lunes, 12 de octubre de 2015

LA ÚLTIMA RONDA DE LOS ARCÁNGELES ( VI de VII )



Octubre 2015

JOPHIEL


Soy Jophiel, Arcángel de la Luz Dorada y del Conocimiento. Vengo hoy, en el seno de la Ronda de los Arcángeles, a conmarcar un cierto número de puntos que vine a esbozar y a darles antes de las Bodas Celestiales.

Vengo hoy, no tanto por retomar lo que fue expresado sino simplemente para inscribirme en el seno de la vibración de la Presencia, en vuestro Templo.

Muchos de entre vosotros vivieron, durante estos años, el corazón, despojado de todo ornamento humano y de todo conocimiento humano. Vengo pues para actualizar en vosotros el principio de la manifestación del corazón. Allí también, en mi intervención y más allá de mis palabras, se encuentra un impulso para apartarse y  abandonar, en adelante, todo lo que no es esencial para vuestra Eternidad.

Ningún conocimiento aprendido, ningún conocimiento leído, puede aportar la Verdad del corazón, pero puede acercarse. El verdadero conocimiento, como esto le ha sido martilleado por el que se llama Bidi, no tiene que ver nada con los conocimientos porque el que conoce el corazón sabe pertinentemente, por haberlo vivido, que el conjunto de los conocimientos aprendidos o leídos, sólo es ignorancia a los ojos del corazón.

El principio de la Luz Dorada, más allá de las esferas astrales, en cierto modo aglutina las diferentes obras que definí en 2008. La Gran obra de la Verdad, del restablecimiento de la Verdad en este mundo, toca a su resolución final.

Por haberlo vivido algunos, a diferentes niveles, muchos de entre vosotros descubrieron la plenitud del corazón y la sequedad o sequía, yo diría, de los conocimientos exteriores. Porque ningún conocimiento de este mundo os da el Conocimiento. El Conocimiento no tiene que ser aprendido, no tiene que ser sabido, no tiene que ser visto, no tiene que ser explicado. Ello consiste simplemente en reencontrar el punto de origen, si puedo expresarme así, el punto de partida de toda conciencia, de toda dimensión. Remontar hasta la fuente del Amor, sin preguntas, sin andamiaje y sin construcciones de ninguna clase y sobre todo, sin explicaciones y sin justificaciones.

El corazón es la única verdad intemporal y trascendente de toda dimensión, de todo estado y de todo mundo. Ese es el verdadero conocimiento que es de hecho el reconocimiento de sí mismo en su Eternidad, allí donde no hay ningún lugar para lo que es superfluo y accesorio.

Todos tenéis, a diversos grados, vivido esta forma de aprendizaje, permitiéndoles o bien acercarse lo más próximo al corazón, o bien vivir el corazón. Vivir el corazón, en cualquiera etapa que sea, a nivel impersonal e incondicionado, te hace ver la vanidad de las construcciones cualesquiera que sean en este mundo, incluso a nivel de los conocimientos llamados ocultos. La verdadera alquimia es pues un trabajo íntimo e interior que no depende de ninguna circunstancia de este mundo, ni de alguna historia, ni de alguna proyección.

El corazón es libre de todo vínculo y de todo apego, y sobre todo, de todo conocimiento. Es el momento en el que aceptáis descubriros, sed vuestro propio jefe  en cierto modo, en relación con los ciclos en el seno de esta humanidad.

El verdadero conocimiento, aquel del corazón, se desplegará, indistintamente, para todo humano viviendo en la carne, en el momento de la Llamada de María. Cualquiera que sea el filtro que exista a nivel del mental, a nivel de las creencias, a nivel de las proyecciones, todo esto se borrará para dejar lugar a esta puesta al desnudo, en cierto modo, de vuestra joya de Eternidad, de vuestro Corazón.
                     
Reencontrar y revivir la Verdad en su totalidad pone fin realmente, cuando llega el momento, a todo lo que no dura, a todo lo que fue adquirido en  este mundo, de cualquier naturaleza que sea y lo que representa en cierto modo un obstáculo a la desnudez del Corazón.
                     
Esto será y esto es más o menos fácil en función, yo diría, de estos sistemas de conocimiento, estos velos que vosotros mismo colocasteis por lo que llamáis búsqueda espiritual o búsqueda del espíritu o búsqueda de la Verdad. El tiempo de las muletas, el tiempo de las ayudas, el tiempo de los conocimientos exteriores desaparece cada vez más para muchos  hermanos y hermanas de vuestra humanidad.

La Libertad se carga de nada más que de vivir el corazón. La Libertad desvela todo lo que pueda quedar de velos, todo lo que pueda quedar de obstáculos a la pureza intrínseca del Corazón. Despojarse de todo lo que no es el corazón y entonces de todo lo que no es Eterno, nunca resultará de un acto voluntario o de un acto de voluntad, sino más bien, como lo sabéis, de un abandono total a la Luz, a su Inteligencia y a su Gracia.

En el seno del nuevo mundo que se perfila, cualquiera que sea vuestro nuevo mundo, ningún conocimiento podrá venir de un aprendizaje, de una memoria, sino que será solamente el verdadero resultado del encendido final del corazón.

Cuando el momento que fue llamado “las Trompetas”, suenen de modo continuo sobre La Tierra, la totalidad de los conocimientos adquiridos de este mundo se borrarán incluso antes de que la materia de este mundo sea transmutada en una dimensión y una octava diferente, llamada Nueva Tierra. Habrá efectivamente una nueva tierra, un nuevo cielo, no teniendo nada que ver con el marco que lo definían hasta ahora, no teniendo nada que ver con los conocimientos adquiridos a veces de modo laborioso en el curso de vuestras vidas.

La Inteligencia de la Luz actúa en cierto modo, al nivel del Corazón, en la inmediatez y en la instantaneidad. No existe ninguna reflexión ni ninguna posibilidad de construcción en otra parte que en la Verdad del Corazón. Así pues, la puesta al desnudo comenzará de manera radical incluso antes de la Llamada de María. Vivís desde ahora las primicias,  sobre este mundo, por la acción de los Jinetes pero también en vosotros.

La única pregunta que os será hecha por las Trompetas es ésta: « ¿Estás dispuesto a perder todo, estás dispuesto a soltar todo para reencontrar la Verdad de lo que eres? ». Cualesquiera que sean los borradores o experiencias que fueron vividas, ellas representan sólo una parte de esta verdad. En el momento de la puesta al desnudo, la herramienta llamada mental se apagará ella misma en el momento de la Llamada de María. Durante un lapso de tiempo, correspondiendo a menos de una semana, no podréis hacer otra cosa que soltar lo que pueda quedar, lo que consideráis como posesión en este mundo.

Recuerden que no es el fin del mundo, sino el final de un mundo y de un modo de funcionamiento donde ninguna de las referencias, existiendo previamente y anteriormente, os serán de ninguna ayuda. No podréis apoyaros, es decir, sobre lo que sea de lo que hayan aprendido: que esto sea en el funcionamiento del mundo como en las leyes espirituales de este mundo. Es pues una puesta al desnudo, si prefieren la disolución de un marco de referencia, permitiendo la emergencia de lo nuevo que no será un marco limitante, sino más bien la expresión instantánea de la co-creación consciente.

No volveré sobre los linajes estelares, sobre los orígenes estelares, que condicionan por supuesto, en parte, lo que podríamos llamar vuestra destinación en Eternidad. Pero lo que actuará, el papel más importante, es vuestra capacidad a deja ser lo que será. Aquel que dejará el Amor  eclosionar en su totalidad, en vuestra carne como en vuestra conciencia, estará listo para la Llamada de María.

No olvidéis tampoco que los que no estuvieran listos, en ese momento podrán reconocer a María y reconocer el Amor. Ningún miedo podrá resistir ante el Amor, sean cuales sean los miedos que todavía podríais pensar cargar con vosotros.

La Llamada de María representa pues la última Gracia en un marco de referencia en disolución, incluyendo tanto este cuerpo efímero como las estructuras de este mundo. Entonces, por supuesto, que sea para la persona en fase de liberación o bien liberada, o que sea también para la persona totalmente ignorante de lo que todavía se juega sobre La Tierra, para cada uno será el mismo guión, y os lo repito, incluso si la destinación es diferente.

La puesta al desnudo, y os ha sido explicitado, ya puede percibirse en el seno de vuestra capacidad a desaparecer sin quererlo, durante las Llamadas solemnes de la Luz, durante vuestras alineaciones y también de manera repentina.

Más que nunca hoy, no hay nada que buscar, ni nada que cultivar, sino sólo, diría yo, hacerse lo más pequeño posible. Desaparecer a los intereses de este mundo sin renegar este mundo, porque es sobre este mundo que todo ocurrirá y no en otra parte, antes de finalmente vivir en otra parte.

Así, las Trompetas tendrán una acción directa sobre vuestras estructuras efímeras, sobre vuestra conciencia limitada, hasta antes de la Llamada de María, para los más sensibles de entre vosotros. Sabed pues, que en este momento no habrá nada más que preparar, sólo vosotros mismos interiormente. No habrá que protegerse de absolutamente nada viniendo de este mundo. No habrá que ocuparse de ninguna necesidad fisiológica o de ningún lazo afectivo, sea cual sea. Porque muchos de vosotros, desde este momento, vivirán la Verdad en totalidad, incluso antes de la Llamada de María, dándoos el acceso al conocimiento directo del corazón, más allá de todas las etapas intermediarias que tal vez habéis vivido, en el despliegue del Cuerpo de Eternidad y en el conjunto de las estructuras nuevas que han sido reveladas en el seno de vuestra vida.

No necesitará ser reflejado o anticipado. Será realmente una evidencia absoluta para muchos de vosotros. Si la evidencia se instala antes de la Llamada de María para vosotros y entonces, desde la audición de las Trompetas, desde la aparición de las señales celestes, si esta señal celeste es sincrónica a la aparición de la segunda Estrella, poco importa, las Trompetas serán el marcador de vuestro revuelo interior e individual para muchos de vosotros, antes del revuelo colectivo.

Aprovechad entonces, si tenéis consciencia de estos momentos, para instalaros de forma duradera en lo que podría llamar la plenitud de la vacuidad, dejando disolverse en vosotros lo que pueda quedar de identidad, lo que pueda quedar de memorias, lo que pueda quedar de incertidumbres, de proyecciones o de miedos.

Existe de hecho sobre la tierra una forma de yoga basado en el sonido, llamado Kriya Yoga - existen de hecho varios - pero tenéis más o menos la misma analogía, con relación a esta forma de yoga, con lo que ocurrirá en el momento de la aparición de las Trompetas de manera permanente.

Utilizad este sonido, no como una forma de alimentar el temor o el miedo que aparecerá en la superficie de este mundo, sino más bien para entrar en la intimidad de vuestro corazón. Porque todo fluirá desde allí, para vuestros allegados, para vuestros amigos, para vuestros hermanos o para vuestras hermanas, para vuestros animales y para todas las circunstancias de la vida que se produzcan sobre la pantalla de vuestra conciencia en este momento.

No habrá necesidad de pedir nada, porque en el momento en que las Trompetas suenen, el silencio se hará en La Tierra. No habrá en ese momento la posibilidad de comunicar con nuestros planos, que sin embargo serán visibles en vuestros cielos. No habrá más apoyo posible fuera de vuestro corazón, para vosotros como para vuestro entorno.

Bastará entonces con conectarse a este sonido, dejarlo invadiros y dejarlo tomar todo el espacio, en el seno de vuestras estructuras etéricas, tal y como ya ocurre para algunos de vosotros, donde el sonido ya no es localizado al nivel del oído izquierdo o del oído derecho, sino que parece difundirse al conjunto de vuestro Cuerpo de Eternidad, imprimiéndose pues sobre el doble físico que está debajo.

El sonido de las Trompetas sólo es el despertar de vuestra Eternidad, preparando este retorno a la Eternidad y preparando, por supuesto, la Llamada de María para los más recalcitrantes, diría, de entre vosotros, a la Verdad Eterna a la cual, os lo recuerdo, no le importa nada vuestra verdad efímera como persona, como cuerpo o como marco social.

Si dejáis el sonido obrar, la beatitud y la felicidad se instalarán en vosotros antes de la Llamada de María. No os preocupéis de nada más, sólo de este sonido y de lo que activará en vosotros como paz y como beatitud. Porque allí estará el mejor apoyo para los que nombráis vuestros allegados y para el conjunto de los hermanos y hermanas humanos de esta humanidad.

Muchos de vosotros ya percibís, diría, una amplificación también del sonido percibido al nivel del Canal Marial y de las lámparas de la clariaudiencia. Es una realidad y es la verdad.

Si hoy, incluso antes de que las Trompetas resuenen en vuestros cielos, en cualquier lugar de este planeta, si hoy tenéis la posibilidad y si oís este sonido y estas amplificaciones, id simplemente al corazón del corazón y dejad que este sonido crezca en vosotros y tome todo el espacio, porque os pondrá al desnudo, sin esfuerzo y sin dificultad.

Podrán existir en el seno de estos momentos, a veces, repuntes de inquietud con una persona cercana, con relación a vuestras propias necesidades normales y fisiológicas. No temáis nada, porque la Inteligencia de la Luz proveerá. Allí, lo que nombráis el metabolismo y la fisiología, será ralentizado al extremo, dándoos acceso al Mahasamadhi y a la Morada de Paz Suprema, sin buscar nada y sin pedir nada, simplemente dejándoos llevar por el sonido del conocimiento verdadero.

Dad el primer paso, allí también, y comprobaréis la realidad de este yoga de la eternidad que se presenta ante vosotros. No hará falta ni mover el cuerpo, ni emitir un sonido, simplemente estar allí en silencio, y dejar ser lo que debe ser.

Allí se encuentra, y lo repito una vez más, el mejor apoyo en el seno de vuestros allegados, en el seno de vuestro entorno más próximo.

Si dais el primer paso, la beatitud será tal que incluso antes de que lo antiguo desaparezca, incluso antes de la Llamada de María, seréis liberados en totalidad y enteramente. Ningún grillete os sujetará los tobillos y las muñecas, el cuerpo se adormecerá, desde la periferia hasta el centro, de manera progresiva, a medida que la beatitud se intensifique. Esto, muchos de vosotros pueden vivirlo desde ya; tranquilos, sin que eso os lleve a vivir el proceso final de la Llamada de María.

Recordad que cualquiera que sea vuestro devenir en el seno de la Eternidad, queda un lapso de tiempo, después de las Trompetas y la Llamada de María, de cuatro meses. Y durante estos cuatro meses, vuestra afectación de Luz será eminentemente diferente para cada uno. Sabed desde ahora que se hará según vuestra fe y según vuestra vibración, y según los deseos de vuestra conciencia ilimitada o de vuestra conciencia de alma.

Las reivindicaciones de la persona irán apagándose entonces por completo. La historia misma de este mundo irá borrándose de vuestro campo de conciencia. Sólo quedará vuestra Presencia, ya sea que permanezcáis en un cuerpo físico, ya sea que moréis en el Cuerpo de Eternidad, ya sea que estéis trasladados por vosotros mismos o por cualquier medio fuera de este sistema solar, eso no tendrá la más mínima importancia porque la beatitud será tal que ocupará todo el espacio de vuestra conciencia.

Fue en este sentido que otros Arcángeles os hablaron de Sabiduría, de Paz y de Amor.

Tened presentes que no hay nada que preparar exteriormente. Solamente conviene quedar lo más posible en comunión con uno mismo, con la naturaleza, con los hermanos y hermanas, mucho más allá del círculo familiar, con quienes lográis comunicar de una manera u otra.

Así os ruego con insistencia prepararos para aquella beatitud eterna, para aquel gozo sin principio ni fin. Os invito además, pues puede ser de utilidad, a informaros de manera más profunda sobre lo que es el Kriya Yoga o yoga del sonido pues ahí encontraréis apoyos a través de la respiración, a través de la focalización de conciencia, a veces a través de posturas – pero no tanto – que han de permitiros descubrir los gozos de la beatitud eterna si fuere necesario. 
                                                                                                                
Del mismo modo como algunos entre vosotros comienzan a ser tapados literalmente por partículas adamantinas, con lo que desaparecéis de la conciencia ordinaria, también pasaréis a ser invisibles para quienes eligen voluntariamente mantenerse en medio de la sombra y de la dualidad, incluso con este cuerpo físico. Todo eso tendrá lugar, como dije, durante menos de una semana.

Una vez más, la mejor de las preparaciones consiste en olvidar todo cuanto habéis aprendido, olvidar todo cuanto creéis, olvidar todo lo que opináis sobre el desarrollo de lo que viene.

Recordad esto: el Verbo es un sonido, la co-creación consciente, la Fuente es una vibración, una luz y un sonido. Es aquel sonido que – desde hace poco – oís en uno o ambos oídos y a veces alrededor de la cabeza. Sumergíos dentro de aquel sonido, dejad que os demuestre lo que sois. Es la única cosa – antes de la Llamada de María – a la que podréis aferraros y con la que podréis uniros en la libertad del corazón recuperada.

En caso de no vivir las primicias hoy, ya sea en el aspecto vibral o por el sonido, lo oiréis vosotros también seis días antes de la Llamada de María, como todo el mundo. Sin embargo, aprovechad este lapso de tiempo para cultivar la Vía de la Infancia y la Vía de la Simplicidad. Cultivad, pues, aquella Vía de la Infancia, id a lo más simple, id hacia la Sabiduría. El tiempo de la exuberancia, el tiempo de la manifestación de lo que sois en la apariencia de este mundo ya no significa nada.

El sonido - en caso de percibirlo - os sacará de los diferentes atolladeros que se manifiestan todavía en la superficie de este mundo y que sólo corresponden, de hecho, a unos ajustes muy finos entre la ilusión, lo efímero y la verdad de la Eternidad, dentro vuestro como en todas partes en este mundo. Queda claro que la verdad aparece sobre la parafernalia de este mundo, la verdad aparece sobre la acción de los Jinetes, en muchas partes de este planeta. Todo eso se debe al encuentro entre lo efímero y lo Eterno. Eso sucede ya en vuestro interior también o sucederá.

No olvidar tampoco que nada tenéis que ajustar a nivel de este mundo pues todo se resolverá y se ajustará por sí mismo.

Responder a la Llamada de la Luz sólo podrá realizarse si aceptáis en cada oportunidad la Llamada de la Luz. Cuán ocupados estéis, ninguna obligación podrá sostenerse frente a las órdenes y los Llamados de la Luz. Os corresponde comprobar la eficacia de aquella orden y de aquella llamada, os corresponde comprobar las consecuencias sobre el gozo y la beatitud y sobre la desaparición total de toda persona.

Si no percibís nada hoy, recordad que la vía más directa es la Vía de la Infancia y de la Humildad, donde queda simplemente un observador, un testigo, presenciando el desarrollo de la vida, de su vida, como de toda vida y que está plenamente presente al mismo tiempo que descubre lo esencial del Amor, de la vibración, de la luz. Y entonces el sonido ha de aparecer – de manera más o menos sincrónica – con las Trompetas.

Trátese del sonido del cielo o del sonido de La Tierra, tienen la misma resonancia en vosotros. El sonido de La Tierra os reconecta con vuestro origen común: Sirio. El sonido del cielo os reconectará con vuestro origen estelar, sin dificultad, sin nada buscar ni nada solicitar. El único conocimiento real posible en aquel momento será aquella vivencia. Ya más nada del pasado, ya más nada de lo adquirido podrá interferir en aquel momento.

Os lo reitero nuevamente, con firmeza y certeza, contáis desde ya con la posibilidad de sumiros en lo profundo del sonido, en el seno del sonido, en la plenitud del sonido, que es mucho más que la conexión con el alma, mucho más que la conexión con el Espíritu sino más bien el despliegue del Espíritu de Verdad, del Espíritu del Sol, del Coro de los Ángeles, de Cristo y de la totalidad de la Confederación Intergaláctica de los Mundos Libres en vuestra estructura de Eternidad y efímera.

El grado de facilidad depende realmente de vuestra capacidad para volcar la conciencia hacia el sonido, olvidando al mismo tiempo las vibraciones que han de acompañar la meditación o la alineación con el sonido para quedar solamente con aquel sonido que ha de invadir la totalidad de vuestra conciencia. Si tenéis la suerte o la oportunidad de experimentar aquellos sonidos desde ya, probadlo y vividlo. Os corresponde comprobar la veracidad de mis dichos. Os corresponde comprobarlo por vosotros mismos.

Permanezcamos, aquí y en otras partes, algunos instantes en silencio sin palabras, en silencio sin pensamientos, simplemente escuchando y oyendo aquel sonido.

… Silencio...

Muy amadas Semillas de estrellas, así siembro en vosotros el conocimiento último a través del sonido y la vibración del silencio.

… Silencio...

Con la única Verdad del Uno, saludo en vosotros la Eternidad recuperada.

… Silencio...

Soy el Arcángel Jophiel.

… Silencio...

Hasta luego y permaneced el tiempo que sea necesario en aquel estado cuya duración depende de cada cual. 

… Silencio...

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