Octubre
2015
Soy Ma Ananda Moyi. Hermanas y hermanos humanos en la
carne, intervengo ante vosotros como Estrella AL. Permitid primero que me
posicione con vosotros en el seno de la Infinita Presencia, en el seno del Amor.
… Silencio…
Estaré con vosotros, al lado vuestro y dentro vuestro,
asistiéndoos con mi Presencia y con mi vibración durante este período y hasta
la irrupción en vuestra realidad de los sonidos del cielo y de La Tierra. En
vista de mi lugar en el seno de la Confederación Intergaláctica, en vista
también de todo lo que os dije estos años relativamente la reversión del alma,
relativamente al Fuego vibral, resulta justificado y lógico que me presente
ante vosotros de manera más palpable, más visible, en estos momentos de gran
gozo para quien se instala también definitivamente en el corazón. Vengo a
apoyaros, a unos y a otros, de manera diferente según las afinidades de cada
cual y según lo que os parezca que quede por resolver en cuanto a vuestra
presencia en este mundo en este período tan peculiar.
Como es obvio, existe ya en torno vuestro y dentro
vuestro suficientes signos, suficientes manifestaciones, evidenciando la
realidad concreta tanto de las demás dimensiones como de los demás pueblos y
habitantes de esta Tierra como de otras partes. Estamos todos ahí pues tener
presente que somos Uno, aquí y en otras partes, pese a las apariencias que
subsisten en este mundo para algunos.
Sabéis que el Amor es el bálsamo que pone fin a todo
sufrimiento en cuanto el alma o la persona abandonan toda voluntad de aferrarse
a lo que sea y confía en la Vida y en el Amor más que en cualquier otra cosa
inclusive en uno mismo. Vuestras diversas vivencias, vuestros diversos
encuentros, vuestros diversos elementos de vida están ahí para llevaros,
conduciros, hasta el umbral de vosotros mismos y cruzar el umbral, aquel gran
umbral que os permita realizar en el mismo seno de esta materia la realidad de
vuestra eternidad, no con vistas a un futuro, cual fuere aquel futuro, sino
directamente ahora – ya – en el presente, tan pronto como decís
« sí » al Amor, no simplemente a través de los procesos vibratorios
sino más bien mediante el vuelco de vuestra conciencia hacia lo que siempre
está y no hacia lo que tiene ocupadas vuestras vidas, como es el caso de muchos todavía.
Entonces contestaré más adelante vuestras preguntas
sobre estos momentos por los que transitamos. Sin embargo, mis respuestas no
estarán nunca enfocadas al estilo del Comendador de los Ancianos sino más bien
orientadas a mostraros el Amor, cual sea el problema, cuales sean las
vacilaciones, cual sea vuestra postura, porque el Amor es el mismo para todos y
cada uno, sea cual sea vuestra vivencia, cuáles sean vuestras esperanzas y cual
sea vuestra postura actual. Habrá siempre muy exactamente, en cada conciencia,
la misma presencia del Amor y la misma capacidad para vivirlo, incluso – y bien
lo sabéis – en los momentos de la Llamada de María.
Entonces hoy urge que os despojéis de lo que no es
vosotros, que os despojéis real y concretamente de lo que estorba vuestro
corazón, vuestros pensamientos y que viene a alterar de una manera u otra
todavía la libertad interior. Para lograrlo basta con dejar que crezca el Amor
en vuestro corazón, dejar que se bañe vuestra conciencia en aquel baño de Amor,
aquel baño de Luz.
Como lo hemos venido diciendo unos y otros – y como lo
iréis comprobando de un modo más tangible hoy - el Amor es la respuesta a todo.
El Amor es la única respuesta a todo lo que acontezca aquí, en este mundo, como
en otra parte, porque todo se sustenta con el Amor. Sin Amor, incluso aquí, no
habría ninguna conciencia capaz de mantenerse en vida. Es esto lo que debéis
tener presente en cada circunstancia, sea cual sea la dificultad, sea cual sea
la evidencia de lo que vivís en vuestros encuentros, en vuestros contactos con
vosotros mismos. Contad siempre e incesantemente con la realidad del Amor.
Que percibáis su esencia, que percibáis sus
vibraciones o que no percibáis nada de Él, no importa hoy. Lo importante es que
vuestra persona, vuestra alma y vuestro Espíritu estén juntos orientados hacia
la verdad del Amor. Al tender hacia Aquello alcanzaréis el corazón del corazón,
la médula del corazón y vuestros éxtasis – que no son el propósito, lo reitero,
sino el testigo de vuestro estado - os deleitará más y más a menudo, como para
extraeros de vuestras preocupaciones, de vuestros sinsabores, de vuestros
dolores, de vuestros sufrimientos, vengan de donde vengan.
Porque el Amor es efectivamente un bálsamo, como quedó
dicho y lo repito y reitero. Es ante todo la solución a toda sombra, a todo
desequilibrio. El Amor es tan intenso en las demás dimensiones que incluso la
noción de desequilibrio nos es desconocida. Solamente hay el juego de la Vida y
del Amor creándose y recreándose en cada espacio y en cada dimensión, más allá
del tiempo. Es aquella realidad – cuales sean los signos y los síntomas en la
superficie de este mundo – la que veis actualmente operando en todas partes. Y
– sea cual sea la importancia de aquellos signos – es siempre el Amor el que
actúa.
Entonces eso requiere, por supuesto, más allá de las
vibraciones, más allá de vuestras percepciones, que miréis de otra manera lo
que está sucediendo en vosotros y en este mundo hoy. La mirada, obviamente, de
la libertad recuperada, de la liberación y, sobre todo, la mirada del Amor que
ve más allá de las apariencias, más allá de los conflictos, más allá de las
guerras, más allá de los Jinetes en su acción de disolución. Para lograrlo es
necesario ahondar hasta lo más recóndito de uno mismo. Es necesario, en
aquellos momentos, dejar a un lado todo lo que os amarra, todo lo que os liga,
dentro vuestro como exteriormente, para ir libremente hacia lo que sois. La mejor
manera es no proyectarlo hacia un futuro u otro momento sino afirmarlo ya. En
cada mirada, en cada palabra que expresáis, en cada relación que tenéis, el
Amor tiene que llevar la delantera.
Esto os había sido expresado hace más de un año por
algunos Ancianos. Hoy en día, la práctica de estos preceptos debe prevalecer no
sólo en momentos privilegiados sino más bien en los momentos en que sea
necesario para vosotros y para los hermanos y hermanas encarnados.
Tened presente también que el Amor siempre es simple. Nunca
viene con preguntas. Nunca viene con respuestas. « Es »
simplemente. Es esto lo que hay que reconocer y ser. En eso está el estado de
Gracia. Y la Acción de
Gracia puede entonces operar, diluyendo lo que pueda aparecer como no
iluminado, como resistente, como sufriente, cuales sean las circunstancias. La única
fuerza, el único poder que quedará disponible sin límites e infinitamente es el
Amor. No el amor condicionado por vuestros apegos, por la vida en este mundo
sino el Amor que no es de este mundo y que, sin embargo, está instalándose en este
mundo.
Mediante vuestra Presencia,
mediante vuestro Amor, mediante vuestra ausencia de juicio, mediante el hecho
de ver claro y de ser lúcidos acerca de los acontecimientos, daréis el más
grande de los servicios y cumpliréis la más grande de las devociones para con
la humanidad.
En aquel estado no queda espacio para el juicio. En
aquel estado no queda espacio para el sufrimiento. En aquel estado no queda
espacio para nada que no sea llenarse con Amor y Luz.
Ante los mecanismos de éxtasis profunda, como los
manifestados durante mi estancia carnal entre vosotros, hoy – y lo sabéis –
sois todos llamados a ser unos Cristos, unas Marías, unos Migueles, unas
Teresas. Sois llamados a transformaros en nosotros, como nosotros nos estamos
transformando en vosotros, porque no hay más barreras, no hay más espacio, no
hay más tiempo entre nosotros. La evidencia salta a la vista en vuestros
encuentros tanto en la naturaleza como entre hermanos y hermanas encarnados,
así como entre nosotros y vosotros.
Tened presente que tales relaciones no son la meta
sino simplemente un medio – más rápido quizás – para experimentar la certeza
interior del Amor, no como una certidumbre intelectual sino más bien como una
evidencia grabada en la carne, en las células, en los centros energéticos, en
vuestras estructuras de Eternidad.
Tened presente que el Amor es invencible. No hay
fuerza superior en todas las manifestaciones de la conciencia y en todos los
mundos, incluso en éste. Simplemente lo habíais olvidado. Os habían ayudado
para olvidarlo pero, incluso esto, hay que trascenderlo, manifestar e irradiar
el mismo Amor, ya sea frente a un hermano querido o una hermana querida como
hacia el más abyecto de los personajes que no hace sino jugar un rol. Vosotros
tenéis claro el juego mientras que él no lo ve. Entonces
elevadlo en vez de rebajaros. Elevaos
vosotros mismos hasta ahí donde canta la Morada de Paz Suprema y veréis que no
queda ningún enemigo, ni siquiera hay « otros ».
Abarcaréis entonces, en realidad y en totalidad de
manera visible, la totalidad de los posibles, la totalidad de los hermanos y
hermanas, la totalidad de los mundos y la totalidad también de quienes aún
tienen miedo, en el mismo Amor. En esto está el
servicio en este período. Ahí
está el Amor, en su obra en el seno de La Tierra, de la que participáis todos
de un modo u otro, estéis conscientes o no. Que vuestra mirada sea igual,
aunque lúcida, incluso al expresar vuestro parecer, sin jamás dejar de nutrir
el Amor en el otro, sobre todo en quien os parece falto de Amor o descarrilado.
Todo
es experiencia. Nada es verdad. La única verdad es el Amor.
Por lo tanto, en las circunstancias a veces difíciles
de este mundo, en este período, recordad que sólo existe el Amor. Sea lo que
sea lo que os corresponda vivir, sea lo que sea lo que os corresponda observar
en algunos hermanos y hermanas perdidos en el miedo, sea lo que sea lo que os
corresponda observar en algunos hermanos y hermanas sometidos todavía a las
energías arcaicas en curso de evacuación, sed servidores del Amor y, sobre
todo, poned el Amor en vuestros labios, poned el Amor en vuestras palabras,
poned el Amor en vuestra mirada.
Poned el Amor al tocar algo, al tocar a alguien. Dejad
vuestra impronta de Amor en todas partes. No
es tema de voluntad o de deseo. Es tema de evidencia. Es algo muy concreto. La Luz adamantina se torna cada vez más presente
alcanzando ya un umbral de saturación que hace posible ahora la realidad de la
Ascensión en el mismo seno de la carne y del conjunto de la humanidad.
Permaneced en humildad también, como decía mi Hermana
Estrella Teresa. No reividincar nada en ese rol que os corresponde jugar hoy. Solamente
el Amor. El Amor no
requiere calificativos, no requiere Maestros, Padres, Madres ni cualquier
Estrella que sea, tampoco funciones, aunque eso sea real en vuestro devenir, una
vez el proceso de Liberación es completado. Desaparecer ante uno mismo es
desaparecer también ante los roles, las identidades, los atributos y las
funciones.
Los Arcángeles os han significado que el único nutriente
posible era realmente lo que acontece en vuestro interior, en la alquimia de
vuestro corazón, en el Corazón Ascensional, en el corazón impersonal en el
centro del centro. Todo está ahí, el origen de los mundos, la creación infinita
de las dimensiones y vuestra propia Eternidad. Al haber encontrado eso, todo lo
demás carece de importancia. Vais a vivirlo y
experimentarlo más y más. Lo
que hoy todavía os importa en cualquier lugar o acción que sea pronto os
parecerá insignificante en relación con lo que acontece en vuestro Templo
interior. Incluso mucho antes de la Llamada de María, desde ya, lo percibís de
manera más o menos directa, bajo diferentes formas, ya sea de forma vibral, ya
sea en vuestros sueños, ya sea en las circunstancias mismas del desarrollo de
vuestros días, la Luz llama a vuestra puerta de todas las maneras posibles.
Abrid los ojos. Tener los ojos abiertos no significa
comprender lo que pasa. Tener los ojos abiertos es ver en el interior de uno la
realidad del Amor operando, en cualquier actividad que pueda parecer contraria,
en la superficie de este mundo, pues hoy en la superficie de este mundo todo es
resolutorio, incluso lo que pueda parecer a primera vista completamente opuesto
a la Luz. No puede ser de otra forma ya que el Amor está. No puede ser de otra
forma ya que lo que os tuvo encerrados ya no existe. Lo único que subsiste es
vuestro propio encierro, grabado en la estructura biológica y grabado también,
quizás, en las costumbres que habéis adoptado en la superficie de este mundo.
Tened presente que lo esencial no es eso sino
únicamente la intensidad de vuestro corazón, la intensidad del Amor y la
intensidad de la Luz que dejáis traspasar y emanar de vosotros. Esto se tornará
cada día más el único método para cruzar lo que haya que cruzar. No habrá otra
manera para nutrir la mente, para nutrir los afectos, para nutrir el cuerpo
porque éste será nutrido de otro modo, incluso estando todavía presente en la
superficie de este mundo.
Tal es el poder del Amor. No sólo levanta las montañas
sino que responde a todas las necesidades pero no sois vosotros quienes
decidís. Es en este sentido como conviene mantenerse humilde y pequeño, como
conviene estar a la vez presente en la densidad del Amor y alejarse lo más
posible de los juegos de roles, de confrontación de personas, de confrontación
de situaciones, no para evitarlos, no por miedo, sino más bien para cruzarlos
con el poder del Amor, de lo que sois en verdad.
La reversión del alma, la disolución del alma, ha sido
vivida de diferentes formas. Observad a los hermanos y hermanas. Observad lo
que han experimentado estos años, lo que han llevado a cabo, lo que han
manifestado. Hoy en día todo os es ofrecido sin restricción. Todo os es dado,
incluso si os negáis a verlo, incluso si tenéis miedo. El miedo no resistirá
mucho frente al Amor.
Recuperar vuestra herencia es recuperar lo que habéis
sido siempre y lo que seguís siendo. Significa no quedar limitado a este mundo,
a esta persona, sino abarcar desde ya el conjunto de la creación y, sobre todo,
el conjunto de este mundo, en el mismo Amor, en cualquier hermano o hermana que
sea, en cualquier hermano o hermana opuesto a la luz, en cualquier país que
sea, en cualquier religión o ámbito social que sea.
Vais a comprobar el poder de la sonrisa, el poder de
vuestra mirada tan pronto como dejáis expresarse el Amor en vez del juico, en
vez del desafío por reaccionar, por responder, por meditar, por pensar, y el
silencio se hará muchas veces providencial, mucho más que las palabras, incluso
que los actos, en un momento dado.
Todo esto corresponde al estado de Gracia, en su plenitud del Amor.
También seréis tocados, no solamente por los seres de la naturaleza, no
solamente por nuestras Presencias sino por la realidad que está en vosotros,
del Amor. No simplemente a través de las vibraciones, no solamente a través del
Corazón Ascensional o de las diferentes estructuras que conocéis sobre el plano
del Cuerpo de Eternidad, sino directamente por la conciencia misma, os hará
amar todo lo que será visto, porque en definitiva todo esto sólo pasa.
Cualquiera que sea la dureza aparente hay debajo la profundidad del Amor. Pero
esto, tal vez aún no podéis aceptarlo ni vivirlo, pero os aseguro que la
respuesta está en vosotros, en totalidad.
No puede haber otra alternativa. No pueden haber otra vía, otro camino
u otra explicación que la del Amor. El Amor en acción, el Amor en
manifestación, el Amor en irradiación, el Amor como la única Verdad. Porque lo
que es contrario al Amor no podrá mantenerse más, en el sentido de la
encarnación en este mundo, en el sentido de los conflictos presentes en este
mundo. Solo el Amor llenará todo y pondrá fin a todo dilema, a toda guerra pero
hay para esto que pasar por el ojo de la aguja, despojaros de vosotros mismos,
despojaros de todo lo que no es la Eternidad, no en un acto voluntario de aquel
que se privaría o mortificaría, de lo que sea, pero más por el reconocimiento
del Amor que sois, realmente, concretamente, y no solamente en otra parte o en
otros planos o en otros cuerpos sutiles, sino en cada minuto de vuestra vida.
Si realmente reconocéis esto, entonces vuestra vida será una alfombra
de rosas, cualesquiera que sean los inconvenientes del final de un sistema, del
final de un encierro sobre el plano concreto y visible. Es esto lo que hay que
rememorar en los momentos en que os parecerá tal vez estar en un momento más
difícil o menos luminoso. Recuerden que el Amor está allí, y que incluso si
esto os parece menos luminoso, hay siempre una oportunidad de manifestar todavía
más el Amor, de mirar, de sonreír, de superar la comprensión, la explicación,
de sobrepasar todas las justificaciones y de dejar eclosionar en totalidad el
Amor.
Recuerden que nosotros todos estamos también en vosotros, los
Arcángeles, las Estrellas, los Antiguos, el mismo conjunto de los seres que les
son desconocidos, presentes en el seno de la naturaleza o en el seno de naves
que se harán visibles en vuestros cielos. Es la misma realidad, la del Amor en
acción, la del Amor en verdad.
En el Amor no hay nada, ni la necesidad misma de agarrarse, a lo que
sea de la experiencia que hacéis y que vais a llevar cada vez más a menudo.
Cristo dijo a la época que aquel que tenía una fe la más pequeña y real, podría
levantar montañas. Allí, no es cuestión de levantar montañas, es cuestión
simplemente de ser tu mismo totalmente, sin prejuicio a la persona que sois,
sin prejuicio de vuestros afectos, sin prejuicio de vuestros sufrimientos
pasados, o de vuestras proyecciones en cualquiera futuro que sea.
La única solución está “aquí”, la única solución está “ahora”, aquí
mismo, en el cuerpo en el que vive, a la vida que recorre, en todo lo que se
celebra sobre la pantalla de vuestra conciencia. Cualquiera que sea lo que se realice,
vea allí sólo el Amor y el fuego del Amor en acción. Porque recuerden que en la
Vía de la Infancia, en la sencillez, en la humildad, no sois como persona que
actúa, sino el Amor que sois en realidad, y este Amor que sois en realidad hizo
eclosión no sólo sino llenó todo el espacio de este mundo y también todo el
espacio de vuestra conciencia. Acepten de verlo tal como esto es, y no tal como
todavía podéis creerlo, imaginarlo, o temerlo.
Dejen libre al Amor. Sean los agentes que no piden nada, sino cuya
belleza se traduce, cualquiera que sea vuestra edad, cualquiera que esté
vuestro físico, en la potencia y la intensidad de vuestra mirada iluminada,
vuestros ojos, de vuestra boca. Así es como trascenderéis todo lo que puede
parecerles resistente al Amor, en vosotros como alrededor vuestro, esto a una
octava jamas imaginada posible para vosotros, para la mayoría de entre
vosotros.
Cuando yo estaba en la carne, pasaba por una santa. Había pocos seres
que eran capaces de mantener, sin quererlo, este estado de Amor indescriptible
ligado al Mahasamadhi, y a veces durante largos años. ¿Acaso quería yo
manifestar esto? No. Me borraba totalmente, estaba plenamente presente
borrándome.
Para vosotros, hoy es el mismo destino que os espera si se puede decir,
la misma manifestación, digáis lo que digáis de eso y cualquiera que sea vuestro juicio sobre vosotros mismos o
sobre las circunstancias de este mundo, ninguna de las circunstancias de este
mundo, ni de vuestros pensamientos pueden enturbiar lo que se instala ahora.
Descubriendo el Amor en su total y real manifestación
en la superficie de este mundo, ¿qué podéis temer? Para vosotros, para vuestros
allegados, para vuestra situación, para lo que sea. El Amor os alimenta
verdaderamente, totalmente, pero para esto, hay que aceptar el Amor en su totalidad.
Entonces es mucho más que poner el Amor delante, es mucho más que « ser Amor »,
es ser la Vida. Pero no solamente la
vida falsificada de este mundo, sino toda la Vida en el seno de todas las
dimensiones y de todos los mundos.
Manifestando así la Morada de Paz Suprema, veréis
alejarse de vosotros todas las privaciones, todas las carencias, todos los
miedos, todas las incertidumbres y esto, de una manera allí también cada vez
más tangible y cada vez más evidente. Ganaréis entonces en certeza, incluso en
el seno de lo que queda de persona, incluso en el seno de vuestra alma, si algo
queda y persiste. El Amor es lo que sois, y no necesita ser otra cosa que de
ser lo que Es. Sólo tenéis que desaparecer. Desaparecer no quiere decir
apartarse de la vida o de lo que la vida os proponga, sino más bien vivirlo
desde el Amor.
Vivir desde el Amor no es complicado, no se trata
solamente de la Corona radiante del corazón, no se trata solamente de vuestra
atracción hacia la Luz y vuestra atención, es mucho más que esto. Es lo que
nunca se movió, lo que nunca desapareció y que no necesita nada. Cuanto más lo
acojáis, más lo manifestaréis, más seréis humildes y más seréis grandes, no
sobre este mundo por supuesto, sino grandes en Luz, grandes en Verdad, y es
esta grandeza que os hará desaparecer. Desaparecer de las ilusiones,
desaparecer de los miedos, desaparecer de las identidades, de los roles, de las
funciones, no por algún deseo, no por alguna purificación, sino más bien por la
Gracia del Amor.
Antes de seguir, quedemos en silencio unos instantes,
para clausurar la primera parte de mi intervención. Continuaré luego, por
supuesto, evocando otros elementos.
…Silencio …
En este estado y en esta Gracia, sois a la vez la
Fuente, el origen, y el fin. Sois el Alfa y el Omega, alimentándoos del Amor
que nació en lo que sois, propagándolo por todas partes. Es vuestra naturaleza.
Que lo veáis o no, que lo percibáis o no, no cambia nada, y esta claridad va a
hacerse cada vez más evidente.
…Silencio …
Quisiera ahora abordar, en una segunda parte, algunas
consideraciones más prácticas en relación a las Estrellas, a las Puertas, a las
funciones del alma, a las funciones del Espíritu, a la reversión del alma, a la
disolución del alma, en fin, a todo lo que ahora sucede en cada uno de
vosotros. Veamos pues estos puntos y vosotros mismos los comprobaréis con
vuestras vivencias, si no es el caso ya.
En primer lugar el Triángulo de Fuego, el Triángulo
elemental situado al nivel de vuestra frente. La punta AL, como lo sabéis,
podía ser representada punta arriba o punta abajo, a la raíz de los cabellos o
a la raíz de la nariz. Hoy la estabilidad de este Triángulo, totalmente volcado
y restablecido en el sentido correcto, hace que la punta AL vaya a ser sentida
cada vez más a menudo, para los que lo viven, al nivel de la raíz de la nariz,
abriendo, lo que fue llamado antes el tercer ojo, pero abriéndolo hacia
realidades arquetípicas y transcendentales, y ya no hacia alguna ilusión ligada
al encierro en el seno de los mundos « astrales » o los mundos
mentales.
Lo que ocurrirá para vosotros, si tenéis acceso a
ello, está simplemente destinado allí también a alumbrar y no a discriminar.
Simplemente alimentaos de este espectáculo si os aparece. De la misma manera
que algunos de vosotros pudieron sentir, a veces de manera dolorosa, las
Puertas AL y Unidad o bien las Puertas Atracción / Visión, hoy vais a empezar a
sentir cada vez más otras Puertas y otros Triángulos en el seno de las
estructuras del cuerpo de Eternidad, imprimiéndose en el cuerpo. Allí también,
si es posible, contentaos con vivirlo sin buscar alguna utilización posible,
porque se manifestarán a vosotros por sí solos, en el momento en que justamente
no procuráis serviros de ellos, para manifestarlos o comprenderlos.
Estad disponibles para las experiencias que se
presentan a vosotros interiormente o exteriormente, del mismo modo y con el
mismo Amor. Volviendo a ser como un niño, viviréis espontáneamente el instante
presente y la realidad del Amor en cualquiera que sea la circunstancia. No os
apoderéis de nada. Entregaos vosotros mismos al Amor. Allí es el don de sí, el
sacrificio sagrado de la disolución del alma.
Así como lo habéis podido comprobar, algunas de
vuestras necesidades fisiológicas se han modificado ya ampliamente y
profundamente, y se modificarán todavía más. Que sean las necesidades
fisiológicas alimenticias u otras, afectivas, que sea la necesidad de sueño,
que sea la necesidad que consideráis como vital de trabajar, de tener dinero,
de vivir según la antigua regla. Todo esto pronto os parecerá como
extremadamente fútil e inútil, que lo queráis o no.
Pero dejad el Amor obrar, no toméis la delantera,
porque el Amor debe estar delante en todo. Aceptando que todo lo que acontece y
se produce desde ahora en vosotros es la obra del Amor, el Amor crecerá todavía
más en vosotros. Incluso si vuestra mente os dice que allí dentro no hay Amor,
sólo es vuestra mente que os lo dice, el corazón, él, no os dirá nada,
continuará creciendo. Vendrá para colocar lo que hace falta, allí donde sea
necesario.
El Triángulo de Fuego al nivel de la cabeza se hace,
como lo podéis sentir, cada vez más activo. Así como el conjunto de los otros
Triángulos, pero preferentemente sentiréis tal vez a este nivel la emanación de
la Luz. Es esto ser marcado en la frente, es esto ser coronado. No tiene nada
que ver con ser elegido, porque cada uno tenéis la misma capacidad de vivirlo.
Con la condición de no quedarse con lo que es pasado, de no considerar la
costumbre, o las costumbres y las experiencias, como algo eterno, porque en
definitiva, sólo se tratará de la persona. No sois una persona, sois mucho más
que una persona. Sois mucho más que vuestros linajes, mucho más que vuestros
orígenes estelares. Sois mucho más que la vibración. Sois mucho más que la
conciencia sea cual sea. Sois la totalidad del mundo, y cuando decimos que
todos somos Uno, esto es la verdad.
No tiréis la piedra a nadie, porque lo que hacéis en
este momento, sólo será dirigido contra vosotros mismos. Así como lo decía
Cristo: « Lo que le hacéis al más pequeño de mis hermanos, es a mi que lo
hacéis, pues es a vosotros también». Vosotros que lleváis, en cualquiera que
sea la intensidad, el resplandor de las Hijas del Sol y de los Hijos del Sol,
apoyaos en el Amor porque es fuerte, dulce y lo provee todo para vosotros.
Apoyaos en el Amor porque sólo hay esto. Todo el resto sólo es efímero, todo el
resto sólo pasa.
Cualquiera que sea la realidad de las otras
dimensiones, cualquiera que sea la realidad de nuestras Presencias en vosotros
y en vuestros cielos, cualquiera que sea la realidad de los acontecimientos del
Sol y de La Tierra y del conjunto de este sistema solar, no es nada con
relación a la Verdad del Amor. El Amor se basta a sí mismo. No necesita de
planeta, de Sol, de entidades, de conciencias, de seres de la naturaleza,
aunque hoy tengáis la capacidad cada vez más comprobable de entrar en contacto
con estos pueblos, como con nosotros. Nunca perdáis de vista que no es ni un
objetivo, ni un fin, pero más bien un medio para ir a lo que sois en totalidad.
No confundáis los medios, los objetivos y la realidad de lo que sois.
La certeza interior, la fe en el Amor, si se puede
decir, será siempre más evidente a través vuestro que a través de las
relaciones, sean cuales sean. Haceos la pregunta, como decía un clamoroso
interventor, Bidi: « ¿Quiénes sois? ¿De donde venís? ¿Cuál es el origen? ¿Que
es lo que está antes de este mundo? ¿Que es lo que está antes de toda vida
manifestada en el seno de toda dimensión? ». Vosotros y vosotros mismos.
Sólo esto. Todos los juegos de rol
cesarán un día, todas las funciones cesarán un día, aquí como en todas partes.
Sois la Vida, sois el soporte de la Vida, sois la
manifestación del Amor. Todo el resto ahora es superfluo, inútil e ilusorio.
Era muy agradable de pensarlo o de vivirlo a veces, pero será cada vez más una
evidencia total. Que lo deseéis, que lo temáis, esto no cambiará nada a la
realidad de lo que se despliega.
Antes de nada, buscad en vosotros las señales del
Amor, aunque las señales de la Tierra son cada vez más contundentes y más
visibles. Dejad florecer el Amor. Para buscar vuestro corazón y encontrarlo
plenamente, hay que dejar de buscar algo en otra parte. Acabad vosotros mimos
hoy con la búsqueda. Parad el motor del sufrimiento que está ligado al tiempo y
a la persona, no por algún acto heroico, sino mucho más como un acto de
rendición, donde sólo es necesario, no la fuerza, sino la humildad de
reconocerlo.
La historia que vivís no está allí para ser una más
para vivir, una mejor, incluso si hay muchas historias para vivir. Podéis vivir
todas las historias que queráis. Allí está la Libertad, la verdadera Libertad,
que es la de sólo ser tributario del Amor que sois y no de alguna historia, de
alguna carne, ni incluso, diría yo, de algún Cuerpo de Eternidad, aunque por
supuesto sea el vehículo indispensable para recorrer las dimensiones. Pero
tampoco sois… De la misma manera de que no sois vuestro cuerpo físico, tampoco
sois el Cuerpo de Eternidad, sólo es un vehículo multidimensional y es
perfecto, pero siempre sois vosotros quienes estáis en el interior. Y vosotros,
no sois constituidos por ninguna estructura sea cual sea, sea cual sea la
forma, sea cual sea la experiencia. Sois la Esencia del Amor, la Esencia de la
Verdad. Todo el resto sólo son obstáculos a esta realización real de vuestra
Verdad eterna en el instante presente.
Entonces, Amad por encima de todo, en cualquier
circunstancia, en cualquier elemento que pueda resurgir de vosotros y
perteneciente a la persona. Sois el Amor, a pesar de todo y sobre todo gracias
a esto.
Cristo había dicho, y de hecho el Comendador a menudo
os lo repitió: « El que quisiere salvar su vida, la perderá. ». El que acepte
perder su vida, sus posesiones, lo que cree ser, encontrará la Vida Eterna con
certeza, desde ahora, en el instante presente.
Los mecanismos del alma sólo son unas experiencias
tomadas en los mundos carbonados. Sois al mismo tiempo el Coro de los Ángeles,
el Espíritu del Sol, Cristo, pero sois también de alguna manera lo que ha sido llamado,
o que son llamados, los chicos malos. Creo que el Comendador los llamaba los
guiñoles. Eh sí, porque el guiñol no sabe que hay un hilo que lo sujeta y lo
anima. No lo ha reconocido. Está atrapado en su juego, en su papel, y el miedo
le lleva a comportarse como lo hace.
Pero vosotros, viváis lo que viváis, dejad el Amor
ser. El Amor no necesita manifestaciones, necesita simplemente transparencia,
lucidez, humildad. Ni se pregunta sobre la moral, la ética o la integridad,
todo ello es trascendido por la potencia del Amor. El Amor es la única Verdad,
en la dimensión que sea, y en cualquier parcela de vuestro ser, hasta en el
seno de esta carne efímera.
El Triángulo elemental de Fuego, ahora fijado con la
punta hacia abajo, os abre realmente y concretamente al aprendizaje del Amor y
la manifestación del Amor permanentemente, de manera indeleble. Hay numerosas
pruebas, numerosos marcadores en vosotros como en este mundo. Están los
sonidos, está el Silencio, está la beatitud.
Todo lo que parece en vosotros resistir, que sea al
nivel del cuerpo o cuando decís: « No lo consigo » o « Tengo miedo » no quiere
decir nada para el Amor. Así que dejad el Amor ser lo que sois. Está ahora por
todas partes, en abundancia. Ya no hay separación, ya no hay división. Todo os
remite a vuestro corazón y todo os remitirá cada vez más a vuestro corazón, de
todas las maneras posibles. Que sean agradables para la persona, o que sean
desagradables para la persona.
Mirad cómo evoluciona lo que es vuestra memoria en el
seno de este mundo y en el seno de esta vida. Mirad cómo evoluciona, os lo
decía, vuestro sueño, vuestra alimentación, vuestros vínculos y vuestras
relaciones con la naturaleza, con los demás hermanos y hermanas, con los
animales, y observad si el Amor está presente verdaderamente, totalmente y
libremente. Si no lo veis, entonces dejad a la persona, no como una retirada
del mundo sino más bien para sumiros todavía más profundamente en el corazón de
vuestro ser y dejar aparecer y manifestar lo que es el Amor en vosotros, lo que
sois.
No prejuzguéis nada. Colocaos cada vez más a menudo en
el seno del instante presente y el Fuego purificará lo que todavía necesita ser
purificado, que sea en el cuerpo, en vuestros pensamientos, en vuestras emociones,
en vuestros afectos, con el fin de hacer desaparecer todas las proyecciones y
todas las heridas. La libertad del instante presente y del Amor se sitúa aquí.
No es un esfuerzo, es un relajamiento y es una gran satisfacción de regresar
realmente a lo que sois.
Entonces, aunque todavía puedan existir en vosotros
unos sentimientos de apegos, con relación a la lógica de este mundo, sea cual
sea el apego, no olvidéis que el otro es lo que sois, que sea un niño, que sea
un amigo, que sea un marido. Ver las cosas desde este ángulo porque es la única
verdad, y porque seréis confrontados con esta verdad en el momento de la
Llamada de María, en el momento de vuestra desaparición en la Fuente de las
Fuentes, mucho antes de la Fuente, en el Absoluto.
Veréis que en el seno de vuestra « Morada »,
si no es el caso ya, que todas las « Moradas » están allí contenidas.
Que ya no hay ninguna diferencia de vibración, de dimensión o de forma, de
tiempo, de espacio, de planeta, de sol. Sólo son unos juegos del Amor y de la
conciencia. Y no sois solamente una conciencia, sea cual sea, aunque seáis
también todas las conciencias.
Tal es el Amor, no conoce ningún límite, no conoce
ninguna barrera, no conoce ninguna restricción. Sólo se conoce a sí mismo. Todo
lo demás sólo son unos juegos, donde la belleza por cierto es omnipresente,
pero lo que sostiene estos juegos por supuesto es el Amor.
La Infinita Presencia os será cada vez más accesible,
si se puede decir, hasta para los de entre vosotros que no vivieron nada hasta
ahora. Soltar todo lo que os puede todavía estorbar, y depositarlo en el Amor.
La transformación del mundo se hará cada vez más
evidente, en vuestro Templo, en vuestras vidas, en vuestras relaciones, pero
también en el conjunto del planeta y en el conjunto del sistema solar. Lo
anunciamos, lo explicitamos en múltiples ocasiones. Creo que lo habéis
verificado lo suficientemente, con el fin de probaros la realidad de lo que
llega, de lo que sucede y que sólo es el regreso del Amor. Este Amor es
impersonal e incondicionado. No depende de las circunstancias de este mundo
como de ningún otro mundo, este Amor es la Verdad. Y sois también esta Verdad.
Acojamos juntos, antes de que empiece la tercera
parte, al Espíritu del Sol.
… Silencio …
Ahora vamos, si lo queréis, con la tercera parte de mi
exposición.
Responderé muy pronto a vuestras preguntas, sean
cuales sean estas preguntas. Mi respuesta se hará siempre en el Fuego del Amor
y hablaré directamente a vuestro corazón. Así pues, en un primer momento, sean
cuales sean las preguntas, las respuestas podrán pareceros como unas
no-respuestas. Esto es si vuestra mente está delante, pero en el momento en que
dejáis a la mente de lado y escuchéis vuestro corazón, la más perfecta de las
respuestas estará allí.
Entonces no estéis confundidos por mi manera de
responderos, sino que situaos, vosotros también, en el Amor Uno, con mi Amor
Uno. Que sean las preguntas hechas aquí o en otra parte y que serán escuchadas,
oídas y leídas, en otra parte. Sois capaces hoy de ir más allá de las palabras
y hasta diría, más allá de la vibración, y de tocar la Esencia del corazón, la
Esencia del Amor y de la Verdad, sin dificultad alguna.
Llevaremos a cabo juntos, si lo queréis, este
aprendizaje. Pues no será simplemente contestar a preguntas sino más bien
conectarnos al corazón del Uno, al corazón de Cristo, al corazón de la Fuente,
dándoos a vivir el Fuego del corazón y la evidencia del Amor sobre todo.
No os quedéis parados por mis palabras. No os quedéis
parados por mis respuestas o por vuestras preguntas, sino que vividlo
intrínsecamente e íntimamente, tanto por el que hace la pregunta como por el
que será interesado en oírla, en leerla y en escuchar o en leer la respuesta.
Esta manera de proceder, verlo como un juego: el juego del Amor consigo mismo,
descubriéndose a sí mismo, magnificándose y regenerándose a sí mismo
permanentemente. Si jugáis este juego conmigo, entonces iréis todavía más en la
confianza de lo que sois, en la confianza del Amor y en la Verdad del Amor.
...Silencio …
En el transcurso de nuestros próximos encuentros,
grandes momentos de paz se manifestarán en el silencio de nuestros corazones,
por la plenitud del Amor. Aquí mismo como para todos los que tengan la
oportunidad de interesarse por lo que será dicho y lo que será vivido, sobre
todo.
Os llevaré en cada pregunta a lo esencial, al corazón,
de manera directa y de manera evidente.
Aquí está el preámbulo en tres partes de lo que os
quería comentar. Ahora nos queda la parte más importante, que no son ni mis
palabras, ni las preguntas, sino simplemente lo que ahora va a suceder.
…Silencio …
De mi corazón a vuestro corazón, del Fuego del Amor a
vuestro Fuego del Amor.
…Silencio …
Acoged el beso del Amor que deposito
a cada uno de vosotros en el corazón. Allí está la más grande de las
respuestas.
En cuanto a las preguntas, deberán ser meditadas y
dadas por escrito, porque os conciernen pero nos conciernen a todos nosotros, y
las respuestas también. Pero no será ahora.
…Silencio …
Del mismo modo, acojo de cada uno de vosotros, el beso
del Amor que me dais. Ahora.
…Silencio …
Soy Ma Ananda Moyi, Estrella AL, Fuego y dulzura del
Amor. Os digo pues hasta pronto.
Adiós.
…Silencio …
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