lunes, 21 de marzo de 2016

UN AMIGO - Marzo 2016



















Soy Un Amigo. De mi corazón a cada uno de vuestros corazones, la Paz y el Amor.

…Silencio …

Hermanas y hermanos, en vuestra humanidad y en vuestra divinidad, voy a hablaros hoy de cosas extremadamente simples. Si necesitáis de algunas palabras o de algunas denominaciones, lo que voy a daros son algunos consejos, extremadamente simples, que os incumbe averiguar y experimentar. Podría llamarse el yoga de la Verdadera Vida, que necesitará de diversos elementos que ahora voy a explicar. Se inscribe en la continuación lógica, tanto de la manifestación del Espíritu del Sol, del Coro de los Ángeles, como de vuestro propio estado actual, de manera colectiva y personal.

El primer elemento del que quisiera hablaros es el que llamaría la espontaneidad. Estos consejos son muy simples, no requieren de ningún movimiento de vibraciones o de energía, sino únicamente de vuestra conciencia en su globalidad, en lo que vive, experimenta y siente durante este particular período. La espontaneidad se refiere pues a vuestra capacidad, sea cual sea la circunstancia que tengáis que vivir, a permanecer espontáneo. Esto permitirá de manera general, afinar el proceso de la conciencia manifestada en este mundo, a caballo, como sabéis, entre vuestra conciencia común, habitual, y la conciencia de la Eternidad, con diferentes proporciones según cada cual.

La espontaneidad consiste en no reflexionar, en dejar emerger lo que aparezca de manera espontánea en cualquier circunstancia, con cualquier relación en vuestras vidas, en los hechos más sencillos. Tened por costumbre, por la observación y la experiencia, de dejar que ocurra lo que debe ocurrir en lo que jugáis sobre esta escena, procurando no utilizar vuestra herramienta intelectual, la reflexión, o alguna circunstancia adaptada. Frente a algún elemento produciéndose en vuestras vidas, la costumbre requiere que tengáis siempre como referencia vuestro pasado, la referencia a la situación o a la relación, el papel y la función de cada uno, así como el significado de un acontecimiento sobreviniendo en vuestras vidas, sea cual sea.

Tratad de dejar todo esto atrás. La espontaneidad os permitirá que se viva lo que tiene que vivirse en cada instante, que se trate de una subida emocional, que se trate de una acción inmediata y espontánea. El simple hecho de adoptar este comportamiento a diario y de manera rutinaria, os permitirá veros en acción en el seno de la persona, y os permitirá integrar esta noción de ir más allá de la persona y entonces, en definitiva, acercaros, si no se ha hecho ya, e incluso vivir, la desaparición de la persona.

La espontaneidad es esencial porque traduce lo que remonta de vuestra persona, como de vuestra alma o de vuestras profundidades. Observándolo, y sin reflexionar con respecto a unas normas de comportamiento, unas normas sociales o incluso unas normas emocionales, identificaréis lo que motiva este tipo de reacción que producís, este tipo de acción, este tipo de emoción, y hasta vuestras costumbres cotidianas y rutinarias os aparecerán por lo que son, es decir, perteneciendo simplemente a lo que manifestáis en la superficie de este mundo y no a lo que sois.

Ser espontáneo, es no reflexionar. Ser espontáneo, es no refrenar nada. Ser espontáneo, es estar disponible  total e integralmente para vivir lo que hay que vivir en este período para cada uno de vosotros. La espontaneidad desemboca pues, en la desaparición, la transparencia y la humildad. No requiere por vuestra parte de ningún esfuerzo de vigilancia, sino un relajamiento como si, y digo bien como si, os dejaseis llevar por la Vida, sin que interviniese vuestra propia persona.

Incluso si hay alguna ofensa, dejad subir lo que suba, no os tenséis. Y si la reacción es violenta, que sea interior o exterior, y solamente en este caso - lo que es bastante raro -, os reenvío al hecho de aplazar conscientemente cualquier forma de reacción a unas horas más tarde. Salvo estos casos extremos, es posible ver cualquier emoción por lo que es, es decir, una reacción de la persona, una reacción de la sociedad, y que no tiene nada que ver con lo que sois en el seno de vuestra eternidad. Esto creará de manera habitual un distanciamiento, el sentimiento real de veros actuar, sin que lo que sois actúe.

La mayoría de lo que ocurre con vuestras relaciones, sea cual sea el entorno, siempre está, aunque seáis unos liberados vivientes, impreso por las costumbres, por la historia, aunque lo hayáis superado. De hecho, los liberados vivientes os dirán, si conocéis alguno, de manera precisa lo que pasa en el momento en que una acción no sale de la persona y cuando es vista como algo efímero. Es independiente por ejemplo, como decía, de la respuesta del corazón o de la amplificación de vuestras vibraciones o de vuestras Coronas, que habéis podido activar por ejemplo, con los consejos de nuestro Comendador hace más de un año y medio.

Lo que digo hoy es profundamente diferente, y sin embargo está totalmente adaptado a lo que sucede en vuestro campo de conciencia, como en el campo de la conciencia colectiva de la humanidad. Ver con claridad, y distanciarse sin renunciar a ningún elemento refiriéndose a lo que sois, que sea para vuestra persona como más allá de ella, situará automáticamente y simplemente vuestro punto de vista en el seno de la Eternidad en detrimento del efímero. Podrá pareceros, durante las primeras experiencias, como un sentimiento extraño de desdoblamiento; para nada. Porque muy rápidamente observaréis que os estáis acostumbrando de manera evidente a este punto de vista diferente, coloreado de lo que sois en eternidad, y no de lo que conocéis en el seno de vuestro efímero, inscrito entre el nacimiento y la muerte de este cuerpo.

Observaréis también que adoptando esta espontaneidad, una particular paz aflorará, sea cual sea la emoción manifestada, aunque se trate de una ira o de un miedo, o de la emoción que sea. Os permitirá entonces identificar claramente, cada vez más fácilmente, lo que sois y lo que no sois. Observaréis también que el conjunto de lo que podía pareceros abrupto, infranqueable, imposible de superar, una emoción, una costumbre, se realizará espontáneamente sin ninguna acción de vuestra persona, ya que de todos modos estáis en el punto de vista diferente de la espontaneidad.

La persona no conoce la espontaneidad, que sea en las relaciones, que sea en el ejercicio de alguna actividad, porque siempre está coloreado por la experiencia, por la costumbre, y por la repetición. Hoy, la espontaneidad os lleva a ser cada vez más nuevo, en cualquier circunstancia, en cada aliento, en cada imprevisto como en cada previsto, dándoos entonces la capacidad de dejar nacer lo que ya está allí, es decir mucho más que la paz: el Amor incondicionado. Corresponde perfectamente a lo que fue explicado por las Trinidades Arcangélicas y del Femenino sagrado.

Si adoptáis esta espontaneidad, comprobaréis con facilidad una modificación de vuestros estados de humor, una modificación de vuestras necesidades fisiológicas, así como una pérdida de identificación hacia lo que hasta ahora os tenía atados, si puedo decirlo así, a unas normas de comportamiento del pasado, a unas historias, a unas memorias, a unas heridas o incluso a unas alegrías. Descubriréis la libertad de ser, durante estos instantes, sin necesidad de refugiaros, de alinearos, o de preguntar a vuestro corazón.

Esta espontaneidad permite la desaparición del fuego vital y su sustitución por el fuego vibral, que percibáis o no las vibraciones. La acción de este fuego vibral se hará entonces de una manera privilegiada sobre los síntomas corporales, físicos, sensibles, que sentíais habitualmente, que sea un dolor en un lugar especifico de vuestro cuerpo, un gesto en particular, o incluso unos síntomas recurrentes sobreviniendo en el caso de emociones fuertes o de contrariedad.

El segundo elemento que abordaré después de la espontaneidad, se referirá directamente al Amor, en cualquier relación y en cualquier circunstancia que viváis habitualmente, como frente a cualquier imprevisto. Por supuesto, vuestra persona o lo que sois en realidad, manifiesta y trata de manifestar el Amor, sean cuales sean las eventuales ofensas, para algunos de vosotros, que podíais todavía sentir en vuestro interior con determinadas relaciones. El Amor del que hablo, que es incondicionado, no le importa vuestras costumbres y vuestro amor personal, aunque legítimo, respecto a vuestros allegados, a vuestras pasiones o a vuestros intereses. Este Amor no depende ni de vosotros, ni del otro, ni de la situación sea cual sea, sino que es una emanación espontánea de vuestro ser, situándose o acercándose a su eternidad.

En ese momento observaréis mucho más que lo que fue llamado hace años, la Fluidez de la Unidad. Comprobaréis de manera global, y cada vez más claramente, que el conjunto de lo que son vuestras atenciones, vuestras ideas, o incluso vuestros actos, se realizan con prontitud y sin demora. Hay también ahí, a través de la inmediatez, una percepción directa de lo que es el Amor y su vivencia, sin ninguna condición y sin ninguna persona, aboliendo definitivamente y de manera a menudo abrupta ahora, la diferencia que podéis percibir a través de algunas formas diferentes, de algunos atractivos diferentes o de algunas situaciones diferentes.

Esto os ayudará también a concretar y ver, por vosotros mismos, lo que se llamó hace algunos años: “la escena de teatro”, “el observador” y “el actor dentro de la escena de teatro”. Esto os hará aumentar, sin trabajarlo, el estado de elevación vibratoria, aunque no lo percibáis, facilitándoos cada vez más el acceso a la Paz y a la tranquilidad. Sin esfuerzo, sin necesitar dejar una situación o a una persona, sino situándoos en lo que se ha llamado, el corazón del Corazón.

Tened en cuenta que la Inteligencia de la Luz, por su importancia actual, desde el momento en que llevéis vuestra conciencia y vuestra atención sobre la espontaneidad, en un principio, y sobre lo que vengo a ofreceros ahora, os permitirá realizar la Verdad del Amor, la Verdad de la Unidad y la realidad de la acción trascendente del Amor, ante cualquier dificultad. Esto contribuirá, en gran medida, a la noción de perdón, pero ese perdón no vendrá de la persona ni de una intención, sino simplemente de la intención de Amor manifestada previamente, ante cualquier circunstancia.

El tercer elemento del que quiero hablaros, concierne al yoga de la Verdadera Vida, pero comprended que se trata de algo que no coincide con lo que os comuniqué hace ya algunos años, sobre el yoga de la Unidad o de la Verdad. Ahora habéis vuelto, de alguna manera, a prácticas y aplicaciones concretas de lo que sois en Eternidad, en algunos casos y en cualquier tipo de relación.

Esta toma de distancia, muy pronto terminará en ausencia de distancia entre todo y entre todos. Eso os permitirá verificar en la misma experiencia, que vuestro punto de vista no tiene más valor que el del otro. En esta situación, no hay ni responsabilidad ni culpabilidad del uno o del otro, hay disonancia que corresponde a la ley de atracción, relacionado con lo que se tiene que aclarar, con el “cara a cara”, pero que no tiene ninguna objetividad desde el instante en que vuestro punto de vista se sitúa fuera de vuestra persona, y diría también, fuera del ego o de la ventaja personal, ya que en ese momento no habrá más, ni vosotros ni el otro.

De todos estos elementos que os he dado ahora, el más importante es y seguirá siendo, como comprobaréis si no está ya hecho, la espontaneidad. La espontaneidad es también un factor esencial de la Libertad y, también, de la autonomía. En efecto, no puede existir Libertad y Autonomía, sin espontaneidad. La espontaneidad debe expresarse aquí y ahora, en el instante presente, sin tener en cuenta nada más que lo que se vive de manera intensa en ese momento, ya sea el acto cotidiano más benigno, ya sea una confrontación importante con otra persona. Poner la Luz delante, es dejar a la Luz actuar sin interferir, al menos por uno de los dos lados de la relación (en este caso, vosotros).

Recordad que no se trata de explicar lo que vais a vivir. No es cuestión de encontrar una causa o de buscar otra cosa que el Amor que se despliega y que vendrá a pacificar todas las circunstancias que puedan todavía resistir en vosotros, tanto en vuestro entorno como en vosotros mismos, en cada situación. Esto también os permitirá vivir el estado de Gracia con cada vez más frecuencia; ese estado de Gracia que no perturba lo que está sucediendo en vuestra vida, ya sea por vuestra intención o por intención de las circunstancias de la Luz en vuestro entorno.

Os recuerdo que, si experimentáis algunas dificultades en la espontaneidad o en otros criterios que he desarrollado, os bastará simplemente con posponer esa emoción unas horas y veréis, por vosotros mismos, que ha desaparecido o, simplemente (si no ha desaparecido de la situación, de la relación o de la emoción), pensad en respirar ampliamente. Esta respiración activa, como sabéis, la penetración de las moléculas vibrales a través del bazo, de la cabeza o de los pies, que vienen entonces a impulsar el sentido mismo de la desaparición de una persona y a solucionar, por la Gracia de la Luz y no por vuestra voluntad o por vuestros hábitos, lo que parece que debe ser solucionado. Y hará desaparecer de vosotros, todo resentimiento y toda búsqueda de culpabilidad hacia vosotros mismos o hacia otro, desencadenando, como ya se ha explicado, el perdón total, lo que es “amar” y “estar en paz”, a la vez que os concienciáis de que todo eso es una “escena de teatro”, sin implicar emoción o reacción.

Esto os fortalecerá en el sentido de vuestra Presencia, incluso dentro de este mundo (no estando en este mundo, vosotros estaréis todavía más presentes en este mundo), y permitirá tomar distancia en todo lo relacionado con vuestros afectos, vuestros engramas, vuestras alegrías, así como vuestros desagrados. No estaréis identificados ni a vuestras alegrías, ni a vuestros placeres, ni a vuestras iras, ni a vuestras emociones; incluso para aquellos de vosotros a los que os quedan estos elementos en proporciones aparentes, incluso molestas, en la actualidad.

Notaréis también que, en el contexto de lo que se llamó el año pasado, la “co-creación consciente, las palabras y las acciones que salgan de vosotros, no tendrán nada que ver con las habituales. Se trasformará vuestra voz, vuestro discurso será profundamente diferente, vuestra mirada cambiará, vuestros gestos serán distintos, lo que derivará en mayor facilidad y más evidencia en vuestra vida, independientemente de lo que vayáis a vivir en este período. Esto os hará salir definitivamente de la noción de emergencia, de la noción de “búsqueda de señales”, porque vosotros no tendréis entonces, ninguna necesidad de señales geofísicas o económicas, lo que os sitúa en la finalización de la proyección relativa a cualquier esperanza o a cualquier expectativa.

Nuestro Comendador os ha explicado que no había fecha, porque no dependéis de una fecha. Sólo dependen de una fecha, los eventos colectivos, pero no el evento individual. En otras palabras, en vuestro discurso occidental significa que vivís real y concretamente el proceso ascensional, algunos de vosotros, previo a la Liberación colectiva que os da acceso a lo Ilimitado y al sentimiento real de libertad interior; algo que ninguna libertad exterior podría aportar. Ya estéis incapacitados, seáis ricos, estéis enfermos, seáis abuelos o jóvenes, eso no representa diferencia alguna y será palpable, podríamos decir.

Ya he hablado durante este yoga, que podréis observar una modificación en vuestra fisiología. Concierne, principalmente, a la cantidad de sueño, a la cantidad de alimentos que necesitáis concretamente. Notaréis que cuanto más estéis en esta paz, en esta alegría, cuanto más estéis inscritos en el punto de vista de la Eternidad, menos necesitaréis consumir en este mundo, en el nivel que sea. Vuestra alimentación se volverá real y concretamente, interior. En ese momento notaréis, por ejemplo, que podéis llevar una actividad física intensa sin tener necesidad de nutrientes, azúcar o alimentos. Eso puede ocurrir en todos los dominios. Si sois artista, os daréis cuenta que una mayor espontaneidad os ayuda a manifestar vuestro arte sin esfuerzo. En las relaciones afectivas, estaréis alejados de todo lo que os pueda herir, incluso dentro de un amor humano más auténtico. La Paz, no será vivida únicamente durante vuestras desapariciones o alineaciones, sino que será algo omnipresente en cada minuto de vuestra vida.

Pero para eso, es necesario arrancar e iniciar el proceso, y la palabra clave que debéis guardar en vuestro Espíritu es la noción de “espontaneidad”, porque todo fluye de eso. La Luz es libre y no depende de ninguna circunstancia, lo sabéis; algunos lo vivís en vuestro interior. Ahora conviene que manifestéis eso. Como diría el Comendador, actualizadlo dentro de este mundo, dentro de vuestra vida, dentro de toda relación, sin ninguna excepción.

Sea cual sea el efecto que pueda manifestarse en algo vivido como violento o de cualquier naturaleza, en un primer momento, encontraréis vuestra espontaneidad. Aunque exista ira, a menos que sea especialmente violenta, dejadla, no para vivirla, sino para comprobar que no sois esa ira que surge y que se trata de mecanismos inconscientes rutinarios vinculados a la esfera del ego, a la esfera de las emociones o aún, de los hábitos.

Es muy sencillo, implementar esta postura. Una vez que se ha inicializado como os he dicho, se establecerá cada vez con más facilidad y con mayor capacidad de resiliencia, de trascendencia y, por supuesto, de superaros a vosotros mismos sin esfuerzos y sin querer captar o controlar a la persona que sea, la relación o la situación que sea. Así, devolveréis al otro, como a vosotros mismos, la libertad.

La circunstancia, la relación, la interacción dejará de corresponderse con esquemas previamente establecidos e inscritos en vuestro programa de vida. Habrá un escenario teatral entonces totalmente espontáneo y que antecede, por así decirlo, a la desaparición del actor, así como del espectador, así como del mismo escenario teatral. Por lo demás, sin daros cuenta de ello, algunos de vosotros se han acercado a tales estados, incluso sin ser liberados vivientes. Es el momento cuando – durante una conversación, durante una acción decidida por vosotros – todo se difumina, la misma intención deja de existir, lo que estabais diciendo deja de existir, hay un silencio, como una especie de agujero negro que os traga en ese momento. No echéis pestes porque esto corresponde exactamente al proceso de la espontaneidad vivido con desarmonía, donde hay una diferencia entre la persona y vuestra eternidad, lo que produce que la persona se encuentre como petrificada. Reíd de ello pues se trata de un primer esbozo de la espontaneidad.

Si ponéis atención en esta espontaneidad dejaréis incluso de ser turbados por esos fenómenos que se interponen con vuestra voluntad personal, con vuestras acciones o incluso con vuestras discusiones. Os colocaréis entonces instantáneamente en la paz y entonces la vida seguirá fluyendo pero nunca más seréis el mismo en circunstancias idénticas.  

Poco a poco aprenderéis – a veces de manera muy violenta, a través por las resonancias que se crean – lo que podríais llamar oposiciones y confrontaciones violentas pero todo eso irá apagándose porque la paz será efectivamente más fuerte que el antagonismo. Esto corresponde de manera individual, en forma reducida, a lo que fue llamado por las profecías « los tres días de tinieblas » o « los tres días de estasis ». Ya no se trata de desaparecer de este mundo – aunque esto os suceda más y más a vosotros – sino de encarnar por completo el Amor en el seno de la simplicidad, en el seno del aquí y el ahora, a fin de que realmente la persona desaparezca mediante el poder del mismo Amor.

Si aceptáis estos mecanismos que acabo de describir y si los implementáis, comprobaréis fácilmente sus efectos en vuestro bienestar y, además, en vuestra misma persona comprobaréis la desaparición de los puntos de tensión. Más allá de la modificación de las necesidades como ya dije, una paz nueva, un estado del ser diferente aparecerá, donde todo lo que tenga que ver con el aspecto vibral, incluso el más intenso, se manifestará, será percibido, pero sin llevar más vuestra conciencia al Corazón del Corazón pues os habréis convertido vosotros mismos en vuestra vida - bajo cualquier circunstancia y en toda relación - en el Corazón del Corazón, es decir en el Amor. En ese momento habréis trascendido realmente vuestra propia persona, la resiliencia  y la trascendencia serán pues totales y cada vez más evidentes para vosotros como alrededor vuestro.

Tened presente que – en caso de dificultades – podéis acudir a la práctica de ciertas expiraciones e inspiraciones. Si sentís el sonido del alma, entonces acudid al sonido de alma que os corresponde. Si sentís el Canal Marial, tened presente en ese momento – y solamente en las etapas primeras – vuestro Canal Marial. Sin embargo, tened cuidado en no acostumbraros a un elemento de respuesta como, por ejemplo, la respuesta del corazón o la respuesta vibratoria porque – en un momento dado – esto también tiene que desaparecer para dejar espacio a la transparencia más total y a la Vida en su esencia, más allá de toda persona, aunque se trate de dos personas.

Notaréis – aunque no hayáis experimentado hasta ahora la liberación a través de la Onda de Vida, aunque no conozcáis los tres componentes de la Onda de Vida – notaréis – en las situaciones donde la Luz os exhorte a la espontaneidad – que se dan manifestaciones sensibles en varias partes de la planta del pie. Esto es una llamada. No para más Luz sino para estar perfectamente presentes en lo que os corresponde vivir. « Perfectamente presentes » significa, por supuesto, no referirse a un pasado, no referirse a una herida pasada aunque todavía viva, y no referirse a un convenio social o moral, o incluso afectivo en la relación entre dos personas.

En el seno de esta espontaneidad, cuando ésta esté suficientemente aparente, como ya dije, vuestra voz dejará de ser la misma pero también la voz del otro. Ello corresponde efectivamente a la desaparición de las dos personalidades dejando al desnudo, en cierto modo, el Amor. Comprobaréis también ciertas modificaciones, no de vuestra conciencia o de vuestras percepciones, sino de la acción directa de la Luz ya no sólo en lo que sois, ya no sólo en la relación, sino directamente a través de unos signos evidentes de sincronicidad. Ya sea al pasear en el seno de la naturaleza donde recibiréis una ayuda acrecentada por parte de los pueblos elementales, ya sea en sueño, ya sea a través de los contactos interdimensionales o ya sea en lo que se suele llamar, por ejemplo, telepatía, comprobaréis que - al pensar en alguien - éste os llama, que – al pensar en cierto tipo de relación que puede pareceros golpeada y sufriente – ésta se suaviza independientemente incluso de todo encuentro o contacto. Así es cómo – independientemente de la circunstancia o de la persona con quien estéis en relación – el Amor se crea. En este caso también ningún esfuerzo es necesario porque – a partir del momento en que dejáis de sentiros como una persona - el Amor ocupa todo el espacio vuestro y el espacio del otro, disolviendo literalmente las heridas que, en definitiva, no existen sino a través de las deformaciones del cara a cara y nada más.

Se trata pues - hoy más que nunca - de una práctica en el terreno de la 3era dimensión de todo cuanto ha sido experimentado interiormente a nivel del proceso vibratorio, a nivel de lecturas y a nivel de transformaciones sucesivas en estos años. Se trata pues de una fina terminación y – más aún – de una forma de preparación final para asegurar vuestra capacidad a desaparecer en los momentos de la Llamada de María.

Obviamente otros signos os han sido proporcionados, como la capacidad para desaparecer, pero esto os mostrará, de manera más segura, que existe cada vez menos apego a la persona, al mismo tiempo que estáis más interesados en el Amor, ya sea hacia un niño, ya sea en una pasión o en cualquier conflicto que sea porque el Amor no sabe nada de eso y sois el Amor.

Os vais a dar cuenta, de que todo lo que cuenta para vosotros, sólo os mantiene en el corazón. Comprobareis que cuando vuestro amor está condicionado, os conduce inexorablemente en la contrariedad y al sufrimiento. No puede ser de otro modo, y cada vez más ahora. Si salís de la espontaneidad, constatareis también que el sufrimiento vuelve, cualquiera que sea. Si os acercáis a la espontaneidad, el sufrimiento refluirá sin ninguna acción exterior, ni voluntad de hacer desaparecer este sufrimiento. Se evaporará literalmente por la potencia del Amor, y por la desaparición de vuestra persona. Seréis efectivamente y concretamente liberados de la persona sin necesitar de pasar, si puedo decir, por los mecanismos de vibración de la Onda de Vida, por el Canal Marial o por cualquier estado vivido hasta ahora, o no.

La espontaneidad es la simplicidad de la Vida, en sus mecanismos y engranajes más mundanos, si puedo decir, la que paradójicamente os conducen a la Eternidad y al Cielo. Os invito a hacer la experiencia y de vivirla. Sin embargo, si esto os parece como no concluyente, esto querrá decir simplemente que existe en vuestra persona un mecanismo de control inconsciente que no quiere soltar.

Entonces sólo existe a este nivel un único mecanismo inconsciente de control que impide la espontaneidad, que llamo: el miedo a la muerte. Os convendrá entonces de preguntaros, de manera filosófica, a vosotros, lo que significa la muerte. Observareis entonces en ese momento, que en el instante en que evocáis el principio de la muerte, para vosotros como para un cercano o como para todo el mundo, nacerá una forma de tensión que estará siempre localizada en la garganta, o bien en el pecho.

El simple hecho de ver y de identificar esto, os permitirá sin acción alguna, viendo esta molestia o sufrimiento, con la mirada simple, os permitirá de disolver este bloqueo, mostrando ahí mismo, que cualquiera que sea lo que vivís, cualquiera que sea el grado de libertad que vivisteis, vuestra búsqueda espiritual se hizo por el miedo de vuestra propia desaparición. Incluso y sobre todo, los de entre nuestros hermanos y hermanas, que dirían que no tienen miedo a la muerte porque ellos vivieron fuera de este cuerpo, que vivieron algunas experiencias fuera del cuerpo, reportándoles a decir que sobreviven a la muerte. Más exactamente, no es el miedo de la desaparición o de la muerte, sino el miedo del paso por las puertas de la muerte. Ahí no podéis hacer nada, mientras no estéis totalmente liberados de vosotros mismos. Esto se llama los reflejos arcaicos de supervivencia, inscritos en los programas de vida en este mundo.

Sólo el Amor puede poner fin a eso. No podéis poner fin a eso por vosotros mismos. No podéis poner final a eso por cualquier trabajo, cualquiera que sea, y para muchos, incluso por cualquier experiencia que sea, incluso de contactos con seres de Luz, o desencarnados, allegados vuestros o no, o contactos con otra forma de entidad dándoles la seguridad, si puedo decir, de un más allá.

Pero no es todo, porque pasar de un estado a otro, es y permanecerá siendo siempre un Tránsito. Así como en todo tránsito, conviene de dejar atrás lo que estorba. No pueden pasar de un estado a otro, sin haber puesto previamente el Amor por delante, porque el Tránsito es siempre un nuevo nacimiento, y un acceso a lo desconocido que aterroriza, por los reflejos de supervivencia inscritos en vuestro efímero.

Os hablé también de vuestra voz y de vuestro estado interior, de la Paz que se establecerá en ese momento. Comprobareis también muy pronto que incluso en nuestras intervenciones como Ancianos - y esto valdrá también para las Estrellas como para los Arcángeles -, que todos ellos, vosotros como nosotros, hablarán en la misma voz, en la misma frecuencia y al mismo ritmo.

Esto corresponde totalmente al 11º cuerpo, es decir el Verbo Creador, y está en relación directa con la co-creación consciente y lo que expresaron los Arcángeles de la Tri-Unidad arcangélica, así como las Estrellas responsables de la Tri-Unidad del femenino sagrado. Es pues la integración, en vuestro efímero, de la dimensión del Andrógino Primordial, expresándose por el Verbo, irradiando el Amor, dejando lugar al Cristo y comunicándose de manera directa con los demás planos.

Esto os permitirá, si todavía no está hecho, de activar lo que fue llamado hace mucho tiempo, la Merkabah interdimensional personal, la percepción del Lemniscata Sagrado, o la vivencia del Lemniscata Sagrado. Os incumbe de descubrirlo, si todavía no lo está, las diversas manifestaciones que puedan producirse en esa ocasión.

Os dejamos el tiempo de la experimentación, y esperamos tener la oportunidad, si el tiempo nos lo permite, de dar explicaciones respecto a esto – y que sin embargo no necesitan de ser dadas, pero que os agradarán de alguna forma.

Permitidme de poner final a mis palabras y de estar con vosotros en la instalación de la Tri-Unidad descrita estos últimos días. Saludo vuestra Eternidad, saludo vuestra Llama y saludo el Amor que Somos. Me quedo ahora con vosotros en silencio, al lado vuestro, de cada uno, como en vosotros, unos instantes.

Entonces juntos, acojámonos.

...Silencio …

Soy Un Amigo. Del corazón del Uno, al Corazón del Uno.

...Silencio …


Hasta la vista.


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