El Ojo del Sol: capturan mancha solar más grande que la Tierra
La imagen más detallada de una mancha solar fue tomada por el Big Bear Solar Observatory, el ojo u ombligo que dispara plasma energético a la Tierra.
La imagen más detallada de una mancha solar en luz visible fue tomada por astrónomos del Big Bear Solar Observatory. Cada una de las líneas irregulares alrededor de la mancha solar mide más de 100 km. Nuestro diámetro planetario es de 12 mi km por lo que probablemente la mancha solar es mucho más grande que nuestro planeta.
De esta mancha se "eruptan" las partículas de plasma de alta energía que chocan con la Tierra causando auroras boreales y que pueden causar serios problemas a nuestro sistemas eléctricos en el caso de aumentar su intensidad.
Por términos estéticos esta inmensa mancha solar ha sido llamada el "ojo del sol" (con ecos del mítico "ojo en el cielo", el ojo que todo lo ve), aunque podría ser el ombligo perfectamente (o el pezón emitiendo leche de fotones), el sagrado omphalos del Sol. Om Sol Om Sol Om Sol: Soma Sol Som Soular Son...
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Esta es la música de las esferas: científicos graban el sonido del Sol
Loops del campo magnético del Sol producen armónicos y vibran como cuerdas en un instrumento musical; podrían servir para predecir las tormentas solares que amenazan los sistemas eléctricos de nuestro planeta.
Siempre los alquimistas hablaban de la música de las esferas como una armonía que guía el movimiento del cosmos al reproducir la partitura matemática holográfica del diseño divino. El sol es el símbolo del oro alquímico, el principio áurico que rije las leyes de nuestro universo.
Y aunque esta música o ruido magnético no es precisamente lo que se piensa como esa música astral que conmueve el espíritu, nos permite apreciar la hipnótica fuerza que emana el campo magnético del sol, la misma energía que alimenta nuestra vida en la Tierra.
Astrónomos de la Universidad de Sheffield han logrado grabar por primera vez una serie de armónicos producidos por los campos magnéticos en la atmósfera exterior del astro rey. Inmensos loops magnéticos se desdoblan vibrando como las cuerdas de un instrumento musical vertiginoso (como diría el autor gnóstico conocido como Hermes, todo el universo es vibración; algo que recupera la teoría cuántica de las supercuerdas).
Estos loops magnéticos (o loops coronales) en ocasiones se comportan como ondas de sonido atravesado un instrumento de viento. Los científicos usaron imágenes satelitales para recrear el sonido convirtiendo las vibraciones visibles en sonidos y acelerando la frecuencia para que sea audible para el oído humano (según los principios de la alquimia pitagórica la música de las esferas es justamente la radiación del silencio).
El Profesor Robertus von Fáy-Siebenbürgen director de física solar de la Universidad de Sheffield dijo: “Es extrañamente hermoso y excitante oír estos ruidos por primera vez de una fuente tan poderosa”.
En una obra de Rudolph Steiner se habla de unos dragones que habitan en el sol los cuales mantienen una extraña conversación con los peregrinos astrales.
“Es un tipo de música ya que tiene armónicos… Nos provee de una nueva forma de aprender del sol y abre una ventana a la física qu ocurre dentro de las capas exteriores del sol donde las temperatura es de millones de grados”, dijo von Fáy-Siebenbürgen.
Sí, la música más caliente, tal vez para tener sexo cósmico bajo los principios magnéticos de la ley de la atracción, la tormenta del sol en el tallo de jade en su viaje al caliz del loto azul.
Los loops coronales parecen estar involucrados en la producción de llamaradas solares que emiten partículas de alta energía al espacio creando lo que se conoce como la meteorología especial. Cuando ésta se incrementa y se producen tormentas solares, la Tierra y todo los sitemas eléctricos pueden verse seriamente afectados.
En estos momentos la calma del sol, la relativamente callada música de sus lenguas magnéticas, vaticina que se avecinan niveles de actividad magnética sin precedentes en los próximos años, probablemente produciéndose una mega tormenta para el 2012 o 2013.
Estudiar la música del sol podría ayudar a predecir las tormentas solares antes de que ocurran
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Cada 8 minutos se abre un portal magnético entre la Tierra y el Sol
No es New Age, NASA descubre que cada 8 minutos los campos magnéticos del Sol y la Tierra se fusionan dando entrada a un flujo de partículas de alta energía a la atmósfera de nuestro planeta
Cuando termines de leer este artículo se habrá abierto un portal de energía entre la Tierra y el Sol. No se trata de una etérea aseveración propia del New Age y su proliferación de vagos vórtices espirituales bajo cualquier pretexto o alineación astrológica. Se trata de una sorpresiva observación científica realizada por astrofísicos de la NASA.
Se trata de un flux transfer event (evento de transferencia de flujo), que conecta al Sol, a 93 mil millones de kilómetros de distancia, con la Tierra, y permite la entrada de una enorme cantidad de partículas de energía.
"Solíamos pensar que la conexión era permanente y que el viento solar podía penetrar la atmósfera de la Tierra cada vez que estuviera activo. Pero estabamos equivocados, las conexiones no son para nada estables. Son generalmente breves, llameantes y muy dinámicas", dijo del Goddard Space Flight Center.
El campo magnético del Sol presiona al campo magnético de la Tierra en su lado más cercano al Sol, fusionándose apróximadamente cada 8 minutos formando un portal en forma de cilindro a a tarvés del cual pueden fluir las partículas.
Las sondas THEMIS y Cluster han observado directamente estos portales cilíndricos, que llegan a ser tan amplios como la Tierra, encontrando que tienden a formarse sobre el Ecuador y luego se mueven hacia los polos. Los eventos de transferencia de flujos se mueven hacia el Polo Norte en diciembre y hacia el Polo Sur en julio.
Sibeck piensa que la frecuencia con la que están ocurriendo estos "eventos" es el doble de la que se pensaba y que los hay "activos" y "pasivos", pero que no se sabe bien en que consisten. Al igual que no explica por qué suceden cada 8 minutos.
Aunque al parecer no está relacionado, es curioso que la luz del sol tarda 8:18 minutos en llegar a la Tierra. Pensando un poco fuera de la caja e incursionando en la sincronía simbólica, tal vez los portales magnéticos reflejan un ritmo cósmico -de inhalación o pulsación: una puerta que se abre y se cierra cada 8 minutos; también, una armonía matemática: el 8 como número que rije la relación entre nuestro planeta y su fuente de energía.
La forma del número 8 remite a dos cosas: a un par de serpientes enroscadas, como en el caduceo de Hermes, y también a las órbitas de los cuerpos celestes.
Es posible seguir jugando y pensar que cada 8 minutos recibimos un paquete de alta energía del sol, el cual podría reconfigurar nuestro propio campo electromagnético y quizá hasta nuestras células. Como si cada 8 minutos hubiera una ola luminosa en el mar del aire y nosotros, como un surfer que aguarda el momento preciso sobre su tabla, podemos delizarnos por esa ola hacia la playa.
El trabajo de Paul LaViolette demuestra que el centro de la galaxia emite olas de rayos cósmicos y rayos gamma a diferentes intensidades según un comportamiento cíclico. Estos rayos penetran la heliósfera y hacen que el sol a su vez emita rayos cósmicos que penetran la magnetósfera de la Tierra. Cada tanto el centro de nuestra galaxia emite una "superola" de partículas de alta energía, la cual podría ser responable de los grandes cambios climáticos en la historia de nuestro planeta. LaViolette calcula que en los próximos 100 años una de estas superolas debería de estar llegando a nuestro sistema solar. Alrededor de 8 minutos después estaría entrando en nuestra atmósfera transformando la faz del planeta.
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NASA preocupada por el despertar del Sol: tormenta podría producir apagón masivo
Se espera que el sol incremente su actividad en los siguientes años; de no estar preparados una tormenta solar podría destruir buena parte de los sistema eléctricos del planeta.
Aunque muchas veces pasa desapercibido, la vida en la Tierra depende del clima cósmico y es enormemente susceptible a varios fenómenos siderales. Si bien este tipo de fenómenos (como explosiones solares masivas, asteroides, supernovas, etc) pueden pasar cada cientos o miles de años dejando que la vida evolucione con realtiva calma, cuando ocurren pueden modificar el clima, la geografía del planeta o hasta borar especies enteras.
La NASA espera que en los próximos años se de un incremento sustancial en la actividad solar, lo cual, debido a nuestra dependencia tecnológica podría propiciar un grave apagón de nuestros sistemas eléctricos, de telecomunicación y navegación que además propicaría una grave perdida económica calculada en "al menos 20 veces Katrina".
Por esta razón la agencia espacial de Estados Unidos planea una reunión este 8 de junio para preparar una estrategia preventiva, en el foro de "Space Weather Enterprise".
"El sol se está despertando de un largo sueño, y en los próximos años esperamos ver niveles de actividad solar mucho más altos. Al mismo tiempo, nuestra sociedad tecnológica ha desarrollado una sensibilidad sin precedentes a las tormentas solares. La intersección de estas cuestiones es lo que discutiremos en la reunión", dice Richard Fisher del departamento de heliofísica de la NASA.
Un reporte de la NASA, "Severe Space Weather Events—Societal and Economic Impacts", indica que tanto los sistemas eléctricos, la navegación GPS, el transporte áerero, los sistemas financieros y las comunicaciones de emergencia por radio serían interrumpidos. Uno de los efectos secundarios de una tormenta así podrían ser auroras más cerca de los trópicos, aquí una simulación de una aurora en Nueva York.
Sin embargo, mucho del daño sería mitigado si se sabe que la tormenta está en camino al poner a los satélites en "modo preventivo" y desconectar los transformadores. La meteorología espacial está apenas en sus albores, pero se dice que está avanzando rápido. El trabajo de prevenir está megatormenta ha sido asignado a NOAA, el centro de predicción de clima espacial en Boulder, Colorado.
Parte del éxito de la prevención de una devastadora tormenta solar depende de la coordinación entre la NASA y NOAA, utilizando la información de los exploradores espaciales STEREO, SDO y ACE.
El máximo antecedente que se tiene es lo que ocurrió en 1859, en el llamado Evento de Carrington, en el que se sucedieron 9 días de severo clima espacial; auroras fueron vistas hasta en latitudes ecuatoriales; el evento fue descrito como “ la primera vez en la que el hombre comprobó que no estaba solo en el universo” y como “el nacimiento de la astronomía moderna”. En ese entonces fue solamente un espertáculo transceleste inigualable, o una experiencia mística para los observadores, hoy en día con nuestro andamiaje eléctrico esto podría ser una tragedia.
Algunas personas dentro del new age o de otros grupos esotéricos creen ver en estos "días de oscuridad" que podría propiciar una poderosa tormenta solar el cumplimiento de una profecía relacionada con la biblia con los mayas. Este es el tema de la película hollywoodense "The Knowing", donde Nicholas Cage descubre que le mundo se va acabar por una eyección de plasma coronal del Sol, pero algunos elegidos son salvados por una serie de naves espaciales.
Ver también: http://pijamasurf.com/2009/03/la-tormenta-solar-que-se-viene/
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Según un informe financiado por la NASA y elaborado por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, una próxima tormenta solar podría tener proporciones apocalípticas. Esto es debido a que las partículas provenientes del Sol inutilizarían a nuestros satélites y afectarían gravemente a las centrales eléctricas. El planeta se vería afectado por apagones a escala global y volveríamos a la Edad Media; una situación que, según el referido informe, podría durar años. El saldo sería de millones de muertos por falta de asistencia médica, agua y alimentos.
Vázquez, doctor en Ciencias Físicas e investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, se muestra muy cauto a la hora de valorar este tipo de conclusiones. “Si tal catástrofe tuviese lugar no sería debido a una tormenta solar” aclara. El experto subraya de esta manera la importancia que tiene en la actualidad nuestra dependencia a los satélites y sistemas de comunicación, la verdadera raíz del problema. “Nuestra sociedad se ha vuelto muy sensible a estos problemas. En el siglo XIX no pasaba nada con estas tormentas. Ahora ocurre que dependemos de estos medios espaciales. Somos más sensibles a estos problemas”. De hecho, este ciclo solar “no se prevé especialmente intenso”, otra cosa es la forma en que nos afecte.
Este tipo de fenómenos, que han tenido lugar a lo largo de la vida de nuestro planeta, ahora causan estupor, en gran medida, por el desconocimiento general que hay en torno a ellos. El investigador aclara que “estas tormentas forman parte del comportamiento normal del Sol” y están directamente relacionadas con los ciclos de 11 años. “La manifestación más espectacular de este ciclo lo constituyen las tormentas solares. Se trata de perturbaciones en el campo electromagnético del sol. Se emiten miles de millones de toneladas de partículas al espacio. Son partículas cargadas eléctricamente que avanzan a velocidades muy altas” explica Vázquez. Estos procesos pueden afectar a nuestro planeta a varios niveles.
Dependencia tecnológica
“Una gran parte de nuestras vidas tiene que ver con la tecnología espacial, satélites de navegación, etc. Cuando hay una emisión de estas partículas pueden verse afectados. Esto ya se ha producido con frecuencia. Esto lo saben las casas comerciales. Tiene un interés económico importante”. Son precisamente estas implicaciones económicas las que han potenciado el desarrollo de sistemas de alerta avanzados. Ante los indicios de una próxima tormenta solar, se podría reaccionar “apagando” los satélites y evitando de esta forma unos daños costosos.
También se ha hablado de la manera en que afectará los astronautas. “Estas partículas pueden generar daños genéticos importantes como el cáncer. A las personas que estén en la Estación Espacial Internacional les podría perjudicar gravemente. De hecho, cuando hay un aviso de tormenta solar, los astronautas se meten en una zona especial dentro de la estación.”
Máxima actividad entre 2012 y 2013
Vázquez Abeledo detalla además que “en muchas ocasiones el Sol incrementa su emisión de radiación ultravioleta. Tenemos una barrera de protección, la capa de ozono. De cara a las astronautas es preocupante pero la misma protección que valiera para las partículas valdría para las radiaciones, aunque es más preocupante el asunto de las partículas. Esperamos que los picos de máxima actividad se produzcan entre 2012 y 2013”.
Se trata de una cuestión que tendrá importantes implicaciones en los próximos viajes tripulados por el espacio. El experto considera que “uno de los problemas de los viajes espaciales es cómo proporcionar esa protección. Se pueden dañar los sistemas electrónicos de la nave, así como que haya grandes probabilidades de generar un cáncer” También hay que tener en cuenta los graves efectos en las redes de distribución de la energía eléctrica ya que los transformadores se pueden quemar. Las consecuencias serían a “escala continental”.
No sólo los canales de distribución de energía eléctrica quedarían dañados. También los del petróleo ya que “aumentaría la corrosión de los oleoductos. Poco a poco iría disminuyendo su tiempo de vida. Cada vez que una tormenta solar aumenta la corrosión, el tiempo de vida del oleoducto se disminuye. Es un tema económico importante”.
Como contrapartida tenemos una de las manifestaciones más bellas que nos brindará un acontecimiento de este tipo, que es la de las auroras boreales. Se trata de un fenómeno observable en las regiones más árticas pero que, durante una tormenta solar, podría llegar a observarse en zonas más ecuatoriales.
http://www.canariasaldia.com/noticia.php?noticia_id=225595
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Héctor Fajardo / Alfonso Ferrer. / Santa Cruz de Tenerife
Los científicos de la NASA llevan advirtiendo, desde hace años, de los peligros que conllevaría un próximo pico en la actividad del Sol. / Canariasaldia.com
Los científicos de la NASA llevan advirtiendo, desde hace años, de los peligros que conllevaría un próximo pico en la actividad del Sol. Después de varios años de inquietante calma, nuestra estrella parece haberse reactivado y los pronósticos para los próximos dos años no parecen muy tranquilizadores. Canariasaldía.com estuvo con el investigador Manuel Vázquez Abeledo para hablar de esta temática.Según un informe financiado por la NASA y elaborado por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, una próxima tormenta solar podría tener proporciones apocalípticas. Esto es debido a que las partículas provenientes del Sol inutilizarían a nuestros satélites y afectarían gravemente a las centrales eléctricas. El planeta se vería afectado por apagones a escala global y volveríamos a la Edad Media; una situación que, según el referido informe, podría durar años. El saldo sería de millones de muertos por falta de asistencia médica, agua y alimentos.
Vázquez, doctor en Ciencias Físicas e investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, se muestra muy cauto a la hora de valorar este tipo de conclusiones. “Si tal catástrofe tuviese lugar no sería debido a una tormenta solar” aclara. El experto subraya de esta manera la importancia que tiene en la actualidad nuestra dependencia a los satélites y sistemas de comunicación, la verdadera raíz del problema. “Nuestra sociedad se ha vuelto muy sensible a estos problemas. En el siglo XIX no pasaba nada con estas tormentas. Ahora ocurre que dependemos de estos medios espaciales. Somos más sensibles a estos problemas”. De hecho, este ciclo solar “no se prevé especialmente intenso”, otra cosa es la forma en que nos afecte.
Este tipo de fenómenos, que han tenido lugar a lo largo de la vida de nuestro planeta, ahora causan estupor, en gran medida, por el desconocimiento general que hay en torno a ellos. El investigador aclara que “estas tormentas forman parte del comportamiento normal del Sol” y están directamente relacionadas con los ciclos de 11 años. “La manifestación más espectacular de este ciclo lo constituyen las tormentas solares. Se trata de perturbaciones en el campo electromagnético del sol. Se emiten miles de millones de toneladas de partículas al espacio. Son partículas cargadas eléctricamente que avanzan a velocidades muy altas” explica Vázquez. Estos procesos pueden afectar a nuestro planeta a varios niveles.
Dependencia tecnológica
“Una gran parte de nuestras vidas tiene que ver con la tecnología espacial, satélites de navegación, etc. Cuando hay una emisión de estas partículas pueden verse afectados. Esto ya se ha producido con frecuencia. Esto lo saben las casas comerciales. Tiene un interés económico importante”. Son precisamente estas implicaciones económicas las que han potenciado el desarrollo de sistemas de alerta avanzados. Ante los indicios de una próxima tormenta solar, se podría reaccionar “apagando” los satélites y evitando de esta forma unos daños costosos.
También se ha hablado de la manera en que afectará los astronautas. “Estas partículas pueden generar daños genéticos importantes como el cáncer. A las personas que estén en la Estación Espacial Internacional les podría perjudicar gravemente. De hecho, cuando hay un aviso de tormenta solar, los astronautas se meten en una zona especial dentro de la estación.”
Máxima actividad entre 2012 y 2013
Vázquez Abeledo detalla además que “en muchas ocasiones el Sol incrementa su emisión de radiación ultravioleta. Tenemos una barrera de protección, la capa de ozono. De cara a las astronautas es preocupante pero la misma protección que valiera para las partículas valdría para las radiaciones, aunque es más preocupante el asunto de las partículas. Esperamos que los picos de máxima actividad se produzcan entre 2012 y 2013”.
Se trata de una cuestión que tendrá importantes implicaciones en los próximos viajes tripulados por el espacio. El experto considera que “uno de los problemas de los viajes espaciales es cómo proporcionar esa protección. Se pueden dañar los sistemas electrónicos de la nave, así como que haya grandes probabilidades de generar un cáncer” También hay que tener en cuenta los graves efectos en las redes de distribución de la energía eléctrica ya que los transformadores se pueden quemar. Las consecuencias serían a “escala continental”.
No sólo los canales de distribución de energía eléctrica quedarían dañados. También los del petróleo ya que “aumentaría la corrosión de los oleoductos. Poco a poco iría disminuyendo su tiempo de vida. Cada vez que una tormenta solar aumenta la corrosión, el tiempo de vida del oleoducto se disminuye. Es un tema económico importante”.
Como contrapartida tenemos una de las manifestaciones más bellas que nos brindará un acontecimiento de este tipo, que es la de las auroras boreales. Se trata de un fenómeno observable en las regiones más árticas pero que, durante una tormenta solar, podría llegar a observarse en zonas más ecuatoriales.
http://www.canariasaldia.com/noticia.php?noticia_id=225595
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