Cierta
bolsa plástica se encontraba tirada sobre una gran piedra al borde de un
acantilado, justo al lado de un camino por el cual transitaban subiendo y
bajando los ajetreados pobladores que iban y venían del mercado popular
haciendo sus compras cotidianas.
De pronto, una ráfaga de viento elevó a la bolsa por las nubes.
-Estoy volando- Exclamó la
bolsa.
-Estoy volando… soy un pájaro!-
Gritaba la bolsa mientras reía.
En eso se acercó un ave, un pájaro precisamente que entonces volaba mucho
más alto y exclamó:
-Disculpa querida amiga creí
escuchar que decías que eras un pájaro.
Yo soy un pájaro y no te pareces
en nada a mí. Los pájaros circulamos a nuestro capricho por los aires sin
depender de las rachas del viento y bajamos y subimos cuando queremos. Nos
posamos en cualquier sitio e incluso volvemos a tierra para nuevamente
elevarnos siempre a nuestro querer y voluntad. Lo siento mi amiga creo que
estás realmente equivocada- finalizó mientras batía sus alas raudo en
retirada y soltaba una catarata de fuertes gorgogeos agudos rápidos y seguidos,
a modo de sonora carcajada.
Entonces la bolsa quedó flotando sola en el cielo, y pasó un rato en el
cual el viento se tornó frío, casi gélido… mientras se percataba que no podía
hacer más nada que dejar que la brisa la elevara y la llevara a donde esta
quisiera sin importar para nada sus deseos. De pronto la bolsa sintió miedo y
desolación, y ante la evidencia comenzó a llorar desconsolada, sola allá en lo
alto.
-Es cierto, no soy un pájaro… no
soy un pájaro…-
De pronto, sus lágrimas fueron acumulándose en el fondo de su cuerpo
haciendo que bajara y bajara sin apenas percibirlo, nublada por el llanto y la
desesperanza.
Entonces fue cayendo en una ladera repleta de basura acumulada y de otras
bolsas que allí se encontraban atrapadas.
Al caer, una de las bolsas derruidas y chamuscadas que se encontraban en
las cercanías le gritó:
-Ey tú, no eras la que hace un
rato gritabas que eras un pájaro?... Ha Ha Ha Ha Ha… bienvenida a la realidad
querida hermana…-
Y un coro de carcajadas se apoderó de aquel lugar lúgubre si acaso
frecuentado por alimañas y sobrevolado por zopilotes.
La bolsa recién caída y con mirada entristecida miró hacia abajo secando
sus lágrimas y al cabo de un momento respondió:
-Es verdad que solo soy una simple
bolsa plástica y mi destino es desintegrarme aquí entre ustedes y la basura.
Pero he tenido una vivencia que no ha tenido ninguna de ustedes. Al final
siempre seré una bolsa pero he tenido la oportunidad de contemplar el mundo
desde lo alto, de sentir la libertad aunque fuera por unos segundos y soñar
despierta con la posibilidad de un destino mejor. Ahora me resigno a terminar
aquí entre ustedes pero nadie me impedirá soñar con la alegría que viví y eso
ya me hace diferente.-
Ha Ha Ha Ha Ha… continuaron
las risas…
En eso, de pronto una fuerte corriente de aire fue contra la ladera e
hizo remontar de nuevo a nuestra amiga bolsa mientras las demás permanecían
pegadas entre la basura y la tierra…
Nuestra amiga se elevó y se elevó llevada por el viento mientras se
llenaba con una gran sonrisa renovando su alegría, y se perdió arriba en el
cielo, entre las nubes, desapareciendo para siempre y nunca mas volver…
FIN
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