10 agosto 2011
Soy GEMMA GALGANI. Hermanos y Hermanas en humanidad, les saludo y les doy todo mi Amor. Vengo a proseguir sobre el ímpetu de lo que dijo mi Hermana, MA ANANDA MOYI. Voy, si lo quieren, hoy bien, a hablarles de una serie de mecanismos, que se conectan directamente al acceso a la Unidad. Eso proseguirá, hasta cierto punto, la información que recibieron acerca de las Vibraciones, el despliegue de la Luz, la apertura de la puerta KIRISTI y, por eso, lo que dijo MA ANANDA relativo a la diferencia que existía entre el alma y el Espíritu. Lo que les diría es, obviamente, resultante de mi propia experiencia, de mi propia vivencia. Allí no vean ninguna connotación particular excepto, obviamente, en resonancia con mi propia cultura, en ese momento dónde lo he vivido en mi vida. Pero, obviamente, lo que voy a decir es completamente universal y no conoce límite de creencia, cultura, karma o de cualquier cosa. Esto debe volverse a actualizar, para muchos entre ustedes quienes afectaron el alma y quienes vivieron este despertador de lo que se llama sus lámparas, sus chakras, en lo que se llamó este despliegue de la Luz y el conjunto de las manifestaciones que tuvieron lugar, en ustedes, hasta ahora. Voy a detenerme, por lo tanto, sobre estos momentos tan precisos, tan particulares y tan preciosos que, quizá, algunos de entre ustedes ya vivieron o que se preparan a vivir, en lo que tienen que vivir en adelante.
Quiero hablar de los mecanismos extremadamente precisos que se desarrollan en la Conciencia, en el cuerpo, en el momento en que el alma se acerca al derrame del Fuego del Espíritu, de la Unidad y en el momento en que el alma descubre, al mismo tiempo que la personalidad, las virtudes y las calidades inherentes al Fuego del Espíritu. Antes de describir todas estas señales y todas estas manifestaciones, deseo a pesar de todo precisar que, lo entendió, es la llegada a un estado llamado Unificado, llamado Crístico, que ocurre después del primer Encuentro total y que va a traducirse, para la personalidad y el alma, en convulsiones interiores extremadamente potentes. Lo más importante de estas convulsiones se refiere, indudablemente, a la desaparición total de todos los miedos ya que después del Encuentro, el alma y la personalidad se establecen en un estado particular de Alegría, que ya se les describió y sobre todo un estado donde la fe (aún si se pueda hablar así) o, en cualquier caso, el estado de ser ya no se caracteriza por ninguna falta, ya no se caracteriza por ningún deseo, por ningún dolor, por ningún sufrimiento, por cualquier cosa que hace la vida ordinaria del humano, aquí, sobre este mundo. Es pues un cambio total, diría, en 180 grados, de lo que es la vida ordinaria, incluso encendida por el alma.
Tras el Encuentro, la Luz es omnipresente. Se inscribe en la gracia de cada minuto, cada mirada, cada contacto, de cada momento. Este estado particular, que ocurre después del Encuentro, tuvo muy numerosos testimonios sobre toda La Tierra. No pueden confundirle con cualquier cosa otra, porque, en los Estados ilusorios del alma, la Alegría puede existir pero alterna con el miedo. Las preocupaciones de la vida ordinaria están aún en relieve, mientras que después del Encuentro, cualesquiera que sean las circunstancias, son permanentemente felices, incluso guardada en cama como lo fui, enferma, están en la Luz y más nada tiene importancia. Son, cómo decir, completamente vivos. Toman conciencia que antes no eran vivos sino que estaban en un fantasma, que estaban en algo completamente incompleto, aunque la vida les parecía colmada. Pasan de una vida limitada a una vida ilimitada, de una Conciencia limitada a ilimitada. En ese momento, prueban un amor infinito, porque se convirtieron en el Amor. El amor no es ya exterior, encontraron y fusionaron el Amor. Entonces, a mi tiempo, de mi viva, hablé de casar el Cristo, porque era la mejor imagen o, en cualquier caso, la mejor representación que podía existir en mi joven vida, por lo que se refiere a esta magia fantástica de la Luz, que les hace vivir de verdad. Entonces por supuesto, lo que a ustedes describo allí, y podría hablar durante horas, ocurre después del Encuentro. Pero antes del Encuentro, por supuesto, hay otras señales. Y estas señales, para la personalidad y el alma, pueden parecer dolorosas, pueden parecer difíciles, hasta pueden llamarlas un sufrimiento, un sufrimiento del alma, un sufrimiento de la personalidad, porque es un momento en que hay una conciencia de esta revocación y es un momento en que, efectivamente, conviene hacer todos los lutos necesarios. Ninguna zona de sombra puede existir más y se viven las últimas zonas de sombra con una agudeza terrible. Si acaban de vivir un sufrimiento, este sufrimiento es sobremultiplicado. Piensan a lo que se ligaba, en sus niños, si tienen, sus padres, a la vida ordinaria, porque este salto en el desconocido, obviamente, va obligatoriamente a despertar en ustedes los últimos sufrimientos, las últimas novatadas, las últimas actividades de la personalidad, que va resistir y a oponerse a esta invasión, a este Encuentro. En la actualidad, como ya se sabe, fueron preparados por las Vibraciones. Se les preparó, a esta etapa, a lo que se llamó esta última Puerta, este último Paso que les conduce, realmente, a la Resurrección, la del Espíritu. Si les digo eso, es para que una vez en el momento oportuno, si aún no se acercaron o lo vivieron, sean, allí también, conscientes. Uno de los Antiguos, HERMANO K, les había hablado de la Libertad, de la Autonomía futura. Allí también, no son palabras huecas que les damos, no son un conocimiento exterior sino, simplemente, las señales que, cada uno a nuestra manera, esperamos y sabemos, les permitirán ser lúcidos sobre lo que se vive en su Conciencia.
Entonces, por supuesto, en esos momentos que preceden el Encuentro, el conjunto de lo que puede aparecer como los defectos de la personalidad o el alma están, hasta cierto punto, sobre el frente de la escena. Puede, efectivamente, existir un sentimiento de sufrimiento extremo. Se perdió, por eso, el sentimiento, de poner en duda absolutamente todo. La fe se sacude porque el mental va a despertarse y va a decirles: ¿“el Cristo existe? ¿”, “todo eso no es un sueño? ¿”, “todo eso no es una ilusión? ¿”, “todo eso, finalmente, no está de la locura que me lleva hacia la muerte? ». Todo eso, por supuesto, hace parte de lo que es previo a este Encuentro, porque es durante este preliminar y estos elementos que ocurren, que van a poder de verdad ser lúcidos, completamente, sobre lo que se juega en el alma y la personalidad. Es la única manera de salir, allí no tiene otra. Cualquiera que sea lo que afecta su cuerpo, cualquiera que sea lo que afecta a sus pensamientos, sus emociones, cualesquiera que sean sus compromisos, todo esto se verá cruda, claramente, y el mental va a jugar al respecto para aumentar, hasta cierto punto, las incertidumbres, los sufrimientos, cualquiera que sean. Y con todo hay, al mismo tiempo, en paralelo a eso, primicias importantes, señales en el cuerpo que no equivocan: se les describió bastante detenidamente. Estas señales se refieren a los diferentes chakras, las distintas Puertas, las modificaciones del ritmo respiratorio, del ritmo cardíaco, del ritmo del sueño y el pensamiento, incluso. El conjunto de la personalidad y el alma parecen sentidos completamente de arriba a abajo. Todo lo que parecía establecido y bien correspondido se cae en migajas. Hay realmente, en ese momento, un sentimiento, bien real, de perder algo. Esto es en estos momentos, por eso, que la personalidad y el alma pueden resistir y pueden manifestar la necesidad de justificación en colgarse, literalmente, a esto que ama, colgándose a todo lo que se posee.
Es el momento, por eso, dónde el alma va a vivir, hasta cierto punto, lo que se llama la noche negra del alma, es decir, este momento en que el alma, que con todo así que se había inspirado, tan vibrante, va a preguntarse lo que a él llega, porque todas las señales se hunden, toda esperanza se hunde. No hay ya más nada que este pozo sin fondo y sin final en el cual se hunden el alma y la personalidad y que precede la Resurrección. Y como eso se dijo muy numerosas veces, en ese momento, están solos y no hay ya nadie de otro que su Conciencia, son desnudos, completamente desprovistos de toda ayuda, aunque, por supuesto, ya hayan vivido contactos antes, cualquiera que sean, cualquiera que sea su sujeción, en ustedes, e incluso esto parece abandonarles. Es un sentimiento efectivamente de Abandono total que se vive. Entonces, por supuesto, según las almas, anteriormente, eso podía durar años. Y tienen por otra parte algunos santos, que han descrito perfectamente esta noche negra del alma que precede la Resurrección. La ventaja, como se lo dijo mi Hermana, ayer, es que en adelante están en una etapa que es más colectiva y en consecuencia, hay un apoyo. Este apoyo aparecerá en cuanto hayan pasado en la Dimensión del Espíritu y, enteramente, en la Unidad. Entonces, por supuesto, algunos de entre ustedes ya vivieron teclas de esta Unidad, reseñas. Ventanas se abrieron, Vibraciones aparecieron y correspondían al establecimiento de la Conciencia en una forma de Alegría o, como mínimo, de Paz. Eran, hasta cierto punto, primicias. Pero este mecanismo de la noche negra del alma corresponde al último Paso, el de la muerte y la Resurrección. Y deben pasar por esta Puerta de la muerte ya que es una muerte efectivamente que es vivida por la Conciencia. Y saben todos que, incluso si acepta su muerte física, aunque eso se conciencie completamente, va a probar, en el momento real de este Paso, algo (una aprehensión, este famoso pozo sin fondo) que rápidamente es sustituido, cuando pasan del otro lado, por esta Alegría. Recuerden que, ustedes quienes leerán estas palabras y quienes me oyen, hoy, son diferentes, porque han sido Sembradores de Luz, Ancladores de Luz y pudieron tener testimonio, en ustedes. Estos testigos son los puntos de Vibración, son lo que vivieron, real y concretamente, en sus alineaciones, en sus meditaciones, en sus rezos. Tuvieron, por lo tanto, pruebas de algo. Y con todo, estas pruebas, en ese momento, desaparecerán, ellas también.
El Arcángel Mikaël había hablado, ya, al final de las Bodas Celestiales. Es el final de todas las Vibraciones, es el momento en que no hay ya nada, más nada del conjunto. No hay ya marido. No hay ya mujer. No hay ya niño. No hay ya. No hay ya la Luz, no hay ya la esperanza, no hay ya la fe. E incluso el mental, que era aún un apoyo, va a desaparecer, enteramente. Y es en ese momento que pronunciarán, como el Cristo lo pronunció, esta frase tan importante: ¿“Élie, Élie, lama sabactani? ¿” (“Mi Padre, mi Padre, por qué me has abandonado? »). Esta frase es la renuncia y el Abandono último al Espíritu. El Espíritu no puede nacer mientras esta frase no sea pronunciada. Entonces el ego puede resurgir también en esta noche más profunda para alejar a ustedes de este estado que es su propia muerte. Pero su muerte, es la muerte simplemente del que tomaba los pedidos hasta ahora, porque después, después del Encuentro, no tiene ya ningún peso, él no puede manifestar más el miedo, no puede manifestar más el menor sufrimiento, el menor afecto, la menor emoción. No puede tomar más el control de cualquier cosa. Tienen, en ese momento último, las puertas de la muerte, resucitaron y están en Cristo. Lo casaron. En ese momento, este cuerpo no tiene ya ninguna especie de importancia pero la vida es más importante que nunca. Eso puede parecer una paradoja, no tienen ya nada y con todo la vida les tiene, enteramente. Es otro estado, otra Conciencia, todo eso lo saben. Entonces, en los momentos que preceden a este Encuentro, el cuerpo va a manifestar, por eso, síntomas. Va a ser muy, muy pesado, dándoles a veces la impresión de hundirse en una somnolencia, una necesidad de acostarse. El corazón puede tener fallos, la respiración parecer difícil o, al contrario, convertirse en muy rápida. Hormigueos muy intensos se ponen a recorrer el cuerpo, con la inminencia de este sentimiento de muerte, la inminencia que algo se les escapa, definitivamente. Estos hormigueos en el cuerpo alcanzan el límite de lo soportable, pierden las señales, no saben ya quienes son, dónde son, cómo se coloca su cuerpo, donde es su Conciencia. No saben ya ni lo que son, ni el lugar donde son, ni en qué tiempo son. Es como una confusión total donde más ninguna de las señales de la vida ordinaria puede existir. Como lo dije, determinados de entre ustedes vivieron enfoques de eso. En los de entre ustedes incluidos, los lazos a las clavijas, a las muñecas, desaparecieron en los meses que acaban de pasar, y pudieron acercarse a este estado. En ese momento, la Conciencia existía aún. Se colocaba como un observador que era capaz de ver las dos conciencias: la dividida y la Unificada. Pero al ser el observador, eso les permitía tomar una distancia. No eran ya esta personalidad, no eran aún esta Conciencia Unificada, estaban entre las dos. Pero es necesario reunificar ahora todo ello. Y el impulso del Cristo, la llegada total de la Luz Blanca, va a realizar eso.
Para muchas almas, en ese momento, habrá un mecanismo preciso llamado stasis (animación suspendida). Pero deben vivirlo, continuamente, independientemente incluso de lo que se llamó por la llamada de Marie y el Anuncio de Marie. Algunos de entre ustedes pueden en adelante asumirlo, aún antes mismo este Anuncio. Otros no lo vivirán, a pesar del Anuncio, y estarán en presa a males, a todo lo que observan sobre su mundo y que va a ampliarse. Les gustará el mundo en su sufrimiento ya que se habrán convertido en el mundo. No podrán ser diferentemente que en este Amor inefable y total, una vez realizado el Encuentro, una vez el Paso realizado. Serán vivos, enteramente. Todo eso debe vivirse con la vuelta de la Luz Blanca. Se llama a concienciar todo eso y amanifestarse, enteramente. No hay otro medio de vivir esta Crucifixión, esta Resurrección y este Renacimiento. Entonces, por supuesto, les di el cuadro más ideal, presentándoles eso como una sucesión lógica. Pero según lo que son, actualmente, podrán pasar eso en una respiración fuera del tiempo. O entonces, podrán acercarse, cada vez, un poco más cerca, y volver a bajar. No se preocupen. Hágan confianza a Cristo. Qué llega y que cruzaban o no, en cualquier caso lo cruzarán. El Encuentro con el Espíritu es ineludible. No podrán nada. No hay pues nada que desear, inscríbanse en nada que esperar ya que eso, esto se inscribe de manera indeleble. La Fuente llamó eso el Juramento y la Promesa. Este Encuentro, esta Resurrección, este último Paso debe vivirse, de verdad. Una vez del otro lado de la Conciencia, siempre presente en la vida, entonces, observarán el pasado con una emoción particular, que no es más una emoción sino, de verdad, una mirada que llamaría de ternura sobre lo que eran o, más bien, sobre lo que no eran. En ese momento, constatarán que no estan más solos, que sin cesar tienen junto ustedes a su Ángel encargado, que esperaron tanto y al que ustedes hablaban a veces en sus noches. Van a darse cuenta que el conjunto de los Arcángeles está a su cabecera, permanentemente. Se les sumerge completamente, en ese momento, en la Luz y, lo que ocurra a la oruga, lo que ocurra a las otras orugas, lo que ocurra a la vida limitada, constatarán que eso no tiene ya ninguna especie de importancia ya que, en ese momento, se extraerán, enteramente, de la Ilusión. No estarán en una superposición de dos mundos sino se establecerán, ya, enteramente, en este mundo, y ustedes comenzarán a trabajar, hasta el momento conveniente, que corresponderá a esto que la Tierra decidió. Que eso sea al mismo tiempo o después del Anuncio de María. Todo eso es un desarrollo particular de la situación de su vida. Se desarrolla, comenzó. Algunos de los Hermanos y Hermanas ya comienzan a vivirlo, a vivir estos momentos en que hay como un oscurecimiento de la Conciencia, incluso del alma encendida y sienten bien, por otra parte, para los que lo viven, que no pueden resistir u oponerse demasiado.
Este proceso del Espíritu (que es este Encuentro que les hace vivir la Unidad, enteramente) llama, de verdad, para cada ser humano. Ahora, cada alma hará lo que quiere. Porque, en este Encuentro, o pasan en el Espíritu, o se establecen en el alma o, entonces, permanecen en la personalidad. Pero ninguna personalidad podrá decir que ignoraba lo que es la Luz. Nadie podrá decir, sobre esta Tierra, en el momento del Encuentro, que no sabía, que no podía saber, que no podía imaginar o creer, porque allí, eso no será más una cuestión de imaginación, eso no será más una cuestión de creencia, eso no será ya tampoco una cuestión de Vibración. Eso se vivirá la realidad de la Luz, enteramente, para cada alma y para cada personalidad. Este Encuentro y forma, por supuesto, en que van a abordar este Encuentro, van a derivar en lo que llamaría su pasar a ser en la Luz. Es este el sentido que la preparación de la humanidad se efectuó sobre un tiempo relativamente largo. La vuelta de la Luz se preparó, ya, desde mucho tiempo, eso ustedes lo saben. Cristo, por su sacrificio, permitió también lo que llega, ahora. Las Bodas Celestiales, que el Arcángel Mikaël realizó, eran también una de las preparaciones para vivir eso. Se les arma pues, hasta cierto punto, para saber lo que van a vivir. Pero el conocimiento no es verlo. Por el momento, lo saben, lo vieron. Algunos de entre ustedes comenzaron a vivirlo o, a veces, enteramente. Pero es necesario asumirlo por completo. Este vencimiento es extremadamente cercano a ustedes. Muchos entre ustedes, por otra parte, sin poder poner palabras, perciben eso. Y por otra parte, como se lo dijo el Lord METATRON, quien lo había dicho que, a partir del día siguiente de su intervención, muchas cosas llegarían. Efectivamente, estas cosas llegan, bajo su nariz, ahora, bajo sus ojos, en su vida. Recuerden también que de su actitud, en su propia vida, se derivará la facilidad de vivir este Encuentro, en el momento en que se presentará, si no lo vivieron. Deben, efectivamente, sobrepasar lo que se llamó los compromisos colectivos, lo que se llamó los distintos elementos, en la personalidad, el cerebro, la vida humana, incluso más espléndida, que son, hasta cierto punto, vínculos y oposiciones a esta Libertad.
No pueden pretender a la Libertad y vivir la Libertad, aún ligando al mismo tiempo a cualquier cosa. Les pusimos en guardia. No es porque van a dejar esto, eso, esta persona, esta familia, este trabajo, que van a vivir más fácilmente. Al contrario. Es simplemente, como ya se sabe, como lo decía el Comendador de los Antiguos, una cuestión desde el punto de vista, de mirada: la mirada de la oruga o la mirada de la mariposa. Porque esta mirada es la que condiciona, porque determina, por eso, en el alma, la forma en que van a implicarse, en ese momento. Las Vibraciones, las alineaciones, la Luz que recibieron, los prepararon efectivamente, de la mejor de las maneras posibles, a vivir eso. Pero recuerden también que algunos de sus Hermanos y sus Hermanas que, hasta ahora, podían parecerles completamente cerrados, herméticos a todo eso, van quizá a vivir la Luz mucho más fácilmente que ustedes. No hay nada que juzgar, ni persona que debe juzgarse. Ya que cada cosa, en ese momento, que llegará, será muy exactamente a su lugar. La edad que tienen, la profesión que ejercen, o que no ejercen ya, el estado de su familia, su cónyuge y el vuestro, estará muy exactamente a lo que es necesario, para ustedes, en ese momento. Cuando les decimos y a ustedes habían dicho, ya, que nada se deja aleatoriamente, en ese período, es la estricta verdad. No hay karma que valga, sólo las últimas resistencias que están en ustedes pueden, en el momento en que lo viven, obstruir. Recuerden también que, cualquiera que sea el sentimiento de un sufrimiento (que esté vinculado a un cónyuge, un niño, un padre, una situación), recuerden que del otro lado del Encuentro, es la Alegría eterna. Es la única manera de vivir este Encuentro. Ya, desde hace tiempo, el Arcángel Anaël les desarrolló estos conceptos de Abandono a la Luz, bien más allá de la liberación tomada. Entonces, por supuesto, la personalidad puede llamar eso idioteces, ilusiones. Por supuesto, para la personalidad, es una ilusión total. Y para el alma que se niega a volverse hacia el Espíritu, es también una ilusión. Y no pueden juzgar a nadie. Y recuerden que este Encuentro tendrá lugar, para todo el mundo, sin ninguna excepción. Entonces, tienen exactamente, si tienen la oportunidad de vivir las primicias antes de los otros, a instalarse en este estado, que dejar de verdad la Luz trabajar en ustedes, que eso les tome en cualquier momento del día o la noche, que la Luz triunfa, en ese momento, a vivir lo que debe vivirse. Entonces sí, en ese momento, liberen todo y ocupen de la Luz y su Encuentro. Es el Cristo que, en ese momento, les llama. Entonces, si la imagen o el concepto de Cristo no es autorizado, llamen eso como quieren: lo que, para ustedes, es lo más elevado en la Vibración y en la Luz. No preocupen de un nombre, ocupen simplemente, en ese momento, de su Conciencia y de lo que les pide. No hay nada que pueda tenerse. Si están conduciendo un vehículo, deténganse sobre la carretera. Si están efectuando una tarea, decida ya la tarea porque no saben, en ese momento, si la llamada de la Luz es su Encuentro. Y estas llamadas se volverán cada vez más fuertes, cada día.
Los elementos de la Tierra están ahora en lugar para la entrega de La Tierra y para su entrega. Hay exactamente que estar atento. Por velar y por rogar, como lo decía Cristo. Ya que vendrá, como se los dijo, como un ladrón en la noche, para el conjunto de la humanidad y para algunos, en momentos diferentes de este momento colectivo, yo diría, privilegiados. Las señales son extremadamente simples. Habrá a la vez el sentimiento de descolgarse, en alguna parte. Y, al mismo tiempo, esta gran angustia y esta gran Alegría que se mezclará. Lo que hizo decir, por otra parte, a algunos seres viviendo este encuentro con el Cristo, que el sufrimiento es la misma Conciencia que el Amor. Entonces, por supuesto, al respecto, muchos seres se apoderaron de este sufrimiento y buscaron el sufrimiento. Pero no comprendieron nada. Allí, es completamente otra cosa la cuestión. Es este momento en que hay un apogeo de algo, este apogeo, esta intensidad es tan importante, y que pongan la palabra de sufrimiento, Amor, Alegría, es la misma cosa exactamente. Es eso lo que precede el Encuentro.
He aquí algunos elementos que mis Hermanas me pidieron darles con relación a estos mecanismos que se conectan al Paso, al Espíritu y a la Unidad. Si hay, en ustedes, explicaciones con relación a eso, permanezco con ustedes para responder y les escucho.
Pregunta: la frase del Cristo: “¿Padre, por qué me has abandonado?” corresponde a vivir la noche negra del alma?
Sí. Es este momento último de lo que llamé el apogeo. Y con todo el Cristo era el Cristo. Tres años antes, en su retiro al desierto, había vivido completamente la Conciencia Unificada. Pero esta crucifixión, efectivamente, hace resultar, en el último soplo, hasta cierto punto, esta íntima y esta infinita convicción de estar solo en el mundo. Mientras que, por supuesto, en cuanto hayan pasado el Encuentro, ustedes no estarán más solos.
Pregunta: ¿este último Paso se localiza en el cuerpo?
Sí, por supuesto, eso ya se les dijo, se les explicó eso. Es el punto OD. Es un punto que corresponde al paso del ego al Corazón. Es el momento en que el Corazón se abarcaba, enteramente. Es el momento en que son atravesados por el Cristo y Mikaël, si eso no fue el caso. Es el momento en que el Corazón se rasga, del posterior hacia el frente. El velo del Corazón no existe ya, el Corazón es liberado. Por supuesto, eso puede acompañarse de señales extremadamente fuertes, en el cuerpo, incluso en la fisiología. Allí, lo que llaman la presión de la sangre pueden estallar, ascender a valores desconocidos en el humano. Hay señales de lacrimacion de sangre. Hay lo que llaman los estigmas. Hay muchas cosas, en ese momento. El corazón puede detenerse, la respiración puede detenerse. Todo, hasta cierto punto, se descolla. Pues, hay un punto del cuerpo pero eso se refiere a la totalidad del cuerpo.
Pregunta: ¿momentos de miedos como el miedo del negro y de las sensaciones de hundimientos, mismo físicas, en OD y el plexo, corresponden a la noche negra del alma?
Sí, enteramente. Deben, como se les dijo, perderlo todo, para reaparecer en Él. Deben morir a todo lo que es ustedes, sobre este mundo, para revivir. La vida eterna no puede adaptarse absolutamente a nada de la vida transitoria.
Pregunta: ¿de qué depende la duración de los momentos Unitarios vividos y su alternancia con la conciencia dual?
Mi Hermano, solamente de la presencia o no de los miedos, de la presencia o no de los sufrimientos, de los compromisos, si prefiere, que están aún presentes. Hay como una elástica que extrae de los dos lados. El Cristo les llama por una parte y sus compromisos les atraen del otro lado. Se los decía: “Dejen a los muertos enterrar a los muertos”. No pueden vivir la experiencia humana, cualquiera que sea su belleza, y seguir al Cristo o seguir la Luz Blanca. Porque, cuando la Luz Blanca está allí, triunfa, enteramente. Entonces, si hay oscilaciones, movimientos entre uno y otro, conviene simplemente no juzgar, no encontrarse ni culpable ni responsable. Eso quiere decir simplemente que existen aún, dentro del alma y la personalidad, zonas de sombras, zonas que no se observaron, de las cosas que no se purifican. Pero recuerden que sobre esas cosas, no tienen ningún medio de actuar por ustedes mismos. Ya que si quieren actuar por ustedes mismos, se contendrán, aún más, en la personalidad. Toda la paradoja, se puede decir, está allí. Es que, si ustedes mismos quieren hacer desaparecer, por su conciencia habitual, un mecanismo como este, ustedes no pueden. El trabajo que debe hacerse, a ese nivel, no es un trabajo absolutamente de la personalidad y el alma. Es un trabajo sobre el Abandono y en consecuencia sobre los miedos. Y este trabajo no puede ser un trabajo, al sentido como lo oirían, a nivel psicológico, mental o emocional. Eso pasa por una sublimación de lo que llamaría la fe, una sublimación de la confianza y la Conciencia. No hay otras posibilidades. Es necesario aceptar perder todo para encontrarlo todo. Las circunstancias de la vida, de su vida humana, dondequiera que estén en esta Tierra, van a contribuir a eso.
Pregunta: la frase: ¿“Padre, que sea haga según tu Voluntad y no la mía”, puede servirnos?
Sí. Participa del mismo principio de: “por qué me ha abandonado». A condición de que eso no sea una letanía simplemente sino, realmente, algo vivido. Es decir, pronunciar una frase sólo como eso, si la pronuncian en la personalidad, no les hará avanzar un ápice. Hay un momento en que todas las frases deben desaparecer. Sólo después de haber pronunciado la frase: “Padre, porqué me has abandonado?”, Cristo pudo vivir el Espíritu. Y resucitar.
Pregunta: ¿durante estos momentos difíciles, antes de esta fase última de trascendencia, se puede pedir ayuda a las Estrellas?
Hermana, eso se ha dicho, sí, por supuesto. Pero en el momento último del Encuentro, estarán solos. No habrá nada más que ustedes y solo ustedes. Lo que viven en adelante, cada uno, una vez más, a su manera, son los preparativos. Recuerden, por ello, que mientras no estén al propio Encuentro, tienen la posibilidad de llenarse con Alegría, por sus alineaciones, por lo que hicieron. Busquen lo que está bien, aléjense de todo lo que les implicaría hacia la pesadez, hacia la tristeza, sin aún huir de lo que tienen que hacer.
Pregunta: ¿ Creí que oí a María diciéndonos que no abandonaría a ninguno de sus niños?
Esto significa que cada uno encontrará la Luz. Pero encontrar la Luz no quiere decir Casarse con la Luz. En este sentido, por supuesto, ningún ser humano estará abandonado. Pero ¿qué podemos hacer (que sea María o el conjunto de mis Hermanas) si un humano no quiere la Luz? Es usted quien se abandona solo, en aquellos casos. Porque muchos seres humanos (sobre todo, diría, en los mundos de búsqueda espiritual) son muy persuadidos a conservar todo lo que hace su conciencia de hoy. ¿Qué pueden hacer? La conservarán. Pero no podrán convertirse en esta Luz. En este sentido, sí, María no abandonará a ninguno de sus niños. Pero no puede llevar, de fuerza, a sus niños. Y recuerden que, en el momento de este Encuentro, si viven este Abandono total, ustedes encontrarán, en definitiva, la Luz. En este sentido, no hay ningún niño, ninguna alma abandonada. ¿Y cómo podría ser diferente? Una vez más, es completamente diferente reivindicar la Luz, es igualmente diferente saber que allí es la Luz, es igualmente diferente ver la Luz y es aún igualmente diferente vivir la Luz. Mientras la personalidad o el alma están convencidos de que van, una u otro, o los dos, a apropiarse de la Luz, todo va bien. Pero en el momento en que es necesario de verdad vivir la Luz, es decir, devolver todo de lo que pertenece a este mundo, eh, hay muchas defecciones. Hay la Luz, al momento en que es Gracia, y donde respetará siempre la Libertad.
Pregunta: ¿a qué corresponden los momentos en que no se sabe si se vive, si se sueña, si se vive un sueño o si se sueña su vida?
Son los momentos en que se sitúan en posición de observador. Son los momentos que preceden al Encuentro.
Pregunta: ¿el paro cardíaco es un indicador del paso definitivo a la Conciencia Unitaria?
Oh, es más simple, mi Hermano: ¿estás en la Alegría, a cada minuto de tu vida? No se puede engañar con la Conciencia de la Unidad y él vivido de la Unidad. Instalarse en la Unidad, de manera definitiva, es regarse, permanentemente, a la Luz. Y allí, no puede existir ningún vacío, ningún miedo, ningún sufrimiento. El Encuentro ya tuvo lugar. Los mecanismos del cuerpo son indicadores, como lo dije. Pero no puede confiarse a decir: “viví eso, por lo tanto soy Unitario”. Porque, cuando es Unitario, lo sabes, sin instalar más preguntas. Se satisface el cauce de agua corriente, permanentemente. No puede existir ninguna falta, ningún miedo, ningún sufrimiento, ninguna interrogación. El Encuentro marca el alma y el Espíritu y el cuerpo, al rojo vivo, al Fuego del Amor. Entonces, por supuesto, en los momentos de enfoque de la Unidad, el Corazón (y eso por otra parte fue dado por nuestros especialistas, los Antiguos que más se orientan hacia la energía y hacia el cuerpo o hacia el Yoga: les hablaron del Paso, de la respiración, en el Corazón) no latió ya: respira y se detiene. Pero no es necesario tomar al indicador por el objetivo. No es necesario tomar la experiencia por el resultado. El resultado, es la propia Conciencia. Sólo tu Conciencia sabe si está en Unidad. Porque en ese momento, no existe ya ningún vacío. Más nada de la vida ordinaria puede afectarte, siguiendo al mismo tiempo en esta vida ordinaria. Se conecta al cauce de agua corriente. Y es abastecido por la Fuente de agua corriente. No puede existir ninguna duda.
Pregunta: ¿se puede detener el corazón volver de nuevo en este u otro estado de consciencia?
Sí. Puede detenerse tres días, como fue el caso para el Cristo. Las funciones fisiológicas pueden detenerse por tres días, enteramente. Saben muy bien que hay seres Unificados que vivieron este Encuentro con el Cristo, a su joven edad, y que murieron, y cuyo cuerpo es siempre intacto. Mientras que el corazón no late.
Pregunta: ¿y qué es para nosotros?
No hay cuestionamiento ya que, cuando vive la Unidad realmente, qué importancia tiene?. Se da cuenta que todo lo que se vivió en este mundo no existe. Ya que nunca ha existido.
No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Hermanos y Hermanas, como cada una de mis Hermanas Estrella (o como cada uno de los Antiguos o de los Arcángeles), vamos a vivir algunos minutos de Comunión en el Amor Uno. Les doy todo mi Amor y les digo hasta pronto.
Comulguemos juntos, si lo quieren bien.
... Efusión Vibratoria ...
Hasta pronto...
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