jueves, 9 de septiembre de 2010

URIEL - Dualidad y Unidad


7 de septiembre 2010 (2 de 4)

Soy el Arcángel Uriel. Bien Amados Niños de la Luz presentes, la Vibración de su Presencia se acentúa de día en día. En Presencia, se encuentran en Alegría y Verdad. Pasan a ser de más en más lúcidos de sus propios momentos de Presencia y sus momentos en que son ausentes de ella. Esta discriminación y este distanciamiento es lo que les permite asimilar la diferencia entre la Unidad y la Dualidad. En Unidad, se convierten en el Fuego. En Unidad, el Corazón vibra. En Unidad, su nuevo Corazón respira. En Dualidad, la Alegría se desmaya. Vuelven a ser pesados y densos. En Dualidad, el mental, la razón, toma el paso sobre la Alegría. En Dualidad, están en la Ilusión. En Unidad, son Verdad. El aprendizaje que llevan está destinado a permitir a su Conciencia reconocer estos dos Estados de hecho distintos, existentes en el desarrollo de su Conciencia limitada en sus días. Cuando la Corona se activa, cuando el Fuego del Corazón es activo, ustedes están, solamente en esos momentos, presentes en ustedes. Y están, en esos momentos, en Verdad. En los momentos en que el Fuego se apaga, en el momento en que la Vibración se retrasa, en el momento en que la Alegría se aleja, están en Dualidad. Es este aprendizaje el que realizan ahora con el fin de percibir cada vez más claramente lo que está en su Verdad y lo que está en la Ilusión.

En los momentos de Presencia, que van a reforzarse para ustedes, están en Alegría, son simples y se unifican. En los momentos de Dualidad, todo es pesado, todo es materia, diálogo, debates, dolores, sufrimientos. En Presencia, son ligereza. En Presencia, la Alegría está allí, sin objeto, sin apoyo y sin depender de cualquier acontecimiento. Allí es la Unidad. Viven este aprendizaje a fin pasar a ser cada vez más lúcidos de los momentos que están en el Ser y de los momentos en que no. Este vaiven, participante de su aprendizaje, va a convertírseles en cada vez más doloroso y difícil, trayéndoles, obviamente, a elegir la Unidad y la simplicidad de su Presencia. No juzguen. No condenen. Así como no juzgan ni no condenan a sus Hermanos y sus Hermanas.

Este aprendizaje, durante este período, es principal, ya que la toma de distancia con la Ilusión y la Dualidad es indispensable para permitirles consolidarse duraderamente en la Unidad. No simplemente para vivir espacios particulares, como con María, sino para establecerse en eso, independientemente de estas circunstancias privilegiadas. En definitiva, estas circunstancias privilegiadas deben convertirse en ordinarias y habituales. Es el aprendizaje que llevan. Eso se desarrolla ahora. Eso va a desarrollarse con una agudeza cada vez más grande cada día. La divergencia entre la Unidad y la Dualidad va a convertirse en cada vez más dolorosa hasta el momento en que finalmente, durante uno de sus días terrestres, pasarán más tiempo en Unidad que en Dualidad. En ese momento, habrán ganado (aunque no es el único) el último combate contra su propia Ilusión. Pero recuerden que la Luz no combate, ella se establece. Y es a ustedes establecerlo. Presencia. Unidad. Personalidad. Dualidad. Peso y gravedad. Alejamiento de la Fuente. Lo repito, este aprendizaje es capital. Sepan que no es un juego, sino algo grave y simple a la vez, permitiéndoles establecerse en su Presencia.

En Unidad y en Presencia, las resistencias del mundo, no tienen peso. Se saluda la Presencia. La ligereza viene de la Presencia. La simplicidad viene de la Presencia. La Unidad y la Verdad, presentes, se les establecerán para que el conjunto de sus días se convierta en Unidad y Verdad en la simplicidad. Es allí que se realiza esta alquimia, esta última alquimia, la Obra al Blanco, la encaminada a establecer su coronación, la encaminada a hacerles pasar la Cruz de Luz en su Corazón, para que su Conciencia no se adhiera mas que a una única cosa: Presencia y Unidad. En Unidad, una vez más, todo es simple. Todo se soluciona. Absolutamente todo. Puesto que en Unidad, hay Resolución de la Ilusión. Puesto que en Unidad, se disuelve a la personalidad. Su vida entonces, en este Fin de los tiempos, será luminosa. Las sombras finales no podrán sitiarles ni a ustedes penetrar. Al contrario, por su Presencia, en Unidad, en Verdad, por su Fuego, disolverán a las sombras. Es eso lo que debe llevarse ahora. Por la simple palabra Presencia, así como se lo hice vibrar he aquí algunas pequeñas semanas, recurrirán así a mi Vibración y a la Vibración de su Presencia, permitiendo reactivar así inmediatamente el Fuego del Corazón en el cual se disuelve, recuerden, toda Ilusión, toda dualidad y todo sufrimiento. El despliegue de las Estrellas en ustedes y los triángulos elementales, tal como se les revelarán, les permitirán alinearse con su Presencia aún más fácilmente. Recuerden, el objetivo consiste en pasar más tiempo en Unidad que en Dualidad. De mi Presencia a su Presencia, en Conciencia. Conciencia a Conciencia y Vibración a Vibración, que el Amor les acompañe. Dejo el lugar al Arcángel Anaël.

Original Francés :

http://www.autresdimensions.com/article.php?produit=732

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