19 julio 2012
Soy MARÍA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Queridos niños bien, estoy de nuevo con usted, en usted y de alrededor de usted, rodeándole de mi Presencia, de nuestra Comunión, dándole a percibir, más allá de mi Presencia Humilde, la acción de nuestra Comunión. El Sonido de la gracia, posiblemente, zumba a sus orejas. En este día, se vierte, totalmente, sobre esta Tierra como sobre este cuerpo en el cual usted está, el Abrigo Azul de la gracia. Vengo, con el fin de responder a sus cuestiones pero antes, permítame decirle estas algunas palabras:
Recuerde lo que había sido dicho he aquí más de dos mil años. Hay, en usted, una Eternidad. Este cuerpo que usted habita pertenece a la Tierra: le da forma esta Tierra. Su Reino no es de este mundo. Muchos de usted, en estos tiempos particulares, usted despierta a lo que usted Es, por diferentes mecanismos que tienen que vivir. Recuerde también que lo que usted Es es Amor y qué este cuerpo en el cual usted está no puede pretender conocer la realidad del Amor. Puede conocer sólo las proyecciones, las faltas, las emociones, las afecciones. El Amor es mucho más que lo que usted vivió hasta ahora, lo que usted vive, de momento, para algunos de ustedes (ya desde hace algunos años o de numerosos años) y, para otros, mucho más recientemente y por fin, para la mayoría, diría, no todavía. El Amor viene a devolverle a usted mismo (a), viene a devolverle a lo que no conoce ningún sufrimiento y que conoce sólo la Belleza. Los procesos que se celebran, en esta carne que usted habita, sobre esta Tierra que le lleva, son destinados, ante todo, a hacerle encontrar su Reino, el que jamás cesa, el que posiblemente no le es todavía totalmente, revelado, sino cuyas primicias, más o menos cercanas, se le manifiestan. Estas manifestaciones son por otra parte numerosas allí. Intentamos, el conjunto de la Confederación Intergaláctica y yo misma, hacerle vivir ciertas particularidades.
Hoy, ya es hora de recordarle que su Reino no es de este mundo y que usted Es, exclusivamente, Amor. Ustedes todos, sin excepción, son convidados a su Eternidad. Para eso, usted lo sabe, debe desaparecer. No es la vida que desaparece, es justamente lo que no está Vivo. Dese cuenta y viva esto: usted es Amor y usted no es de este mundo. Su Reino no tiene que ver nada con este cuerpo de la Tierra, es justo un traje puesto sobre vuestra Eternidad. Este traje que mismo es revestido, ahora, del Abrigo de la gracia y que le devuelve a usted mismo, es muy exactamente esto lo que es la Ascensión. No hay otra alternativa que el Amor, para vivirlo en su totalidad, en su carácter global. Todo el resto no existe, no tiene ninguna importancia. Sólo el Amor, no el amor tal como usted mismo lo conoció o vivió, sino el Amor que usted Es, es en condiciones de ir. Entonces pido preguntas que conciernen a la Ascensión, porque las preguntas que usted se pone aquí, por supuesto, se ponen por todas partes. Entonces, si usted lo quiere, voy responder a a eso. Pero voy responder bien a a eso más allá de las palabras que voy a pronunciar, porque más importante (y un número de ustedes que me sigue lo saben), para vivirlo, lo importante no es las palabras sino lo que usted retiene en la Vibración, en la conciencia y desde ahora en adelante, en el Amor y el Abrigo Azul de la Gracia. Estas palabras están allí sólo para hacer resonar nuestra Comunión, más allá de usted y más allá de mí, más allá de su entidad y más allá de mi entidad, en esta forma de comunicación, que no es una sino que es bien esta alquimia, dándole a percibir y ver la realidad de la que somos.
No hay diferencia entre cada uno de vosotros. No hay diferencia entre usted y nosotros. Sólo los Velos de la ignorancia, que han sido puestos sobre este mundo, le impidieron vivirlo, aunque un número de Hermanos y de Hermanas, de todo tiempo, en todo lugar, expresándose en el seno de su cultura, tocó esta gracia indecible. Porque el Amor es una gracia. Y viviendo lo que usted Es (como algunos de usted lo viven), la Gracia se vuelve permanente. Hay una Paz que ninguna satisfacción de este mundo puede darle y esto, lo sé, usted lo vive. El Coro de los Ángeles se acerca a su oreja. Mi Abrigo, que es el suyo, le recubre. Es allí dónde usted encuentra la fuerza, es allí dónde usted encuentra lo que usted Es, en el momento en que usted olvida todo miedo, toda resistencia. Eso es diría, en cierto modo, su desafío. Lo llamamos de varios modos: el miedo o el Amor, el sufrimiento o la Paz. Y es a usted usted quien decide, según donde usted está. Ustedes son Libres: ustedes siempre fueron Libres, en lo que ustedes Son, no sobre este mundo. Entonces vamos a comenzar. Pero les pido sobre todo ir, durante mi Presencia, más allá de las palabras que ustedes van a oír, volver a la Esencia de nuestra Comunión. Podemos comenzar.
Pregunta: ¿Sentir el corazón comprimido, doloroso luego ligero, forma parte de la ascensión?
Mi Niño, ciertamente esto lo es. Todo lo que tiene que vivir, y lo que usted vive o vivirá, tiene sólo un solo fin, tiene sólo una sola función: hacerse vivir la Verdad. Todo lo que se produce en su vida, en vuestras noches, en lo que usted hace, tiene como sola función de darse a vivir el Amor, no tal que usted podría idealizarlo, proyectarlo o vivirlo como usted lo vivió hasta ahora, sino penetrar la Esencia del Amor que es, se lo repito, lo que usted Es. Entonces por supuesto, muchos signos, muchas manifestaciones (nuevas, para usted) se producen. Algunas pueden ser alarmantes para este cuerpo de carne pero la finalidad será siempre la misma y, efectivamente, forma parte, realmente, del proceso de la Ascensión que usted vive. Sea atento a dejar vivirse lo que se vive. Sea atento a no querer tener explicación ni interpretación, porque lo mejor posible usted se Abandonará, lo mejor posible usted será nada, lo mejor posible usted vivirá este período. Los que soltaron, los que aceptan vivir lo que tiene que vivir, lo saben pertinentemente porque lo viven. No porque se adhirieron o porque repudiaron eso. No renunciaron a nada. No salieron de este mundo ya que son sus Hermanos y sus Hermanas que están allí. Son plenamente Vivos, Son liberados, son Libertadores y comparten con usted el Don de la Gracia, aunque usted no lo ve, aunque usted no lo percibe. Posiblemente porque muchos de usted presentan todavía una distancia con relación a esto, porque, para ellos, hay unos miedos, o sea porque el momento completamente no vino todavía, para usted. A más usted quedará silencioso, al nivel del mental, al nivel de la interpretación, lo mejor posible usted vivirá lo que usted tiene que vivir.
Pregunta: ¿con cuál cuerpo se hace la Ascensión? ¿Esto comienza durante la encarnación?
Mi Niño, lo que se vive en este cuerpo, que sea llamado Templo no cambia nada, porque el capullo contiene algo. El Templo es un ornamento que contiene o que es considerado a contener algo y, para usted, por supuesto, usted es lo que está dentro de este capullo o de este Templo. Lo que usted vive, en esta carne, en su conciencia, en sus experiencias, en su vivido, es muy exactamente la Ascensión. No se preocupe de saber cual cuerpo: ¿ es este cuerpo allí? ¿ Es un cuerpo más sutil? ¿ Es el Cuerpo de Luz? ¿ O es la conciencia pura que Asciende? Usted lo sabe, es el conjunto del Sistema Solar que Asciende: la Tierra como los elementos, los vegetales como los animales, como usted mismo (a). Viviendo la Ascensión, viviendo lo que le es dado a vivir, durante este período, esto le concierne directamente, individualmente y colectivamente. La cuestión que es puesta a través de esto es ciertamente en alguna parte, aunque esto no es reconocido: el miedo de perder este cuerpo. Pero tan pronto como te das cuenta de tu Eternidad, tan pronto como te instalas en la Gracia, tan pronto como te instalas en tu Esencia que es el Amor, sea que te importa este cuerpo u otro cuerpo? Porque en el momento en que hay Comunión, Fusión, la Disolución es muy próxima. Entonces, que seas en este cuerpo, en este Templo, en ese capullo, que seas en otro cuerpo, que seas el Sol o el conjunto de los Universos, esto estrictamente no hace ninguna diferencia. Sólo la mirada del que tiene miedo ve allí una diferencia. No puedes más dudar de lo que sea, en el momento en que el Abrigo Azul es sobre ti, en el momento en que nuestras Presencias están en tus lados, en el momento en que la Onda de Vida te recorre, porque en aquel momento, eres Absoluto, eres tu Esencia. Entonces, cualquiera que sea la forma (la forma es sólo lo que contiene la Esencia), cualquiera que sea esta forma, cualquiera que sea su Dimensión, lo más importante no es la forma con la cual se produce la Ascensión sino el Amor con cual se produce la Ascensión. Esto es profundamente diferente.
Pregunta: ¿nosotros todos vamos vivir el estado de catalepsia en el momento de la Ascensión?
Mi niño, muchos de usted viven momentos cuando la conciencia ordinaria no es más, momentos cuando usted no sabe más ni que usted es, ni dónde usted está, ni lo que usted hace. Para algunos de ustedes, es extremadamente difícil de funcionar como antes, sobre todo para los de ustedes que lo viven de manera acelerada, ahora. Para los que lo viven desde hace muchos años, estos instantes fugaces cuando la obliteración de la conciencia de este cuerpo aparece, así como del mental, son una prueba suplementaria de que sucede algo. Usted tendrá, si ustedes se interrogan unos a otros, usted comprobará, que viven muchas cosas que son similares. Aunque la expresión puede ser diferente según la revelación del Amor en usted. Así, la catalepsia corresponde a una realidad, para algunos de usted, desde ahora. La Onda de Vida le invita a despertarse. La Onda de Vida pasa a veces por el entumecimiento de este cuerpo que le parece no estar vivo más. Cuando usted viaja fuera de su cuerpo, cuando usted visita a un Hermano, a una Hermana, o cuando una Estrella o un Antiguo o un Arcángel le visitan, se produce este mecanismo al nivel del cuerpo. Que esto sea en vuestras noches o a momentos diversos. Y usted comprueba, en aquel momento que la percepción de su cuerpo no es más la misma. Puede parecerle doloroso y pesado, puede parecerle no existir más o no existir: exactamente es la misma cosa. La expresión es diferente de eso, por supuesto, según, justamente, el hecho de que su conciencia esté instalada, totalmente, en lo que usted Es o si todavía permanece atada a este cuerpo y a la persona en la que usted vive. Entonces sí, los mecanismos llamados "catalepsia", algunos de ustedes los viven, por episodios: El cuerpo no responde más, la conciencia no responde más, o el mental no puede más funcionar como antes. No se trata de senilidad sino mucho más: su Ressurección, en vuestra Eternidad.
Pregunta: ¿ascenderemos todos al mismo tiempo?
Existe un momento final. Este momento final, como usted lo sabe, es la Tierra que lo decide. Existen, de momento, unas Ascensiones individuales. Todos los síntomas que se le había consagrado, todo lo que usted vive, de momento, participa de su Ascensión. Sólo el sufrimiento no puede participar en eso. Pues la Ascensión se celebra a su ritmo, mientras no hay postura en sincronicidad de la Tierra, lo que es, como se lo dije, extremadamente próximo. Y mientras no se lo anuncie, su Canal Mariano le da a entender y a vivir de Vibraciones nuevas, el Coro de los Ángeles, como lo dije, aparece, los Sonidos se modifican, dándoles una primera impresión de mi Llamada. Y, desde luego, algunos ya respondieron a eso. Les dijimos, por otra parte, que a menudo, una de mis Hermanas o yo mismo, podemos llamarle por su nombre. Esta Llamada es una Llamada individual, por el momento, que le llama a despertarse. Algunos de ustedes respondieron a eso. El Testigo es allí, justamente, la modificación de estos Sonidos y la Onda de la Vida, por supuesto, y los procesos que modifican, de modo cada vez más evidente, para los que los viven, las percepciones de este cuerpo. El sentimiento que es anestesiado o al contrario muy sensible, de estar en el estrecho, o de vivir los mecanismos de Comunión, de Fusión, de Disolución, que le dan cuenta que usted no es este cuerpo. Pues la Ascensión es, muy precisamente, lo que usted vive. En el momento en que la Tierra ha sido Liberada, cuando la Onda de Vida apareció, a disposición para cada uno, según cómo usted acoge esta Gracia, según su miedos se evacuaron, han sido sobrepasados por la acción de la Gracia, a partir del instante cuando usted no resiste, usted sabe lo que usted vive. Esto no puede hacer ninguna duda. Usted se encuentra por fin, y es esto que le pone en Paz. Y es esto lo que pone fin a todos los afectos, a todos sufrimientos, a todas interrogaciones y a todas dudas. Por supuesto, sus Hermanos y sus Hermanas que, por razones que son propias de ellos, todavía no lo viven, serán siempre en duda. Pero la duda que proyectan es sólo su propia duda. Usted sabe, si usted lo vive.
Pregunta: ¿tener los brazos paralizados, encontrarse bilocalzado, sentir la lemniscata sagrada, la línea saliente de la nariz y el punto Ki-Ris-Ti de la espalda, son como las primicias de la Ascensión?
Mi niño, no son las primicias de la Ascensión, es el desarrollo de la Ascensión. Esto forma parte del conjunto de los signos, las comitivas y las manifestaciones que traducen, muy precisamente, la Ascensión. No hay otro modo de pasar de una forma a otra, de un estado a otro, que el percibir este nacimiento, esta Ressurección. Esto corresponde a las modificaciones del cuerpo. Esto corresponde a la conciencia de que usted no es este cuerpo sino que usted está en este cuerpo. Esto corresponde al mecanismo de la Disolución, efectivamente.
Pregunta: ¿ hay una diferencia entre Ascensión y Asunción?
Lo que viví, encarnada en un cuerpo de carne, como usted, es una Asunción. Es decir que mi cuerpo de carne se elevó. El proceso es diferente para usted, porque si hay Asunción, esta Asunción de este cuerpo estrictamente no le servirá para nada. Simplemente, es necesario, para algunos de ustedes, vivir la Asunción, es decir que este cuerpo ascendiera, él también. No para encontrarse a conservarlo sobre el largo tiempo, sino para vivir de sus memorias, no para usted sino que serán útiles para lo que tarda en cumplirse en el conjunto de los mundos todavía no libertados. Usted mismo(a) comprobará, que viviendo los mecanismos de Disolución, viviendo lo que usted Es: la Gracia, este género de pregunta no podrá más rozarle. Porque en aquel momento, está encontrándo, usted mismo(a) lo que vive. Usted está en este cuerpo pero usted sabe que usted no es este cuerpo. Y lo que usted vive se lo confirma, aunque se haga en este cuerpo. Así como esto ha sido dicho, no es usted quien desaparece, es la ilusión, lo efímero. Usted nace, resucita, usted encuentra la Libertad y el Amor que usted Es.
No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Entonces, como será cada vez más el caso en el momento de nuestras llegadas, que sea en los momentos cuando usted es presente a escucharme u otros, que esto sea en los momentos de sus lecturas o de escuchas, y como ya es el caso para un número de ustedes, usted comprueba, leyendo, escuchando, siendo presente, cuando la conciencia desaparece, cuando usted se duerme, o mientras que usted pasa en Absoluto. Es la verdad estricta. Entonces le propongo, hoy (y como sus preguntas cesaron), de vivir un momento de Comunión, de Fusión, de Disolución, acogiendo el Coro de los Ángeles, acogiendo el Amor. Desde este instante, Comulguemos, conjuntos, en el silencio completo de mis palabras. No haga nada. Sea, simplemente, aquí conmigo, contigo.
... Distribución del Don de la Gracia...
En este silencio, en esta Paz, allí dónde nada más de esto que es efímero puede tocarle, la Gracia le toca. El Coro de los Ángeles y la Paz están allí. Llámenos, responderemos.
... Distribución del Don de la Gracia...
Entre nosotros, la distancia es abolida.
... Distribución del Don de la gracia...
Le invito, y nosotros todos le invitamos, a reunirnos. Porque allí dónde estamos, es allí dónde usted está, en esta Morada de Paz Suprema, en este Don de la Gracia, en el Amor.
... Distribución del Don de la Gracia...
En este Silencio lleno de Amor, lleno de ustedes mismos, hay una Totalidad, hay un Absoluto. Hay también este cuerpo, hay también esto efímero, pero ellos desaparecen.
... Distribución del Don de la Gracia...
Soy MARÍA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Me quedo a sus lados para la Eternidad, si tal es su elección. Vuelvo a su llamada, vuelvo para vosotros todos, acompañada, esta tarde a las 22 horas, por el conjunto de los Antiguos, por el conjunto de las Estrellas y de los Arcángeles, para vivir la Gracia. Les Quiero, en Libertad.
... Distribución del Don de la Gracia...
Hasta pronto.
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