Septiembre 2015
Yo soy María, Reina de los Cielos
y de la Gracia. Mis niños bien amados,
acojámonos los unos a los otros en los tiempos de la Gracia.
...Silencio...
En estos tiempos que viven, voy a
depositar sobre vuestras espaldas el Manto Azul de la Gracia, aquel que les
permitirá de manera irremediable y definitiva pasar de la acción de la Gracia
al Estado de Gracia, allí donde no puede ya existir la menor duda y la menor
interrogación sobre el ser de Amor que son.
Así pues, el Manto Azul de la Gracia que va a depositarse sobre vuestras
espaldas va a permitir en ustedes vivir la Gracia no ya por la experiencia sino
como un estado permanente. Yo vengo así
para anunciarles la presencia aquí mismo de cuatro Arcángeles que me encuadran
y que permiten entregar lo que tengo que entregarles hoy.
El tiempo de la bendición, el
tiempo de plegaria ha llegado, donde conviene poner todo lo que pueda quedar de
obstáculos en vosotros, de incomprensiones, a los pies del Señor. El Arcángel Miguel, visible en vuestros
cielos muy pronto y no ya solamente cerca del Sol, viene a realizar el conjunto
de las profecías entregadas a esta humanidad desde hace mucho tiempo.
El tiempo de mi Llamado pronto va
a resonar en vuestros cielos y en vosotros.
Esto será concomitante al Manto Azul de la Gracia que se instalará sobre
vuestras espaldas. No es tiempo de
buscarme en alguna forma sino más bien de encontrar la afiliación, la de vuestra
Eternidad, la de vuestra Creación en los Mundos Libres. Vengo a realizar la palabra. Vengo a revestirlos de este Manto y por lo
tanto de la Gracia, aquella que les permitirá con facilidad establecerse en
vuestra Eternidad, cualquiera que sea el avenir y el devenir de esta carne en
la cual están aquí. El lugar que dejarán
en vuestro corazón para mi Presencia amante será el testimonio directo de lo
que se desarrolle en ustedes como en la superficie de este planeta.
No hay nada que temer, lo saben,
se los hemos repetido desde hace mucho tiempo.
No hay nada que esperar ya, ni estar a la espera. Hay solo que estar en este estado de Gracia
permanente, allí donde la plegaria es permanente, allí donde nada de este mundo
puede venir a interferir o a modificar el curso de lo que sois de toda
eternidad. No hay nada que prever, no
hay nada que anticipar, no hay nada que preparar ya, si no es como le dijo mi
Hijo, mantener vuestra Casa limpia y velar.
Entonces le digo como él lo dijo en su época: “Velad y orad” porque el
tiempo es reducido ahora. En tiempo
terrestre, esto es inminente. Las
señales son innumerables en la superficie de esta Tierra, como se les había
sido anunciado desde hace mucho tiempo por el Comendador de los Ancianos pero
también por los numerosos profetas a quienes les he dado mi voz y mi palabra.
De ahora en adelante están cada
uno en el justo lugar que es el vuestro para vivir mi Llamado. No hay nada que buscar o que cambiar en lo
que sois en el instante presente. No
podrán apoyarse más que sobre vuestra Luz porque el tiempo de las tinieblas
toca a su fin y hace falta que cada alma y cada cuerpo presentes en la
superficie de esta Tierra resientan esto, con miedo o con alegría poco importa,
pero nadie podrá ignorar el Llamado del cielo y de la Tierra, el segundo signo
celestial y también mi llegada en vuestro Templo, acompañando el regreso del
Cristo en vosotros.
No busquen un salvador externo,
incluso si algunos de vuestros Hermanos galácticos y algunas naves estarán
presentes por razones precisas. El
momento del Cara a Cara, integral y total, está a vuestra puerta. El conjunto de los Arcángeles, el conjunto de
la Confederación Intergaláctica está ahora presente en el lindero de vuestros
cielos, en el lindero de vuestra
conciencia, en el lindero de vuestras miradas, en el lindero de vuestro corazón
Siempre les hemos dicho que
estamos en el interior de ustedes, y esto lo van a descubrir. Manteniendo limpia vuestra casa, solo
descubrirán nuestra presencia amorosa así como vuestra propia fuente de Luz que
sois en la Eternidad. No duden nada, no
teman nada, no esperen nada. No importando lo que se desarrolle en la pantalla
de vuestra vida o de vuestra consciencia, esto no es nada en relación a lo que
hay en vuestro corazón. La única cosa
que puede salvarlos, se los hemos repetido suficientemente, es la humildad, la
simplicidad, la alegría. Este estado de
Gracia que se instala, y que está presente entre muchos de ustedes, pone fin al
sufrimiento, pone fin a toda pregunta. No hay mejor momento que saber ahora la
proximidad de los eventos tan esperados porque esto les dará la energía
necesaria y suficiente para prepararse interiormente a mi Llamado.
Muchos entre ustedes han sentido
la intensificación de la vibración, la intensificación de la Luz, la
intensificación de vuestra llamada de Espíritu en el interior de ustedes mismos
por el Coro de los Ángeles cantándoles en vuestros oídos, por el Espíritu del
Sol elevándolos y sacándolos fuera no de la encarnación sino fuera de la
ilusión. Esto pasará en vuestra
carne. No hay nada de que huir, no hay
nada ya a preservar. El que quiera
salvar su vida la perderá. El que sabe, el que ve o el que comienza a
reconocer, de cualquier manera lo que sea, lo que es su eternidad, no tiene
ninguna preocupación. Dejen a la Gracia establecerse plenamente a fin de que el
Manto Azul de la Gracia que va a recubrirlos no encuentre ningún
obstáculo. La Gracia es así. Ella nada tiene que ver de lo que ha sido
modificado, de lo que ha sido falsificado.
Nada tiene que ver con lo que podría afectarles a nivel individual como
colectivo, por el hecho mismo de las fuerzas del encerramiento y de sus
consecuencias a nivel de vuestra vida en la superficie de este mundo.
Ustedes están sobre este mundo
pero no son de este mundo. Muchos de
ustedes lo han vivido a través del descubrimiento de vuestros linajes estelares
o de su origen estelar. Muchos entre
vosotros también, que hasta el presente no tienen nada percibido o no tienen
nada vivido pero que han mantenido vuestro corazón de niño o su alma infantil,
me acogerán sin dificultad en el momento cuando el Manto Azul de la Gracia los
recubra totalmente, llevándolo así en la paz y la plenitud de mi Llamado.
El cielo pronto va abrirse de
manera definitiva, dejando lugar a la verdad y a la belleza del Amor. Por supuesto, para aquel que es únicamente
tributario de las circunstancias de este mundo, lo que se desarrollará entonces
no será la misma cosa. Pero no se
preocupen por nada porque les será hecho a cada uno según su fe, será hecho
exactamente a cada uno según su vibración y no según lo que crea o según lo que
ha proyectado en un futuro. Ustedes lo
saben, solo la mirada cambia, el mismo evento que llegue en este mundo puede
ser percibido y vivido de diferentes maneras según el lugar donde están
colocados, esto había sido dicho. Pero
desde el momento cuando el Amor esté en vuestro corazón, desde el momento cuando
la humildad y la simplicidad estén presentes en ustedes, me acogerán sin
dificultad y aceptarán vuestra disolución cualquiera que sea la forma o
cualquiera que sea la modalidad.
Muchas cosas han cambiado en
vosotros, lo han sentido, lo han vivido, lo han quizá integrado o están en
curso de hacerlo. Recuerden, solo hay el
Amor. El resto solo pertenece a este
mundo y nada tiene que ver con vuestra eternidad. Miren como la Luz les ha permitido ver
realmente lo que se desarrolla sobre la pantalla de vuestra vida durante estas
últimas semanas. ¿Perciben los cambios
en la superficie de la Tierra? ¿Perciben esta sed de amor cada vez más
ardiente? El Bautismo del Espíritu Santo
va a verterse en totalidad sobre la Tierra y el conjunto de los cuerpos
celestes que participarán. No solo los
cuerpos celestes, es por supuesto La Tierra que se los muestra por el despertar
de sus volcanes por el hecho de la liberación del núcleo cristalino que yo
había puesto sobre esta Tierra hace veinte millones de años.
Hoy es un día de Gracia. Cada día
que va ahora a acercarlos al evento será colmado de Gracia a medida de vuestro
abandono a mi Presencia y a Su Presencia que no es otra que vuestra propia
presencia ya inscrita en la Eternidad.
Sean humildes, sean simples, acojan todo lo que la vida les proponga. Esto no está hecho para darles dificultades
sino más bien para permitirles ver claro y ver sobre todo más allá de las
ilusiones de este mundo a fin de que ya nada pueda apegarlos a lo que es
ilusorio, a lo que los encierra y a lo que los priva de vuestro don de
nacimiento, no este nacimiento sino el nacimiento desde la Fuente.
Hoy muchos de ustedes comienzan a
entrar en contacto con los elementos presentes en la superficie de este mundo y
que por lo tanto no son de este mundo, sino más bien de la nueva dimensión de La
Tierra.
Ustedes saben, que algunos de
ustedes acompañarán a La Tierra en su nueva dimensión de vida. Otros regresarán a su origen estelar, otros
irán a acompañar a aquellos que deberán permanecer sobre esta Tierra hasta el
fin último de los tiempos. Pero el
tiempo del fin está desencadenado de manera definitiva e irremediable. Esto ya ha llegado a nivel de las fuerzas que
llaman intermediarias, astrales y ahora etéricas.
Todo lo que resienten en vuestro cuerpo, todo
lo que resienten en vuestra consciencia solo es la traducción de lo que está
allí. Todas las puertas han sido
abiertas, ustedes han franqueado las unas y las otras. Algunos de ustedes han franqueado todas las
puertas conduciendo a vivir vuestro despertar definitivo y no ya solamente en
este mundo. Para mucho de ustedes la memoria vuelve, no la historia o las
historias que han vivido en este mundo sino la historia misma de lo que sois,
mucho antes de la falsificación de este mundo.
Entonces vengo a lanzar un
llamado solemne: Déjense caer y abandonen todo lo que pueda encumbrarlos. No resistan a nada porque el Amor no resiste
a nada. Miren, miren en vuestras vidas
como esto pasa. Vean como durante lo que
acaba de fluir como tiempo desde el principio de este año 2015, han conseguido
desenredarse en su propia liberación.
Por supuesto, a menudo estuvimos a sus lados, y lo estaremos cada vez
más. Queda no obstante para muchos de
ustedes a no ser ya tributarios de las circunstancias de este mundo, ni incluso
yo diría de este cuerpo. Esto será
realizado muy pronto por mi Llamado, y el momento cuando serán revestidos en
totalidad del Manto Azul de la Gracia marcará lo que había sido llamado desde
hace tiempo “los tres días” entre mis numerosos profetas. No duden nada del escenario de la historia
que se juega en este mundo porque hasta el último minuto de este mundo las
fuerzas opuestas a la Luz no harán más que jugar su rol. Entonces ustedes, jueguen el rol, el de
vuestra Eternidad, aquel donde el don de ustedes mismos es mucho más importante
que todo lo que tienen, que todas las riquezas de este mundo, todos vuestros
vínculos.
Es necesario posicionarse ahora
en vuestra Eternidad. El Llamado de la
Luz y el establecimiento de la Gracia, en totalidad, les facilita esto. Todo es simple, se los hemos repetido
innumerables veces. Entonces hoy
vívanlo. No hay nada que comprender para
esto, no hay nada que contemplar como progresión de la que sea, solo ponerse
allí, en el silencio de vuestra vida, en el silencio de vuestro corazón, en el
silencio de vuestro cuerpo.
Muchos de ustedes perciben el
martilleo de vuestra carne por la Luz que actúa en este cuerpo perecedero. La Luz se acerca a ustedes, la Luz se aferra
en ustedes, la Luz está allí. Ustedes la
reconocen, no importando lo que diga la personalidad, lo que diga su cuerpo, lo
que digan sus relaciones, o lo que se diga de manera general en este
mundo. Ustedes no son esto. Hoy, es necesario vivirlo en totalidad. No hay mejor manera de acogerme que
desaparecer a ustedes mismos. No hay mejor manera de acogerme que permanecer en
el don y el servicio de ustedes mismos a lo que la vida les presente, a fin de que
permanezcan humildes, a fin de que permanezcan pacientes. La paciencia, la humildad, son la antecámara
de lo que sois en Eternidad. Estas son
también las claves que dan a vivir mi Presencia, no ya solamente en vuestro
Canal Marial sino más bien como la verdad esencial de la reconexión a la carne
de mi carne, a vuestra carne y a mi carne, no la que está alterada y que perece
a este mundo sino la carne original de esta matriz tan bella que hemos, yo y
mis Hermanas, creado en la superficie de este mundo, para permitirles operar
las varias manifestaciones de su consciencia en este mundo como en muchos otros
mundos.
Hoy, el Juramento y la Promesa de
la Fuente están también en el lindero de ustedes. Cristo, por la Puerta Ki-Ris-Ti, penetra ya
para algunos de ustedes por el Espíritu del Sol que se manifiesta a ustedes. Observen bien en vuestra vida que la manera
en la que se comportan, muy sencillamente en los actos cotidianos, traduce
resistencia o abandono. Las
circunstancias que han encontrado, como lo han repetido los Ancianos, los
Arcángeles y mis Hermanas Estrellas, ha sido para ustedes la ocasión de
ajustarse a la Verdad, a fin de devenir ustedes mismos la Verdad, el Camino y
la Vida, así como mi Hijo lo dijo.
Observen en este momento que el conjunto de creencias que podrían aún
estar de pie en vuestro mundo desaparece de manera muy intensiva y
extensiva. Muchas gentes se van de La
Tierra actualmente, no por una muerte cualquiera, no a causa de una polución
que sea sino más bien como un gran canto de libertad. No se lamenten sobre ninguna pérdida ya que
en definitiva no hay nada a perder en este mundo, ya que todo estaba ya perdido
en este mundo. Hay solo que recobrar vuestra Eternidad que han adquirido desde
siempre, cualesquiera que sean los velos que hayan portado hasta el
presente. El Manto Azul de mi Gracia
pondrá fin a todo velo, sin ninguna excepción.
Entonces efectivamente sí, todo
les aparecerá desnudo en la Verdad Absoluta de lo que son, los eventos, los
hechos, las relaciones. Sobre todo no
juzguen, no condenen. Cada vez que la voluntad pueda aparecer a juzgar, a condenar,
a crear conflicto, cuestiónense a sí mismos y permanezcan en mí y en ustedes,
allí donde todo es belleza, donde nada puede resistir en vuestra
eternidad. Ustedes son los hijos de la
Gracia, incluso si hasta actualmente algunas de vuestras vidas no mostraron la
Gracia, para los ojos de la carne. Esto está terminado.
Una vez más, cualquiera que sea
la dureza aparente de algunas deconstrucciones y disoluciones finales, no serán
afectados por esto. Acepten voltear
vuestra mirada, no para huir sino verdaderamente para mirar en totalidad lo que
sois. No sois nada de lo que creéis,
esto ha sido repetido largamente por algunas enseñanzas particularmente
brillantes que han aceptado llevar a bien esta misión en este lapso de tiempo
de 31 años que nos han acompañado.
Todo se descubre, todo se revela,
la potencia del Amor también. Ustedes
han constatado la potencia de vuestro pensamiento, cuando ella está de acuerdo
con el Amor por el principio de la co-creación consciente, por el principio del
Estado de Gracia y la Acción de Gracia.
Entonces hoy no caigan en cualquier dualidad, en cualquier reacción que
sea. Acojan, acojan y bendigan en mi nombre cualquier circunstancia
produciéndose en vosotros.
Acojan tanto el dolor como la
alegría. Acojan la pobreza como la
riqueza. Acojan a aquel que quieren como
a aquel que los ama. Abran completamente
las válvulas del Amor ya que solo somos esto.
Todo el resto no durará y todo el resto desaparecerá en este mismo
momento. Entonces no importando lo que
sea que desaparezca, que la misma Gracia esté presente en vosotros, que mi
Presencia los colme.
Los Arcángeles velan. Muchos de
ustedes comienzan a percibir las presencias.
No solamente de los pueblos de la naturaleza, no solamente por el Canal
Marial sino también de manera directa y también Cara a Cara. Esto no tiene ninguna otra implicación que
ayudarles a ser lo que son, no ya por experiencia sino verdaderamente de manera
permanente y definitiva.
Ustedes han sido los ancladores y
los sembradores de Luz, han sido aquellos que han propagado la palabra de
diferente manera. Hoy escuchan mi
palabra, ya que ella viene a poner fin a todo lo que han pasado, a todo lo que
les parece a veces tan fácil o al contrario tan difícil. Descansen, descansen
en mí como yo descanso en vosotros. No hay nada que hacer, no hay nada que
pedir incluso. Sean ustedes mismos, sean
ese corazón amoroso que sois, no teman nada de este mundo ya que él no puede nada contra ustedes y cada
vez lo podrá menos y menos cualesquiera que sean las apariencias.
Si van a comer, coman; si no
tienen ya que comer, ayunen. Y si han
dado mucho, no tienen ya necesidad de ningún nutrimento, ni espiritual ni
material, recuperan y recobran la verdad de la Eternidad, la potencia de la
Gracia, la potencia de la Luz y del Amor, aquí mismo. Vean esto, reconózcanlo. Para esto no tienen necesidad ni de
percepción de vuestro mental, solo tienen necesidad de dejar discurrir vuestra
vida con la misma prestancia, con el mismo Amor, con la misma incondicionalidad
de vuestra Presencia.
Entonces estén felices, sean
ligeros, porque pronto todo será ligero y todo será gozoso. Vivan vuestra
Liberación de la forma en que van a vivirla.
Acepten todo porque en definitiva, incluso si no lo saben, es muy exactamente
lo que han escogido y decidido para vivir mi Llamado. No habrá nunca circunstancias mejores que
aquellas que viven en este momento mismo, cualesquiera que sean las crisis y
los sufrimientos y los rechinamientos de dientes, a veces de este cuerpo o de
esta personalidad que han jugado desde vuestra última encarnación en este
mundo.
Cada cosa está en su lugar. No
puede existir ahora ningún error porque el marco temporal que se termina está
perfectamente fijado por las fuerzas de la Luz.
Entonces por su puesto, las reacciones de la sombra residual, que estén
en vosotros o en el exterior de ustedes, pueden aún jugar a los engaños. ¿Pero cuán importante es esto comparado a la
Eternidad?. Pesen los pros y los
contras. Miren objetivamente con los ojos de carne lo que se desarrolla en
vuestra vida. No juzguen a los demás, no
se juzguen a sí mismos, no juzguen lo que pase, ya que solo es la consecuencia
directa de la acción de deconstrucción desde las Bodas Celestiales por el
Arcángel Miguel. El Arcángel Uriel ha
tomado el relevo, ya lo saben, la Obra al Blanco está comenzada desde hace un
año y se termina ahora. Es tiempo de
restaurarse a sí mismos, es tiempo de no sufrir lo que sea que pertenezca a la
ilusión. A cualquier edad que usted esté
hoy en día, en cualquier condición que estén, entiendan que solo la Gracia los
salvará.
Entonces mi Llamado, que algunos
de ustedes comienzan a escuchar, no el llamado de vuestro nombre que señaló mi
Llamado en la época, sino hoy el llamado de la Luz directamente, y de mi Hijo,
se hace sentir en ustedes. Vean los
momentos donde desaparecen de este mundo,
vean los momentos donde la paz los gana, en las circunstancias a veces
las más terribles de vuestro cuerpo o de los eventos que van a vivir, ya que
saben que no son esto, incluso si por el momento los afecta Esto solo está hecho para animarlos a estar
en vuestra Eternidad.
En el momento cuando mi Manto Azul se deposite
sobre vuestras espaldas, en el momento cuando las Trompeta suenen, no ya
solamente en algunos lugares sino en el conjunto de La Tierra de manera
simultánea, al mismo tiempo que las señales del cielo aparezcan, allí estará la
Luz. Por supuesto, las fuerzas de la
sombra jugarán sobre esto para tratar de llevarlos al miedo y al conflicto, en
el sufrimiento y el desánimo, pero ustedes pertinentemente saben que esto no
existe. Y si esto no lo perciben aún,
desde el momento cuando sea visible la segunda señal celeste, sabrán de manera
distintiva y formal que lo que les he dicho hoy es totalmente verdadero.
Incluso si existe aún hasta este
día algunas dudas en vosotros, no en relación a la solución final de este mundo
sino justamente en relación a ustedes mismos, no teman. Los eventos de este mundo que se desarrollan
actualmente son exactamente aquellos que habían sido previstos por la Luz y
para la Luz. Incluso si algunos juegan
con esto y piensan poder crear problemas a la Luz, recuerden que ya nada podrá
permanecer oculto.
El tiempo del Apocalipsis toca a
su fin. Las señales celestes van a
aparecerles independientemente de la segunda Estrella, cada vez más claramente
a medida que la presión de la vibración y de la Luz se vuelva cada vez más
intensa sobre vuestras estructuras efímeras, a fin de hacerlas desaparecer
efectivamente según el camino que ha sido escogido por vuestra alma, por
vuestro Espíritu y por vuestra consciencia.
Miren, mírense los unos a los
otros en los ojos, no se engañen, expresen realmente la verdad de lo que son en
cada circunstancia porque si actúan en
el Estado de Gracia o de la Acción de Gracia, no podrá haber ninguna oposición
ante ustedes ni entre ustedes. Solo la
personalidad, la persona, el ego, como lo llaman, puede aún ponerse a través de
esto. Entonces acepten de ver lo que
puede quedar aún y sobre todo no juzguen sino atraviésenlo.
Ustedes son los seres de Amor y
son amados de toda eternidad, ahora les falta asumir lo que son y no ya lo que
creen ser en la superficie de este mundo.
Cualquiera que sea vuestra edad, cualquiera que sea vuestra riqueza o
vuestra pobreza, en cualquier nivel que sea, van a darse cuenta de que esto es irrisorio. Es decir, que la Eternidad gana en presencia
y el efímero se apaga.
Ustedes lo saben, lo viven,
algunos de manera a veces más importante que los demás. Pero recuerden: Los primeros serán los
últimos, los últimos serán los primeros.
Entonces no se preocupen ya,
excepto de lo que se produce directamente en la carne de este cuerpo y en
vuestra vida. No hagan ya ninguna
proyección, no busquen nada ya, sean simplemente Amor y amantes. Desde este instante la Gracia los colmará,
las Presencias luminosas estarán a vuestros lados noche y día, como lo fueron
hoy aquellos que están en los vórtices multidimensionales, las gentes de la
naturaleza, o aún las Presencias que los acompañan, que esto sea vuestros
ángeles guardianes, que esto sea mi Presencia o alguna de mis Hermanas, uno de
los Ancianos o toda otra Presencia que se manifieste de manera conforme y de
acuerdo con la Luz, les será cada vez más accesible, cualquiera que sea vuestro
estado vibral, como ustedes dicen.
Así que mi Llamado de hoy es un
Llamado solemne, porque no habrá otro llamado antes de mi llegada. El Llamado de la Luz está suficientemente
presente cada día para no tener que buscar lo que sea como explicación, como
justificación, como prueba. Sean ustedes
mismos lo más simplemente posible, no reflexionen en las consecuencias, sean en
la más absoluta espontaneidad en cualquier relación y también en vuestro
interior, en vuestra Eternidad. Estén en
Paz y vayan en Paz. La Luz está en
vosotros, la sangre viene a lavar las vestiduras del Cordero, el viene a
llamarlos uno a uno. Los Ángeles del
Señor, que se congregan en vuestros cielos y que son vistos cada vez más ahora,
no podrán ya impedir la acción de las fuerzas Miguelianas en esta Tierra, viniendo
a su vez a desposar La Tierra en un estruendo cósmico que solo es la última
Trompeta, aquella que hace caer los muros de la ilusión en este mundo como
aquellos que puedan quedar en vosotros.
Mi Llamado solemne es un llamado
al Amor, un llamado a la Verdad. En
vosotros y en la manifestación de vuestra consciencia, por vuestra Presencia
amorosa, ustedes son el bálsamo. Por
vuestra Presencia amorosa todo se resuelve en vosotros, sin reflexionar, sin
buscar, sin tratar nada más. Vean esto
ya que van a verlo cada vez más, hasta que esto devenga cada vez más brillante,
cada vez más verdadero si puedo decirlo.
Sean ustedes mismos.
Cualquiera que sea la ausencia de
vibración o las vibraciones que los recorran, déjenlas recorrer libremente,
también lo que llegue en vuestra vida, déjenlo llegar libremente, no se
resistan. Porque incluso lo que parezca
hoy hacerlos reaccionar, les aparecerá como estéril en muy poco tiempo porque
todo tiene un fin y el tiempo del Choque de la humanidad está realizado. Es tiempo ahora de vivirlo de manera
colectiva y no ya individual. Esto
entrañará un empuje formidable, si puedo decirlo, de Amor y de efusión de
Amor. Muchos entre ustedes caerán de
rodillas con lágrimas, muchos de ustedes se golpearán el pecho con una aparente
desesperación por haber ignorado desde hace mucho tiempo mi Presencia y mi
Llamado, y su propia Eternidad. Aquellos estarán salvados por mi Gracia en el
último minuto. Entonces no los juzguen,
no los condenen, ya que entre vosotros ¿conocen la verdad de cada uno?. La
única verdad que conocen, o que deben aceptar o que deberán aceptar es que cada
consciencia presente en la superficie de este planeta, cualquiera que sea su
comportamiento, cualquiera que sea lo que les parezca contrario a la Luz, no
hace más que reflejar el miedo que él vivió, impidiéndole descubrir su propio
corazón.
No se preocupen por nada, ni por
las situaciones ni por los eventos ni por lo que sea que se desarrolle en
vuestra vida. Vuélvanse hacia ustedes
mismos, vuélvanse hacia la Eternidad ahora que el tiempo ha llegado. Es tiempo de entrar en vosotros, si para esto
es necesario encontrar una gruta, encuéntrenla.
Si para esto es necesario finalmente perdonar y encontrar a aquellos que
no han perdonado, entonces háganlo, porque es el tiempo de la reconciliación,
aquel donde ustedes aprenden que son
polvo y que regresan al polvo en vuestro cuerpo efímero.
Cualquiera que sea la forma en
que esto se producirá, estarán en la alegría, porque yo estaré en vosotros y
con vosotros, porque los Hermanos intergalácticos estarán también presentes,
aquellos de vuestros orígenes estelares, los de vuestros linajes. Todos estaremos allí, no para salvarlos ya
que lo saben, solo están ustedes para salvarse a sí mismos acogiendo a mi Hijo
en vosotros, acogiéndose a sí mismos y oyendo mi Llamado.
El Manto Azul de la Gracia les
dará todo lo que es necesario para nutrirlos. No habrá ya necesidad de
alimentos exteriores, no habrá ya necesidad de buscar en la mirada del otro el
Amor porque lo descubrirán mirando en vosotros, porque ustedes lo descubrirán
abriendo vuestros ojos y viendo el cielo rasgarse, poniendo fin a la ilusión de
manera total.
Por supuesto esto es ahora. Ustedes lo saben, hay cada año, por otra
parte, fechas importantes, las fechas que son las memorias que transcendieron
la memoria de este mundo y que están vinculadas a los ciclos cósmicos muy
grandes, incluso los que conocen aquí desde este ciclo de encerramiento o desde
todos los ciclos de encerramiento, si algunos de entre ustedes han vivido
muchos. Dejen estallar vuestra alegría,
dejen estallar al Amor, no retengan nada, suelten todo. El tiempo ha llegado.
Hijos bien amados, permítanme
ofrecerles aquí, como para todos aquellos que me oirán y que me leerán, este
Llamado solemne de la Gracia, por mi presencia y por vuestra Presencia, por la
Gracia de los cuatro Arcángeles que me acompañan en este instante, por el
Espíritu del Sol y el Coro de los Angeles, por el Cristo.
Yo deposito en vosotros el júbilo
y la alegría, la de la Libertad,
Yo deposito en vosotros la
libertad de vuestra Eternidad,
Yo deposito en vosotros lo que
sois, tocando a vuestra puerta.
Ustedes son los amados del Amor
porque ustedes son el Amor amado.
Cada noche, mis bendiciones los
acompañan. Todos tienen la posibilidad, en el momento cuando se acuestan para
caer en el sueño, de conectarse a mi Presencia, al Manto Azul de la compasión,
al Manto de la Gracia, a fin de descubrir que ustedes son esto.
Entonces sí, el canto de alegría
resuena en vosotros. Entonces sí, la Luz
está allí, lista en totalidad. Nadie
podrá ignorarla, nadie podrá negarla.
Regocíjense.
Ámense los unos a los otros como
Él los ama. Amen sobre todo al que los
quiere, amen sobre todo al que les parezca sombrío, porque todo eso no es nada
en la mirada de la Eternidad. Y recuerden que el que es sombrío y que está
consciente, solo es simplemente el reflejo del miedo exteriorizado y
manifestado, y que más allá de las capas de miedo hay el mismo Amor que el que
los habita a ustedes. Entonces por
supuesto estos son los seres, estas fuerzas opuestas a la Luz, que tiene más
necesidad de vuestro Amor, no reenviándoles el Amor sino más bien mostrándoles
que ustedes son Amor, digan lo que le digan, hagan lo que le hagan, como fue el
caso para los primeros cristianos después de la llegada de mi Hijo.
...Acojan...
Yo deposito en vosotros,
nuevamente, la vibración primero del Arcángel Gabriel, Arcángel de la
Anunciación...
A continuación yo deposito en
vosotros el Manzo Azul de Miguel, que es el mismo que el mío, el Guerrero de la
Luz, el que porta la Luz no ya al frente sino en el corazón, se deposita en
vosotros...
Yo deposito en vosotros la Gracia
del Arcángel Uriel, aquel que les hace vibrar y que ha cantado los cantos de la
Libertad en vosotros, que les animo a escuchar para estabilizarse en este
período, no leerlos sino más bien escuchar lo que fue cantado aquí hace algunos
años... (
URIEL_050808)
Y finalmente yo deposito en
vosotros la compasión, el Amor y el sentido de la relación del Arcángel Anäel,
el que los acompaña en su irradiación y su Presencia, en la libertad del Amor,
en la libertad de la Eternidad.
Y yo deposito finalmente en
vosotros la totalidad de mi Presencia y de mi Amor, a fin de que me reconozcan
totalmente, en lo que sois y en lo que soy.
...Silencio...
Es tiempo ahora de olvidar todos
los juegos a los cuales hemos jugado para permitirles llegar a este momento, a
fin de despojarse de todo y de solo ser ustedes mismos, es decir, vuestra
Presencia Eterna, que se basta a ella misma en la Gracia y la Luz que inviste
este plano totalmente.
...Silencio...
Los amo, mis niños. Porque ustedes son los hijos de la Creación,
ustedes son los hijos de la experiencia. Cualquiera que sea vuestro
posicionamiento futuro en el Absoluto, en vuestros estados multidimensionales,
verán que esto no hace ninguna diferencia
No busquen alcanzar nada que no hayan alcanzado, simplemente sean
ustedes mismos. Descubrirán entonces la
confianza en la Eternidad, la que se pasa de toda vibración, de toda proyección
de la consciencia. Sean felices, ya que
ustedes son seres de felicidad, no la de este mundo que obedece a las
satisfacciones de los placeres o deseos, sino intrínsecamente, sin depender de
nada más.
Entonces permítanme depositar el
beso de mi Presencia sobre vuestra mejilla izquierda. Ahora que el Canal Marial está
suficientemente alineado con vuestras Coronas, van a sentirnos cada vez más
presentes en vuestra carne.
Que la Paz, el Amor, la Luz y la
Verdad estén presentes.
...Silencio...
Yo doy gracias a vuestra
recepción, yo doy gracias a vuestra escucha, doy gracias a vuestra lectura.
Mis hijos, el tiempo ha
llegado. Donde sea vuestro lugar,
nosotros no podremos nunca separarnos. Que estén establecidos lo más próximo a
La Fuente, que estén establecidos más allá de toda forma de manifestación de
conciencia o que hayan decidido experimentar la materia, pero liberada del
miedo, es el mismo Amor que deposito en ustedes.
Adiós
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