martes, 19 de septiembre de 2017

MARÍA


Septiembre 2017

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Mis queridos hijos, compartamos juntos, primero, un instante de comunión y de Teofanía, en la Paz del Corazón.

…Silencio…

Que el Manto Azul de la Gracia, recubra vuestros hombros.

Mi intervención es continuación de la de Uriel. Él os ha animado a que permanezcáis en vuestro Corazón en este período preciso; no se trata de una cita con nosotros sino con vosotros mismos. Entre el equinoccio de otoño y la fiesta de los Arcángeles, se reúnen una serie de condiciones, a nivel celestial y terrestre que ocasionarán una gran afluencia de radiación procedente del cielo y de la Tierra que vuestros instrumentos de medición podrán apreciar en su justo valor y que, sobre todo, vuestro corazón podrá percibirlo en vuestro interior.

En efecto, durante este lapso de tiempo, muchos de vosotros encontraréis un mecanismo que podríais denominar “expansión o ampliación de vuestra conciencia” y que os dará la oportunidad, si lo deseáis, de vivir el corazón de forma más natural, de ver algo o totalmente de lo que es la Eternidad en esta carne y en esta conciencia ordinaria, limitada, donde estáis todavía.

Ciertamente, la intensidad de la triple radiación -de la Fuente, de la radiación ultravioleta y la radiación del Espíritu Santo de Sirius- se incrementará enormemente. Por supuesto, el núcleo cristalino de la Tierra, en reacción y resonancia, ejercerá un impulso intenso de Luz. Como os ha dicho el Arcángel Uriel, independientemente de la fecha de mi Llamada -que nadie conoce-, este evento tendrá lugar. Viene a ser una sucesión de radiaciones e impulsos que os llamarán a todos, a cada uno de vosotros, a encontraros en el corazón con prioridad.

La calidad de la conciencia, en estos días, así como la calidad de las radiaciones de las que os hablo, serán suficientemente importantes como para permitiros a muchos (nosotros lo esperamos y lo anhelamos ardientemente) descubrir la verdad del corazón, no en la cabeza, no en las ideas, sino en la vivencia íntima de vuestro “cara a cara” entre lo efímero y lo Eterno. Como os ha manifestado el Arcángel Uriel, no se requiere utilizar ni protocolo ni ritual, sino estar presente en vosotros mismos con toda la inocencia, con toda espontaneidad y tal vez atentos, o si preferís, como observadores de lo que suceda en vosotros.

La cima de este proceso, por supuesto, se alcanzará el día de la fiesta de los Arcángeles, pero para cada uno de vosotros, esta cima podrá producirse de forma individual en cualquier día del período comprendido entre el equinoccio y la fiesta de los Arcángeles. Esto volverá a ocurrir, no solo una vez sino en muchas ocasiones que no puedo todavía precisar, pero esperad a ser llamados por vuestra Luz, por vuestro corazón, a experimentar algo que posiblemente no hayáis vivido nunca, pero que en un caso como en otro, vendrá a iluminaros el interior, más allá de vuestra cabeza, de vuestro mental, de vuestra persona y os hará levantar más o menos en totalidad, los últimos velos de la separación.

No habrá mejor prueba, si me permitís decirlo, de la realidad y de la verdad del corazón hasta mi Llamada. Sé, de hecho, que el Comendador durante su intervención a finales de agosto, que tuvo el honor de llevar a cabo en mi lugar, os manifestó que no habría más gracias hasta mi Llamada. El despliegue del escenario de la Tierra nos permite esta oportunidad. Recordad que solo es cuestión de conectaros con vosotros mismos, con vuestra eternidad, y como ya os han dicho, tanto la Fuente como el Arcángel Uriel, acoger todo lo que se presente.

Repito que no necesitáis prepararos porque no hay citas formales, solo hay momentos a lo largo de vuestros días y vuestras noches que serán obviamente diferentes. No puedo explicároslo, porque será profundamente diferente para cada uno de vosotros, lo que se manifieste interiormente, pero la finalidad es exactamente la misma: la de impulsar en vosotros la capacidad de dejar que emerja el corazón, la Verdad y la Belleza, dentro de este mundo.

Podréis constatar por vosotros mismos, además, las modificaciones que se producen tanto en la Tierra como en el Sol, de forma fácil, a día de hoy, pero lo más importante no es eso. Lo que importa realmente no son esos elementos no esperados o los que ya habéis vivido, sino los resultados y los frutos que serán obtenidos y que aparecerán con claridad los días en que los viváis y en los siguientes. De hecho, se trata de manifestar el Amor -incondicionado e incondicional- de forma más amplia, más perceptible y más visible.

No os sorprendáis, sea cual sea el desarrollo de lo que os acaece que, repito, será diferente en cada uno de vosotros, pero que el objetivo será el mismo: acercaros más a ese “velad y orad” que consiste en estar de acuerdo con la eternidad de vuestro corazón, de vuestra Presencia y de vuestro Amor.

…Silencio…

Eso será suficientemente perceptible, aunque no comprensible, para observar, durante la experiencia, durante esos impulsos, el cambio de vuestro punto de vista o el emplazamiento de vuestra conciencia, llevándoos a algunos a descubrir al observador o el testigo; a otros a descubrir lo que se mantiene sobre vuestra conciencia; a otros finalmente, a vivir un sentimiento de ligereza, un soplo de Amor. En otros casos, un cambio, que no puede especificarse más que esto, pero que os hará prestar más atención a lo que sucede en la Eternidad a un nivel más alto del que hayáis alcanzado hasta ahora.

Dondequiera que estéis en la Tierra, tanto si estáis ocupados, si estás disponibles como si estáis dormidos, no habrá ninguna diferencia; por eso no se requiere ninguna preparación, no se necesitan reuniones, sino estar alerta sin preguntar nada, sin esperar nada, solo atentos y vigilantes de lo que sucede. Da lo mismo que llaméis a eso, energía, vibración, conciencia, cuerpo, desarrollo de vuestra vida. Lo importante, repito, no es la experiencia que vais a vivir o el cúmulo de experiencias que serán vividas durante este lapso de tiempo -que culminará el 29 de septiembre- sino demostraros a vosotros mismos, independientemente de lo que hayáis vivido hasta ahora, una verdad más segura y más inmutable en vuestra experiencia.

No necesitáis en estos “cara a cara” íntimos entre vuestra eternidad y vuestro efímero, pedirnos ayuda. Tanto por el Canal Marial como en el interior de vuestro corazón, debéis estar solos frente a vosotros mismos, en vosotros mismos. Uriel es de alguna manera, el que dirigirá todo lo que se desarrollará durante esta semana que, os repito, será muy diferente para cada uno. No es cuestión de dar unas líneas generales sino deciros simplemente que a posteriori y muy rápidamente, os daréis cuenta de las diferencias sucesivas que se presenten.  

Lo que se puede decir es, simplemente, que los resultados esperados, no de la experiencia, sino después, en los días siguientes, serán el de una mayor facilidad para estar en Paz, una mayor facilidad para ser espontáneos y abandonaros a la Verdad. Sea cual sea el lugar del que hayáis salido antes de esta fecha, observaréis a continuación que la Alegría crecerá independientemente de los acontecimientos de la Tierra, de mi Llamada o de la visibilidad de las señales celestes. Ciertamente será cruzada una octava en esta revelación y en esta disolución que se os presenta antes que suceda, aunque no sabemos la fecha, en el último trimestre del año 2017.

Cuidado de no hacer de esto una certeza porque, como sabéis, nosotros nos vamos adaptando, tanto vosotros como nosotros, a las circunstancias que encontramos. No obstante, es la primera vez que nos parece que todos los requisitos previos están reunidos para permitir finalmente esta especie de salto de conciencia. Esto, en principio, no tiene nada que ver con mi Llamada; lo que sucederá tal vez durante este período o más tarde, en este año, no tiene ninguna importancia, porque como el Comendador os ha dicho, no sirve de nada buscar una fecha que ya ha llegado. Está en vosotros, en vuestro corazón, no puede localizarse en un calendario, sino que es la Llamada de la Luz, como jamás se ha producido, de manera mucho más sensible incluso y para mayor número de seres, la que ha podido producirse durante todos estos años, desde el descenso del Espíritu Santo en 1984, en las Bodas Celestiales de 2009 o en las etapas siguientes.

No hay ninguna urgencia para eso, como sabéis, solo debéis entrar en vosotros. Seguid lo que vuestra vida os pide hacer y, al mismo tiempo, entrad en vosotros mismos, es decir, estad vigilantes, atentos a lo que se produce. La expresión de lo que suceda es muy variada, sin embargo, más allá de la experiencia y de lo que tengáis que vivir, lo importante se sitúa precisamente después: ocurrirán grandes cambios dentro de vosotros, que se manifestarán en vuestra forma de actuar, de ver las cosas, pero más intensos todavía. Aunque haya sido intenso en vosotros, lo será aún más; si eso no ha ocurrido todavía en vosotros, los descubriréis entonces.

Por supuesto sabéis que no puede afectaros de forma colectiva y total, pero aumentará sensiblemente, la cantidad de mis hijos que serán tocados por la Gracia, permitiendo de alguna manera suavizar los acontecimientos exteriores. Como ya os habíamos anunciado y como lo veis, los Jinetes están en acción de forma cada vez más formal y más evidente por todo el mundo, pero como veis, no está concernida, de momento, toda la colectividad humana de la Tierra, sin embargo, eso basta para sacudir las falsas certezas de lo efímero, pidiéndoos no que reflexionéis, sino que os acojáis a la Alegría, no al miedo.

Se os ha repetido a menudo que cuanto más abierto esté vuestro corazón, más viviréis vuestra eternidad; cuanto más estéis en la Alegría, independientemente de la naturaleza de los acontecimientos, dolorosos para el ego, que se produzcan en vuestra vida como fuera de vuestra vida, a nivel planetario esta vez. Estad seguros que no habrá nada doloroso, solo existirá la gran alegría al descubrir, un poco más si no se ha hecho ya, lo que sois en verdad, más allá de toda búsqueda, de toda intención, de toda voluntad y de todo deseo.

Por eso se ha empleado la palabra “acoger”: acoger en Verdad y en Unidad. No tratéis de comprender, de agarrar, de apropiaros de lo que suceda en vuestra vida, en el interior de vosotros, sino estad atentos para que vuestra conciencia se dirija sobre las experiencias, únicas o múltiples, que viviréis esta semana. Llegue lo que llegue, en el plano exterior y visible, vinculado a vuestro entorno, a vuestro país, a los Elementos, eso no tendrá ninguna importancia ante lo que os sucederá a muchos en vuestra intimidad, en vuestra conciencia. Eso os conducirá a distinguir entre lo que se desarrolla en el plano efímero -y que se vuelve más y más colectivo- y lo que se está viviendo en el interior de vosotros, en vuestra intimidad. Todo eso se os ha explicado y recordado ampliamente.

No hay nada que creer, solo tenéis que ser objetivos y sinceros en todo lo relativo al interior de vosotros en vuestra intimidad y también en lo que se observa en la pantalla de este mundo relacionado no con la locura humana, sino sobre el despliegue de los elementos, del quinto Elemento, es decir, el Éter, que os recuerdo, está vinculado a la Puerta ER, pero también y sobre todo, al punto ER de la cabeza que está vinculado con la Fuente de Cristal, al Vajra, a  la Eternidad, a vuestra supraconciencia, a la Joya.

Cuantos más os sintáis, no listos, sino atentos o vigilantes, más oportunidad tendréis de observar este fenómeno que estoy describiendo. Ciertamente, más allá de las radiaciones que vienen del cosmos y de la Tierra, del núcleo cristalino, los Elementos se ajustarán y se modificarán. Eso afecta tanto a la Tierra, como al Agua, al Fuego y al Aire. No ignoréis, sin importar lo que digan los escépticos y los que están en la negación, el aumento de las modificaciones relacionadas con los Elementos y los Jinetes procedentes de todas partes, ya sea por el agua, por el hielo, por los volcanes, por los vientos, por la misma tierra. Así pues, constataréis un doble movimiento. Cualquiera que sea el tipo de evento de vuestra región o de todo el planeta, existe la paradoja aparente entre la Alegría que aumenta y esos eventos que pueden ser considerados, desde el punto de vista de lo efímero, como algo totalmente anormal.

No olvidéis que entráis de lleno, en la última etapa del Apocalipsis. Como os ha dicho el Comendador y como os han dicho otros intervinientes a comienzos de este año, todas las profecías de todos los tiempos a la que se vuelva la mirada o se lean, os anuncian exactamente el mismo evento, pero simplemente como sabéis, el objetivo no es el mismo para cada uno de vosotros, respetando así vuestra libertad de elección, vuestra libertad de Luz y vuestra libertad de conciencia. Eso no tiene nada que ver con el libre albedrío o con ninguna retribución; por el contrario, se os ha dicho que es debido a vuestra herencia, a vuestra naturaleza y a vuestra esencia.

Como veis, no se trata solamente de “velar u orar” esperando algo, sino simplemente de vivir lo que tenéis que vivir, tal vez, con más agudeza, más atención y más observación. Eso no es un gran esfuerzo ya que esta semana podréis descubrir con anticipación lo que se produce al nivel de las radiaciones emitidas por la Tierra como las emitidas por el Sol o por los vientos solares y las radiaciones cósmicas.

…Silencio…

Mi Manto Azul de la Gracia se instalará en vosotros. Es también vuestro Manto Azul de la Gracia; no es de mi propiedad, es de cada uno de mis hijos, cualesquiera que sean y dondequiera que vivan. Quizá quiera aclarar por qué me llamo “Reina de los Cielos y de la Tierra”. Simplemente por mi primera exteriorización desde la Fuente (el Comendador os ha hablado de una anomalía primaria, con un déficit del Femenino Sagrado), yo era una de las primeras conciencias que podía rectificar de manera inmediata, esta anomalía y llevo en mí esta huella, lo que permite, durante eones y eones, ciclos y ciclos, detener esta anomalía primaria. En ese sentido, soy la Reina de los Cielos y de la Tierra, pero no veáis en eso ninguna superioridad sino una devoción inquebrantable, como toda madre de la Tierra, hacia lo que ella lleva en su seno.

Así que puedo deciros: “soy el Camino, la Verdad y la Vida”, como mi Hijo, pero, sin embargo, soy la Madre Eterna que perdona todo y que acoge a todos porque sois carne de mi carne en este mundo, y en el Cielo, sois de alguna manera, mis hijos. Pero no veáis ninguna filiación, no veáis superioridad al nivel que sea, al contrario, y Teresa o Gemma os lo han expresado suficientemente durante estos años, porque quien es el más pequeño entre vosotros, aquí sobre la Tierra, es el más grande en el Cielo. No podéis ser una referencia en este mundo y ser una referencia en el Cielo. Mirad la vida de Teresa, mirad la vida de Gemma, mirad mi vida cuando recibí a Cristo. Esta vida era insignificante, estaba en el secreto y en la intimidad de mi corazón. Yo no estaba en representación, no buscaba ningún poder, ninguna ascendencia, ningún liderazgo, no obstante, la verdad de mi encarnación viene directamente de esta anomalía primaria.

Os he dado, hace poco tiempo, una oración especial. Esta oración puede sosteneros, no durante el período que debéis estar atentos, sino antes o después, porque os conectará a mi Presencia de una manera más evidente y más agradable todavía, os hará descubrir, más allá de toda función histórica, mi emplazamiento y la verdad de lo que mis hermanas y yo, no las Estrellas, sino madres genetistas, hemos permitido, mucho antes del confinamiento de la Tierra, al nivel de los juegos de la conciencia libre. Estos juegos de la conciencia libre, estaban marcados por la inocencia, el fervor del corazón, donde nada podía ser sufrimiento, nada podía estar limitado, independientemente de la dimensión. Por supuesto, no lo he hecho para sacar ningún beneficio sino una gran responsabilidad en relación con cada uno de mis hijos. Me hayan reconocido o no.

Acordaos que una madre protege a su hijo, pero en un momento dado ella le devuelve en cierto modo su libertad, porque el niño se ha hecho un adulto. A vosotros, os pido volver a ser como niños con el fin de volver a ser unos adultos en la eternidad, es decir autónomos y libres. Ahí está mi responsabilidad que asumo desde tiempos inmemoriales, incluso antes de ser María en esta tierra, mucho antes.

Me permito hoy ser mucho más íntima con vosotros porque estoy en vosotros, porque sois la carne de mi carne, que lo queráis o no, y porque nuestra proximidad ahora es tal que esta familiaridad es cada vez más evidente para cada uno de vosotros, que sea de manera intuitiva, sin haberlo vivido, o entonces porque tal vez lo habéis vivido a nivel de vuestro corazón; esto no hace ninguna diferencia. No reivindico nada más para cada uno de mis hijos que su libertad y su autonomía, que es la restitución a su belleza y a esta Verdad. Éstas son algunas precisiones que tal vez os gusten pero que, en todo caso para mí, era esencial decíroslo ahora.

No busquéis representarme, sea cual sea la forma que haya tomado presentándome a vosotros si habéis tenido la oportunidad, más allá de la percepción de mi Presencia y de mi corazón, de verme de un modo u otro. No me limitéis a una forma, ni siquiera a la histórica, aunque para vosotros esto represente un apoyo. Y acordaos también que puedo proteger a cada uno de mis hijos pero que no puedo extraerlo, para devolverlo a su libertad; sólo vosotros podéis hacerlo. Gracias a las Teofanías, que hayan sido muy efímeras o permanentes para vosotros, habéis crecido en autonomía, habéis crecido en libertad. Sean cuales sean las angustias de vuestro cuerpo o de vuestra vida efímera, ha crecido de todos modos en vosotros, haciendo que nazca, no la espera ni la esperanza, sino haciendo que nazca la Verdad.

…Silencio…

Cada uno de vosotros, a su manera, como se ha dicho, está en su justo sitio; aunque este sitio os pueda parecer inconfortable, aunque haya unos chirridos de dientes, unas perturbaciones o unas grandes alegrías, no cambia nada porque la finalidad es exactamente la misma para todos. Todo esto sólo es transitorio y temporal, y sólo está ligado a las mejores circunstancias para cada uno de vosotros, tenedlo por seguro, para vivir la Libertad. Aunque una enfermedad os confine, o una separación os límite, id más allá de la tristeza del instante, del sufrimiento del instante, y veréis que no podía haber un mejor elemento para ser libres y autónomos, para crecer, porque en el Cielo, os lo dije, siempre estaré ahí también, pero seréis autónomos y libres. Que seáis absolutos, que estéis en vuestro mundo de origen, sea cual sea vuestro camino, si decidís tomar un camino, siempre estaré ahí, en la dimensión o en el mundo o en la forma que sea, aunque sea de un modo diferente. Pero esto será para dentro de unos instantes, no es para ahora mismo, aunque estos instantes se aproximen, y están muy próximos a vosotros como a nosotros.

Por supuesto, las Teofanías que tal vez habéis podido vivir siguen vigentes, aunque no haya ninguna cita porque se vuelven cada vez más espontáneas, con más o menos evidencia según lo que puede quedar de velo en relación al descubrimiento de vuestro corazón eterno. Vuestro cuerpo de Êtreté está ahí, la totalidad de las estructuras llamadas de transición (las Puertas, las Estrellas) están instaladas; que las percibáis o no, no cambia nada. Cada uno de vosotros, a partir de ahora, ha recuperado, por así decirlo, su cuerpo de Êtreté, aunque no tengáis ninguna percepción ni ninguna sensación. Pues lo veis, todo está listo para vuestra resurrección. Nadie conoce la fecha ni la hora, pero podemos aseguraros simplemente que ahora es efectivo en el plano concreto de la materia.

Acordaos que no hay nada que proteger, no hay nada que salvar, no hay nada que anticipar. El « velar y rezar » puede ser reemplazado por la simple vigilancia y la simple atención de lo que sucede en vosotros, en cada instante, en muchas ocasiones, ya a partir del equinoccio.

Tal y como os ha dicho el Comendador, muchos acontecimientos felices ocurrirán entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de este año 2017. Tal y como os dije también, hay unas fuertes posibilidades -sólo podemos hablar en términos de posibilidad-, aunque sea evidente que la finalidad ya se ha actualizado referente a la ascensión de la Tierra y a su liberación colectiva. Sólo hay que poner en sintonía y en sincronicidad los acontecimientos que ya han ocurrido en los planos más elevados con respecto a este plano más denso de la Tierra, y respecto a esto no controlamos el calendario, simplemente controlamos lo que va a producirse a nivel cósmico y a nivel del núcleo cristalino de la Tierra que, os lo recuerdo, el núcleo cristalino de la Tierra y el Sol ya han sido liberados de su encierro.

Sólo quedaba llevar a cabo, durante todos estos años (cuyo número nos era desconocido), desde el 28 de octubre de 2011, el anclaje de esta nueva realidad, para manifestarla, y esto no dependía ni de nosotros ni de vosotros, ni siquiera de la Tierra, sino simplemente del conjunto de lo que nombráis el sistema de control del mental humano, las líneas de depredación, pero sobre todo del inconsciente colectivo y de sus últimos remanentes que os mantienen todavía presos, de alguna manera, en una forma y en una Ilusión.

Pero cada vez más de entre vosotros, sean cuales sean sus proyecciones o sus deseos, viven esta intensidad de Amor, aunque de momento el mental puede llevarles a edificar, a construir unos guiones con un futuro que no existe, en el seno de esta dimensión. No tiene ninguna importancia. Lo importante es vivir el corazón y no prever lo que va a pasar, es reencontrar vuestra eternidad y no hacer… no planificar ningún desarrollo. Bien evidentemente el Arcángel Anaël, hace más de un año, tal y como lo ha vuelto a especificar el Comendador de los Ancianos, os ha dado unos elementos acerca de unas referencias cronológicas en el desarrollo de la Ascensión de la Tierra, Ascensión de la Tierra que, os le recuerdo, ha empezado a principios de marzo, y ha alcanzado una nueva octava en el momento de la instalación de las Teofanías, y que sobrepasará una última octava entre el equinoccio de otoño y el 29 de septiembre.

Después de esta fecha, muchos de vosotros constataréis, sea cual sea vuestra vida, sean cuales sean vuestras pérdidas, sean cuales sean vuestros sufrimientos, sea cual sea el estado de vuestro cuerpo o de vuestra conciencia ordinaria, constataréis algún cambio, porque la verdad del corazón no podrá ser ocultada por mucho más tiempo, incluso para los que estén en la negación o en la ira. Los acontecimientos, interiores como exteriores, para muchos, no dejarán lugar a ninguna duda o a ninguna interrogación sobre lo que se está viviendo, es decir la Resurrección, el fin del sufrimiento, la eternidad de la Felicidad. Todo lo demás os parecerá alejarse de vosotros, aunque estéis apegados a ello, sin que podáis hacer gran cosa si no es acoger la Felicidad.

Es pues un gran momento de liberación individual, como fue el caso cuando nació la Onda de Vida, o incluso durante la instalación del Canal Marial, o durante la Corona ascensional del corazón. Lo que está obrando, si esto os interesa, es la conexión, no entre la cabeza y el corazón sino la fusión, a partir de ahora, del Vajra o cuerpo de Eternidad (13º cuerpo) con vuestro corazón, una especie de alquimia cuyos signos y percepciones serán diferentes según vuestro estado del momento, pero en todo caso, esto conllevará un aligeramiento y una felicidad sin igual. Aunque las Teofanías fueron importantes de vivir, una vez más, es una nueva octava la que se presenta a vosotros.

Por supuesto podréis constatar, en un primer momento, para vosotros como para los hermanos y las hermanas que sin embargo están en el mismo estado y en la misma verdad, unas fluctuaciones a veces sorprendentes. No os preocupéis y no os alarméis, éstas no durarán, sólo serán unos reajustes que durarán tal vez unas horas o unos días pero que se disiparán muy rápidamente.

…Silencio…

Después de esta fecha, lo sabemos, veremos a cada vez más de mis hijos con una sonrisa, portadores de esta Felicidad sin siquiera poder explicarlo, es la famosa Felicidad sin objeto. Y esto es válido, por supuesto, no únicamente para aquellos que han vivido una de las Coronas; incluso los que pensaban no vivir nada hasta la fecha serán tocados de una manera u otra.

Una vez más, no sirve de nada avisar a vuestros allegados porque hay un riesgo de que en lugar de ser más atentos se vuelvan más resistentes. Si dais con mis palabras, escritas u oídas, es que en primer lugar os conciernen, pero sobre todo no caigáis en el error de anunciarlo a quien sea. O bien dais con mis palabras, y que de hecho será dicho por más voces que la mía ‒ que no están en relación con la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres sino que a unas especificidades de ciertos mundos que son libres y que sin embargo pertenecen a la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres ‒, es decir que constataréis que muchos médiums, muchos intermediarios, por una vez, os dirán la misma cosa, aunque las palabras sean diferentes. Pero lo más importante no es el anuncio, como dije, y lo vuelvo a repetir, es lo que sucederá justo después en vosotros, aunque las experiencias puedan ser muy fuertes.

Entonces os pido no avisar a aquellos que no tienen que ser avisados, no sois vosotros quienes decidís. Simplemente serán informados, de manera natural, los que deben serlo. Y no son mis palabras las que les van a informar, sino su propia vivencia.

No os pongáis en la espera o en la esperanza. También he especificado que muchos de vosotros, incluso abiertos, no vivirían necesariamente unas cosas espectaculares, pero constataréis sin embargo los efectos después, a través de vuestro comportamiento, vuestra energía, vuestra mirada, vuestra amabilidad que se expresará de manera espontánea, sin quererlo, sin ninguna decisión de vuestra cabeza.

…Silencio…

Tampoco os oculto que muchos elementos son difundidos, puedo decirlo, en exceso en la tierra, haciéndoos creer, haciéndoos adheriros a la idea de que existe, en este período de tiempo, un día exacto correspondiente a una descripción, también ella exacta, en el Apocalipsis de San Juan. No os focalicéis en este día porque es justo en el transcurso de ese día que el juego de la Oscuridad y de la Luz corre el riesgo de ser perturbado. Es en este sentido que nosotros, los de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, hemos decidido obrar entre el 22 y el 29, por el hecho de las circunstancias cósmicas y terrestres, con el fin de limitar la influencia de esta falsificación. Por supuesto, no quiere decir que no vaya a pasar nada, al contrario, en esta fecha, pero no es exactamente aquello en lo que pensáis. Pero lo viviremos rápidamente, dentro de unos días.

Entonces por supuesto, lo que os digo hoy debe de ser conocido por los que me escuchan, que me leen, de manera rápida, al igual que lo dicho por el Arcángel Uriel, con el fin de que los que deban estar al tanto lo estén, pero una vez más, no forcéis nada. No impongáis nada, respetad la libertad de cada uno, es así como respetáis a vuestros hermanos y a vuestras hermanas, a mis hijos, porque cada uno debe vivir lo que le es propio. Os lo recuerdo, no tenéis todos la misma realidad, ni siquiera el mismo camino ni el mismo destino, y sin embargo participáis bien de un proceso colectivo que ha empezado, como dije, a principios de este mes de marzo, que es la ascensión de la Tierra y la liberación de la humanidad. Vuelvo a repetir que nunca dijimos que la Ascensión concernía al conjunto de la humanidad, pero a la totalidad de la tierra, sí.

Es ahí donde se encuentra alguna manipulación en relación con esta fecha situada en el período que os di y que sólo atañe a un día. No os alarméis con nada, permaneced en la benevolencia y en la acogida, en la simplicidad, dedicaos a vuestras ocupaciones si las hay, pero tal vez con más claridad que de costumbre, con más vigilancia, no esperando o temiendo algo sino estando disponibles.

…Silencio…

De hecho, durante esta semana, tendréis ciertamente la oportunidad de oír o de leer algunas intervenciones realizadas por mis hermanas Estrellas, que completarán lo que ellas os dijeron con relación a su vivencia histórica, no acerca de la preparación sino acerca del estado de vuestra conciencia en este período. Estad listos para lo inesperado y lo imprevisto, estad listos para lo Desconocido, y sobre todo estad listos para la Felicidad, todo lo demás sólo pasa.

Podréis, con relación a lo que dijo el Arcángel Uriel y lo que acabo de decir, interrogar a mis hermanas Estrellas que se prestarán, a partir de mañana, a explicaros, no lo que va a pasar porque será profundamente diferente para cada uno, sino lo que será observable después. Y veréis, sólo es cuestión de Felicidad, de belleza, de Verdad, contrastando por supuesto con lo que todos nosotros hemos vivido en este mundo: la muerte, la separación, las heridas, los sufrimientos, pero también las alegrías de la vida.

…Silencio…

No olvidéis que incluso durante esta semana, o a partir de ahora, si seguís con las Teofanías, abriréis todavía más grandes las compuertas de vuestro corazón, y de la Felicidad, y de la autonomía. Si tenéis la suerte y la posibilidad de sentirlas y de vivirlas, no dudéis en hacerlo.

…Silencio…

Es también durante esta semana, por el mismísimo hecho de las radiaciones solares y cósmicas, que lo que fue preconizado por mi hermana Hildegarde de Bingen para el verano podrá seguir haciéndose durante este período, facilitándoos en cierto modo la integración de vuestra conciencia y las experiencias que tendréis que vivir: la famosa agua solarizada. En cuanto al resto, vivid vuestra vida normalmente, si es posible sin dejaros alterar o perturbar por ningún acontecimiento exterior, que sea en vuestro entorno más próximo como en otras partes en la tierra. Es durante este período que la búsqueda del Reino de los cielos dentro de vosotros, que no es ninguna búsqueda en el sentido espiritual, será la más concluyente.

Entonces, mis hijos, os lo repito, todo es alegría, todo es Felicidad. Sean cuales sean las apariencias, sólo pasan; sean cuales sean los sufrimientos, sólo favorecen vuestra Luz.

Sed vosotros mismos, sed humildes. No habléis o no anunciéis nada esta semana a los que no están listos, esto no cambiará nada. Si unos hermanos y unas hermanas deben de ser informados, lo serán, como dije, también por otras voces que la mía. Respetad la libertad de cada uno de vivir lo que tiene que vivir porque no conocéis y no sabéis lo que hay detrás de todas las apariencias, aunque seáis liberados vivientes.

…Silencio…

De hecho, podréis también constatar por vosotros mismos, independientemente de lo que viváis durante esa semana, que es perfectamente sincrónico con lo que ocurre con respecto a las radiaciones cósmicas, solares y terrestres, pero también con la actividad de los Elementos.

No os preocupéis por la locura humana, ella pasará. No os preocupéis por los que están en la negación, en la ira, o los que estén inmersos en su religión y a la espera de un mesías o de algo. Lo esperan en el exterior. No hay nada que esperar al exterior de este mundo, sólo hay que reencontraros, y reencontrar la Libertad.

Muchos de vosotros que estén todavía muy apegados a la vida en el seno de este mundo, habiendo despertado, constatarán que su apego es de hecho sólo un miedo a la muerte, porque no hay ninguna comparación posible, incluso para un despierto, entre una vida armoniosa y llena en este mundo, y la verdad de la Libertad. Aunque viváis unas cosas extraordinarias en este mundo, no representan nada en relación a la Verdad, pero dejad que cada uno viva lo que tiene que vivir, no interfiráis por medio de las palabras sino estad simplemente presentes, es así cómo ayudáis, ya se ha dicho, creo.

…Silencio…

Mis hijos, son las palabras que quería deciros. No me quedaré mucho más tiempo con el fin de que el mensaje sea corto y no se sobrecargue demasiado. Algunos de vosotros, por supuesto, tienen curiosidad de más elementos; os serán dados por algunas de mis hermanas Estrellas, no os preocupéis por ello. Sed vigilantes, observad, sed ligeros, no rechacéis nada, no impongáis nada a nadie. Aceptar todo lo que la Vida os proponga no quiere decir someteros a una enfermedad o a un sufrimiento, sino que quiere decir simplemente, como fue ampliamente explicado, atravesarlo. Es una oportunidad para vosotros el ver que no sois lo que sufre, que no sois lo que se separa, que no sois « ni los hijos, ni los padres de », que todo esto sólo es una mascarada que no tiene ningún peso ni ninguna sustancia con relación a la Eternidad.

Efectivamente, muchos acontecimientos por vivirse de manera individual durante esa semana allanarán en cierto modo, para muchos de vosotros, muchas cosas, y el resultado será una rectificación profunda de vuestro emplazamiento de conciencia. Veréis claro, todo será más preciso en vosotros.

…Silencio…

Si no obstante, lo que me sorprendería mucho, durante esa semana hubiese la necesidad de aportaros más elementos, os serán prodigados, pero es mucho más probable que intervenga, o que el Comendador de los Ancianos intervenga una semana después de este período, no antes, porque debéis de estar a solas. Que estéis acompañados, que hayáis descubierto que el conjunto de los mundos y nuestras Presencias están en vosotros, debéis de situaros más allá de toda forma y de toda relación, que no sea la relación con vosotros mismos. Sed espontáneos, sed verdaderos, os amo.

Seáis quienes seáis, sea cual sea vuestro papel en este mundo, acordaos, sólo es un juego, ciertamente a veces perverso pero al igual que el niño cuando juega, aunque sufra jugando violentamente, lo olvida rápidamente. No es lo mismo por supuesto con las relaciones y los traumatismos ligados, justamente, a la familia, pero con los juegos entre niños, hay a veces, lo veis, una cierta forma de violencia, a veces unas heridas, pero los niños saben muy bien que sólo es un juego. De hecho, estos juegos no dejan ninguna huella en la edad adulta, al contrario de lo que es afectivo, con relación a los adultos. No olvidéis que sois vosotros quienes os volvéis adultos al haber encontrado la Vía de la Infancia, es decir siendo autónomos y libres. Pues tenéis la misma responsabilidad con respecto al conjunto de los niños que no son los vuestros. Respetad sus juegos, más que nunca, amadles simplemente, sin querer nada y sin desear nada, esto basta ampliamente. 

Éstas son las palabras que tenía que entregaros. No me quedaré más tiempo, con el fin de que lo que dije sea rápidamente leído y rápidamente oído.

Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. En el corazón de cada uno, el mismo Amor. Os digo hasta siempre.

…Silencio…

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