El holograma de la princesa Leia en “Star Wars” (1977) inspiró durante años a un grupo de científicos estadounidenses, que han ideado un material capaz de crear imágenes en tres dimensiones que se transmiten casi en tiempo real: cada 2 segundos.
El equipo de investigadores de la Universidad de Arizona. liderado por Nasser Peyghambarian, trabajó incansablemente para desarrollar una tecnología holográfica que permitiera contemplar a una persona distante como si estuviera delante del sujeto, según explicaron en un estudio publicado hoy en la revista “Nature”.
El resultado, un material que puede almacenar los datos de imágenes holográficas sucesivas que se actualizan cada dos segundos, no tiene mucho que envidiar al filme de George Lucas, de acuerdo con sus creadores.
“Desde el primer día pensé en el holograma de la princesa Leia y en si podía extrapolarse de la ciencia ficción a la realidad”, dijo Peyghambarian a “Nature”.
El equipo ya trabaja para mejorar la velocidad de actualización de los hologramas y ajustarlos a los 30 fotogramas por segundo requeridos para las películas.
El primer objetivo en el que pensó el científico fue el de crear videoconferencias más realistas, pero el perfeccionamiento de la tecnología llevará aún dos años y los consumidores de a pie no podrán acceder a ella hasta “entre siete y diez años”, reconoció.
Sin embargo, el éxito de películas en tres dimensiones como “Avatar” podría dar pie a la primera aplicación de la tecnología, que permitiría a los espectadores librarse de las gafas y ofrecería, con un número suficiente de cámaras, imágenes fiables de la realidad.
El equipo ya trabaja para mejorar la velocidad de actualización de los hologramas y ajustarlos a los 30 fotogramas por segundo requeridos para las películas.
Además, Peyghambarian prevé que el material pueda encontrar espacio en campos tan diversos como la cirugía, para permitir la participación de doctores de todo el mundo en una sola operación, o la fabricación de coches y aviones, para que el diseñador pueda tener delante una imagen del vehículo o su motor mientras trabaja.
El sistema captura información a través de la filmación de un objeto desde múltiples ángulos, usando un total de 16 cámaras que toman una imagen por segundo del objeto, según el estudio.
Un ordenador procesa a continuación esas 16 imágenes y las convierte en “datos holográficos” que se envían a través de una señal a dos láseres que transmiten la información a un material que la almacena, creando una trama de puntos claros y oscuros que, expuesta a la luz, reconstruye la imagen tridimensional.
El material empleado por los científicos, fabricado con una combinación de polímeros de plástico y llamado PATPD/CAAN, permite que las imágenes puedan actualizarse a menudo, al contrario que con los hologramas estáticos que otros investigadores han conseguido hasta ahora.
La tecnología, según Peyghambarian, también mejora las empleadas por las televisiones en 3D que existen en el mercado hasta ahora, pues éstas filman desde únicamente dos perspectivas y no permiten, como el nuevo material, “dar un paseo con la imagen de una persona y ver su cabeza por detrás”.
No obstante, el científico de la Universidad de Southampton (Reino Unido) Rob Eason, expresó en una entrevista con “Nature” sus reservas sobre el nuevo sistema, que produce imágenes holográficas “aún relativamente pequeñas y lentas”.
Peyghambarian replicó que la tecnología ya es capaz de crear un píxel holográfico de 400 micrometros, “mejor que en una televisión de alta definición”, y esperó que su trabajo para mejorar el sistema, centrado en la pantalla y en la reducción del consumo de energía, acabe por producir una “resolución sobresaliente”.
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