sábado, 8 de junio de 2019

Lo que sientes no es malestar, es el despertar...


En estos tiempos los seres humanos nos vemos afectados por el proceso de transmutación y renovación energética que está ocurriendo en el planeta. La elevación de la frecuencia vibratoria de nuestros cuerpos físico y energético nos produce una serie de síntomas, malestares e incomodidades que a veces nos dificultan sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno, entre algunos otros síntomas que podríamos manifestar como consecuencia de este reajuste vibracional.


Síntomas del reajuste vibracional

1. Una mente acelerada y ansiedad. Palpitaciones.
2. Inflexibilidad y sensación de no sentir, desconexión de las emociones propias.
3. Sensacion de cambio inmenso y ninguna sensación de control de tu realidad o de conocer la dirección hacia donde vas.
4. Sensación de que el tiempo se acaba, que no queda tiempo para hacer lo que falta. El tiempo parece ir volando, no nos alcanza; los días y las semanas se van volando.
5. Inconformidad con las cosas, la vida y el mundo. Sentimos que las cosas están mal, así que debe haber otra forma mejor de hacerlas.
6. Cambios en el patrón de sueños. Ahora soñamos todas las noches, aunque la mayor parte del tiempo no podemos recordar lo que soñamos. Sueños vívidos.
7. Despertar a la misma hora cada noche entre las 3 y las 4 de la madrugada.
8. Amanecer igual o más cansados que cuando nos acostamos.
9. Tener sueños repetitivos, soñar siempre con lo mismo.
10. Caer en un estado de seminconsciencia, ni dormido ni despierto, que puede durar horas o días.
11. Palpitaciones frecuentes que nos hacen pensar que tenemos un problema cardíaco.
12. Sensación de hueco en el corazón, de estaca o de tarugo clavado en el centro del pecho.
13. Desapego total.
14. Sensación de ahogo, falta de aire.
15. Malestares de gripe.
16. Erizamientos en partes del cuerpo y sensación de hormigueo.
17. Corrientes circulando por nuestro cuerpo y saliendo por las manos de manera intensa (corrientazos cuando tocamos algo o a alguien).
18. Calor, hormigueo o entumecimiento de las manos.
19. Pérdida brusca de la visión, visión borrosa, un día ves bien y otro mal.
20. Aumento del interés por temas espirituales.
21. Nauseas, vómitos ocasionales, sensación de llenura.
22. Aumento de la presión en el estomago
23. Aumento en la ingestión de agua.
24. Mareos, pérdidas de equilibrio, dificultad para medir la distancia a los objetos, caídas frecuentes.
25. Dolores de cabeza frecuentes, sensación de opresión como si nos estuvieran agarrado por la cabeza.
26. Desorientación, no saber la dirección de algún lugar al que está acostumbrado a ir o vagar sin rumbo alguno, sintiendo que no llega a ningún lado.
27. Sensación de estar en más de un lugar al mismo tiempo.
28. Sentir que partes de tu cuerpo vibran intensamente o los objetos que se ponen en contacto con tu cuerpo.
29. Dolor de espalda, en las piernas y los pies, las grandes articulaciones, dolores que emigran de un lugar a otro o bajan por una extremidad o parte del cuerpo.
30. Sensación de peso y hormigueo en los pies. A veces pareciera que tienes botas de hierro que pesan toneladas. En otras ocasiones es como si te apretaran las piernas con bandas elásticas.
31. Aparición de coincidencias significativas. Ej. piensas o hablas de alguien y cuando sales a la calle lo ves o te llama por teléfono. Piensas en algo que necesitas y lo consigues fácilmente o te lo regalan. Libros, documentos y otra información relacionada con temas de autoayuda y espirituales te llegan de manera inesperada.
32. Aumento de tu diálogo interior, en ocasiones te descubrirás hablando contigo mismo.
33. Sentir en la mañana al levantarte una tremenda angustia, levantarte con la sensación de que algo va a ocurrir.
34. Llorar sin un motivo, solo porque tienes deseos.
35. Sentir que te desdoblas, que abandonas tu cuerpo físico, flotas en tu habitación o sales de ella mirándote dormir en la cama
36. Sientes que te comunicas con las personas sin usar el lenguaje; solo piensas en algo y tu hijo o amigo o la persona que esta cerca de ti habla de lo que pensó o te lo da. Comienzas a tararear una canción en tu mente y otro comienza a cantarla.
37. Necesidad de pasar tiempo solo, contigo mismo, sin que nada ni nadie te moleste.
38. Sientes la necesidad de hacer cambios en tus relaciones y patrones de vida, los actuales ya no te hacen feliz.
39. Aparición o intensificación de un zumbido agudo en los oídos (grillo cósmico).
40. Agudización de tus sentidos (oído, olfato, tacto) y aparición de nuevos (telepatía, visión telepática, clarividencia).
41. Sientes que te tocan o acarician mientras duermes.

Podemos hacer muchas cosas para mejorar estas manifestaciones que derivan del cambio de energía y el consecuente aumento de la frecuencia vibratoria.
Los maestros que nos guían en este proceso nos han dado una serie de herramientas que nos ayudan a transitar por este proceso de la mejor manera posible. Pero de forma general nos hará mucho bien no resistirnos al proceso, aceptarlo, pasar tiempo solos consigo mismo, buscar el contacto con la tierra y la naturaleza, respirar y meditar un tiempo cada día.
Uno de los síntomas que más nos agobian es el no poder dormir o si dormimos no sentir que descansamos. El descanso y el sueño son vitales para el buen funcionamiento de la mente y el cuerpo. ¿Pero, qué hacemos cuando el cuerpo se rehúsa a descansar? La mente sigue encendida y no quiere irse a dormir. No temas, hay soluciones para recuperar los dulces sueños y levantarse fresco como una lechuga. Las horas de sueño son esenciales para poder recargar las pilas. El sueño nos llena de energía para poder afrontar la jornada. Pero no solo se trata de dormir bien, sino de tener un sueño reparador...

No hay comentarios: