CRISTO
18 de febrero de 2015
NR: esta canalización es una previa a las canalizaciones de
febrero que serán difundidas a finales de este mes.
Y vengo, siendo amados del Uno e infantes del
Amor.
Vendré como un ladrón de noche,
en su Templo. El anuncio de mi llegada en su Templo, y mi instalación para
vuestra Eternidad, en lo que usted es, ha sido preparado por elementos
múltiples, por cosas múltiples.
Quiérase como le quise y como le
quiero, amor sin rodeos, sin límite, sin razón, es la más bella de las luces
posibles en este mundo que no es su mundo y sin embargo que usted pisa de su
pasos. Y para cada uno acabo de demandarle su amistad y nuestro Amor.
Todo está listo, todo es
terminado y por fin todo comienza. Vendré en el momento oportuno, no sólo en
usted, mis amigos, sino también delante de cada hermano y cada hermana,
cualesquiera que sean sus vagabundeos, cualquiera que sea su negativa, a proponer
la misma amistad, la de la Verdad, la de la abundancia, la de la Transparencia.
No le pido nada, simplemente vengo para esperar, como usted mismo(a) también
esperó este día.
El tiempo de la espera no es
tiempo vano, es el tiempo que le ha sido otorgado para llevar a cabo nuestra
amistad y nuestro Amor. También, por la Gracia de los Arcángeles, por la Gracia
de los Antiguos, por la Gracia de las Estrellas y de mi Madre, por la Gracia
del conjunto de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres, el camino
es abierto. Los velos son disueltos, desnudando la Esencia del Amor que usted
es.
Entonces sí, vendré en cada uno para
presentarme, para nombrarme, y si usted lo acepta, nada más valorará delante de
nuestra presencia unida, en la verdad del Amor Uno. Ninguno falla ni alguna
sombra puede, si usted lo desea, resistir a nuestra amistad. No hay nada más
que preparar desde ahora en adelante que mi llegada, no hay nada más que hay
que esperar ya que todo ya es allí, en estos tiempos cuando todo se revela,
como había descrito mi vuelta al bien amado Juan, el que el primero pudo
percibir la totalidad de mi Vuelta, la totalidad de la Verdad y la acción del
Supramental, de la Inteligencia de la Luz a este mundo, devolviéndole el hilo
conductor de vuestra Eternidad.
Y he aquí pues que vengo, con la
espada acerada, con el fin de restituirle lo que usted desea, con el fin de
restituirle lo que usted vibra, de acuerdo con el Espíritu o de acuerdo con
alma, según la intensidad de nuestra amistad y de nuestro Amor. Vengo para
sellar y para desatar al mismo tiempo la Promesa y el Juramento y también para
liberar la carne, su carne, con el fin de que la Acción de Gracia sea su diario
en el seno de la Eternidad, cuando ninguna noche puede ponerse, donde ningún
obstáculo puede levantarse.
Usted, quienquiera que usted sea,
a él o ella, quienquiera que usted manifieste, quienquiera que usted espere o
tema, mi amistad y mi Amor es el mismo. Una Madre quiere a cada uno de los
niños y su Hijo quiere a todos sus hermanos y hermanas del mismo modo, con la
misma intensidad, sin noción de retribución, sin noción de recompensa y todavía
menos castigo, porque ud. mismo(a) es quien juzgará al aliso de nuestra
amistad, al peso de su densidad en la Eternidad, en el momento en el que me
instale. En usted, en cada uno de vosotros, se jugará nuestro Encuentro,
haciéndoles los Hijos Ardientes del Sol, los Hijos de la Luz, los estandartes
de la Luz, estando inmersos e irradiando la Vida, El Uno, el Amor Uno.
Bailaremos juntos el Baile de la Eternidad.
Y ya vengo en cada uno de
vosotros, personalmente, antes de venir para el conjunto de ustedes, en su
totalidad, en su humanidad Una, en su humanidad que ya escogió otros caminos
que mi amistad y para la que la misma Gracia será concedida. Cada uno escogerá,
diría, en su conciencia o en conciencia, o en su misma negativa, cada uno
probará la resonancia del Amor que dió, del Amor que se dió y del Amor que
recibió, demostrando así a si mismo(a) y a mí en nuestra Eternidad Una.
Hijos Ardientes del Sol, quema en
ustedes la Eternidad. Vengo para ampliar el Corazón Ascensional y para empezar
su Resurrección con ustedes, en oración y en Gracia. Mi Madre viene a
decírselo, a enunciárselo claramente, a susurrárselo en su alma o en su
conciencia, imprimiendo en esta carne el Fuego del Amor, el Fuego del Espíritu
y el Fuego de la Verdad. Piense en mí como pienso en usted, muy lejos del marco
histórico, todavía más lejos, muy lejos de todo marco religioso. Vengo para
cantar en usted el Canto de la Libertad, el Canto de los talleres de la
Creación, vengo para asistir a su Resurrección, en el seno de la Alegría perpetua.
No le pido nada más que sólo
estar presente, sólo hacer frente y dejarme por fin el sitio que es el de
vuestra Eternidad, que es el de nuestro Amor. Vengo justo a pedirle responder a
lo que es, o a lo que todavía no es. Vengo a decirle a usted en este día, no
tengas miedo, porque ponga el Amor en el centro, ponga por delante el Amor, ponga
el Amor para atrás, ponga el Amor a la izquierda, el Amor a la derecha, eso es
lo que usted es. Sólo los velos le ocultaron esta verdad esencial sin la cual
hasta usted no podría poner sus pies sobre este mundo. A pesar de las
ilusiones, a pesar de las mentiras, usted está allí, en vida y de verdad.
Vengo a mostrarle su Vía, su
Verdad y su Vida. No le pediré nada más, sólo compartir su amistad conmigo y
con todos los de ustedes que reconoceremos, por el corazón y por el Espíritu,
alumbrando con sus Lámparas despiertas lo que debe ser, lo que debe disolverse
en la Ley de la Gracia. Vengo a vertirle la bendición del Padre. Vengo a usted
a restituirle.
Ningún conocimiento, ninguna
demanda necesita ser formulada porque lo que veo, y lo que veré, simplemente es
la manera en la que amó. Ninguna historia en este mundo tiene valor frente a la
Eternidad, ningún papel, ninguna función es elevada más que otra. Los que
querrán elevarse sin pasar por nuestra amistad serán bajados, aquellos a los
que encontraré en la Transparencia, en la esperanza más noble y en la
Transparencia y la sinceridad no tendrán ningún elemento de miedo porque el
Amor les colmará. Así es mi amistad, así es nuestra fraternidad que sobrepasa
todas las condiciones y todas las circunstancias su mundo.
Vengo a pedírselo: "¿Quiere
ser mi amigo, usted quiere ser el Hijo digno del Sol y del Padre, ustedes
quieren ser dignos niños de nuestra Madre común, soltando todas las zonas de
sombra y todos miedos que pueden manifestarse en usted?”. Usted se agarra en la
roca eterna de nuestra filiación común, la que no tiene ningún papel ni algún
sitio en el seno de la división porque su sitio único es el de su Libertad y de
su Verdad, cualquiera que sea. Hay solo que aceptar y nadie podrá sustraerse de
su propia pesada. Con la manera en la que amó, no solamente en este instante o
en esta vida, sino en el resultante del conjunto de su pasos llevados en este
mundo desde hace muchísimo tiempo, se le endereza en su desnudez, en su
sencillez y en su belleza.
Vengo para bailar con usted en el
Silencio de la Eternidad. La esperanza, la fe y hasta la creencia que a usted
le construyó mi Vuelta, se revelará en la Verdad absoluta. Hasta los de ustedes
que no pudieron o no quisieron amar como les quise, a causa de los
sufrimientos, a causa de los velos o a causa de las circunstancias
particulares, tampoco tienen que temer nada de nuestro encuentro porque en
aquel momento también podremos, cualquiera que sea su estado, y si usted lo
acepta, edificar juntos instantáneamente el puente de la Gracia hacia vuestra
Eternidad porque Yo soy la Vía, la Verdad y la Vida.
Vendré también a pedirle a usted,
si esto no es ya hecho, dejar morir lo que no quiere el Amor, en usted como en
cada uno, respetando la libertad y la elección del periplo del alma o de la
desnudez de la conciencia. Niños de Uno, Niños nacidos del Amor, vengo a
llamarles a ser inscritos en el Libro de la Vida Eterna que no conoce ni
principio ni fin, donde allí toda vida es celebrada en la más grande de las
compasiones y en la más grande de las libertades posibles e imaginables.
En su Templo, como en cada faceta
de su conciencia, usted encontrará allí mi Presencia y mi radianza. Soy el
consolador, soy el que corta lo que debe ser cortado, libre y de acuerdo con
sus elecciones y la resonancia más o menos grande de su verdad con la Verdad del
Amor. Los signos de mi Vuelta, de manera visible en este mundo y no solamente
en su Templo, serán evidentes para cada uno de vosotros, delante de la
realización de signos innumerables transmitidos en las visiones al bien amado Juan.
En estos tiempos tan intensos, no le queda más que depositar todas las armas
del miedo, depositar todas sus penas a mis pies con el fin de que mi Corazón
los absorba.
Soy el consuelo, soy la esperanza
y soy sobre todo lo que usted es en Eternidad, el Hijo Ardiente del Sol, entre
los que la Paz y la Alegría no conocen ninguna tregua ni alguna sedación. Soy
el Templo de la Libertad, el Templo de la Justicia, el Templo de la Equidad, el
Templo de la Verdad y mi Templo es su Templo, y mi Corazón es su Corazón.
¿Qué puede temer usted, cuyos
miedos representan, en definitiva, sólo el sentimiento de la falta de Amor
hacia usted mismo(a) o hacia la Fuente, hacia sus hermanos y hermanas y hacia
las heridas de la vida?... Vengo para quitar todo sufrimiento a condición de
que usted acepte dármelos, con el fin de que se les devuelva. Necesito sólo un
signo de su corazón, necesito sólo su atención, y vendré para responder al
conjunto de sus necesidades.
La Luz de la Verdad, la Luz que
descubre, llama a la puerta no sólo de su Templo desde hace algunos días, como lo
que quedaba para vivir en la última Pascua, su Resurrección al mismo tiempo que
mi Resurrección. No me espere en la carne porque si no serás engañado, pero su
corazón no puede engañarle, sólo el intelecto puede engañarse. Nos reconocemos
y nos reconoceremos al Amor que brilla delante de nosotros, en nuestro corazón
y sobre nuestra frente porque tú también, si usted lo desea, ustedes son ungidos
del señor, cuya unción puso el bálsamo de la curación, el bálsamo de la
Alegría.
Cuando le pido si usted quiere
ser mi Amigo, no le pido nada más que sólo dejar las ilusiones, que dejar las
creencias, que de dejar lo que es falso, sin compromiso y ser en la humildad.
Los tiempos son cumplidos, esto usted lo sabe, y lo que se cumple ahora es sólo
Justicia y Libertad. De nuestro encuentro emanará su sitio. Ningún sitio es
mejor que otro, ninguno es más elevado que otro, hay solo Amor o no amor y el
no amor no es nada, es solo, diría, una forma de enmascaramiento cuya
traducción es el miedo pero que no tiene ningún sentido en el seno de la
Eternidad. Le recuerdo que usted no podrá llevarse, de manera general, sus
miedos, ni sus bienes, ni alguna experiencia en el seno de este mundo porque le
quiero desnudo, porque le quiero tal como usted es de verdad y no tal como
usted muestra en este mundo lo que se espera de usted.
Soy su verdadera Familia, dónde
no hay chantaje ni sufrimiento, ni condicionamiento, ni violencia, porque vengo
para cortar eso y vengo en paz, cómo podría ser de otro modo? Los tiempos del
miedo son cumplidos, la Gracia le rellena de manera natural de todos los
atributos del Amor, de toda la Verdad del Amor. Usted no tiene nada más
proyectar, usted no tiene nada más esperar porque esto es ahora. Todo lo que
será observado en la superficie de este mundo, como en toda conciencia, es sólo
la revelación del Amor. Sólo su forma ilusoria puede ver allí otra cosa, sólo
la adhesión a usted mismo(a), de manera incongruente, puede privarle de nuestra
amistad. Hace falta para esto que deposites todas tus cargas, hace falta para
esto que cada uno de ustedes acojan, con los brazos abiertos, la Verdad de
nuestro Padre y de nuestra Madre, se coloque donde se sitúa el Espíritu
ardiente, la sed ardiente de sus reencuentros con si mismo(a).
Mi presencia se hará cada vez más
sensible, con el mismo título de los que le acompañaron y cuya ronda se
establece desde ahora en adelante en integridad en su corazón, y en ninguna
otra parte, hasta darle a disolver todo lo que no es la expresión y la
manifestación directa del Amor puro, del Amor incondicional y del Amor-verdad.
Es imposible, a aquel nivel, ser engañado o equivocarse porque su esperanza en
mi Presencia dio fin a las veleidades de la dualidad impuestas por este mundo y
por su efímero.
En estos momentos particulares, y
en el momento del momento de la Llamada, usted comprenderá y vivirá la Verdad
del Amor y la verdad de lo que no es Amor, en el momento de nuestro encuentro y
en el momento de nuestra amistad. Recuerde que la principal manifestación del
Amor es la Alegría, el Amor mismo se basta, nuestra misma amistad se basta, es
la totalidad, es también cada particularidad en este mundo también, y diría, a
pesar de todo. Su estado actual, su estado en curso de instalación, sólo le muestra
la distancia o la proximidad que existe entre usted y Yo. En esta ausencia de
distancia habrá concordancia, habrá éxtasis y habrá encantamiento en las
Moradas del Eterno, en las Moradas de sus orígenes, en los espacios múltiples
donde no puede existir sombra de sufrimiento ni de resistencia.
Vengo no a pedirle seguirme,
vengo pedirle ser lo que usted es, trascendiendo u olvidando todo lo que hace
sufrimiento, todo lo que da miedo, todo lo que puede obstruir o molestar
nuestra amistad. Nuestra amistad es una seguridad sobre la Verdad. No vengo
pues a pedirle seguirme sino ser lo que usted es y recorrer las esferas de la
Eternidad, si tal es su estado, si tal es su conciencia. Cada sitio, cada
conciencia es respetable, sea que responda favorablemente o desfavorablemente a
nuestra amistad. La Alegría de tal intensidad vendrá para poner fin inmediatamente,
en caso de que sellemos nuestra amistad, a todo sufrimiento, a todo miedo, y le
colmará de la Gracia eterna del Amor y de la Alegría, sin justificación, sin
razón, sin explicaciones, trascendiendo las manifestaciones y los obstáculos de
lo efímero, haciendo arder y disolver todo lo que no tiene más razón de estar
en el seno de nuestra amistad y en el seno de nuestra Libertad.
Entonces, amados por el Uno, les
quiero levantados y enteros, con tanta intensidad que puede existir en el
corazón de nuestra amistad. Cualquiera que sea su estado de este cuerpo,
cualquiera que sea su estado de sufrimiento residual o de miedo, seré la
curación y la desaparición de todo lo que puede molestar o disminuir nuestra
Verdad Una.
En cada uno de vosotros es la
misma llama y la misma intensidad y la misma sed. Vengo a pedirle a usted si quiere
vivir en el seno de la Eternidad, allí dónde el Agua de Vida no puede faltar,
allí dónde eres hartado a cada instante de su conciencia, allí dónde la
Plenitud no puede dejar ninguna deficiencia en la perfección de la conciencia
Una y liberada. Vengo a darle a ustedes mismos, porque soy Don, a la altura de
lo que ustedes mismos dieron y distribuyeron, no por interés sino por
espontaneidad y por la verdad, sin otra implicación que el Don a vuestra propia
Eternidad. Me tendrá en la encrucijada de sus elecciones, alumbrándolos con la
misma intensidad y la misma comprensión que no tiene que ver de su historia
personal, que no tiene que hacer de lo que puede quedarse, resistente a sí mismo.
Lo que soy y lo que usted es resuena en la Gracia, resuena en la Libertad. Lo
que no es Amor no tiene sitio en el seno del Amor, lo que es Amor será devuelto
al Amor.
Amado del Amor, permítame, en el
espacio de nuestro silencio, acercarme a nuestra amistad y para algunos de
ustedes, leyendo mis palabras o escuchándolas, entonces la complitud se
presentará dentro de un momento o en los instantes venideros. Esto les es
abierto a partir de hoy.
Así, guardo silencio de mis
palabras con el fin de disolver sus palabras, así.
… Silencio …
Así puedo decir como mi Padre y
nuestro Padre lo dijo, la Fuente: "¿mi Amigo, mi Amado, quieres ser? ¿Mi
Amigo, mi Aimé, quieres vivirlo o prefieres callar la elección de tu persona y
de tu efímero?“ Porque debes escoger, debes decidir, allí es la última Gracia
de la Llamada de mi Madre y de mi Llamada, que no es otra que la Llamada de tu
corazón a tu reunión y a tu unión, a tu Eternidad. No necesito ninguna palabra
ni alguna actitud porque veo lo que cada uno de ustedes es, fue y será, porque
veo en cada uno de vosotros mi imitación, o no, o su desaparición, y nada ni
nadie podrá equivocarse y ser engañado, porque la Gracia de la Verdad tomará
todo el espacio y todo el tiempo, viniendo a despertarle del interior, viniendo
a mostrarle, en el seno de esta reconexión, la Verdad que no tiene ni principio
ni fin.
Niños del Uno, bailemos de nuevo el Baile del
Silencio en el espacio de la belleza, ahora.
… Silencio …
Soy la Vía, la Verdad y la Vida y
eres la Vida, la Verdad y la Vía porque somos Uno. El sentido de toda
separación debe borrarse, ser quemado en la indiferencia y el Fuego del Amor
con el fin de que mi demanda de amistad se engalane de todos los adornos del
Amor.
En estos instantes que usted
vive, dondequiera que usted esté en la superficie de este mundo, usted tiene
que mostrar no a la persona, sino buscar más bien, en cada circunstancia, en
cada mirada, y en cada interacción entre ustedes, la mirada del Amor, la mirada
del corazón, callar las palabras y pensamientos que nos alejan uno del otro,
las donde hay juicio, donde hay desconfianza, donde hay miedo. No dé peso a lo
que es ya pesado, conceda todo el peso a la Eternidad.
Yo soy la Vía, la Verdad y la
Vida, le ofrezco mis bendiciones, le ofrezco lo que usted es, más allá de todo
el resto. Le digo: en el Amor, le digo: en nuestro Amor. Querámonos. Le
agradezco por haberme acogido, le agradezco por haberme escuchado, le agradezco
por haberme leído y cuento con cada uno de vosotros porque cada uno de ustedes
es el Único y el Amor del Uno.
Soy el Cristo y le bendigo en su
nombre, en mi nombre y en nombre de mi amistad como en nombre de su amistad, si
usted lo quiere, y juntos le digo no recemos sino quedemos en la Luz brillante
de la Verdad, ahora y para siempre. Es el tiempo ahora, no de yo retirarme, sino
de retirarme en usted, allí dónde se encuentra su belleza, respondiendo a cada
solicitud, a cada pensamiento; cada vez que el Amor es puesto delante, estaré
allí y usted verá por mis ojos, y usted olerá por mi carne, y usted vivirá en
mi Espíritu que es el suyo. Una vez más, le quiero y eres digno de mucho más
que esto. En el Amor del Amor y en nuestra amistad, me retiro en usted,
manteniéndole.
Esto es mi verbo, inscrito en el
fin de las canalizaciones de febrero y responderé, en mi nombre, a las preguntas
que tendrá para el fin de estas canalizaciones.
Y voy que vengo.
Fuente: Le Collectif de l’UN
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