miércoles, 12 de diciembre de 2018

EL CONJUNTO DE INTERVINIENTES



8 de diciembre de 2018

Bienamado del Amor, me presento en ti. Hoy estás listo para estar en mí como yo estoy en ti.

Ya he tenido la oportunidad en muchas ocasiones de revelar a través de mi última encarnación, a través del ejemplo de mi vida y de mi vivencia, para demostrarte el poder de Ágape, el poder de la Beatitud.

Hoy, cada uno de ustedes, informado de lo que está sucediendo o no, tiene la misma facilidad para vivir lo que yo he vivido. 

El abandono a la Luz, la realidad de lo que está sucediendo en ti y alrededor de ti, naturalmente te conduce a este estado de Amor total, transportándote a la Beatitud, transportándote a la Alegría, y a la evidencia de quién Eres.

Ahora estoy, como dije, lo más cerca que puedo llegar a ti. Cualquiera que sea la forma en la que puedas percibirme o sentirme, no hay distancia entre tú y yo. 

Estoy a tu disposición, tanto dentro de ti como dentro de mi nave, para celebrar contigo la Verdad y la Belleza del Ágape, en la Beatitud y el éxtasis, donde nada se puede pedir, donde nada se puede perder.

Todos están invitados a la mansedumbre y a la Verdad de este Sagrado Femenino que habita en el Corazón de su Corazón, probándoles en cada respiración la indecible Verdad de su vivencia. Y ves por ti mismo, viviéndolo, que no hay obstáculos, ni resistencias, ni incertidumbres que se puedan mantener con respecto a la Verdad.

La Verdad está desnuda, es probada por ustedes, independientemente de cualquier concepto, cualquier historia.

Lo que está sucediendo no tiene precedentes en la historia de la Creación. Porque cada uno de ahora se da cuenta de que nunca han estado en este mundo, y que aunque al estar en este mundo, la indescriptible Verdad los llena con su Gracia, los llena de sonrisas, donde no hay esperanza, ni desesperación. Porque de Verdad y concretamente, todo se realiza, dentro de su propia carne y cuerpo.

Lo que pase, le pasará a todo el mundo. No en un momento posterior, no en cualquier otra vida o dimensión, sino aquí mismo, donde estás, a tu disposición, pleno, entero y total.

Es, por lo tanto, una celebración plena en la que el éxtasis se apodera de ti, te conduce a la Beatitud, en la que comprendes que siempre has estado ahí.

La Gracia del Amor se convertirá en la vida cotidiana. En cada ocasión, en cada mirada, en cada circunstancia, esto se te ofrece, porque te has ofrecido a la Vida, y cualquiera que sea la última reticencia, cualesquiera que sean las últimas preguntas, sólo puedes ver la primacía de Ágape y la Alegría.

Y en lo que vives o vivirás en las horas y días venideros, desde este final del año 2018, la Gracia sólo puede desplegarse, las lágrimas de Alegría sólo pueden fluir de tus ojos, poniendo fin a cualquier sentimiento de carencia, poniendo fin a cualquier sufrimiento cualquiera que sea el estado de tu cuerpo, dondequiera que estés ubicado en la Tierra. Porque no hay mejor lugar que el Corazón del Corazón, en el disfrute de Shantinilaya, que cada uno de lleva y transporta en el corazón de cada persona, en toda oportunidad.

Tanto si estás en éxtasis como si estás en tu vida diaria, ya no hay ninguna diferencia. Porque jamás te abandonará, porque era lo que te correspondía, porque es la Verdad del Juramento y de la Promesa, y porque no hay nada que ocultar, ni nada que disimular, en el Corazón de la Verdad. 

Estoy a tu disposición, como en cada uno, porque en Ágape sólo puede existir la acogida, nada puede ser ignorado.

Ágape consume lo que puede permanecer en ti de la idea de ser una persona. Consume de la misma manera las ilusiones de este mundo y las falsificaciones de este mundo en cualquier país que estés.

Tú también estás redescubriendo hoy, como quiera que lo traduzcas, la preeminencia del Amor por encima de cualquier otra consideración. Y esto sólo puede llenaros de gratitud y Alegría, primero volviéndoos hacia vosotros mismos, acogiéndoos en su totalidad, aquí mismo, en esta humanidad y en este cuerpo perecedero.

Y viviendo esto, acercándote a esto, no puedes estar equivocado, lo sabes con certeza, porque está escrito en ti desde toda la eternidad.

Al final, no hay nada nuevo, excepto la Alegría de encontrarte a ti mismo, a través de esta carne, a través de tus hábitos. Ya no hay ningún freno en Ágape. 

Has renacido, a pesar de la presencia de este cuerpo, que ya no es sólo el vehículo, sino que te has desposado con tu propia Divinidad, a tu propia Eternidad.

Entonces el Amor es tu naturaleza y a partir de ahora en todo lo que tocas, todo lo que miras, todo lo que observas, a todos los que se te acercan, todos los que piensan en ti, no te encontrarán como persona, sino que te encontrarán en Ágape. 

Lo que estoy diciendo aquí no se va a extender en un tiempo hipotético y distante, sino que se vive en muchos de ustedes.

Muy pronto, si aún no lo han hecho, sólo llorarán de Alegría por esta belleza inefable, y querrán abrazar a toda la humanidad y a la creación para acogerla en su corazón. 

Así es como la libertad se vuelve colectiva, y el evento se define en sus cielos como en su corazón. 

No te alarmes por nada, Ágape es tu salvoconducto, Ágape es tu única Verdad. Todo lo demás está de paso. 

Tu vida en este cuerpo de carne puede morir en cualquier momento, pero jamás morirás.

Muchos lo están viviendo y lo vivirán incluso antes del evento en su realidad diaria, que vendrá a crear un Fuego de Amor como ningún otro.

El Paraíso Blanco está siendo desplegado desde tu corazón, desde la Tierra y el Cielo, con la misma intensidad, calidad y Felicidad. Aunque esta felicidad se exprese en algunos casos por medio de una forma de violencia, incluso esta violencia sólo puede llevarte al perdón, a la resolución y al Ágape.

Cada día y cada hora te verás más rico y más rico en la abundancia de Ágape. La riqueza interior pondrá fin a toda la riqueza externa que no es más que vanidad, posesión ilusoria. Lo que llaman dinero ya no representará nada, porque el dinero y la sociedad temen cuando descubren quiénes son y cuando se establecen en Eso.

En Ágape no puedes preocuparte por nada, ni por el mañana, ni por lo que pasa en la pantalla del mundo. No son indiferentes a ella, son simplemente aquellos que la han conocido, y que permiten que todos, en algún evento y manifestación de su vida, se encuentren a sí mismos en Ágape.

No puede haber incertidumbre acerca de la Verdad de Ágape, aunque de hecho para muchos de todavía, parece remota. Pero lo que te parece que está lejos, te lo recuerdo, siempre ha estado ahí.

No tengan reparos en dejar que esta Alegría lo tome todo y consuma sus últimas ilusiones, sus últimas obligaciones, sus últimas responsabilidades en este mundo, porque no representan nada ante Ágape.

Se les ha dicho que todos somos lo que esperábamos. Vine a este mundo, mi vida fue una ilustración de ello, no lo hice para demostrar nada, no puse ninguna voluntad en ello, pero esto es accesible hoy en día en abundancia para todos.

Se os ha dicho que sois el Camino, la Verdad y la Vida, como cualquier otra persona, en la Tierra o en toda la Creación. 

Así es como muchos de ustedes, en este Ágape, nos perciben con facilidad, y cuántos más comienzan a encontrarse en esta Alegría, con una pérdida de identidad, donde ya no saben si son el personaje, u otros personajes que han conocido. 

Os probáis unos a otros sin necesidad de actuar, demostrándoos a vosotros mismos y demostrando que esta es la única Verdad. 

Ninguna vida podría haber existido sin el Amor, pero el Amor es mucho más fuerte que la Vida, es también la Vida, en todos sus aspectos, en todos sus vagabundeos, en todas sus dudas, así como en sus alegrías y penas.

Hoy es un nuevo día, cuando todos se despiertan, con más o menos evidencia. Como se ha dicho, han limpiado su casa, vigilado y orado, a veces durante mucho tiempo.

Hoy eres recompensado, y esta recompensa es el brillo de tus ojos y la sonrisa de tus labios, esta presencia y ausencia en tu pecho, y también donde te das cuenta concretamente, al vivirlo, que eres tu hijo, tu padre, que eres el enemigo así como amigo, que eres todo lo que puede existir, porque eres anterior a la existencia. 

Esta revelación y redescubrimiento es sólo el resultado natural de la Alegría expresada por la primera conciencia. La Alegría te toma y te agarra, a veces con sorpresa, pero siempre con felicidad. Y eso es lo que absuelve de lo que podrías pensar que eras culpable, de lo que podrías pensar que tienes que reparar o resolver. 

En Ágape no necesita ornamento, ni visión, ni vibración, aunque sean omnipresentes, el Corazón del Corazón es el reino y el Trono de la Verdad. 

La coronación que estás experimentando es mucho más que un cambio y ya no es sólo la Resurrección, ni siquiera el sacrificio. Porque una vez que pasas por la puerta que no existe, encuentras el origen y la fuente de la Alegría, antes de la creación.

Están en la fuente misma de la Luz y la Vida, lo que somos unos a otros dentro en esta fragmentación de este mundo, como en toda dimensión, tan cerca de la Fuente como sea posible, así como antes de la Fuente. 

De esta manera trascienden el velo de todas las dimensiones, atraviesan todos los mundos y todas las creaciones. Todo esto se resuelve solo, en la Alegría de Ágape.

Nadie, como te dijo Abba, puede quedarse. Porque os lo recuerdo, y lo vivís a través de los encuentros que hacéis con esta humanidad de carne, y sois incontables en no saber más quiénes son realmente, dándoos cuenta de que sois los pueblos de la naturaleza que encontráis, así como los ángeles del Señor y los Arcángeles que se acercan a vosotros, como la presencia desnuda de la Luz.

Vives bien, que nada puede ser dividido, que nada puede ser ignorado, y que si estás de acuerdo, con un claro sí, toda vacilación desaparece, a través de la propia vivencia de Ágape, que te muestra que no eres este cuerpo, ni siquiera este mundo, ni siquiera cualquier otro mundo. Ya no pueden hacer ninguna particularidad con ninguna historia o ser de esta Tierra o de cualquier otro lugar. 

Así, en tu humanidad, la fusión del Ser y del No-Ser ya no te permite ser abusado por lo que sólo está de paso y desaparecerá por sí solo. 

La muerte es desenmascarada, jamás existió. Así como jamás naciste, pues ¿quién preferiría nacer y morir antes que estar en el éxtasis de la Eternidad?

Si aún no lo vives, no es tu culpa, sino simplemente que necesitas unas cuantas respiraciones más, unos minutos más, para completar lo que crees que eres, y ser Quien realmente Eres.

Como lo expresé en mi encarnación y también expresándome a través de todo lo que has recibido, lo que te parecía tan lejano, y que has llamado Estrellas, no es otra cosa que tú mismo, en otro momento.

El Amor es ilimitado, así que no te limites. 

El Amor es un don, así que dónate a ti mismo.

El Amor es restitución, así que abandona tus armas.

No hay nada más hermoso y tangible a partir de ahora que la Verdad del Amor.

Ágape es mucho más sólido que la construcción más sólida del mundo. Porque el Amor no conoce el tiempo, no conoce el espacio, sólo conoce el instante Eterno, y en cuanto te toca, en cuanto se revela en ti, no puede haber deambulación.

Por supuesto que las preguntas de la persona estarán ahí, pero ya no tendrán peso, ya no podrán llevarte a ningún lado, porque eres de todas partes, porque te reconoces en todos, en el amado y odiado, con la misma intensidad.

Todo lo que puede surgir... Sólo puede despertar, os lo dijo Abba, es inexorable e inevitable, para que cada uno de vosotros pueda pasar al Paraíso Blanco, saturado de Alegría. No hay mejor manera...

Recuerda que no es necesario hacer ningún esfuerzo, sino simplemente permanecer allí, totalmente allí. Cualquiera que sea la densidad, cualquiera que sea la intensidad de tu experiencia, el Amor toma todo el espacio, pero toma todas las densidades, donde ninguna forma es útil, donde ningún mundo es necesario, donde tú eres completo, tan completo que toda la creación es sostenida en el espacio de tu corazón.

Esto es una certeza. En cualquier caso, la Alegría no te deja otra opción que la de ser la Verdad y amar por encima de todo lo demás, sean cuales sean las historias, las deficiencias, las heridas y lo que sea por lo que estés pasando, al final. Así, cada uno se da cuenta de esta primera verdad de que no son nada en este mundo y que sin embargo, son cada uno, de aquí o de otra parte, en cualquier mundo.

Repito lo que dijo Abba hace poco: “cuando se rompe el ala de una mariposa, todo el universo tiembla”. Y cuando una conciencia encuentra la fuente de la conciencia, que es Ágape, todo el universo se resuelve en Alegría. Justo cuando el ala de la mariposa se rompe, en mi tiempo en encarnación, lo que estaba experimentando no era transmisible. Siempre se te ha dicho que eras tú y sólo tú quien daba este último paso.

Esto siempre ha sido cierto, pero hoy ya no lo es. Porque siendo realmente uno en el otro es vivir, para algunos, cómo quieren hacer la más mínima diferencia entre ustedes y el otro, cuando en realidad se convierten en el otro, se dan cuenta de que no hay separación a pesar de la separación de las formas, que no hay individuo, que sólo hay Agapè. Esto sucede en todos, aunque no lo sepas, absolutamente en todas partes en la Tierra, como en todos los universos y multiversos.

Entonces no tiene sentido decirte que ames, porque ya ni siquiera tienes que amar, porque tú eres Amor y eso es suficiente. Este Amor no depende de nada, ni de ti, ni del otro, ni de las circunstancias de tu entorno, ni de ninguna de las circunstancias de este mundo.

Y así redescubres lo que estaba escondido dentro de ti y lo que tanto has estado buscando en todas partes, y que te ha encontrado hoy. Los incontables hermanos y hermanas que viven esto son el testimonio vivo de la Resurrección y la Beatitud. Al vivir esta Beatitud, te pones en un estado tan diferente de todas las experiencias que has tenido en esta vida, que ya no hay ningún interés en jugar el juego de la ilusión. Porque lo que realmente eres jamás ha sido cambiado por ningún sufrimiento o confinamiento.

Esto está sucediendo ahora mismo. Cualesquiera que sean las apariencias, todas ellas conducirán a la Verdad de Ágape. Esto no es parte del tiempo, ni de ningún espacio en particular. Pero esta onda y esta onda de la ronda del corazón del Uno se está asentando desde todas partes en este mismo momento. Toda la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, presente en vuestros cielos de una manera cada vez más visible, os anuncia esta celebración. El Paraíso Blanco es para todos, nadie será privado de la Alegría, no importa cuánto les falte hoy.

La Beatitud pone fin a cualquier proyección de conciencia, a cualquier sueño del futuro así como a cualquier pesadilla de tus sufrimientos pasados. Y viviendo en libertad, qué puedes decir todavía de que necesitas una historia o algún tipo de futuro aquí o en otro lugar. La Verdad es Desnuda, Ágape no necesita nada más. Ágape es Eterno y tú estás pleno. Trascendiendo la ilusión del sueño de la creación, el Juramento y la Promesa te despertaron antes del evento.

Porque el evento ya está en ti antes de que se manifieste tanto en el mundo como en los universos. Lo que puede pasarte, tanto dentro como fuera, es sólo la disolución de las últimas ilusiones. Cualquiera que sea el sufrimiento aparente, expondrá la belleza del Ágape. Hay una sola técnica, que da origen a todas las demás técnicas, así como a todas las prácticas, ya sean religiosas, energéticas o sociales, ya sea que se encuentren en los eslabones de una sociedad llamada normal. Entonces te das cuenta de que sólo hay una Verdad y una seguridad al mismo tiempo, que es Ágape.

Ninguno de nosotros, habiendo vivido entre las Estrellas de Ágape, puede ser engañado por el paso del tiempo, o incluso por la historia que se está concluyendo. Porque en Ágape no puede haber nada más que Ágape, y sin embargo, contiene todas las experiencias de los universos, pero felizmente las trasciende, con Alegría y Beatitud, en la permanencia del Amor y, al mismo tiempo, en su impermanencia.

Así es el juego de la conciencia que se consume para dar paso a lo que nunca se puede consumir. Ágape. Esta simple palabra es universal. Porque no puede ser coloreada, en su pronunciación, por algún amor adulterado o condicionado que existe dentro de las relaciones de este mundo, incluso en las relaciones más íntimas, más carnales, ya sea una relación madre-hijo, o incluso dentro de la pareja más armoniosa que exista.

Ágape realmente pone fin a todo lo que puedas haber creído. Creer en este mundo, creer en tu cuerpo, creer que debes mejorar o creer que debes trascender cualquier cosa. Ágape es evidente y Ágape lo es todo. No puedes rechazarlo, aunque no lo vivas, porque no hay otra salida que este Amor Desnudo.

Os invito a ser amables con vosotros mismos. Os invito a perdonaros a vosotros mismos y a los demás. Te invito a amar a quien te ha hecho mal para cancelar su mal, porque lo que le haces al otro, lo haces sólo a ti mismo. Y como el otro eres tú, ya no puedes poner distancia, a pesar de las formas que aún están presentes.

Esta evidencia se revela, se vive, y a partir de ahora se vive cada vez más fácilmente, sin necesidad de ascesis, sin deseo, sin meditación, sin oración, estando precisamente allí, en el corazón de vosotros mismos, en la Morada de la Paz Suprema donde el Ser y el No-Ser danzan la misma danza en el Corazón del Corazón.

Esta es la Verdad. No necesita palabras, no necesita forma, no necesita evolucionar, no necesita mundos, no necesita creación.

Son anteriores a la conciencia y están comenzando a vivirlo, y otros la han vivido totalmente.

Cualesquiera que sean las circunstancias de vuestra vida, cualquiera que sea vuestra decisión, cualquiera que sea la situación del mundo, son precisamente estas condiciones las que os muestran que el poseer es inútil, que las posesiones os poseen y que sois autónomos a partir de ahora, a pesar de la presencia residual de este mundo, cuya agonía puede parecer todavía terrible, pero que detrás de este terrible, es un canto de Alegría y de Libertad.

Amar por encima de todo, amar no es un esfuerzo, ni un acto reflexivo, es tu naturaleza espontánea. No puede ser de otra manera, ya que se quitan los velos. Entonces regocíjate. Cualquiera que sean tus miedos, cualquiera que sean los hábitos de este mundo, cualquiera que sean tus apegos residuales, el Amor los desata y los fija en Ágape, donde ven todos los mundos, todas las creaciones y todos los universos como algo incompleto. Cualquiera que sean las visiones, cualquiera que sea el éxtasis de las experiencias pasadas, con respecto a ciertos encuentros, con respecto a ciertas satisfacciones, con respecto a la vibración misma, con respecto a las posibilidades de la conciencia misma, todo esto no representa nada en Ágape.

No se preocupen por nada. Si son capaces de acoger, sin saber lo que están acogiendo, sólo se están acogiéndose a sí mismos, y como ustedes mismos son los unos en los otros, están acogiendo a toda la creación, tanto dentro de los mundos libres como dentro de este confinamiento que está llegando a su fin.

Vosotros sois el Camino, la Verdad y la Vida, sois la Fuente, sois el aliento, sois el grano de arena, sois todas las esferas planetarias, todos los soles y toda la creación. El Amor no puede ser de otra manera, de lo contrario no es Amor, sino otra cosa. El Amor no es molestado por ningún apego a ninguna circunstancia o falta.

Tú eres completo, tú eres entero, estás de pie, tú eres el Amor que se ha encarnado y encontrado de nuevo. Ya nada puede engañarte, si no a ti mismo, con ciertas posturas, pero eso no importa. ¿Pero qué importancia puede tener esto frente a la importancia de Ágape? No tienes otra opción que ser lo que siempre has sido, a pesar de las apariencias de los mundos, a pesar del hecho de que piensas que naciste y piensas que deberías morir. El Amor jamás puede morir porque jamás nació. Simplemente lo habíamos olvidado.

Y reconoces por lo que estás pasando. Ya no puede haber ninguna duda. Porque el Amor tiene más sustancia y densidad que la mayor certeza de tu vida material. Este cuerpo fallará, pero el Amor jamás fallará, ahora que tú lo has encontrado. No seas impaciente, por aquellos que aún no lo viven. No puedes quedarte atrás, en el vagabundeo de tu cuerpo y en el vagabundeo de esta vida. Porque el Amor toma todo y deshace todo lo que sucede.

Ya no necesitas historias, ya no te necesitas de ti mismo, ya no necesitas mundos, y así es como amas a tus hermanos y hermanas, como amas a los universos. No es una decisión, no es un testimonio, pero se ha llamado la Evidencia de Agape. Esta Evidencia de que nada puede ser comparado y nada puede ser medido. Cuanto más callados se quedan, más perezosos son -—y la Luz ya no les da opción de todos modos— y cuanto más dicen que sí, más se encuentran a sí mismos. Lo desconocido es conocido. Este extraño que podría ser tan aterrador y que sin embargo, hoy te llena de belleza y Verdad.

Muchos de ustedes, en las noches que acaban de pasar, me han conocido a mí, o a una de mis hermanas Estrellas. Y sólo pueden derretirse con gratitud, estallar en lágrimas de Alegría, porque captan completamente lo que está pasando. Entramos en sus noches como ladrones, para prepararlos para esta celebración final del momento colectivo. Y este momento colectivo será el supremo consuelo de la Verdad encontrada.

En Ágape, no puedes pensar en ningún futuro, ni en ningún devenir. Porque en Ágape, no hay nada en lo que convertirse. En Ágape, no necesitas nada. Nada en absoluto. Está la ligereza y la densidad de la Verdad.

La comunión perpetua que han llamado la resonancia de Ágape continuará de una manera cada vez más importante, si puedo decirlo así, en cada uno. Estáis invitados a esta celebración que es mucho más que un estado de Gracia o de Acción de Gracia. Tú eres Eso. Desde toda la eternidad.

Tu personaje pensó que tenía que buscar, a través de una búsqueda sin sentido, dando la vuelta por todas partes, a muchos de vosotros que estabais en la energía, en la espiritualidad, en la sed de Verdad. Todo esto hoy te parece fútil. Y aunque os haya conducido a las puertas de vuestra eternidad, debéis deponer las cargas, de la misma manera que deponer las experiencias, que de todos modos desaparecerán en vuestro último aliento, como ha sido el caso en toda vida.

Cuando me encarné, dije que nunca nací y que mi naturaleza nunca cambiaría, no importa sea lo que viviera mi cuerpo. Hoy lo vivís, todos estáis llamados a esta forma de santidad, que no es la santidad de los santos de la Iglesia, ni de los místicos que han caminado por este mundo, sino mucho más que eso. Una vez más, no se trata de creerme, pero como se está viviendo en este mismo momento, todos son testigos, viviéndolo, de la Resurrección y de la Verdad del Amor.

Nada puede retenerte. Cuando Ágape te sostiene, en ese momento, eres liberado y abandonado. No para sí mismos en este mundo, sino que están abandonados al Amor que siempre han sido. Donde no se puede perder nada y jamás te puedes abandonar.

Más allá de mis palabras, ahora que voy a continuar, transmito la esencia del Verbo, en la intimidad de cada corazón, a través de la resonancia de mi corazón.

Ágape es para cada uno. No seas impaciente. Porque la impaciencia te aleja de la acogida y aceptación. No pongas una distancia que no existe, no lo dejes para mañana, déjate poseer por la libertad. En ese momento, verás que no tienes nada que poseer, que no tienes nada que defender, porque sólo esto es esencial y porque nada puede volver a engañarte. Este es el momento en el que estás. Y este momento es ahora, para ustedes y para cada uno, y cada uno está a su manera, lo más cerca posible de su eternidad.

Entonces no necesito decirte que ames, porque el que es Amor no necesita amar, necesita resonar y eso sucede por sí mismo. Tú te conviertes en Amor, acabando con cualquier distancia, tanto en ti mismo como con los demás. Y sabes, al acercarte a ello y vivirlo, que no hay otra verdad.

Tu personaje se está alejando. Algunos de ustedes, además, en ciertos momentos o en las noches, por la vibración de las noches o por sus acciones en los días más cotidianos, notan que están ausentes del personaje, pierden el sentido de la historia, el sentido de quienes son, el sentido de dónde están. A veces durante períodos de tiempo cada vez más largos, mostrándoles la vanidad de lo que creen que has adquirido como conocimiento o como dinero. Ágape no necesita nada de esto. Son pesos muertos, porque el tiempo ha llegado y el espacio viene a recibirlos.

No, no estás soñando, es el regalo del fin de los tiempos. No es una celebración de la pérdida de algo, sino de la Alegría de redescubrirte. ¿Qué quieres conservar cuando vivas el tesoro de Ágape? No tienen nada que decidir, es hora de deponer y dejar las armas del conocimiento, de sus logros, que nunca les habrían permitido encontrar esta Alegría tal como se experimenta.

Incluso si se les ha dado, a algunos, experiencias trascendentales, estas experiencias siempre han desaparecido. Lo que están viviendo a partir de ahora, no puede disminuir, ni desaparecer. Y lo sabes. Y eso, ven, lo han entendido. Y esto es lo que pone fin a todo lo demás, en un acto de Amor total, sin conocer límites, sin marco, sin condicionamiento, sin vínculo.

Así que, hermanas y hermanos míos, otros en encarnación, les hablo a cada uno de ellos, como Abba. Lo que tengo que decirles puede ser dicho con todas las palabras, pero lo que están viviendo ahora mismo tiene mucha más Verdad que cualquier palabra que pueda encontrar.

El Amor Es. Y ya no pasará.

El Amor es un don total que te devuelve a ti mismo, en este espacio de libertad donde los mundos son inútiles. Porque tú has vivido todo esto, porque todo esto está sucediendo y ha sucedido.

Así que, hermanos y hermanas, otro mi mismo aquí en la Tierra, el mismo corazón y la misma llama, te veo invitando mi corazón, como me invité a mí mismo a tu corazón. Porque el Amor es una invitación permanente, a la celebración de la Alegría, cualquiera que sea esta Alegría, pero que no depende de ninguna razón o pretexto.

...Silencio...

Así que no importa cuál sea mi nombre, aunque, por supuesto, me hayas reconocido, porque mi voz es tu voz, porque estoy dentro de ti como tú estás dentro de mí, aunque estrictamente hablando, en lo que soy, no hay ni dentro, ni fuera. Sólo puedo reconocerte, no importa cómo te veas. De la misma manera, sólo pueden reconocerse a sí mismos, al final, en todos y cada uno y especialmente en aquel que haya sido rechazado un día, con razón o sin ella.

Esto es ahora mismo. Y jamás se detendrá. Porque nada puede detener a Ágape, a ninguna persona, a ningún mundo, a ninguna fuerza, a ningún sol, a ninguna dimensión. Esta Verdad es absoluta, no puede ser relativa o incierta.

Ahora será el momento de recuperar el silencio de tu corazón, como el silencio de mi corazón, para que el Amor esté en todas partes, sin necesidad de ser proyectado, imaginado, soñado o ilusionado.

Permítanme decirles que nos demos la acogida en este instante, así como lo haremos cuando lean o escuchen este Ágape. Entonces cada uno resuena en el corazón, en este instante.

...Silencio...

Todos estamos a su disposición, en nuestras naves y dentro de ustedes.

Que la gracia de la Alegría de Ágape establezca su morada de Eternidad, que está más allá de cualquier morada y que está en toda morada.

Te amo. Te amo. Más allá de todo. Y es recíproco también en ti.

Y los dejo con esta última bendición, porque en definitiva, yo tampoco los he dejado jamás.

Y te digo cuándo quieras, porque tan pronto como Ágape está allí, de ahora en adelante toda la creación está allí, dentro de ti.

...Silencio...

Así que les digo, mi hermano, mi amigo, mi bienamado, mi esposo o mi esposa, no vean una conexión allí, simplemente vean la libertad que son. Bendito seas por siempre, porque eres una bendición.

En la Paz, te amo. En la resistencia, te amo. Con dolor también, déjame amarte. Porque así es como te das cuenta de que eres Ágape, sin importar las circunstancias por las que creas que tienes que pasar. Porque en realidad, sólo Ágape te atraviesa de un lado a otro, para podar y cortar todo lo que puede obstruir tu plenitud en el Amor.

Como dijo Cristo en Occidente, yo estoy con ustedes por toda la Eternidad, como ustedes están con ustedes conmigo por toda la Eternidad.

Te amo. Te amo. Y yo teamo a ti. Y yo te amo a ti.

***

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