección corresponde a la dualidad. El Jnani no elige jamás, deja que las cosas transcurran. Desde el exterior, visto por la persona, eso podría etiquetarse de pasividad, pero en verdad, es todo salvo eso. El Jnani es activo, más que nunca, sobre todo cuando no hace nada y se contenta con seguir la Vida. Mientras exista, y peso mis palabras, la más mínima voluntad o reivindicación personal vinculada a cualquier deseo o necesidad de algo, no sois libres. Aunque creáis lo contrario, aunque tengáis la impresión de liberaros de una situación, de un lugar, de un marido, de una mujer, vosotros estáis encadenados. Y como os he dicho, no sirve de nada dejar vuestra familia, vuestro entorno o lo que sea, sois vosotros los que debéis dejar. ¿Comprendéis eso?

Creo que los Ancianos, a menudo, han empleado palabras como “Fluidez”, “Unidad”, “Abandono a la Luz”; yo os digo de manera más abrupta dejad vuestras creencias, pero no vuestro cuerpo, no vuestra mujer, no vuestros hijos; dejad la confusión del mental de todas las historias, de todas las creencias. La posición del observador o del testigo pretende y siempre ha pretendido mostraros como espectador de la escena de teatro, vuestro propio personaje. Vosotros no sois ni el testigo ni el observador, pero eso ha permitido a muchos de vosotros, acercaros a la Verdad.

Pero, una vez más, cualquiera que sea el gurú, el dios, la Luz, cualquiera que sea el universo que os contacte -lo que es el caso, creo, en este momento- recuerda que existe, ante todo, el miedo a la muerte. Recuerda ante todo que tu eternidad no tiene principio ni fin y date cuenta que en este mundo hay un principio y un fin. Pero el principio y el fin de este cuerpo, no es el fin de la Vida ni el fin de la conciencia; es simplemente el fin de este mundo como cuando duermes. ¿Es que cuando duermes, salvo en tus sueños, piensas cambiar esto o aquello? ¿Es que crees que hay necesidad realmente de cambiar las cosas? No, tú duermes. Es el ego y la persona quienes quieren cambiar. Olvídate de ti mismo, sal de ti mismo; eso te vuelve a lo mismo: lo único de lo que debes deshacerte, lo único que debes dejar, eres tú.

El Jnani, aunque tiene todavía una identidad, no es esa identidad. Es lo que les explicaba sobre las experiencias a los que venían a verme. Es también la experiencia que vosotros tenéis cuando venís. Algunos de vosotros estáis aterrados; otros, estáis en éxtasis y son las mismas palabras y la misma Presencia. ¿Cómo es que algunos están huyendo? Por supuesto, ellos dirán que yo soy el mal encarnado y otros dirán que soy el satguru supremo. Ya veis que eso no depende de mí sino solo de vosotros, de vuestra apreciación, de vuestros sentimientos. Pero eso concierne a la persona. Por el contrario, si olvidáis todo eso, vuestra pequeña persona, vuestra historia, si estáis aquí plenamente conmigo, vosotros os olvidáis y habréis salido de vosotros mismos.

Creo que muchos de vosotros habéis experimentado durante estos años, muchos mecanismos de la conciencia. Está muy bien; son los juegos. Pero, ¿sabéis lo que hay en el origen de los juegos? Podéis salir dos minutos de vuestro juego, de la escena de teatro, salir de vuestro puesto de observador, salir del teatro y veréis que no hay ningún teatro, que no hay nadie. Entonces seréis vosotros mismos y seréis libres en cualquier parte, en cualquier mundo.

Debéis recordar lo que erais antes del nacimiento, antes de estar en el vientre de vuestra madre. Porque, en definitiva, este cuerpo solo está vinculado al encuentro de dos líquidos con un óvulo y es todo. Y la conciencia aparece un buen día entre los tres y los cinco años. ¿Sois responsables de eso? Entonces, por supuesto, os dirán que vosotros elegíais vuestra encarnación, pero es mentira. Son los maestros de la Ilusión los que os hacen creer en otro cuerpo que nombráis cuerpo astral, que necesitáis mejorar -y vosotros os unís. Todo lo que brilla no es la Luz, todo lo que brilla es proyección de la Luz. Sabed que vosotros sois la Luz, pero no sois ninguna proyección de la Luz. Sabiendo eso por la experiencia, no tenéis ninguna reivindicación, en este mundo como en cualquier mundo. Aquí está la Libertad.

En tanto que un pensamiento os conduce al mañana o al ayer, vosotros estáis sujetos a ese pensamiento y os identificáis a esos pensamientos que solo están de paso. Id a la fuente del pensamiento y veréis que ningún pensamiento os pertenece. Incluso una idea extraordinaria, no es de vosotros; la habéis cogido porque pasaba. No tenéis ningún mérito que atribuiros; de alguna manera, todo es natural, no hay ningún esfuerzo que hacer. Mientras tengáis la impresión de tener que hacer un esfuerzo, es la persona y el ego quienes os susurran eso. Debéis olvidar la noción de esfuerzo. Ciertamente hay que esforzarse para ganarse la vida, para salir adelante en este mundo; pero es exactamente lo contrario, para encontrar la Verdad. Debe detenerse todo esfuerzo, debe detenerse toda identificación a algo, lo que la persona llama “nada”, lo cual es terrible para la persona.

…Silencio…

Preguntad.

…Silencio…

Pregunta: Para el que no ha vivido todavía la Liberación, ha hablado del miedo último que es el “miedo a la muerte”. ¿Puede hablar del miedo a la muerte para ayudarnos a atravesarla?

Basta simplemente aceptar la muerte; no hay nada más simple. Es el mental el que se opone a eso porque el mental se cree inmortal. Y así, aparece un día, entre los siete y los catorce años y se apaga definitivamente en el momento de vuestra muerte. Por tanto, aceptad morir y renaceréis en la eternidad. No es un acto de la voluntad, una vez más, no se trata de hacer un esfuerzo, es justamente lo contrario. Para ir a la otra orilla, hace falta dejar la orilla en la que estáis; es todo. Pero yo hablo de vuestra actitud de conciencia, no hablo de la materialidad de vuestra vida que es la que es. No podéis vivir más que en lo que estáis autorizados; aunque hoy eso os pueda parecer absurdo o contrario a vuestros deseos, no es verdad, no os mintáis. Sed verdaderos.

Todo lo que llega, debe llegar; lo que no debe llegar, no llegará, hagáis lo que hagáis. Comprended eso. A partir de ahí, ¿de qué sirve esforzarse? Es la persona la que cree que debe cambiar, mejorarse, transformarse. Vosotros habéis reemplazado la Libertad por el libre albedrío, es decir, la noción de elección, y eso os tranquiliza y creéis que es la Libertad, pero es la libertad de elección. La verdadera Libertad no es elegir. No hablo de la expresión de vuestra conciencia, hablo de la Verdad.

Entonces hoy, ¿qué hacer?, ¿qué ser? Sed naturales, sed espontáneos. Si sois verdaderos, si sois justos, ninguna cosa, ningún elemento, ninguna circunstancia puede afectaros, incluso las situaciones más desagradables porque vosotros no os detenéis en el evento, sino que vais a la fuente del evento, no bajo una forma de conocimiento o explicación, sino por una ignorancia total. Quizá en Occidente llaméis a eso “la fe”, pero no es fe en la otra vida, no es fe en Dios, no es la fe en Cristo o en algún maestro; es la fe en lo que eres. No como una creencia, aunque eso ocurra al principio, sino en tanto que experiencia.

Por supuesto, las vicisitudes de la vida en este mundo pueden a veces manifestarse a vuestra conciencia, como una enfermedad, como una ruptura, como una pérdida o como una ganancia; poco importa. Pero vosotros sabéis que no sois nada de todo eso. Ese evento no puede representar la menor carga o el menor obstáculo a lo que sois.

Mientras creáis controlar vuestra vida, bien sea por la moral, bien sea por el karma, bien sea por las creencias espirituales, sean las que sean, no sois libres. Vosotros sois libres cuando justamente os habéis desembarazado de todas las cargas. Paradójicamente todo lo que habéis comprendido, todo lo que habéis sabido, da la impresión a vuestra persona y a vuestro ego, de expandirse, pero la Verdad es que ella no se expande, ella está allí y es independiente de todas esas circunstancias. No necesitáis ninguna de esas circunstancias que vais a vivir, incluso el fin de ciclo. Os repito, vosotros no habéis nacido nunca, de la misma forma que no morís jamás. Lo que muere es la Ilusión, como toda ilusión.

No es solamente un cambio de mirada, no es solamente un cambio de perspectiva, sino que es una revolución interior. Eso requiere mantener, como decía Cristo, la casa limpia, es decir, no abarrotar vuestra conciencia, vuestro cuerpo, de conceptos, de ideas, de pensamientos, de creencias, de historias. ¿Cómo queréis estar disponibles para la Verdad mientras estáis corriendo a derecha y a izquierda? El ego es muy inteligente, no tiene más que un objetivo, uno solo: engañaros. Y eventualmente, ser útil para salir adelante en este mundo. Es todo.

Vosotros sois los “no nacidos”, los “sin forma”. Incluso hoy, la expresión “Parabrahman” es demasiado porque se refiere a una cultura, así como la palabra “Absoluto” que reenvía a un concepto. Ahora bien, eso no es un concepto, eso no puede ser incluso una idea ni un pensamiento. Pero es vuestra libertad total y creo que el Comendador os explicó eso ampliamente. Eso se llama la “Asignación Vibral” o el emplazamiento de vuestra conciencia.

…Silencio…

El que es libre no se plantea la cuestión de la Libertad. El que ama, no se plantea la cuestión de lo que es Amor. Ved la diferencia entre concepto, idea, creencia y la Verdad.

…Silencio…

En la reunión de prakriti y purusha, ¿qué es lo que habéis interpretado como juegos, como roles, como funciones?, ¿qué habéis experimentado?

…Silencio…

Vosotros habéis tenido necesidad de muletas, ¿aceptáis hoy dejar las muletas?, ¿aceptáis la Libertad o buscáis un compromiso? La Libertad no será nunca un compromiso entre lo efímero y lo Eterno; no puede haberlo. Existe realmente una fase transitoria que ha sido denominada “Ascensión” o “Liberación” que es el momento en que lo efímero y lo Eterno se encuentran. Es todo.

…Silencio…

Aprovechemos estos momentos de silencio entre nuestras preguntas para podar. Situaos. Dejad ser lo que debe ser. Dejad ser lo que ha sido y será. No os preocupéis por nada. No hablo de la vida de la persona, sino de la Verdad.

…Silencio…

Entonces, sigamos.

…Silencio…

Pregunta: La planta llamada «salvia divinorum» nos dirige al otro lado de la rivera. ¿Cree que es interesante para la muerte de la persona?

¿De qué hablas?

Pregunta: De una planta llamada «salvia divinorum» que permite a la conciencia pasar a través del miedo a la muerte y vivir la experiencia del Absoluto.

Un medio exterior, cualquiera que sea, puede en realidad acercaros y haceros vivir “la experiencia de”, y por tanto afirmar y fortalecer la aproximación a la Verdad, pero ningún elemento exterior a tu propia conciencia puede establecer, he dicho bien, “establecer” lo que tú eres. Puedes, sin embargo, a través de los medios externos, levantar parte del velo y darte también un impulso para soltar. Eso puede obtenerse de la misma forma, por la repetición de algunos mantras que vacían una parte de la ilusión, ya sea al nivel mental, ya sea al nivel del cuerpo.

Eso puede estimular, ayudar, revelar en parte, pero, una vez más, el último paso definitivo, no puede venir de tu persona, sino de la misma conciencia. En ese momento, solamente tú eres liberado de la persona, pero ninguna persona puede ser liberado; absolutamente ninguno. La persona desaparece por ella misma en el momento de la muerte y ella aparece por ella misma, en el momento del nacimiento. Dado que el miedo, en general, no solamente el miedo a la muerte es el único obstáculo al Amor y a la Verdad. El miedo resulta no de las experiencias pasadas, sino de la confusión y solamente del no reconocimiento de lo que tú eres. El miedo congela. Es la prerrogativa de la historia, del cuerpo y del mental, se refleja en la emoción de la naturaleza “miedo”. El Liberado no tiene ningún miedo. Puede jugar a preocuparse por las circunstancias de la persona y es todo.

Como se ha dicho, creo que, por el Comendador, no hay más que miedo o Amor. Si hay sucesión de miedo y de amor, eso no son estados, sino experiencias. El Amor no se plantea la cuestión del miedo; el miedo se plantea la cuestión del Amor. Y recordad que el miedo, como toda emoción, está de paso. Por el contrario, el mental se agarra como concepto y hará todo lo posible para no enfrentarse con el miedo, sea cual sea ese miedo, no solamente el miedo a la muerte sino todos los miedos imaginables y posibles. Entonces, el mental al tener el conocimiento de lo que sois, va a elaborar estrategias de evitación, de negación, pero el punto de partida es la emoción “miedo” que a su vez se estructura.

…Silencio…

El miedo encoge, bloquea el movimiento de la Vida. El Amor es movimiento, pero al mismo tiempo detiene todo movimiento de la Ilusión. Vosotros os convertís en el centro, pero no bloqueáis nada. Os convertís en el soporte de la Vida, pero sabéis que no sois ese soporte. 

Así que, cualquiera que sea la técnica, la planta, el yoga, el mantra, las plegarias, en un momento dado, incluso eso debe ser soltado. La mejor forma que tenéis de salir de la persona es, por supuesto, el servicio, la devoción. Que esta sea a un dios, que sea a una situación, no importa, aunque sean ilusiones; eso os acerca a lo que llamaría “la fijeza de la atención” que se une, de alguna manera, a la tensión, tal y como ha sido descrito como el Abandono a la Luz, por algunas Estrellas.

No debe confundirse lo que está bloqueado de lo que está inmóvil.

…Silencio…

Preguntad

Es la hora de la pausa.

Entonces pausaros a vosotros mismos. Nos vemos luego.

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