LA FUENTE
12/09/2014
Mi Amigo, mi Amado, vengo como convenido a nuestra cita, tal como te lo había hecho en La Promesa y el Juramento.
Mi Amigo, mi Amado, estoy aquí y te espero. Es la hora de la cita contigo mismo.
Tomemos el tiempo para reconocernos en Profundidad, tomemos el tiempo para reconocernos en Verdad...
Durante
todos estos años, yo te envíe numerosos mensajeros, viniendo en Verdad
a representar lo que podríamos llamar diferentes colores, diferentes
polaridades, diferentes facetas de la misma Verdad, de la Conciencia
Pura, que tú Eres.
Todos esos mensajeros te dijeron: todo está
en ti, desde el momento que tú te reconoces, no como efímero,sino como
la verdad de la Conciencia Pura.
Entonces, mi Amigo, mi Amado, yo te invito a nuestra cita en la Profundidad, allí donde nada se mueve, allí donde tú Eres.
Mi
Amigo, mi Amado, tu has jugado a extraviarte agregando palabras,
conceptos, experiencias a lo que Eres. Tu has jugado a, < yo soy
alguien >, < yo soy una cosa >, y en ese juego has perdido tu
raíz. Ser sin agrear nada es la delicia que te es ofrecida. Estar allí
donde corre el Néctar Divino, viniendo a nutrir al Ser.
Mi
Amigo, mi Amado, este es el tiempo de la Gracia. Eso, tú lo sabes,
porque lo vives. Pero como lo sabes, la Gracia no tiene nada que hacer
de lo efímero. Ella no viene a sanar tus pequeñas cosas. Ella no viene a
arreglar la Ilusión. La Gracia viene a llevarte a llevarlos a su
Fuente, allí donde todo es Tranquilidad.
Mi Amigo, mi Amado, tomemos el tiempo para reencontrarnos, de reconocernos, allí donde siempre hemos estado, en el Silencio.
Entonces, mi Amigo, mi Amado, ¿me reconoces tú en esta cita? ¿Te reconoces tú?
Dejemos correr el lujo del Amor, viniendo a celebrar nuestro Reencuentro...
Mi
Amigo, mi Amado, tu has jugado a olvidarme, tu has jugado a olvidarte,
y has terminado por marchar sintiéndote lejos de mi. Después de un
tiempo, has vuelto a marchar a mi lado. Pero, mi Amigo, mi Amado, yo no
te invito a estar a mi lado. Yo te invito a fusionar en nuestra cita de
Eternidad, reconociendo entonces la Fuente, tu Fuente, lo que tú Eres
de toda Eternidad.
¿Oyes tú la profundidad del Silencio?
¿Oyes tú los clamores de la Tranquilidad?
Llega
a tu verdadera Morada. Mi Amigo, mi Amado, yo resueno en ti más allá de
la palabras, sonando el despertar de la Conciencia.
Mi Amigo, mi
Amado, después de mucho tiempo tu pretendes buscarme, y muchos de entre
ustedes lo hacen de Verdad. Entonces, porqué dejar para más tarde
nuestro Reencuentro? ¿Qué esperas tú de lo efímero?
La Eternidad
no puede cohabitar con lo efímero. Eso deben dejarlo. Ustedes no pueden
ser mortales y eternos. Dejen a lo efímero proseguir si camino. Pero
tú, mi Amigo, mi Amado, permanece en le Verdad...
Yo te espero.
Allí donde yo Soy, el tiempo no existe, el tiempo no puede desplegar su
ilusión. Y eso resuena dentro de tu tiempo, significando que el ciclo
se termina.
Más allá del tiempo y del espacio, mi Amigo, mi Amado, tú Eres de toda Eternidad.
Entonces,
con todo Mi Amor y toda mi determinación, yo vengo a sonar la hora del
Llamado. Reconóceme! Reconócete! Mi Amigo, mi Amado, eso solo
corresponde a ti.
¿Deseas tú prolongar el sufrimiento de la
separación? ¿O al contrario encontrar la Tranquilidad, la Felicidad,
que jamás han abandonado lo que Eres?
Remonta hacia la Fuente y tú me rescontrarás! Remonta hacia la Fuente y tú te encontrarás...
Mi Amigo, mi Amado, yo te espero. Entonces hasta luego, hasta siempre.
Mi Amigo, mi Amado, que sea hecho según tu voluntad. Esa es tu libertad.
Con todo mi Amor, en la Eternidad, mi Amigo, mi Amado, la puerta de tu Morada está abierta, Y es allí que tenemos cita.
Entonces, hasta luego...
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