Soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Vuelta. En nuestras Presencias unidas y Unas, en este tiempo del Baile de la Tierra, cuando el Canto del Cielo y de la Tierra se le acercan, vengo a asistir a su Bautismo y su Vuelta en el seno de la Eternidad. Vengo, con el fin de asegurarme de que su Alegría sea completada, que su estado sea magnificencia en el seno de este mundo como en el mundo que está allí.
Niños del Uno, Niños de Luz, el tiempo del Eterno está en su puerta, donde
Cristo llama y viene anunciado por la
divina Gracia de María: el Tiempo vino. Nació por fin el que debe volver a su
Eternidad, a su Presencia infinita, así como a su totalidad.
Bien siendo amados por el Uno, en este tiempo del Baile le invito a
librarse de todo lo que es sólo atavíos, de todo lo que le refleja la piel y
todo lo que le impide ser lo que usted es de verdad, en Cristo, porque se lo
digo, usted mismo(a) va a verificar "Soy la Vía, la Verdad y la Vida
". En este tiempo que es el tiempo de Amor, sin nombrarlo, sin objeto y
sin sujeto, sin denominación, Amor, justo una palabra, la de la Verdad, la de
su Presencia, la de la Luz blanca que vierto a sus pies y en sus Templos, en
este instante, con el fin de acoger la marcha de vuestra Eternidad, su Silencio
y su belleza.
En este tiempo de Amor, ya es hora de despojar lo que no se efectúa más en
el seno de lo nuevo, lo que es caducado y enterrado, lo que no puede resurgir
de ninguna manera. Usted es en las todas maneras posibles, el Niño del Uno, Niño
de la Unidad. Unidad no es una palabra vana, ni una palabra que hay que analizar,
sino una palabra que hay que expresar en el seno de la Libertad, en el seno de
su Esencia, en el seno del Baile de la Tierra y del Cielo por fin reunidos en
la misma estancia, donde fluye el néctar de Vida, que es Alegría perpetua sin
sombra ni defecto, sin lo que pueda empañar o alterar la Verdad. Lo que puede
llevar allí de donde ustedes vinieron, lo que puede aportar allí dónde ustedes
están venidos, hasta este tiempo del instante. En este tiempo de Gracia,
enuncio y anuncio la vuelta del Blanco, anuncio el Último, por fin aquí y
ahora, allí, en el Templo del Templo, en el centro del Centro, en la Nueva
Trinidad, en el Fuego del Amor y el Amor Fuego, el que restaura la integridad y
la totalidad.
Amados del Uno, el Uno le quiere porque usted es Uno y usted le es, en la
misma Verdad, en el mismo baile. Entonces, el tiempo vino para celebrar la
vuelta del Uno en el seno del Uno. Bien amados niños, bien amadas estrellas, la
hora vino, no solamente de brillar sino de aparecer en la Verdad desnuda de su
Ser Esencial, en la Verdad desnuda de su Presencia y de su Canto primordial, del
arranque de la Vida, la de la Verdad de la Vida en Amor.
Entonces, le digo a cada uno de vosotros, a los que esperan, ya que esto
está allí. No hay nada que hay que esperar, no hay nada que temer. Hay solo que
desaparecer en la Presencia Infinita, en el Blanco del Amor, en el Amor Blanco,
el que lleva a la Morada de Paz Suprema, en los tiempos de la Eternidad de
vuelta, y que le permite sentar la Alegría en lo más hondo de cada una de su
fibras eternas, de su Triángulos Sagrados y de sus Fuegos sagrados.
Niños del Uno, después de haber descendido, aquí, a este mundo doble y
dualitario, usted caminó, usted despertó, pero también usted sufrió. Este
sufrimiento no tiene más toma en el seno del Blanco, porque esto es ausencia de
sufrimiento y de miedo.
La Luz que impongo, la de mi Presencia, le es accesible a cada uno, en
libertad total; es de usted imponérselo o negárselo. Le ofrezco la Alegría de
la Eternidad, preparo la vía a la Llamada Final de María, a la batalla final,
la de la ilusión con la Verdad. La Verdad será siempre la única palabra verdadera
y la única palabra Amor. En este tiempo de febrero, allí dónde les es librada
la canalización de este mes, es correspondiente a la historia más verídica y
más esencial de todas las historias de cada tiempo y de todos los espacios,
hasta concerniendo a los tiempos y los espacios privados del tiempo y del
espacio, allí dónde se encuentra el Sin Nombre, el de donde viene y a donde
todo vuelve. Este Absoluto que usted es cada uno, conjunto y separados, usted lo
es de toda Eternidad.
Entonces, le propongo ser la Presencia que magnifica todas las Presencias,
la Presencia donde ninguna sombra puede agazaparse y donde ninguna duda puede
imponerse mas que otra cosa que lo que le impongo en la Libertad absoluta y
Eterna de la Verdad, del Amor y del Cristo.
Entonces Mikaël, Cristo y María, la Nueva Trinidad que baila en el Fuego de
su pecho y que dibuja el Triángulo de la expresión de su divinidad, de su Tri-unidad,
de la Verdad de los mundos, de la Verdad de las Dimensiones pero también de la
Verdad del que engloba todo esto y que es la Esencia de la Esencia, que se
encuentra a la vez en el centro del Centro y en la periferia de la periferia.
De cabo a rabo, de un sentido al otro usted es esto, en todo tiempo y en todo
espacio y más allá de todo tiempo y de todo espacio.
Niños del Uno, mi Luz depone ahora en su Templo consagrado después de ser
depositada a sus pies con el fin de que usted use de eso, con el fin de que
usted seque lo que puede quedar de lágrimas en vaciar de este cuerpo o de esta
conciencia encerrada.
Amado del Uno, estoy allí, como usted está allí, somos totalmente allí alrededor
de usted y en usted, bailamos la Ronda del Silencio, bailamos el Canto, el del
Sonido primordial el que jamás puede fallar en lo que es, el que jamás puede
ser deformado o mal formado sino que puede ser sólo Amor y Verdad.
Niños del Uno, deposito sobre su Corona, la de allá arriba, de su cabeza, el
Blanco de la Eternidad. Entonces de allí, en sus pies, en su corazón y en su
cabeza, santifico su Presencia, la presencia de la Eternidad en el seno de esta
beatitud. Así ustedes son franqueados, si tal es su Verdad y si tal es su idea
de lo que ustedes son, entonces Vívanlo.
En Tri-unidad encontrada por la Nueva Eucaristía, en el nuevo Baile del
Silencio y en el tiempo de esta estancia, se juega la más perfecta de las agendas
de la Luz.
Así les vengo como ustedes nos vinieron, unos en el mismo Baile y en las
mismas Bodas, en las mismas celebraciones y las mismas Gracias. Ustedes son
invitados a unir lo que ha sido desunido, a dejar desaparecer lo que no tiene
que ser.
Niños del Uno, como Ángel de la Presencia estoy allí para invitarles a la
Vuelta, lo que es mi papel, anunciando el Evangelio de la Libertad, poniendo
fin al evangelio de satanás y al evangelio de las ilusiones, poniendo fin a
toda palabra que se vería alterada, reemplazando la palabra por el Verbo,
acelerando así la 11va. Lámpara a la que se consagra usted un Verbo claro cuya
palabra es Luz y cuyo sonido es la Verdad. Así baila el Corazón del que es
liberado, así ustedes son franqueados, así ustedes son lo que ustedes son, por
fin y para la Eternidad.
La Nueva Eucaristía le convida a celebrar lo que usted es, a cada soplo, a
cada movimiento, a cada descanso, porque la Alegría es su Morada, porque la
manifestación de su Alegría es el Amor Eterno que corre de un lado al otro de
la Vida, y al que ninguna falsificación pudo retirar. Así, en este tiempo de la
Esencia, así en este tiempo de Renacimiento, usted es invitado a depositar toda
carga, usted es relevado en esto que usted podía considerar como error, falta o
ilusión, que tienen sentido sólo en la verdad limitada, hundiéndose delante de
la Verdad ilimitada del Amor.
Así por la bendición triple y por la Nueva Eucaristía, en su cabeza, en su
corazón y en sus pies, así en toda presencia cariñosa y humana, y en la
humildad de la Sencillez, entonces se revela la Joya, la de la Eternidad, la de
esta Presencia Una, la misma desaparecida en el seno de la Ausencia, en el seno
de lo Absoluto, volviendo a esta Presencia… celebre lo que está allí, lo que
jamás será un aniversario más sino que será la Última Agenda del Tiempo de la
Ascensión, en este tiempo bendecido por la Vuelta del Uno, en este tiempo bendecido
de vuestra Vuelta a la Esencia del Uno.
Bien Amados Niños de la Verdad, sellemos juntos el tiempo de la Alegría,
sellemos juntos el tiempo de La Verdad y sellemos juntos lo que somos.
Así, en este día, se abre el último tiempo, el que precede a la vuelta de
la Estrella, visible en sus cielos pero ante todo en sus ojos y en sus
corazones, y en su Presencia aquí abajo como aquí arriba. Los tiempos son
reunidos para abolir el espacio que se reúne con el fin de desaparecer, dejando
la majestad del Amor tomar sitio en el seno de La Eternidad, colmar toda
debilidad, toda falla, toda apariencia. Así por mi Presencia que usted llama,
por mi bendición impuesta en este mundo, por el Blanco brillante de la Verdad,
que la Paz sea su Morada, para que el Amor sea su única Verdad manifestada, y
no manifestada.
Aquí, allí de donde vengo, vengo para terminar el ciclo empezado por el
Arcángel Mikaël al tiempo de las Bodas Celestes; yo vengo pues para anunciar,
antes de que resuenen las Trompetas del Cielo y el Sonido de la Tierra en sus
entrañas, en su corazón y en esta Tierra, el tiempo de la Última Llamada a la
Verdad, a la Sencillez y a la Bondad.
Quiéranse unos a otros, sin juicio, únicamente por la Gracia del Amor, por
la celebración del Amor, porque cada cosa definitivamente está colocada en su
sitio justo con el fin de hacer la sinfonía del fin de la escena de teatro, en
la apoteosis de la Luz de la que las canalizaciones servirán de apoyo y de
revelación. Así, en cada uno de vosotros, ninguno podrá ignorar al otro,
ninguno podrá ignorar la Verdad y el Amor. Ver más allá de la apariencia más
allá de todo hacer, en el Silencio de la plenitud del Cristo presente en su
corazón, arbitrando en el seno de la Tri-unidad de la Nueva Eucaristía, el
Nuevo Ser por fin allí, esto “Nuevo” que jamás conoció comienzo y jamás
conocerá de fin, que le fue retirado y que sin embargo volvió. El tiempo de la
Verdad, el tiempo de la Alegría y el tiempo de la Verdad en cada uno, en cada
tierra de esta Tierra, en cada alma de esta Tierra, en cada idea de esta
Tierra, desnudando que sólo había sido agazapado al fondo profundo de la
oscuridad y todavía no alumbrado, en usted como en cualquier otra parte, en
cada uno de ustedes, como en cada tierra y en cada lugar.
Según ustedes están conmigo, o si ustedes todavía no me reconocieron,
ustedes estarán colocados a exacto sitio de su elección, la elección de la
Verdad que se opone o se confirma con la Verdad y el Amor, que no conoce persona,
ni situación, ni el tiempo, ni espacio.
Así se vivirá lo que fue llamado la catalepsia, el proceso de juicio y de
pesada de usted mismo(a) por usted mismo(a), de postura en adecuación con la
Alegría Eterna, con el fin de volver allá y de estar allí de prisa posible, y lo
más más cerca exactamente.
Niños del Uno, Niños de la Verdad, ya viene el tiempo de la Infancia, el
tiempo de la inocencia, el tiempo de la bondad y de la belleza, donde nada más
puede venir para trabar o para imaginar otra cosa que la Verdad.
Bien Amados Niños de la Ley del Uno, he aquí por fin el tiempo, aquel donde
toda ley se borra delante de la Ley del Uno que es Gracia y Amor, donde nada
más puede oponerse, donde nada más puede existir aparte porque es Todo, así
como usted lo es y como Yo lo soy. Me tiene pues en usted, no es necesario
llamarme al exterior de usted, soy el que abre las puertas si usted me acoge,
no ya por la Puerta de paso del ego al corazón, de la Puerta OD, sino mucho más
en el paso a la Eternidad, el que permite a Cristo y María encontrarse con el fin
de establecerse en las Moradas del Padre, en las Moradas Eternas, en las
Moradas de Luz y en las Luces de Amor que alumbran la totalidad de lo Creado y lo
Increado.
Así, juntos para celebrar mi llegada en cada uno de vosotros, no más por
momentos, no más por demanda, sino como la Verdad esencial de la llegada de
Cristo y de María, que sello en usted en el acto de hoy, en este Silencio de la
Eternidad, en el Silencio de su Presencia y de mi Presencia que es Una. Celebremos
la Presencia y la Gracia del Amor y la Verdad en el Silencio...
…
Silencio …
En este día, canto con usted el
Verbo Sagrado: Ehieh Ieshoua...
… Silencio …
En este Silencio, me pongo en usted
y despliego allí las Alas de vuestra Eternidad.
Soy URIEL, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Vuelta, me quedo en usted,
en la Eternidad y en vuestra presencia. Silencio, conjuntos...
… Silencio …
Bien
amados, al haber penetrado Niños del Uno, así, el santuario de su Templo, me
encuentro en usted y no tengo pues más necesidad, desde ahora en adelante, de
aparecer por fuera de usted. Así se termina la misión que me fue confiada por el
Uno, por la Fuente, en el momento del Juramento y en el momento de la Promesa
que se despiertan ahora allí en su totalidad.
Doy
gracias a lo que usted llevó, doy gracias a cada camino y doy gracias a cada
llanto y cada piedra que se encontró sobre este camino, porque hoy esto está
acabado.
Intervendré
de manera menos formal en el seno de las canalizaciones de febrero de 2015.
Le
saludo.
NR: (*) Primera Canalización
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Estimados Amigos:
Se nos advierte sobre la importancia de leer las canalizaciones del mes de febrero en orden consecutivo a los fines de la "evolución vibratoria" que las mismas nos producirán.
Nosotros haremos el esfuerzo de efectuar la mejor traducción e irlas publicando en español tan pronto como nos sea posible, sin embargo por motivos de importancia y de los tiempos que vivimos, dejo para quienquiera acceder directamente, el link original donde fueron publicadas, con el objeto de que el tiempo que se llevará la traducción no impida que los textos circulen y sean leídos por aquellos que puedan comprenderlos.
Con Amor Fraterno,
Solstrom
Canalizaciones de Febrero 2015 (texto original)
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